Partida Rol por web

Alas negras, palabras negras.

Capítulo 8: Darina

Cargando editor
15/02/2013, 16:57
Director

Llevaban un par de días en Desembarco, habían entrado por la Puerta de los Dioses, y ya habían visto en los descampados todo de tiendas con diferentes banderas con sus respectivos colores y escudos heráldicos expuestas. Recordaron que en la carta que les citaba a la ciudad se hablaba de un torneo que tendría lugar, aunque eso no era raro, desde que el Rey Robert Baratheon reinaba los torneos y justas no habían cesado.

La mayor parte de sus soldados acamparon a las afueras y sólo una pequeña guardia de honor acompañó a las damas a una de las posadas que les aguardaban, al parecer se habían guardado ciertas posadas de las calles más "limpias" y próximas a los lugares importantes de la ciudad.

Hoy era el día en que tendría lugar la reunión con la mano del Rey, Lord Jon Arryn, y Darina estaba nerviosa porque sabía lo que eso significaba, también sería el día en que se decidiría su compromiso... 

Fueron con el carruaje y pronto estuvieron frente a las grandes murallas de la Fortaleza Roja, una fortaleza dentro de otra, la misma ciudad, hecha con piedras de color rojizo, allí estaba el Torreón de la Mano, así como el Salón del Trono, los aposentos de la Familia Real y...las mazmorras... Se rumoreaba que había pasillos secretos que conectaban toda la Fortaleza Roja pero que los arquitectos y constructores que sabían de ellos habían sido ejecutados por orden del Rey Maegor, también llamado Maegor el Cruel.

Observaron los guardias de la puerta y al acceder dentro del patio de la Fortaleza vieron a algunos miembros de la Guardia Real. Ser Ulric, quién las acompañaba junto a Lady Elisabeth Tilverton en el carruaje, carraspeó:

- Dentro de poco nos reuniremos con Lord Arryn, no debo deciros que su palabra es Ley, tened educación y todo irá bien, pero antes de eso tengo un regalo para ti Aryan...lo he hablado con tu madre y le parece bien. Seguidme, nos aguardan dentro...- dijo cuando abrieron la puerta del carruaje.

Notas de juego

No se si la info es muy precisa, es decir, supongo que si hubiese alguna casa Mayor serían acogidos dentro de la misma Fortaleza Roja, pero al ser una casa menor...no me parece conveniente U^^

Cargando editor
15/02/2013, 17:30
Darina Trepton

Conforme se iban acercando a Desembarco del Rey, Darina se iba poniendo más taciturna y pasaba largas horas mirando por la ventana del carruaje, abstraída en sus desagradables pensamientos acerca de las pocas posibilidades que tenía de hallar la dicha conyugal en un matrimonio concertado con un desconocido que posiblemente había intervenido en la muerte de su familia. Sólo en los momentos en los que perdía el férreo control sobre su consciencia, ya en las puertas del sueño, su mente se empeñaba en vagar sobre la misteriosa propuesta de huida de Jon, fantaseando sobre sus posibilidades.

Pero ahora estaba demasiado despierta mientras observaba como poco a poco se acercaban a un lugar que hace unos meses le habría entusiasmado visitar. Quizás fue por eso que la propuesta de retrasar un poco más la visita a la Mano del rey le entusiasmo demasiado.

- ¿Qué tipo de regalo? - le dirigió una sonrisa a su prima mientras vocalizaba a espaldas de los demás "un vestido".

Cargando editor
15/02/2013, 19:38
Aryan Tilverton

Aryan llevaba nerviosa desde el incendio de la posada. No podía dormir bien y Nym le daba más preocupaciones de lo que había esperado. Estaba cansada y desilusionada, y ver Desembarco del Rey no le produjo ninguna excitación, como hubiera sido en otras condiciones.

Y lo peor era que todo aquello la tenía de un humor de perros, el pobre Llohart, así lo sufría casi a diario. Todo por querer estar constantemente a su lado, para protegerla, pero ella lo que se sentía era encarcelada.

Aquel día consiguió tranquilizarse bastante, sabía que si iba a ver a la Mano del Rey en aquel estado, pondría a su familia en graves problemas. Sin embargo, necesitaba de todo su autocontrol para ello.

