Partida Rol por web

Faltan justamente las inversiones con los 400 pxs, que agradeceré tengan la gracia de ponerme en sus escenas individuales... LARVAS MUCOSAS DESECHOS DE TIRÁNIDO QUE OSAN REFUTAR LAS PALABRAS DEL SARGENTO!!  500 FLEXIONES PERO YA, A VER SI GANAN ESOS BONOS MIERDAS INMUNDAS!! HABRAN LAS OREJAS CUANDO LES PONGO UN POST, MIERDA!! 

(Los gritos son adrede).

(y tomo nota)

(besitos, los quiero XD )

Litilus y Micah OK.

Noten también que, para todos: 

La edad aumenta en 2 años.

El peso / altura actual ya es su valor de Marine. Que ternura, ver los niños creciditos!

Larkin:

Occuglobo no puedes comprarlo / activarlo porque no te lo han implantado aún.

Duro de matar no está en la lista, ergo, no puede ser comprado (aún).

Por lo que te siguen quedando 200 pxs para comprar.

Recuerden: SOLO de la lista pueden comprar.

Todos:

Por los implantes activos del pack, tienen los siguientes talentos (que deberían anotar en su hoja de personaje):

Resistencia: Falta oxígeno, Difícil de Matar, Tamaño +1, Fuerza antinatural, Resistencia antinatural, Autosangrado +1, Sueño ligero. Y veo que nadie duplicó sus bonos de fuerza y resistencia ;)

Ya son superhombres, señores!!

Duro de matar = Die Hard? Entonces ya lo tienes con el Corazón Secundario, recluta Larkin. 

Al llegar a su barraca, Micah, que venía casi a la par con Larkin, decidió compartir con él sus dudas. No sabía qué podrían opinar sus compañeros, pero a él le resultaba casi increíble que algo pudiera haber salido mal.

-Hey Larkin- llamó Micah sin levantar demasiado la voz. -¿Qué crees que fue lo que pasó en el claro? ¿Será posible que se haya cometido algún error?

Larkin lo miró con una expresión indefinida en el rostro. Despues de algunos segundos que a Micah le parecieron eternos, el otro recluta decidió responder.

-Pues...-

-¡¿Qué están cuchicheando, escorias?!- El sargento Iah se había acercado a ellos sin que lo notaran. Aún se lo veía preocupado, como si la situación de la explosión no hubiera acabado.

-¡Señor! He sido yo quien ha hablado. El recluta Larkin sólo me escuchaba. Pido permiso para hablarle, ¡señor!- Micah no iba a dejar que alguien más pagara por su impertinencia.

-¿Que quieres decirme, gusano? No estoy de humor para escuchar vuestros llantos- Evidentemente, seguía muy preocupado.

-Seré directo señor. Algo salió mal en ese claro. Esa explosión... no fue como siempre. Y lo que vimos lo confirma. ¿Que ha ocurrido, señor? ¿Quién es el muchacho herido?-

Dicho esto, Micah se dispuso a esperar un respuesta, dudando si la habría, y un castigo por hablar, sabiendo que sería mucho peor que los habituales.

 - ¿Recuerdan lo que les dije cuando les mostré las armas de plasma*? El Sargento está extrañamente sombrío. ¿Qué pueden explotar si no se les muestra el respeto debido? Un Hermano casi muere porque un recluta como ustedes no mostró el respeto correspondiente al espíritu de la Máquina en su interior.

Trotan a gran velocidad otro centenar de metros.

- Y el recluta, señor? insiste Micah.

- No lo sé ni me importa en demasía, replica Iah. Si sobrevive tendrá una valiosa lección que aprender. Si muere, no era digno.

Rennard OK. Graven, me contesta una pregunta y está OK.

La sala abovedada tiene al menos 15 metros de alto, con arcadas de piedra que parecen sostenerse por arte de magia. Vitros inconmensurables se alzan en los diez gajos de su cúpula, cada uno con una imagen distinta del Dios Emperador.

La luz que se proyecta al piso es iridisada, coalesciendo en un brillante círculo de luz donde se encuentra el asiento del Maestro de los Dientes de Sable. El Maestro Yngvi tiene la piel estirada sobre su poderoso cráneo, los ojos amarillos con un aureola roja, y los caninos superiores ligeramente crecidos. El pelo, gris pero frondoso, tapa ligeramente los implantes que sobresalen por su nuca. La túnica, cuidadosamente bordada, lleva en toda la espalda un tigre Dientes de Sable de cuerpo completo caminando sobre un campo verde. Verde y naranja son los exquisitos ribetes que bordean la túnica, y que Iah besa al acercarse y arrodillarse a él.

La puerta se abre y el Apotecario Jefe intenta ayudar a un Hermano a entrar. Sin embargo el Hermano se niega, apoyado en un bastón metálico y con evidente esfuerzo camina solo los 30 metros hasta donde el Maestro e Iah esperan. Intenta agacharse para besar el borde de la túnica, pero el Maestro se levanta, se lo impide, y le da la manga para que la bese sin inclinarse.

