Partida Rol por web

Ser William Tilverton estaba de camino a las puertas del castillo junto con Hug Llohart. Allí se encontraría con su tío Roderick y su padre, juntamente con una escolta de caballeros y soldados. El día anterior estuvieron debatiendo largamente esta marcha. William compartía el mismo punto de vista que su tío, le parecía una partida precipitada, pero su padre había hablado y ya se habían hecho los preparativos. Él se quedaría al mando de la casa durante la ausencia de su padre y su tío, juntamente con su hermana, Jon, Darina y Hug. Éste último le había insistido en acompañarlo a despedirse del Señor de la casa, y Aryan debería estar en camino ya...

Esperaré la intervención de William a su padre antes de dirigirme a Lord Sumner.

No se si se tomaron en serio o no mis temores acerca de que alguna casa estuviera empleando a los salvajes para cubrir sus ataques.

Mientras nos acercamos intento calcular el número de soldados preparados para partir con él.

Aunque desconociendo con cuantos cuenta la Casa Tilverton hasta que hable con William no sabre la importancia de la escolta.

Finalmente no puedo aguantarme y le pregunto antes de llegar a las puertas.

– William, ¿le pudiste comentar a Lord Sumner lo que te comente sobre los ataques?

-si, se lo mencioné, pero, no se si lo tomó en serio o no, ya que su principal preocupación es llegar cuanto antes a la reunión.

-Vayamos a despedirnos de el, y vos mismo le expondréis vuestras preocupaciones.

Al llegar, vieron a todos los hombres atareadisimos, corriendo de un lado estaban los mozos, los caballeros, unos montados y otros a punto de hacerlo, y la infantería en formación, esperando la orden de marcha, y en medio de aquel caos, como una isla en un mar bravo estaban su padre y su tío.

Hacia allí se encaminó, y al llegar dijo:

-Hola padre,tío. venimos a despediros, y a ver como marchaba todo,

-Además queríamos comentar varias cosas con vosotros. y empezaré yo.

-Me alegro de que te lleves la infantería, más desde que me enteré de lo de la destrucción de la casa Trepton aquí nos sobrará con el resto del ejercito, Además deberías llevarte suficientes cuervos, ya que me gustaría, tener contacto contigo a diario. Es decir cada noche manda un cuervo y yo lo haré cuando estés en un lugar fijo. También quisiera comentarte, que hoy he quedado con los salvajes, a si que a ver que podemos sacar en claro de estos ataques y aparte quería comentarte que la única heredera de la casa Trepton está en nuestra casa., quizás, las otras casas, tengan pretensiones sobre sus tierras, deberíamos hacer llegar un cuervo a Lord Arryn a ver que se puede hacer con ese asunto.

Y reflexionando un poco, terminó diciendo:

-Creo que esos son todos los asuntos que tenia que comentarte. ahora si lo permites, Hug Llohard quiere comentarte algo.

No tenía intenciones de contradecir al Señor de la casa en público pero no puedo ignorar la petición de William. Es su padre y no me perdonaría nunca que sufriera una emboscada por mi silenció.

Aprovecho el caos de gritos y ruido alrededor nuestro para dirigirme a él sin elevar la voz confiando en que no se oigan mis palabras por todo el patio.

– Disculpar Lord Sumner puede que mis temores sólo sean fruto de mi ignorancia sobre lo que ocurre en el Valle.

– Los salvajes de mas allá del Muro carecen de artillería de sitio por lo que nunca han podido tomar fortificaciones a menos que fueran muy pequeñas y sin casi ningún guardia escalándolas y después descolgando cuerdas.

Hago una pausa para evaluar los efectos de mis palabras.

– Ignoro de que tipo de fortificación contaban los Greystone y los Trepton.

Permanezco en silencio esperando sus palabras.

Me abstengo de decirle que sospecho de alguna otra casa y de que llevaría llevar contra mas tropas mejor. Es la conclusión lógica si no son los salvajes los atacantes.