Las palabras de Sir Ulric, la pillaron completamente por sorpresa: ¿Un regalo? miró alternativamente a su madre y a Darina, por si algo sabían, pero terminó por dejar que su vasallo la sorprendiese.

Cargando editor
21/02/2013, 12:24
Director

Entraron por una de las puertas laterales del patio. Al parecer Ser Ulric ya había estado allí porque era él quién las conducía por la serie de pasadizos. De pronto se paro en frente de una puerta y se giró.

 - Como te decía, Lady Elisabeth también ha accedido. Los dos pensamos que en algún sitio hay alguien dispuesto a jugarse la vida para hacerte daño, la última vez sólo consiguió hacerte un rasguño en el brazo, pero tan sólo que la hoja hubiese estado envenenada no hubieramos podido reaccionar para curarte. Es por ese motivo que decidí que tenías que aprender a desenvolverte en un combate y he contactado con el que será tu instructor . - En ese momento Ser Ulric abrió la puerta, en el otro lado había una estancia rectangular con una mesa y todo de sillas. En una de esas sillas había un hombre delgado y calvo, a Darina le parecía un extrangero, sirviendose vino en su copa. En la otra pared había otra puerta.- Aryan, te presento a tu nuevo instructor...- el hombre se puso en pie- Syrio Forell. 

Cargando editor
21/02/2013, 13:16
Aryan Tilverton

La sorpresa era tal que Aryan no sabía cómo reaccionar. Cuando abrieron la puerta y el extranjero sonrió a los presentes, Aryan todavía estaba temblando.

No podía creérselo, un instructor solo para ella, para enseñarle a luchar, a defenderse, nunca más perdería contra Will, y además, podría defender su honor y su dignidad, además del de su hogar, de los Tilverton. Aryan sonreía casi inconscientemente, y sus ojos comenzaban a brillar tratando de no pestañear para que el sueño no se borrara y despertara de repente.

Cargando editor
21/02/2013, 17:15
Director

Syrio Forell hizo una inclinación a modo de saludo y empezó a hablar con un acento de Braavos.

- Me temo Ser Ulric que tengo que rechazar su oferta...He sido llamado por asuntos que no puedo dejar. - Ser Ulric iba a protestar pero Syrio siguió hablando- No obstante! Me he tomado la molestia de llamar a un amigo, un compañero de armas y un maestro en la escuela de la Danza del Agua.

- Eso no es lo que acordamos.- contestó Ser Ulric.

- Oh, lo sé, lo sé. Pero haríais bien en no menospreciarlo, en más de una ocasión ha demostrado su valía e incluso en un par de ellas me ha llegado a salvar mi vida. Creo que incluso puedo afirmar que es mejor instructor que yo, puesto que tiene un mayor temple y paciencia... ¡Como veis todo son ventajas!

- ¿Y bien?¿ Dónde está ese amigo vuestro? - preguntó Ser Ulric dándose por vencido al fin.

- Lucius, ya puedes entrar! - llamó Syrio.

 

La puerta que había estado cerrada hasta el momento se abrió...

Cargando editor
21/02/2013, 17:44
Lucius DyValar

Lucius DyValar abrió la puerta y entró en la sala. Su aspecto era claramente extrangero. Llevaba un buen par de botas de cuero, una prenda de tela blanca con mangas y adornos brillantes que le cubría el torso y los brazos, un pañuelo negro atado al cuello y unos calzones oscuros que llegaban por debajo de la rodilla: todo ropa nueva, comprada para la ocasión. Lucía un par de finas trenzas a cada lado del rostro, que había rehecho mientras aguardaba en la sala contigua.

Dirigió una mirada a los presentes, hizo una ligera reverencia a ser Ulric y a Lady Elizabeth y, tras guiñar un ojo a las jóvenes damas, habló.

Buenos días. Mi nombre es Lucius DyValar. - Dijo Lucius, con cierto acento Braavosi.

Tal como mi buen jaque os ha comentado, con gusto os mostraré los secretos de la danza del agua. 

