Partida Rol por web

Mi intento por arruinar los planes románticos del semiorco se ven frustrados por mi mal ataque y encima este se desquita propinándome una terrible patada en el medio del pecho, su fuerza es terrible y no creo que alguno del grupo pegue con más dureza. Me paro para no quedar en una mayor desventaja y le pateo con todas mis fuerzas directo a la rodilla, buscando lisiarlo y ganar ventaja en el combate.

Retrocedo unos pasos (5´) y trato en lo que puedo de ver si los demás vienen a ayudarlo o esto es uno contra uno.

El semiorco parece a gusto, encajando la patada sin mosquearse, mas alla de un gruñido de... aprobacion?... En su expresion hay una sonrrisa gutural, mientras devuelve con un poderoso gancho al estomago. No se molesta en mantener una guardia muy compleja, evidentemente confiado en su fuerza y resistencia natural. 

Un terrible golpe me cae en el estómago y me hace temblar las piernas, pero las de él son las que quiero hacer tronar. Una nueva patada va dirigida hacia esa zona específica, volviendo a impactar en la misma. Para retroceder nuevamente un poco (5´), pero es obvio que está intacto y yo diezmado por el combate de hoy. Esperemos que esta estrategia funcione o terminaré con algo más que el espíritu roto.

-Si, pero ¿solo así les digo?-Musito mas feliz por recordar mis conjuros, y mas ansiosa por actuar, deseando salir ya,o que el guardia llegue para poderle pedir el pergamino.-¿Cada cuando se sale de las celdas?

Viendo tu tecnica y entendiendo lo que buscas, el semiorco gruñe. Lanza una patada a tus testiculos, pero al fin parece estar haciendo una ligera mella en su rodilla los golpes y falla... Sin embargo, sus largas zancadas compensan cualquier desventaja que pudiera tener, sin perderte. 

El resto de los guardias no parecen estarles prestando atencion, ni tampoco los que duermen junto al fuego.

-Salir? ...+el tono es risueño+... nadie sale... nunca. No ves el sol hasta que te liberan.

Suspira.

-Tendras que hablar deprisa cuando te traigan la comida... convencerlos de que te hagan el favor por su precio. 

Se dio cuenta, maldición. Una terrible patada va dirigida a mi entrepierna y logro esquivarlo esta vez por mucho, parece que mi técnica está funcionando. Le dejo acercarse otra vez y lo recibo con otra patada a la misma rodilla y casi con la misma fuerza. ¿Cuánto más podrá aguantar esa rodilla? Este tipo será duro y no le dolerá, pero en algún momento se tiene que romper. El golpe es certero por tercera vez, pero seguro necesitaré golpearlo aun con más fuerza. Mientras retrocedo (5´) otra vez un poco para ver como se sigue moviendo, siempre buscando no alejarme del fuego y no acercarme a otros que podrían ayudarlo.

El semiorco lo intenta de nuevo, comenzando a molestarse en apariencia... Y esta vez, su pie encuentra la zona sensible de Malrik. Los colores suben...

Con un gruñido gutural, Gorak aprovecha el exito de su golpe y que Malrick no ha logrado resistirlo, para descargar dos rapidos ganchos al cuerpo del guerrero. Este esta extenuado, para cuando logra reaccionar... Dificilmente aguantara otro golpe más...

Cansado, casi derrotado, con la entrepierna que irradiaba un dolor enorme, me cuesta respirar y pararme algo erguido, las manos pesan y los pies aun más. El semiorco parece aun demasiado entero para mi y yo no tengo muchas chances de salir airoso, es más, si pudiera apostar lo haría en mi contra, pero no puedo hacerlo y no quiero perder.

Dejo que se me acerque y cuando va a golpearme otra vez más, le asesto una terrible patada en su entrepierna, buscando derribarlo y acortar la ventaja que me lleva.

-¿Entonces cuando subes o como logras ir a un lugar donde pueda ser efectiva la magia?-veo la rendijilla de la comida armándome de valor y recordando cuando fue que me dieron la comida y tanteando como lo haría como diría, bueno, seguro alguno me habría echado el ojo pues según recordaba cuando desperté ya estaba aquí y alguien debió cambiarme de ropa.

Cuando ya Gorak se aprestaba a finalizarlo, Malrick logra darle una patada en los bajos que lo sorprende, deteniendolo... El semiorco aprieta los labios, tratando de aguantar el dolor, pero no lo consigue... es dificil.

-Eso... es un secreto. +contesta con voz pausada+ Te lo dire si logras hacer tu parte... Sino... no me seras de ayuda para salir de aqui.

Mientras hablan, sienten como pasa, silenciosa, una ronda por el pasillo.

-Muy bien eso me agrada.-Me quedo callada y me pego a la pared al lado de la puerta esperando alguna señal para hacer mi parte y conseguir el pergamino.