Sumner Tilverton alzó una mano que inmediatamente apoyó en el hombro de su hijo William.

- Tranquilo hijo, todo está bien dispuesto. Intentaré que tengáis notícias nuestras cada día. A lo que se refiere a Darina...Lord Arryn estará pronto al corriente, esta misma mañana he hecho enviar una misiva a su casa, deberíamos recibir noticias los próximos días. Hug Llohart tiene razón, nunca he visto a los clanes de montañeses demasiado bien organizados como para atacar a las casas del valle...y además son ya dos ataques realizados en un período relativamente corto... En tal caso esto no deja de ser un motivo más para ir a esa reunión y hablar con los lores de las demás casas, tal vez se acerquen tiempos de guerra, tendremos que estar bien preparados.

En ese momento llegó Aryan, le acompañaba la cría de gatosombra que iba dando saltitos y jugueteando con algun insecto que encontraba por el camino.

- Ah! Hija mía..cuida de tu madre me oyes? tanto ella como Darina han recibido una muy mala notícia...Nosotros estaremos de vuelta antes de que os déis cuenta. Roderick ¿estás preparado? - y dirigiéndose a un escudero- ¿Mi caballo está listo? Por cierto Aryan, no hace falta decir que Hug es nuestro invitado de honor, así que trátalo como es debido ¿de acuerdo?

Aryan recorría el patio con un extraño presentimiento, luego le preguntaría a William si también lo tenía, muchas veces coincidian en algo así.

Iba mirando que no pisaran al pequeño gatosombra que la seguía todo el rato. El patio era un hervidero de gente, todos ultimando cosas y preparándose para partir.

Aryan vio a su familia reunida, junto con Hug, y se acercó al ver a su padre dispuesto para partir.

Durante un instante pareció tranquila, raro en ella, y después de mirar a Nym y comprobar que jugaba con una mariposa, echó a correr hasta su padre y le abrazó.

- Ten cuidado, tengo un mal presentimiento, le susurró al oído.

Después le miró algo cabizbaja mientras escuchaba sus palabras.

- Por supuesto, cuidaré de Mamá y de Darina, las protegeré con mi vida. dijo muy solemne, algo que provocó las risitas de su hermano. Después miró a Hug enarcando una ceja... ¿Por qué dice eso? ¿Acaso alguna vez he tratado mal a un invitado? Sacó la lengua y dijo: Sólo si se lo merece. dejó caer sin pensar.

Lord Sumner cogió a su hija por el brazo y la llevó unos metros a parte, no lo hizo bruscamente sinó con suavidad, como si de un pequeño paseo se tratase. William y Hug no alcanzaron a oír lo que le decía.

- Hija mía, sabes que te quiero y que nunca me perdonaría el que te pasara algo malo... Eres muy inteligente Aryan, ya desde pequeña dabas muestras de ello y me siento orgulloso de tenerte, pero sabes también cómo funcionan las cosas en este mundo...me imagino que en el fondo sabes el porqué de la visita de Hug Llohart a nuestra casa, pasa tiempo con él, a lo mejor te sorprendes a ti misma y véis cosas que os gusten el uno del otro. Cuando regresemos me pondré en contacto con su família para realizar los preparativos para la boda. Por cierto...¿has visto a Jon?

Aryan se quedó blanca como la leche cuando escuchó la palabra boda. ¿De qué estaba hablando? ¿Casarla? ¿A ella? ¿Por qué? Le prometió que no lo haría, que la dejaría escoger, es cierto que ella estaba en plena rabieta y era todavía muy niña, pero se lo prometió.

Aryan sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, pero no sabría decir por qué, si por sus palabras, por la forma en la que su padre estaba siendo amable con ella o por sus últimas palabras.

El caso es que Aryan no dijo nada, le miró con los ojos tiernos de una jovencita inocente y que adora a su padre, y no pudo decir ni una sola palabra. Aunque sí volvió a abrazarle, le daba igual si era apropiado o no.