Tras mirar de reojo a modo de complicidad a Syrio, observó a las damas de nuevo y, con una ancha sonrisa preguntó:

Deduzco que una de vosotras será mi alumna. ¿Y bién? ¿Quién es la afortunada?

Cargando editor
21/02/2013, 18:48
Darina Trepton

La cara de Darina habló por si sola: ella desde luego que no era la afortunada. Dirigió una mirada incrédula a su tía y a Sir Ulric. No es que le pareciera mal que Aryan aprendiera a defenderse de alguna forma, pero no podían pedirle a ella que la educara como dama si por otra parte la incitaban a ser una guerrera. Era incongruente que la parte que siempre habían intentado frenar en su prima ahora fuera a ser potenciada mientras que su educación como dama, la cual requería una puesta a punto urgente, fuera relegada a un segundo término. O a un tercero, a juzgar por como se le iluminó el rostro a su prima ante los últimos acontecimientos.

Con una sonrisa resignada inclinó la cabeza ante el nuevo maestro de Aryan.

- Un placer, señor DyValar.

No quiso decir nada más, a fin de cuentas ahora que se hallaban en Desembarco del Rey debía recuperar su lugar como dama de compañía de Aryan. Su prima ya haría las presentaciones, tal y como le correspondía.

Cargando editor
22/02/2013, 09:14
Aryan Tilverton

Las miradas de Aryan y sus sonrisas iban de un extranjero a otro, le parecían tan tan increíbles, tan interesantes que no acertaba a saber por qué empezar a preguntar.

Si bien debería parecer apenada porque Syrio Forell no fuera a ser su instructor, no le importaba lo más mínimo, pues había otro braavosi que se encargaría de ello.

Aryan debía comportarse como una dama, ya que estaban en Desembarco del rey y ya su prima había comenzado a instruirla en las formas y palabras que debía adoptar o decir, sin embargo, estaba demasiado emocionada y feliz como para acordarse de sus lecciones, así que actuó como todos los presentes que la conocían temieron: siendo ella misma.

- ¡Cielos! se acercó a Syrio y le dio la mano como si de un muchacho se tratase, es un gran honor para mí. Un gran honor, dijo después a Lucius DyValar, al que también saludó de la misma forma. Seguramente todos temieron que fuera a abrazarles, por el ímpetu de su saludo. Estoy deseando empezar la instrucción. Soy Aryan. se acordó al menos de nombrarse correctamente. Aryan de la casa Tilverton. Es un gran honor. Estaba tan nerviosa que no soltaba la mano de Lucius DyValar. Su voz no temblaba, era firme, su mano tampoco, sin embargo, la emoción la embargaba por completo.

Cargando editor
22/02/2013, 10:46
Lucius DyValar

Lucius DyValar sonrió, un tanto sorprendido, y apretó suavemente la mano de Aryan.

Seguidamente, mientras susurraba algo en braavosi que ruborizó ligeramente a Syrio, plantó un delicado beso en la mano de Aryan, la escrutó de arriba a abajo, y se giró hacia ser Ulric.

Entonces, ya solo queda hablar de los pormenores, pero eso podemos arreglarlo en privado, ser Ulric. Quizá en otro lugar...  dijo en tono distendido con una sonrisa.

¿Cuando empezamos las clases?

 

Notas de juego

Por escrutar de arriba abajo me refiero a  una "mirada rollo Sherlock" (sin ser tan pro).

Si tengo que tirar para ver qué descubro en Aryan (restos de tierra o pelo en el vestido, una cicatriz, un broche con el escudo de los Lannister, etc...) ya me dirás. Nunca se sabe ^^

Cargando editor
22/02/2013, 13:06
Aryan Tilverton

Aryan, que no había soltado todavía su mano y seguía moviéndola ligeramente dijo elevando demasiado su voz: ¡YA!

Cargando editor
22/02/2013, 19:51
Director

- ¡Aryan!- le reprochó su madre.- No olvides tus modales!

Ser Ulric rió.

- Me temo que tendréis que posponer vuestra primera clase hasta más tarde, primero debemos ir a ver a la Mano. Espero que nos acompañéis también señor DyValar... - expresó el caballero. - Syrio Forell, espero que este cambio sea de nuestro agrado.