- La única debilidad es renunciar al Emperador, dice el Maestro Yngvi con firmeza.

- El Emperador me sostiene. El Emperador me hace fuerte, Maestro, le contesta el Marine.

- Nadie duda de tu fuerza, Hermano Summanus. 

El Sargento Iah acerca un banco. Ante la señal de Yngvi, Summanus por fin accede a sentarse. 

- Reporte, pide el Maestro.

- Los reclutas del grupo Alfa estaban observando un cañón de plasma que hace años no funciona, mi Maestro. Simplemente sucedió, el Espíritu enfureció y se los llevó con él. 

- Hay un sobreviviente. Las palabras del Maestro no acostumbraban ser preguntas, sino afirmaciones u órdenes.

- Sí señor. Será transferido al grupo del Hermano Iah en cuanto lo estabilicen.

- ¿Y tú?

El Apotecario se adelanta. Volverá a las filas más fuerte y decidido que nunca, Yngvi. 

El Gran Maestro de los Dientes asintió ante la afirmación del Apotecario Jefe.

- No lo dudo. Gloria Imperatus!

- ¡Gloria! respondieron todos los presentes.

Cuando comenzaron a retirarse, el Maestro retuvo un segundo al Sargento Iah. Bueno Hermano, tendrás en tus manos al futuro del Capítulo. ¿Cómo van esos reclutas?

Iah se permitió una sonrisa. Mucho mejor de lo que esperaba, mi Señor. Si pasan el Rito y el Emperador los considera dignos, serán buenos guerreros.

- ¿El muchacho de Valista?

- Oh, lo hará orgulloso, Señor. Iah sonrió. El recluta Rennard es fuerte como un orco. Probablemente ya pueda compararse con el Hermano Vilker.

- Me alegro que el linaje esté intacto. ¿Los demás?

- El recluta Graven es mu hábil con las armas y además inteligente... el recluta Hideus es escurridizo como un eldar. El pequeño del Vacío, el recluta Micah... tiene una curiosidad innata pero colmada de Fé. El recluta Larkin tal vez no sea el más rápido ni el más listo, pero ya puede para mi estocada y eso no es poco, Señor. Litilus y Arnulf tienen ojos precisos y sentidos despiertos, serán buenos cazadores allí afuera. Y tanto este último como Czorf... el Hermano Aectus dice que hace decenas que no ve mentes tan brillantes. Ambos son capaces, si el Emperador los proteje de la Disformidad.

- El Emperador protege, replicó el Maestro Yngvi. ¿Cuándo será el Rito?

- En un mes, Señor. 

- Asegúrate de recordarme.

- Por supuesto. Con una inclinación de cabeza Iah se alejó, camino a sus propios entrenamientos. Si los reclutas pensaban que se esforzaban... no conocían los entrenamientos de un verdadero Astartes aún.

Graven OK. 

Momentos mas tardes, con el hermano Iah lejos y los demas entre sus cosas, miro a Micah:

-Seguramente la cagaron, no se puede molestar al espiritu maquina de las armas y menos sin son tan poderosas, y salir indemne- hasta un marine deberia saber eso, yo lo se- el chico, no tengo ni idea, algun otro recluta, no creo que seamos los unicos, y habra diferentes avances entre unos reclutas y otros, unos que llegan y otros que se van, como la vida misma - esbozando una sonrisa.

-Lo que esta claro es que algo se les escapo de las manos, pero no pienses mas en ello, los maries se ocuparan de todo, ahora debemos descansar y comer un poco de este maravilloso estofado -con una mueva de sarcasmo - creo que las raciones de comida tienen una presentación mejor, de todas maneras esto es lo que necesita el cuerpo, hidratos de carbono y grasas, mañana nos haran falta cada una de las que ingiramos ahora. Venga come -acercandole un cuenco - y una pregunta, ¿aun piensas en la vida de antes? ¿en la familia y los amigos que dejas atras? - mirando hacia otro lado y como pensando - yo creo que esto es una oportunidad, pero tambien creo que se nos olvidan muchas cosas, cosas por las que vamos a luchar, pero ya no tendremos presentes, ahora vosotros - señalando con la mano por toda la estancia -sois mi familia y como en toda familia -señalando a unos y a otros - tenemos al tonto, al bajito, al cabizbajo, si tenemos hasta al abueno gruñon - intento poner la cara del Sargento Iah -  os quiero firmes a la voz de YA!! te suena - con una nueva sonrisa.

Disculpeme Sargento Iah, me asaltan dudas no sobre mi, ni los reclutas sino sobre el rito de iniciaci´´on, ¿Hay algo que debamos saber?-pregunta Rennard.

