Partida Rol por web

AL ESTILO HÚSAR

Bajo un sol de venganza

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10/05/2009, 10:50
Director

Los dos juntos perseguís al galope a los españoles, que huyen como alma que lleva el diablo. Ronfort consigue liquidar a uno de un sablazo, pero el último, con más presencia de ánimo, dispara su trabuco al caballo de Legrand. No lo mata, pero le obliga a detener el galope.

Finalmente, el español consigue desaparecer entre las colinas.

Volveis grupas a vuestra unidad.

 

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10/05/2009, 10:54
Director

El combate ha sido una victoria francesa, sin duda. Todos los españoles menos el que ha huido han muerto, pero también tenéis bajas. Aparte del rasponazo del sargento, el joven Guedhad ha recibido una cuchillada en el vientre que le ha dejado las tripas al aire. Agoniza en los brazos de sus compañeros en menos de un minuto.

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10/05/2009, 10:56
Armand Marcel

Estais pensando en el alto coste de la gloria para ese muchacho cuando Marcel suelta un grito:

- Alors! El teniente sigue vivo.

Asombrados, rodeais al caido. Por un milagro, la bala le atravesó solo el chacó y le rozó el cráneo. Éso y la caida lo dejó inconsciente.

Con un poco de agua, conseguís reanimarle mientras se le venda la cabeza.

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10/05/2009, 12:33
Jean Legrand

- Joder con el niñato. Va a ser que no hemos tenido mucha suerte, uno de los que sí valían ha sido destripado y por contra este pobre diablo aún sigue vivo. En fin, cosas de la guerra.- le comenta por lo bajo Legrand al sargento mientras ve como el teniente aún está vivo.

- A ver que se le ocurre al fino estratega este ahora.- dice.

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10/05/2009, 21:37
Director

Una vez reanimado, el teniente se hace un poco cargo de la situación.

Lo primero es enterrar al pobre Guedhad. No hay tiempo de cavar una sepultura ni palas para ello. Pero se le deja en una zanja al lado de la casa y poneis piedras y tierra sobre su cuerpo.

Guardais silencio un segundo al lado de la tumba improvisada. Quien sabe si una igual no os espera a vosotros.

El teniente parece pensar qué decir, pero sólo consigue decir:

- Anton Guedhad era un buen soldado.

Supera pronto el momento de emoción. Mientras los demás recogéis las cosas, mira un mapa con el sargento.

- Lo mejor será ir al Norte y unirnos a la división Verdel.

Notas de juego

Hay que ver la fama que le dais al teniente sin siquiera conocerlo...

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10/05/2009, 22:08
André Ronfort

Observo un momento en silencio al teniente, es duro que tan joven se pierda a alguien bajo tu mando...conozco esa responsabilidad, creo que es mejor concederle unas horas de tranquilidad y ante su propuesta solo puedo responderle:

A sus ordenes mi teniente .- y salgo disparado a coger mi caballo, espero que el encabece la marcha para ponerme detras de el

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13/05/2009, 21:52
Director

Montais a caballo y partís hacia el norte. A lo lejos, veis la división Dupond. De las colinas están bajando los españoles a los que van a rendirse. ¡La mayoría de los batallones ni siquiera han peleado! Es realmente una ignonimia para el ejército francés.

Al cabo de poco, desaparece ese triste paisaje tras las montañas, pero pasa el ligero frescor matinal y empieza el calor. Un día de tórrido calor andaluz. Tenéis por lo menos un día de marcha antes de llegar a la siguiente fuerza francesa, la división Verdel.

Tirada de alerta todos.

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15/05/2009, 14:46
Jean Legrand
- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: alerta
Resultado: 44

Notas de juego

me imagino que será una tirada percentil ¿No?

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15/05/2009, 15:30
André Ronfort
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16/05/2009, 23:24
Director

Legrand es el primero en ver la polvareda que se aproxima desde detrás de la colina que teneis delante (amigos? enemigos?).

Notas de juego

Si, las tiradas de habilidad y característica son percentiles.

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19/05/2009, 13:29
André Ronfort

Mi teniente .- le digo señalando la polvareda. ¿Tiene alguna idea si aquello de alli es amigo o enemigo?