- Os aseguro que no os váis a arrepentir...Lucius es un excelente espadachín, últimamente yo empiezo a notar los efectos de la edad...aunque no lo divulguéis, pues mis enemigos vendrían prestos a mi encuentro.- y empezó a reír.

- Bien. Vayamos a nuestra cita.. Lady Darina...es hora de que conozcáis quién será vuestro prometido. -dijo Ser Ulric.

Notas de juego

Lucius: básicamente ves algo similar al avatar de Aryan, excepto que ahora lleva el pelo algo más corto y que tiene un brazo vendado (el derecho?). Para una descripción más profunda mejor que proceda Aryan xD

Cargando editor
22/02/2013, 20:07
Aryan Tilverton

La joven dio un respingo al escuchar la reprimenda de su madre, se puso algo colorada en sus mejillas, pero nada que no pudiera salvar con naturalidad y dulzura. Guiñó un ojo a su nuevo instructor y soltó su mano, haciendo una delicada reverencia, mucho mejor que las que hacía antes, gracias a las lecciones de su prima. Gracias mis señores. Hemos de acudir a nuestro encuentro con la Mano del rey, pero estaría encantada de comenzar mis clases mañana a primera hora.

Cuando la joven se dio la vuelta para observar a su prima tras la noticia de que iba a conocer a su prometido, su instrucctor pudo observarla por completo. Era una joven esbelta y hermosa, se había criado correteando a sus anchas por el castillo junto a su hermano mellizo, así que en vez de ser dulce y comedida como buena dama, era sincera e impetuosa, además de cabezota. Su pelo más corto de lo que una dama de su clase debía, se recogía con horquillas y cintas, pero aún así, rebelde como su dueña, se liberaba de sus ataduras y ondeaba al viento libre. No llevaba joyas, ni una siquiera, y un buen observador, como era el caso, notaba la daga que llevaba escondida en su pierna bajo sus faldas.

Llevaba un vestido sencillo, fuerte y de color turquesa, lo que resaltaba sus ojos. Unos ojos verdes, tan suaves como las gotas de rocío sobre la hierba recién segada. Sus manos eran fuertes, se notaba que habían trabajado tanto la tierra como las labores domésticas, no eran manos blancas y delicadas. Tampoco lo era el resto de su piel, pues podía verse un buen escote, comedido, pero sugerente, así como su rostro, eran muestras de que la muchacha había estado más tiempo al aire libre, al sol de la mañana, que escondida tras los muros de su castillo, lo que le daba un color tostado, que sin ser demasiado para una dama, era muy tentador.

Y por supuesto, la seguía a todas partes una pequeña gatasombra, negra como la noche y dispuesta a todas horas para jugar o defender a su amiga. Esta vez, la habían advertido tanto que finalmente Aryan aceptó que Nym, se quedara en aquella estancia con vigilancia, y no entrase en los aposentos de la Mano. Lo cual podría traer la ruina final a su casa.

Notas de juego

¿te vale como descripción? :P

Cargando editor
22/02/2013, 20:27
Darina Trepton

Agachó un poco la cabeza en cuanto volvió a aparecer la desagradable sensación en el estómago que la había acompañado los últimos días, una mezcla de desazón, nervios y pánico. Intentó reducir el ritmo de su respiración el cual intentaba acoplarse desesperadamente al acelerado latir de su corazón.

- Por supuesto, Sir Ulric; es mejor no hacerle esperar más.

Incluso ella se sorprendió de su tono apagado pero seguro. Casi le hubiera parecido mejor que su voz se agudizara y se quebrara, acorde con los sentimientos que gritaban en su interior, pugnando por salir.

Cargando editor
22/02/2013, 22:07
Lucius DyValar

Tras agradecer a ser Ulric su buena acogida, Lucius recogió su cinto junto con sus armas de la sala contígua y se preparó para acompañarles a visitar la Mano del rey, a quién no conocía personalmente (todavía).

Se le veia contento y feliz, pensando en las nuevas posibilidades que se le ofrecian. Miró de lejos al grupo, especialmente a su joven pupila. Había tanto trabajo por hacer...