Se quedó un instante en sus brazos, sintiéndose tan pequeña como su nueva mascota.

      Cuando Lord Tilverton se retiró con Aryan, Roderick negó levemente con la cabeza... imaginaba lo que su hermano tenía que decirle a su hija, y estaba convencido de que ella no se lo iba a tomar bien... en su opinión, Aryan era una jovencita encantadora... pero se le consentía demasiado. Aprovechó el momento para acercarse a William y Hug.

Sobrino, no voy a andarme con rodeos. Sigo muy preocupado por esa reunión, asique hazme el favor de tener mucho cuidado y mantén a Jon a tu lado en todo momento... tendrá muchos defectos, pero es un buen guerrero y sé que te aprecia y daría su vida por ti. No arriesgues nada, no ofrezcas nada demasiado comprometido, piensa que la situación actual no es la más adecuada para dar "privilegios" a los salvajes... a no ser que tengas un muy buen motivo, y que no tengas duda alguna sobre sus intenciones. Ese es mi consejo... te ruego que lo tengas en cuenta.

       Tras esas palabras, dichas rápidamente y con tono pesaroso, Roderick dirigió una sonrisa al recién llegado Hugh Llohart.

Hugh, ha sido todo un honor daros la bienvenida a nuestros dominios, y lamento no haber tenido tiempo de conocernos más a fondo antes de suceder todo esto... pero habéis demostrado sensatez y madurez con vuestras dudas. Cuidad de mis sobrinos y ayudad a William a tomar la decisión correcta en nuestra ausencia... - finalmente, puso una mano sobre el hombro de cada muchacho y sonrió ampliamente a ambos - Confió en vosotros, y me siento muy orgulloso. Os prometo que por mi parte traeré a nuestro señor sano y salvo, mientras tanto, vosotros debéis velar por su familia y por sus tierras.

      Haber añadido "en ese orden" habría quedado demasiado dramático... pero, en su interior, a pesar de sus palabras, Roderick seguía sintiendo una enorme inquietud... habría querido dejar a su hermano y las tropas en el castillo y asistido el solo a la reunión en representación de los Tilverton, pero Lord Sumner jamás lo habría permitido.

William guarda silencio mientras Hug expone sus preocupaciones, per guardando muy mucho su opinion, por si fuera ofensiva, ya que no sabe las relaciones que tenian esos Lores con sus vecinos, lo cual es muy loable e interesante cualidad, muy a tener en cuenta estos dias, asi, que toma nota mental de que puede ser un buen consejero. Tambien me quedo conforme con lo que me dice mi padre respecto a que vamos a estar informados de sus pasos y que Lord Arryn sera informado de la situacion, hasta entonces esta bajo mi proteccion y no dejare que nada la pase.

asi que digo a mi padre:

- Padre, a Darina no le ocurrira nada, os doy mi palabra, y tomare precauciones sobre nuestra casa, hoy cuando te vayas reunire a los importantes y determinare lineas de actuacion.

mientras mi padre habla con Aryan, supongo que dandole consejos, para comportarse en su ausencia, mi tio habla de nuevo conmigo y Hug, dandome nuevos consejos, con preocupación en sus palabras, pero sinceras y correctas, por lo que como siempre hare caso, y termino diciendo:

- Tio, no te preocupes, en esta situacion, la precaucion es la norma, y no me aventurare a cosas que no pueda dar, pero necesitamos informacion, y ellos son una fuente, que hasta ahora , no podiamos tener aceso, aunque puede ser que no sea fidedigna, por eso y poniendo como escusa, la situacion actual, les pedire pruebas de que son honrados, y si se confirman sus informes, entonces podremos llegar a mayores cotas de tratos. pero es una fuente de informacion que debemos tenerla en cuenta.. Respecto a Hug, tomare en consideracion sus consejos, pues noto en el una intuicion y conocimiento de una zona diferente a esta y con experiencias diferentes que bien pueden ser la diferencia entre una victoria o una derrota.