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20/05/2009, 22:57
Director

- No tengo ni idea- responde el teniente- Legrand, vaya e explorar.

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21/05/2009, 20:08
Jean Legrand

Legrand lanza una torva mirada al teniente. El maldito crío lo manda a explorar, ¡a él! nacido para recabar gloria en brutales cargas de caballería lo manda a una más que posible muerte en un reconocimiento sin futuro.

- A sus ordenes, mi teniente.- le contesta Legrand mientras espolea su caballo hacia su objetivo.

¡Maldita sea! ¡Maldito él y toda su estirpe! espero no morir en esta basura de misión...

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23/05/2009, 18:10
Director

LEGRAND: ves como al otro lado de la colina hay lo que parece medio escuadrón de jinetes españoles (te niegas a llamar soldados a esos zaparrastrosos) seguidos de dos compañías a pie.

¡Se dirigen hacia vosotros!

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Atención Legrand
Dificultad: 50-
Resultado: 46 (Exito)

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26/05/2009, 23:51
Armand Marcel

Marcel suspira con fastidio. Mierda de campaña y mierda de país. No es precisamente un novato, y aunque no ha llegado a vivir los horrores de la campaña rusa, si que se ha pelado el culo y ha cogido calambres en el brazo del sable, encima de la silla, como el que más contra cosacos, austrianos, prusianos y la madre que los parió. Y a veces se había pelado otras partes, si no con la madre que los parió, con la hermana que los vió crecer. Esto no es lo que le ha enamorado de la vida de húsar, ni de lejos. En la campaña de Dresden combatió contra hombres. Contra soldados. Guerreros honorables y expertos. Pasó las de Caín, pero eso siempre es parte del trabajo. Luchó como un hijo de puta y cuando ganaron, como siempre, gracias a Dios y al Emperador, se pudo solazar en un trabajo bien hecho, una batalla bien luchada, y unas muchachas hermosas, limpias y complacientes que supieron apreciar a un hombre de valor, recio brazo y espada bien presta, como él.

Pero aquí... Marcel escupe al suelo con desgana, y todavía le da la impresión de que acaba de embellecer el país. Si las moscas comiesen carne, no quedaría un soldado imperial vivo. Probablemente no quedase un español vivo, tampoco. Hace más calor que en el ojete de Satanás.  Los soldados españoles son chusma que más que bajo el sable de un húsar tendrían que morir en la horca con los demás rufianes, si es que se distinguen en algo de ellos aparte de ir mejor vestidos.

Y las mujeres españolas... sigh. Las muchachas del norte, o incluso las de Madrid, no están mal. Nada como una señora dama francesa o uno de esos angelitos rubios germanos, pero apetecibles a su manera tosca y volptuosa. Pero de ahí hacia abajo... si entrase en cualquier caballeriza de cualquier posada con deseos de revolcarse con algo de lo que hay en ella sobre un montón de heno, probablemente sería con la yegua. Joder, si me apuras hasta su caballo sería un compañero de cama más apetecible que las locales. Suda menos y el aliento le huele mejor. Si sale de este país, vive Dios que al que mencione el ajo en su presencia le parte el estómago de una estocada.

Merde alors. Mierda de campaña y mierda de país. Y por si fuera poco, ahora esto. Una orden de que se rindan, nada menos. Esa si que es buena. Si quisieran rendirse tendrían primero que coger a los españoles cuando saliesen corriendo al verlos. ¿Qué mosca le habrá picado al general?. El calor le debe haber ablandado los sesos.

En fin. Eso son cosas de la haute societé. El es un leal húsar, un soldado. Lo suyo es obedecer, pelear bien y amar aún mejor. No le hace falta nobleza, ya disfruta de lo mejor de la nobleza (las nobles) sin los inconvenientes de las habaldurías, el aparentar y las insidias hasta debajo de las piedras. No, eso no lo necesita. A él ya le va bien con la batalla, los camaradas y las muchachas de cien ciudades. Sólo esperemos que pronto llegue a alguna decente si es que no le desparraman los sesos a traición, como a Guedhad...

