Partida Rol por web

Siguiendo el juego al elfo Durgrin cogió una de aquellas ramitas.

Y sorpresivamente cogió una relativamente corta, ahora a ver que hacían los demás.

- ¡Venga esa paja! Digo, ramita...  Aunque realmente creo que no soy el que más necesite el amuleto.

"Queda entre tu y yo, amigo Bárbarbo"

Miro con cara rara al elfo al acercarme a la cara unas ramitas
tu quieres repartir el botin de manera equitativa, pero yo quiero el collar, tu querias el arco, las flechas y los virotes, el enano a cogido el hacha y yo quiero el collar

Aun así cojo la pajita para que no se quede plantado delante mia

Atorellian recapacita

"Razón no te falta, Krull. Pero de todos modos, tu haas ganado ese concurso" dice cambiando el pequeño brotecito del bárbaro con el soberano y recio tronco que la Naturaleza le dio a Atorellian.

"Mira. Entre tus manos, lo que tienes es un buen tronco. Y en virtud del viejo concurso elfico de "a ver quien se la daca mas larga", te has ganado un collar bien formidable"

Por su parte, Atorellian no hace mucho más. Ya ha comprado, ya ha entrenado, y se ha aprovisionado.

Pasa el resto del tiempo con los locales, intercabiando historias de aventuras, y tratando de mentalizarse: En breve les toca una nueva mazmorra.

Aun así ¡Peor deben estar los soldados del frente! A nosotros nos protege nuestro destino heróico, nuestras armas mágicas y nuestro increible entrenamiento. Ellos son simples aldeanos, a los que les han dado un casco, una lanza y que pelean contra esqueletos, contra ogros y magia negra.

"Chicos, apresuremonos" dice apurando su jarra "Cada minuto aqui son docenas de vidas que se derraman en la frontera. Debemos de derrotar al Lichmáster cuanto antes. Por la alianza."

Con todos los preparativos ya echos solo quedaba echarse unas jarras de cerveza por el gaznate, eso siempre animaba a todo el mundo, y ponerse en marcha para emprender su nueva aventura.

En marcha pues compañeros, hay muchos enemigos que matar y un martillo que esta esperando que le eche el guante.

si, si ya tenemos todo iniciemos la marcha, por que sino nos gastaremos lo poco que nos queda en bebida, en mujeres y entonces no se cuando saldriamos de aquí

Ladril seguía pensativo sobre que hacer en ese tiempo de descanso y en que gastar su dinero. Pensó que aprender un nuevo conjuro le vendría bien pero cuando llegó a la tienda del alquimista, esta estaba cerrada. Parecía que se había ido de vacaciones. Anduvo por delante del escaparate mientras meditaba que otras opciones tenía y observó los precios de los conjuros. - ¡Repampanos! ¡¡200 co!! Me temo que tendré que esperar a las rebajas. - Y volvió con sus compañeros.

En el camino, se encontró con el bárbaro y el enano. Llevaban extrañas ropas ajustadas y de colores chillones, más propias de un elfo, y ademas iban bebiendo unas bebidas de color extraño y que parecían tener grumos. - ¿Pero a donde vais así? - Les preguntó curioso. - ¡Al gimnasio! Y no te vendría mal venirte un rato. - Le dijeron y como no tenía nada que hacer, se dejo llevar a una extraña catacumba de olor penetrante y asqueroso, llena de maquinas de tortura y con gente que no hacia más que "machacarse" el cuerpo y mirarse al espejo. Él, como buen elfo, lo hizo nada más llegar y se puso delante para que todos viesen su belleza élfica, pero un tío que llevaba una extraña ropa que ponía algo de "Entrenador", le pillo por banda y a grito de "enclenque, palillo o escombro humano", le estuvo mortificando toda la mañana, haciéndole hacer unos ejercicios que en su vida élfica pensaría que se pudiesen hacer.

Resultado, un montón de agujetas y una pequeña subida de su masa muscular. Como un 0,01%.

Despues mision 4 

Haciendo recuento de los tesoros, el barbaro se agenciado el casco enano , que le queda bastante bien con la cosa de que tiene cuernos , haciendole mas barbaro pero con un toque a armadura buena enana, queda una daga +2 daño, no de mucha utilidad , dada cada una de las 4 armas magicas principales de los heroes, y 560 mo oro mas , que algo se les ira en cerveza para celebrarlo en la taberna mas proxima antes de llegar a la ciudad jajaja

*Los siguientes cambios se aplican a las reglas habituales de Entre aventuras, y se aplican a toda la aventura, siguiente independientemente de cuántas expediciones se realicen: - Los héroes no pueden comprar más de dos pociones de curación. No más están disponibles. - El mago solo puede comprar hasta seis ingredientes de hechizo. No más están disponibles. - Los Héroes solo pueden encontrar y emplear dos Hombres de armas: un hombre armado y un sargento. ¡Ambos hombres son mercenarios de Tilean y exigen un 25% más de la tasa de pago habitual! - El Mago no puede encontrar a nadie con el tiempo para enseñarle nuevos hechizos si quiere aprender uno. Simplemente no es el momento, y de todos modos no quedan magos en Felspraag. Están todos peleando, y no tienen tiempo para enseñar ningún hechizo al héroe mago.

Atorellian decide agenciarse la daga

"¿Que? Soy el único que no tiene un arma mágica a Melee" dice tomandola.

Intenta hacer una prueba de su filo cortando una cuerda ¡Pero la daga es tan afilada, que un poco más y se corta el rostro! El arma corta la cuerda, la madera y hasta el hierro como si no hubiera nada enmedio.

"Pues... tenemos 560 Coronas de oro ¿Son por cabeza, o a repartir?" pregunta el dulce elfo, que no sabe de matemáticas.

Primero gastemos el oro en reabastecernos de las pociones que podamos comprar para todos, ya repartiremos lo que sobre después.

Lo principal era conseguir objetos de curación, visto lo mal que lo habían pasado en el calabozo anterior, bien les hacía falta ir preparados para todo lo que se pudieran encontrar en su próxima aventura.

-Estoy de acuerdo con el enano. Nunca sobran las pociones. Y el resto del dinero nos lo gastamos en cerveza.  Y carne asada. Mucha carne asada. Y mucha cerveza (creo que eso ya lo dije... hmmm...).

"Pues... ¿Sabeis que? Creo que lo mejor seria comprar TODA el agua bendita qje te gan en el templo. Y si es posible, medio litro mas..."

(Aparte, ato quiere reponer flechas, cuerda y piquetas)

"Compañeros. Hay gente luchando, gente MURIENDO ahora mismo. No me apetece una cerveza... no. No me apetecen ni mis mariconadas de elfo sabiendo qie cada minuto que este restregandome con un abedul, hay otra familia que tendrá que enterrar a un padre, o.a un hijo"

"Asi que voy a por la bendición de L'oreal, y partiré a intentar ahogar al Lichmáster en agua bendita. Tanto como si me acompañais, como si he de partir solo"

-Pero... ¿Cómo...? ¿Nos vamos a ir al combate sin antes llenar la tripa y saciar la sed?

En las tierras de dónde yo vengo, antes del combate, los guerreros celebran un banquete. Hay que comer y beber. ¡Y escupir bien fuerte a la muerte, maldita sea! Hay que brindar por los amigos muertos y por los enemigos dignos.... ¡Bah...! ¿Y sois vosotros quienes me llamáis bárbaro a mi? Habrase visto...