Cuando me habla de Jon sonrio con alegria y le digo:

- TIo, Jon es casi un hermano para mi, le coji de escudero para hacer de el un digno sucesor tuyo, es un gran guerrero, y sera un buen lider si consigo meterle un poco de sensatez en esa cabeza, o una mujer que sepa llevarle. Aunque de esto ultimo, hablaremos cuando regreseis, pues tengo ciertas ideas, que quizas puedan encauzas su energia y espero que beneficioso para ambas partes.

Mientras el tío de William lo aconseja busco con la mirada a Roger que seguro que debe estar observando lo que esta ocurriendo en el patio de armas de los Tilverton.

Una vez lo localizo le indico que venga hasta nosotros.

Mi intención era ofrecer nuestras espadas a Lord Sumner al conocer la caída de la casa Trepton y debo hacerlo antes de que marche.

Debería haber hablado con Roger consultándolo con él. Es un veterano soldado que ha luchado innumerables veces contra los salvajes del otro lado del Muro y los que son mas peligrosos desertores que no dan ni solicitan piedad.

Saben perfectamente que los que sean capturados vivos morirán.

El suboficial estaba paseando por los alrededores del patio cuando vio que su joven señor lo llamaba. No vaciló ni un instante y fue directo hacia allí sorteando, a su vez, a los críados que iban y venían con paquetes para los preparativos de la partida de Lord Sumner Tilverton.

Al llegar el suboficial hizo un saludo militar de respeto hacia los presentes.

- Señor! ¿En qué puedo serviros?

A su vez Sumner abrazó a Aryan mientras le decía al oído:

- Estoy muy orgulloso de ti, por favor, entiende que la situación requiere nuevas alianzas y no te enojes conmigo...- un paje le trajo en ese momento un esbelto corcel.

- Señor, su montura está preparada para el viaje!

- Gracias, puedes retirarte... Aryan-dijo mirando a la joven- cuida también de tu hermano, sé que es capaz de llevar las responsabilidades de esta casa sin problemas, pero no dejes que se hunda.- y entonces se acercaron de nuevo al grupo que estaba allí reunido.- Hermano, dile a los hombres que estén preparados, saldremos en breve.

Respondo a su saludo marcial para después apoyar mi mano en su hombro. – No dudo que habrás oído las noticias sobre los ataques que han sufrido dos casas del Valle.

Miro a mí alrededor por si estuviera cerca Darina Trepton.

– Una de ellas esta estrechamente unida con los Tilverton la Trepton y se teme que no hayan habido supervivientes.

No se me hace fácil decirle esto ya que nunca he tenido que tomar decisiones sobre las vidas de otros. He combatido algunas veces pero los soldados que me acompañaban no estaban a mis órdenes sino que su función era protegernos.

– He pensado ofrecerles nuestras espadas en esta situación estoy convencido que es lo que haría mi padre en esta situación. Necesitaré que mi aconsejes sobre esta situación con tu experiencia para que podamos serles lo mas útiles posibles. Después del almuerzo me reuniré con los hombres para decírselo personalmente.

Sin perder de vista a Lord Sumner y Aryan le digo justo antes de que vuelva a nuestro lado. – Quédate a mi lado, ahora se lo comunicaré.

      La propuesta del joven William sobre buscar una mujer para Jon hizo sonreír a Roderick, aunque no dijo nada al respecto pues pronto Lord Sumner le ordenó preparar la escolta, asique se despidió de su sobrino con un gesto que no había llegado a hacer ante él con anterioridad, pero que ahora, escuchándole hablar de esa forma, le parecía perfectamente natural. Se golpeó el pecho con el puño e hizo una leve inclinación de cabeza, y se volvió, gritando de viva voz.

¡Soldados! ¡Todos en formación, listos para marchar!¡Estandarte al frente de la columna!

