Partida Rol por web

- Hermanos voy a establecer contacto con el oficial que mantiene las defensas para informarle de nuestra llegada e infundir ánimos así tanto a él como a sus tropas. No debemos dejarles sufrir mas a manos de los xenos. - Dicho esto comenzó una rápida carrera para llegar cerca de los xenos.

La escarcha psíquica comenzó a cubrir su capucha y a humear a medida que se fundía nada mas aparecer en el aquila que remataba su báculo de fuerza.

- El Eperador protege. Oficial de la FDP. Mantenga la calma, esta oyendo mi voz en su cabeza. Soy el Hermano-Codicier Czorf, de los Dientes de Sable. Creo que si gira la cabeza se encontrará una hermosa imagen que reforzará su entrega y decisión, así como la de sus hombres, por nuestro quierido Innana.

Micah corrió tras Litilus. Su lugar estaba en el frente y él lo sabía. Contaba con que Lukas los cubriría lo suficiente como para llegar al centro del combate. -Por el Emperador- se dijo a sí mismo para insuflarse valor al tiempo que descendía por el risco.

La Horda salta sobre los soldados, pero en su frente se dibujan tres claros momentaneos.

Rennard cae con un crujido terrible, y un horrible olor a quemado en su espalda. El Espíritu-Máquina del Retro en sus espaldas chilla y se lamenta con su voz metálica; realmente el Marine deberá pensar seriamente si vuelve a utilizar sin consultar a alguien con conocimientos arcanos. Su espada traza un amplio círculo en el aire y los Xenos retroceden instintivamente.

Los disparos de Lucius golpean al frente y Czorf se detiene, alto el imponente, entre las tropas. Su voz resuena y los soldados parecen esconderse atemorizados como si él fuera el enemigo. El aura de fortaleza y poder que lo envuelve, quemando ozono, parece detener el tiempo un segundo ante la gigante ola de enemigos, a punto de romper sobre ellos.

Micah se detiene al pie de la rampa con un resoplido, sus pies resbalando un instante hasta que se afianzan. La punta del lanzallamas pesado apunta hacia adelante; aunque deberá tener cuidado de no llevarse tantos guardias como tiránidos cuando jale el gatillo.

Finalmente, el instante estalla como una burbuja y los Xenos saltan y rompen contra los defensores como una marea terrible. El estruendo de sus chillidos y el rechinar de sus mandíbulas y garras llena el aire.

Las mandíbulas chsquean alrededor de Rennard, pero solo algunos de los bichos más ágiles consiguen apenas rozar su armadura.

Czorf se ve envuelto en lo más denso del combate. A su lado dos soldados son partidos en trozos en una explosión de sangre y vísceras; sus gritos resuenan tanto en el plano físico como en el Inmaterium, y algo parece estremecerse al oirlos. (Horda de Gantes hace 1 puntos de daño a la Horda de PDFs).

La visión altera el equilibrio del Bibliotecario que recibe a un engendro en el pecho, tras saltarle este encima. Sus sucias garras se apretan contra su poderosa servoarmadura, pero poco pueden hacer contra la protección del Emperador. Czorf lo toma del espinazo y lo arroja lejos, golpeando a un Tiránido que se lanza a por él (el daño del Tiránido no supera la Armadura de Czorf).

- Por Terra! exclama el oficial al ver a Czorf a su lado. Un rápido vistazo atrás confirma a los demás Marines en la armadura negra y naranja de los Dientes de Sable. El Emperador ha oido nuestras plegarias muchachos! Sus más temibles soldados, sus Hijos mismos, nos refuerzan. Por el Trono!

Un clamor se eleva de entre los soldados, al tiempo que disparan sus rifles. El oficial se lanza con su espada-sierra, cortando a un Gante por la mitad. Algunos disparos consiguen impactar contra la oleada de enemigos, aunque su efectividad es dificil de precisar (1 punto de daño a la Horda Tiránida).