Litius escucho a Larkin mientras cenaban en el barracon, y sonrió con sus bromas, aun eran reclutas, aun no sabían donde acabarían, quien sabe si seguirían juntos o no, lo mas probable es que no fuera así, algunos tenían poderes psíquicos, y esos si se les permitían y se les consideraba dignos entrarían a formar parte de los bibliotecarios, sino, correrían la misma suerte que el grupo de reclutas que vieron entre los bosques, otros eran rápidos, otros tenían una ojo de cirujano al disparar, y yo?, bueno, tenia mis dudas, siempre había soñado con sujetar un bolter entre las manos y destrozar orcos en las lunas de Jazar, pero el tiempo aquí me había echo reflexionar, había visto cosas, notado cosas y sentido la verdadera Fe en el Dios- Emperador, y al observar aquella estructura que habíamos visto, con todas aquellas imágenes y la grandeza haciendo me pequeño, casi diminuto ante su presencia, quería servirle pero de que modo lo haría mejor? siendo un Marine de primera linea, curando a mis hermanos en la batalla, siendo un capellán? esto requería mucha disciplina y cualidades, había visto sus armaduras negras como agujeros sin fondo y esas calaveras. Solo su presencia infundían temor, o quizás un tecnomarine? la tecnología siempre me había interesado, incluso había entablado amistad con un tecnomarine que me enseño a calmar al Espíritu Maquina y así conseguir desencasquillarlas simplemente con unas liturgias y acariciándola suavemente como se merece el arma,  estaba echo un lio, pero primero tenia que lograr pasar el rito de iniciación, y quería tener la cabeza despejada, ya pensaría en esas cosas mas tarde, asi que despues de acabar mi escueta cena me levante y pregunte a mis compañeros, Bueno amigos, quizás estos días que faltan sean los últimos que estemos juntos, no les apetece hacer alguna locura? echar una carrera a la luz de la luna por ejemplo? se que nos pillaran y que el castigo sera duro, pero esta es de las pocas veces que estaremos todos juntos, cada uno sera destinado a un sitio diferente y que coño me apetece participar en una locura con todos, o con quien se apunte, venga, animaros, os espero fuera y levantándose salio a tomar el aire, no había nadie fuera todo estaba en calma, se apoyo contra unas cajas a esperar que saliera alguien, no sabia si alguien acudiría a su llamada de "hagamos la ultima" pero tenia que intentarlo, les había cogido cariño durante esos dos años que habían pasado juntos y quedaba tan solo un mes para que ya no estuvieran juntos. quizás se encontrasen en el campo de batalla, pero no compartirían barracon.

Litius seguía esperando......

Czorf OK; Arnulf tengo que retocar un par de detalles pero OK (modificadores, etc).

Faltan los 200px de Larkin y estamos.

Con una mirada picarona

-Os echo una carrera hasta las puertas del monasterio-  una pequeña pausa para que la idea cale en sus corazónes, o varios corazones, de los diferentes comàñeros - Tendremos que ser como sombras, ir y volver, esta misión es de ida puesto que si no cogen, no sera de vuelta, la vuelta sera un castigo ejemplar, no os quiero engañar a ninguno- espero a que los osados se adelante, y que el valor escondido y entumecido en los entrenamientos, sobre salga en los subconcientes de cada uno de ellos, en cuerpos moldeados para la guerra, en cualquiera de sus aspectos.

-Pero la recompensa jaja!! - con una risa nerviosa - ver las puertas del templo en todo su explendor, quizas descubir otras entradas ocultas y si somos lo suficientemente buenos nadie se enterara, seremos un susurro en la noche -mirando a todos desde la entrada - Litilus esta con migo, quien mas se apunta, VAMOS!! - saliendo fuera de la choza para no recibir contestaciones o escusas. En esta fria noche seremos todos uno solo, y lo que tenga que llegar, llegara.

Veo salir a Larkim y le digo, Esperemos un poco a ver si se apunta alguien mas y no son unos rajados, unos 5 minutos valdra. mientras esperamos un poco mi vista se pierde en la lejania hacia las cupulas de los edificios lejanos y mi mente tambien.....

Lilitus y Larkin han montado una buena, pero tienen toda la razón. El dia de mañana puede que estemos muertos, o que nuestros ultimos rasgos de humanidad desaparezcan hasta convertirnos en frias maquinas de matar... ai que aprovechar los buenos momentos.

Me levanto de la silla donde me encontrava leyendo los sermones por enesima vez, y camino pausadamente hacia la puerta.

Sus alardes sobre ser un sussuro en la noche han conseguido despertar mi interes.

Vamos a probar esta carrera amigos, hace una noche brillante... - La sensación de riesgo es mayor que todos los entrenamientos con fuego a los que me he sometido juntos.

Me giro hacia la choza donde siguen el resto de reclutas. Rennard esta terminandose su comida, con una copia identica de mi libro junto a él.

Eh damiselas, no tendrán miedo de comer polvo, verdad?