      Tras esas órdenes buscó su corcel y, una vez montado, comenzó a cabalgar impartiendo instrucciones a aquellos que aún no habían ocupado su lugar. Los hombres de la casa Tilverton estaban bien instruidos, asique tampoco supuso demasiado esfuerzo, y pronto la columna estaba preparada, por lo que llevó el corcel al paso nuevamente hacia donde se encontraba el grupo.

Listos para marchar, señor.

Roger asintió y se mantuvo al lado de Hug cuando éste le comunicaba a Lord Sumner el mensaje.

- Os estoy agradecido! Vuestras espadas harán un gran bien aquí en esta casa. Vuestro padre debe sentirse orgulloso de tener un hijo así, es su vivo reflejo, honor y lealtad. Quedan pocos hombres como vos! Cuidad bien de mi hija..- y en voz baja acercándose a Hug- si se deja claro...

Lord Sumner montó en su corcel y miró satisfecho como las filas de infantería se ponían en marcha, entonces miró otra vez a los presentes y sonriendo dijo:

- Nos veremos más pronto de lo que os imagináis! Roderick, en marcha!- y dicho aquello espoleó al caballo para que saliera al trote hacia las filas.

La gente de la villa alrededor de las murallas del castillo habían salido de sus casas y estaban lanzando flores al paso del desfile de caballeros y la infantería. Para ellos esa ocasión era un espectáculo de gran magnitud y una interrupción a la rutina de sus vidas. Los vitores de la gente se oían en todo el patio de armas, los allí presentes observaban como la guarnición del castillo se colocaba en las almenas y en la muralla y tocaban con las trompetas para indicar la salida del señor de la casa y su hermano. El maestro Willem estaba arriba en la muralla con su semblante preocupado mirando hacia el horizonte, desde esa perspectiva parecía un hombre diferente...un hombre más mayor de lo que era realmente. No parecía un hombre de cincuenta y cuatro años sinó más bien alguien que la edad ya le empezaba a causar estragos, pero era tal vez una sensación.

El ruído de la gente de la aldea se incrementó, señal de que Lord Sumner estaba pasando junto al desfile. Sumner Tilverton era apreciado por su gente, la história de la casa Tilverton era difícil de explicar, en todos sus años había pasado de todo, pero era innegable que el espiritu inquebrantable de la casa se mantenía en pie.

Al cabo de un rato todo quedó en un rumor de cientos de personas que volvían a su vida diária: el mercado, el conreo, el ganado...

En el horizonte aún se divisaba a la guarnición de infantería y caballeros que formaban el séquito de Lord Sumner Tilverton.

Las horas pasaron y pronto cayó la noche, William estaba impaciente para recibir algún pájaro de su padre tal como habían acordado. El Maestre Willem  iba y venía, pero todas las veces que se encontraba con William negaba con la cabeza. Finalmente un soldado entró en el salón interrumpiendo los pensamientos de William, tenía claras muestras de haber ido corriendo en busca de William ya que antes de empezar a hablar tuvo que respirar profundamente unos segundos.

- Señor! Tiene que venir y ver esto! A las murallas del norte!

William se quedo mirando como las tropas se preparaban y su tio Roderick daba las ordenes antes de marchar,mientras pensaba que se quedaria viendo como las columnas salian por el porton del castillo, mas tarde subiria a las almenas hasta dejar que las tropas desaparecieran por el horizonte, solo entonces, reuniria el consejo, y pediria ideas, y daria ideas, y organizaria la reunion que tendria con los salvajes.

William no espero salio corriendo incluso adelantando al soldado que debido a su carrera anterior pronto quedo atras, al llegar a la murallas del norte, miro a lo lejos y descubriendo....

La reunión que William había organizado marchó muy bien, todos estuvieron de acuerdo que el tema de los salvajes era de vital importancia ya que podían proporcionar información útil que en caso de una guerra, la palabra sobresaltó a algunos de los presentes cuando fue pronunciada, daría ventaja a la casa y a sus aliados.

