El golpe contra el cráneo del lobo fue duro et fizo que, durante apenas un suspiro, Amelia sintiera sus dedos entumecidos. La sangre manaba suavemente hasta que decidió retirar el arma provocando que el rubí saltase con violencia manchándola la harapienta ropa.
Se fijó en el escenario, cómo el lobo parecía estar defendiendo a Orosía et recordó entonces la historia que cóntola la dama del lago, también cómo pareció el espíritu maligno anidar en varios cuerpos. Lo sentía, pero debía atacarla y encomendarse a su madre… Tal vez evitase así ser la siguiente en ser poseída. El primer ataque vendió el viento más el segundo alcanzó la carne con violencia.
Motivo: Cuchillada sue
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 82 (Fracaso) [82]
Motivo: Cuchillada
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 19 (Exito) [19]
Motivo: Daño 2
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5 [5]
Et perdí la fortuna
Seguimos? Ahora creo que tenemos la oportunidad de acelerar esto para terminarla durante la cuarentena
Tancredo clava la espada de frente en el lobo que se le encaraba, el lobo gime e intenta agarrar con sus patas la espada, como si fuera un ser humano, antes de que su cabeza se agache, y de quedar inerte despatarrado en el suelo.
Declarad el siguiente asalto, que si no voy a tener que pnjizar a todo elmundo...
Entiendo que yo ya hice mi movimiento con la tirada anterior
Orosia se retuerce de tal forma que Arturo pasa de sujetarla con los dos brazos, a tan sólo agarrarle una muñeca. De repente Orosia se queda quieta, y tira el puñal que blandía, para ponerle su mano en la cara al trovador, como si fuera una pelea de niños. Es entonces cuando recibe la puñalada de Amelia, que se había plantado al lado. Se queda inmóvil un instante y su cintura se dobla para postrarse en el suelo inmóvil con una mancha carmesí en el pecho.
Los lobos que os atacaban comienzan a alejarse encarandóos y enseñando los dientes, pero gruñendo cada vez menos. Notáis que todo el prado que pisáis está ahora encharcado, al parecer por el diluvio que está cayendo.
Arturo se tambalea agarrándose la cabeza. Algo le ocurre.
Motivo: IRR
Tirada: 1d100
Dificultad: 32-
Resultado: 26 (Exito) [26]
Ups. Esta tirada se suponía que era oculta.
A partir de ahora, no pongáis a Orosia.
Una voz de mujer se oye a lo lejos. Aunque melodiosa y bella, resuena en los desfiladero que rodean el lago.
-¡Ahora está en él. Empujadle al río, está confuso!
Non necesitó Amalia que aquella voz fuese repetida por segunda vez, fizo acopio de todas sus fuerzas et empezó a empujar a Arturo quién no paraba de revolverse por las artes demoníacas.
¡Ayudadme! – gritó con todas sus fuerzas fruto de la desesperación que la embargaba–. ¡Debemos tirarle a aqueste lago para salvarlo de la herejía!
Tirada oculta
Motivo: FUE X5
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 74 (Fracaso) [74]
Tiro FUEX5 por si acaso. Tengo FUE 10. Si fuera menos pues varías la dificultad.
Aunque Tancredo no entiende qué está sucediendo, trata de ayudar a Amelia, pero se encuentra ya muy debilitado por la mordedura del lobo.
Motivo: Fuerza x 5
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 92 (Fracaso) [92]
Veo al lobo de las cicatrices alejarse hacia una silueta en el agua. Amelia ha derribado a Orosia que parece haber dejado de estar poseida et mientras Arturo comienza a comportarse de forma extraña. Los lobos también huyen cuando una voz nos indica que lo tiremos al agua.
Después de ver como la gente va comportandose como poseida creo que puede tener razón, un chapuzon no va a causarle daño y si eso le ayuda a recuperar la razón luego puedo sacarle del agua, así que me acerco a ellos y les ayudo a empujar a Arturo hacia el agua.
Tirada oculta
Motivo: FUEx5
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 25 (Exito) [25]
Vale, no se porque la tirada es fuerza por 5 pero como la habeis hecho todos ( sino es eso, mi fuerza es 15).
Don Tancredo intenta empujar a Arturo, pero aunque está aturdido, se las arregla para apartar con sus dos manos la izquierda del caballero. Amelia sólo logra sacudirle. Pero Tiago logra al fin hacerle retroceder y trastabillar varias veces hasta que se encuentra con los pies dentro del agua, del arroyo cercano. No parece que note los pies mojados porque sigue ladeando la cabeza como un borracho durante unos breves instantes más hasta que parece recobrar el equilibrio y logra abrir los ojos como si se depertara de un sueño profundo.
Mueve la cabeza de un lado al otro rápidamente mirando la situación. Mira sus pies, ve el arroyo, y de repente, se gira.
Vamos a decir que lo de FUEx5 vale.
Una maraña de hilos negros aparece en el arroyo tras Arturo cuando este lo pisa, que se transforma en medio óvalo que emerge lentamente, hasta formar una cabeza completa chorreante en la cual se entrevé un rostro oculto en la melena. Dos destellos pálidos a ambos lados de la cabeza revelan unos hombros delicados también casi cubiertos por los largos cabellos negros. Como si alguien la sostuviera bajo el agua, una muchacha desnuda emerge lentamente, casi inmóvil, hasta la cintura, detrás de un renqueante Arturo que justo en ese momento se gira para verla.
La mujer que estaba en la lejanía ahora está frente a vosotros.
-¡Tusa! Grita fuera de si el trovador
La dama del lago lanza sus brazos alrededor del pecho del trovador desde atrás, como una niña que se lanza sin recato sobre su padre. Por un momento, parecieran dos enamorados enlazados, pues la desnudez de la dama resplandece al cogerle. Pero Arturo comienza a sacudirse como si se convulsionase y pierde pie para hundirse hasta la cintura. El abrazo de la dama es una presa y pareciera que la muchacha tuviera la fuerza de dos bueyes, pues en un abrir y cerrar de ojos, los dos están sumergidos hasta el cuello, en medio del chapoteo que causan los brazos de Arturo intentando agarrarse a lo que sea, al aire.
-¡Tusa! ¡Maldita! ¡MALDITA! Artura comienza a atragantarse con agua. Ya no se ve a la dama. Tan solo la cabeza de Arturo que se sumerge dos veces antes de hacerlo una tercera para no salir.
El lobo de las cicatrices se ha parado y se acerca adonde ha emergido la dama ahora, y cuando se acerca a la orilla se queda quieto.
El negro que ves se va aclarando y se transforma en una bóveda de nubes grises. Oyes gritos y ladridos alrededor, pero los oyes lejos, o embozados, como si tuvieras algo en las orejas. La luz te duele, y vuelves a ver todo negro durante unos instantes, cuando te ves obligada a cerrar los ojos, se vuelven a abrir y logras ver el cielo otra vez y sientes las gotas de lluvia resbalando por tu rostro.
Me pongo en pie y miro en derredor. Compruebo si estoy herida y si sigo en el mismo lugar en el que recuerdo haber perdido el conocimiento.
Amelia se había aproximado a la orilla del río siguiendo el devenir de Arturo, para cuando su cabeza queda totalmente sumergida en el agua se aproximó unos cuantos pasos más hasta que sus tobillos se encontraban totalmente sumergidos en el río. Una ola de aire frío sopló haciéndola tiritar, indefensa como estaba con sus andrajos. Sin embargo toda su atención estaba en preguntarse si había hecho las cosas bien.