El Warp se condensa alrededor del Tiránido grande. Aunque apenas puedes verlo entre los pequeños cuerpos que saltan a tu alrededor, puedes sentirlo como un faro que concentra el mismo ruido de fondo que perturba el Warp. Es más, podrías jurar que atisbas filamentos de energía que salen del Tiránido mayor a cada uno de los pequeños, y que a su vez algo o alguien canaliza poder en el grande. Parece un... lenguaje, un enloquecido chillar de millones de pequeñas voces. 

Rennardd empieza su baile más mortal, haciendo giros sobre si mismo y moviendo su espada sierra con precisión empieza a atacar, de hecho su brazo se mueva ya de por si mucho más rapido de lo que un astartes novato se mueve, a su alrededor empieza a abrir un hueco enorme y los cadaveres de los alienigenas empiezan a amontonarse a su alrededor.

POR EL DIOS-EMPERADOR Y EL SAGRADO TRONO DE TERRA!!!!!!!!  

Su brazo corta en dos un trio de Gantes que querían morder su pierna.

POR LOS DIENTES DE SABLE! 

Girando la espada sierra en un angulo descendiente secciona el cuerpo quitinoso de un gante y el que se hallaba detrás.

POR LARKS! 

Invirtiendo el giro secciona dos cabezas de tiránidos.

Y POR LA PDF DE HORHIA!!!!!!!!!!

Parandose en seco avanza unos pasos llevandose otros tres gantes demasiado lentos y que no pueden apartarse.

Su voz suena como un trueno a traves de su casco y prosigue con su macabra labor de abrir un espacio suficiente y entretener lo suficiente a la horda de Gantes para que la milicia y sus hermanos de batalla se puedan reunir.

Tras observar, gracias a los proyectiles trazadores, la trayectoria de mis anteriores disparos corregí la puntería impactando sobre un grupo de gantes que intentaba flanquear los edificios donde se habían fortificado las FDP para así ganar la retaguardia de las cercadas tropas imperiales.

El combate se volvía más violento en el aserradero, pero gracias a la presencia de nuestros hermanos, que habían decidido combatir al cuerpo a cuerpo, los defensores recuperaron fuerzas y continuaron combatiendo sin ceder un ápice de terreno. Desgraciadamente la criatura de mayor tamaño seguía insuflando ánimos a las pequeñas monstruosidades, por lo que una rápida victoría sobre el enemigo era improbable, tendríamos que acabar con todas ellas, para la mayor Gloria del Emperador, pero para la mayor sangría de los soldados imperiales.

¡Hermano Sargento! El hermano Lukas porta nuestra mejor arma a larga distancía, opino, humildemente, que debería concentrar su fuego sobre el tiranido más grande. Se que suena un poco estupido, pero es posible que se desmoralicen tras la muerte de su lider, com harían otros xenos.

Abre un canal de comunicación con el resto de sus hermanos.

- ¡Hermanos! Concentrad el fuego en el xeno de mayor tamaño. ¡Es una fuente psíquica! - Remarcó la importancia, o tal vez el peligro, que representaba las conexiones que había visto. Sin embargo no había tiempo para explicarlo con claridad y esperaba que su aviso fuese tenido en cuenta.

Escuchando las palabras del hermano Lucius, Lukas cambia el objetivo de su arma. La horda, grandemente diezmada por los rifles láser de la Guardia y su propio bolter pesado, sigue disminuyendo de tamaño gracias a los esfuerzos de sus hermanos.

Moviendo ligeramente el cañón del bolter, Lukas fija su objetivo en el engendro Xeno que sobresale sobre los otros, aparentemente llevando al resto de los sucios Tiranidos en su carga. Consciente de que de las sagradas palabras del Codex recomiendan matar al líder enemigo para acabar con la cohesión de los enemigos, Lukas lanza una ráfaga con esperanzas de matar al Xeno.

Las explosiones del Bolter Pesado del Hermano Lukas despiertan ecos terribles contra el cuerpo del Tiránido. Pedazos de quitina vuelan por los aires y el olor dulzón de la sangre quemada se eleva aún por encima del tufo de los Gantes que mueren a su alrededor.

Con un rugido, el monstruo aparta algunos Gantes a su alrededor para abalanzarse sobre los Marines.