Ahora William se encontraba en las murallas del castillo y vio un gran grupo de gente, salvajes, a la planície que se extendía más allá. Portaban antorchas y hacían ruído con las armas y escudos. Entre ellos pudo ver a Thevir quién avanzó juntamente con un hombre más robusto y más alto que él, de aspecto amenazador que le concebía la cicatriz que le cruzaba el rostro.

Thevir alzó la mirada hacia las murallas del castillo y gritó:

- Nuevededos, Jefe del clan, quiere negociar la alianza con el Señor o su representante!

Cuando llego a la muralla norte la expresión de la cara de William me hace suponer que este grupo de salvajes no vienen en principio a atacarnos.

Debe ser el grupo del que hablaba que estaba en negociaciones.

Roger al darse la alarma se ha acercado a mi esperando instrucciones. – Tranquilo parece ser que son a quienes esperaba William lo que me pensaba que sería un grupo mas reducido.

El jefe de ese clan no habia esperado a la reunion, ni habian ido al lugar designado, habia venido supuestamente todo el clan, y supongo que para mostrar toda la fuerza que tenian, eso era interesante, y podria darme una idea de la fuerza que tenian. Asi que se fijo en los hombres y los fue contando y obteniendo lo que queria, el numero aproximado de hombres y las unidades que podian formar.

Y justo cuando a termino de contar, Thevir, dijo estas palabras:" - Nuevededos, Jefe del clan, quiere negociar la alianza con el Señor o su representante!"

Eso daba una idea de como llegaban los jefes a serlo, por luchas internas y externas, seguro que eran guerreros fieros, asi que la reunion se adelantaria y no tendria tiempo para prepararla, pq rapidamente, dijo,

- Nuevededos, reunete con Thevir y con otro de tu clan en la explanada que hay a medio camino de la muralla y tu clan, yo, William Tilverton, hijo y heredero del lord de estas tierras ire a tu encuentro con otros dos hombres y charlaremos.

dicho esto, se giro hacia un soldado y le dijo, haz llamar a Jon Tilverton, que se reuna conmigo en la puerta, al igual que el capitan de la guardia actual ,rapido. despues se gira hacia Hug Llohart y le dice: - Querrias acompañarme? quizas tengas algo que decir, o una vision diferente, siempre viene bien otro punto de vista.

luego se fue a vestir apropiadamente a su rango. se puso la armadura, y se coloco las armas y cuando llego a la puerta, le dijo a Jon y a Hug :- estaros atento a cualquier movimiento amenazante, de ellos o de los salvajes de la colina y escuchad, si teneis algo que decirme, decirmelo al oido, pues no quisiera ofender a estos salvajes sin motivo y en estas circunstancias. despues se dirige al capitan encargado de la guardia, y le dice: - Coloca hombres en las almenas, buenos arqueros, no quiero sorpresas, pero no olvides las demas murallas, en estos momentos, no me puedo fiar de nadie, por mucha buenas sensaciones que me haya producido uno de ellos, asi que cubre todos los puntos de la muralla y por los mejores arqueros en la norte, pero que solo vean 8 soldados, los demas que esten ocultos en las escaleras de acceso por si acaso, no quiero que si tienen un plan de ataque les quitemos las ganas. osea que pon hombres en todas las zona de la muralla como hasta ahora, pero deja preparado en la zona norte los mejores arqueros ocultos para dar una sorpresa si fuera necesario, los caballeros que quedan, que se preparen en la puerta de salida por si tuvieran que salir rapidamente a protegerme, o proteger la muralla. la guarnicion junto con los arqueros, esperando en las murallas, escondidos, los que no sean lo que habitualmente tenemos y los demas pertrechados por si ocurre lo peor. Venga, corre a dar las ordenes.

dicho esto monto en mi caballo, espero 5 minutos, para que el capitan empiece a dar las ordenes y despues ordeno que habran la puerta y la cierren detras de nosotros, mientras nos dirigimos hacia la explanada, libre de cualquier terreno con el que pueda cubrirse nadie, y al alcance de las flechas de la muralla.