 

 

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27/05/2009, 18:26
Jean Legrand

Legrand vuelve al cabo de unos minutos.

- Se acerca lo que parece medio escuadrón de jinetes españoles (me niego a llamar soldados a esos zaparrastrosos) seguidos de dos compañías a pie.

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27/05/2009, 19:06
Armand Marcel

Marcel habla por primera vez, con tono comedido y algo atildado, pero firme.

Con la venia, mi señor teniente, parece que las cosas vienen mal dadas. ¿Cúales son sus órdenes?. ¿Debemos prepararnos para repeler el ataque, o proseguimos con el plan original de dirigirnos hacia la división más cercana?. Porque, sin ánimo de cuestionar, yo a titulo personal digo que, diga el general lo que diga, y para gran dolor de mi corazón y de todo el bello sexo, antes que rendir mis armas de húsar a esa recua de piojosos me corto las partes con mis propios dientes.

La batalla es desigual cuanto menos, pero al fin y al cabo, el honor de los húsares no se forjó a base de pelear en igualdad, se forjó a base de demostrar que un solo húsar vale por diez hombres... o por diez veces esa cantidad de rufianes sin sangre en las venas, que atacan desde las sombras y a traición, incluso bajo banderas de paz. Y por lo que a él respecta, se mantiene en lo que dijo. Después de ver el "honor" de los españoles con Guedhad, prefiere cargar contra todo el ejéricto el sólo a bajar el arma en presencia de uno.

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28/05/2009, 23:18
Director

El teniente piensa rápido:

- Sacad los platos de metal y la manta y atadlos a la silla de tal forma que hagan una gran polvareda y estruendo al cabalgar. Cargad todas las armas. Al llegar a la cuesta arriba la caballería dejará la infantería atrás y entonces atacaremos con el sol de espaldas. Gritad, disparad y armad estruendo como si fueramos un escuadrón entero. Trataremos de matar a su comandante y salir corriendo aprovechando la confusión.

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29/05/2009, 00:26
Armand Marcel

Marcel sonríe. Vaya, vaya. Así que el teniente va a guiarlos a la batalla, y lo cierto es que la estrategia que ha delineado no está mal. Es más, incluso parece que vaya a funcionar. Si se trata de armar  barullo, gritar como posesos y montar un escándalo de lesa majestad, a él no se le ocurre nadie mejor para hacerlo que un húsar de Francia. Bueno, hombre. Parece que el pisaverde este al menos algo aprendió en la academia de oficiales, después de todo, aunque todavía queda por ver si la mente le funciona tan bien en medio de la batalla como fuera de ella.

Marcel esboza una sonrisa torva. Unos cuantos húsares contra medio escuadrón y dos compañías de a pie. Eso va a ser una buena historia para impresionar a las mozas... por supuesto, narrada con algo más de estilo y panache que la tosca realidad, como todos los genuinos artistas, por más que la gente de más bafa estofa moral e intelectual se refieran a ello como exagerar o incluso- mon dieu- mentir. Bien cierto es que desperdiciar tan heroicas gestas como la que tiene en perspectiva en las burdas muchachas pueblerinas de este estercolero es alimentar burros con miel de flores, pero en fin, cada uno ha de jugar con las cartas que la vida le da, ¿c'est ne pas?.

A sus órdenes, mi teniente, dice, empezando a cumplir con las instrucciones. No es el escenario más ideal, pero menos es nada, y de todos modos, con todo el tiempo que llevan muertos de aburrimiento en el culo del mundo conocido, la perspectiva de matar unos cuantos espñoles, incluso en semajantes proporciones, se hace hasta apetecible.

 

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29/05/2009, 09:07
Jean-Baptiste de Chamberlac

Jean-Baptiste, taciturno como en él es habitual, se limita a hacer una mueca al exponer el teniente el plan. Sin rechistar, obedece las órdenes y prepara les outils para hacer ruido y polvareda.

Después, carga las dos pistolas de silla reglamentarias, saca el sable y lo examina con ojo crítico antes de preguntar: ¿Alors, Jean, en qué parte de la formación va el comandante?