Notas de juego

Está perfecto Aryan ^^

Cargando editor
17/03/2013, 16:45
Director

Se despidieron de Syrio Forell y Ser Ulric guió al grupo por la torre de La Mano, fueron escoltados por algunos miembros de la Guardia Real y llamaron cuando llegaron delante de una puerta doble de madera con grabados muy bien trabajados. Abrieron y se encontraron dentro de una sala de reuniones más grande que la anterior donde todo el mobiliario era muy ostentoso y cada detalle estaba cuidado al mínimo.

Esperaron allí sentados, Lord Arryn aún no estaba allí. La espera se les hizo eterna, no por el tiempo que tuvieron que aguardar, sinó por el nerviosisimo con el que lo hicieron.

Se abrieron las puertas y entró Lord Jon Arryn, un hombre de mediana edad con una altura normal, de constitución robusta y ojos negros. Llevaba el cabello azabache largo, pero meticulosamente recortado y una barba negra pulcramente arreglada, su pelo empezaba a mostrar los símbolos del envejecimiento en forma de canas grises. Vestía los colores de su casa con una elegante prenda de vestir: el azul y el blanco (por otro lado, los mismos colores que la casa Tilverton). A su lado iba un anciano vestido de colores rojizos y que se apoyaba en un elegante bastón, de estatura menor que la de Arryn, y que ya había perdido la mayor parte del pelo de su cabeza.

Los dos se inclinaron en forma de saludo. Y Lord Arryn avanzó hacia la madre de Aryan.

- Lady Elisabeth, es un placer tenerla entre nosotros.- y le besó la mano.

- El placer es mío Lord Arryn.- dijo ella.

Lord Arryn miró alrededor.

- Ésta bella dama de aquí es...Oh! Si que ha crecido Lady Aryan! La última vez que os ví vuestra madre aún os sostenía entre las manos! Eso quiere decir que la otra dama es...Lady Darina! Permitidme deciros en persona que lamento lo acontecido a vuestra familia, conocía a vuestra padre y era un bueno hombre...un hombre honorable...

El otro hombre carraspeó como si quisiera decir algo.

- Oh! Perdonad mis modales! Me he dejado llevar por la emoción del encuentro. Éste caballero que me acompaña es Lord Walter Goldfish, el hombre que nombré en la carta.

Walter Goldfish...Darina recordó ese nombre, era el nombre de la persona que se casaría con ella.

Notas de juego

Perdonad por la tardanza!!!

Cargando editor
17/03/2013, 17:47
Darina Trepton

Tras la reverencia de rigor a los dos hombres que los esperaban, Darina escuchó a medias el cálido parloteo de la Mano del rey, aliviada de que la audiencia con Jon Arryn fuera distendida y sin la presión de tener que conocer aún a su prometido.

- Milord - de nuevo, realizó otra leve aunque elegante reverencia cuando la Mano se dirigió a ella, al tiempo que una sonrisa afligida aparecía en su rostro -. Agradezco vuestro pésame. La pérdida de mi familia ha sido muy dura para mí, sobretodo teniendo en cuenta las oscuras y desagradables circunstancias en las que se ha producido su... muerte.

Tragó saliva ante la última y temblorosa palabra que sus labios habían formado, en un esfuerzo por recuperar la compostura que había perdido momentáneamente. Algo que apenas pudo hacer cuando Lord Arryn nombró a su acompañante. Durante una fracción de segundo su rostro se descompuso en una mueca de estupefacción que escapó de su control. Posiblemente debería agradecer los años de estricta educación que impidieron que su expresión pasara de la sorpresa a algo más ofensivo antes de recomponer sus facciones, el tiempo en que tardaba en hacer otra reverencia.

- Lord Goldfish. Es un placer conocerle.

A pesar de sus modales, la sonrisa que esbozó parecía algo forzada.

Notas de juego

maldito troll U¬¬ no quiero noche de bodas, por favor!! T_T

Cargando editor
18/03/2013, 11:30
Aryan Tilverton

Toda la tensión que tuviera Aryan por el encuentro con la Mano del rey se había disipado, el encuentro con Syrio Forel y su regalo de adiestramiento eran una bocanada de aire fresco para su espíritu, que había permanecido bastante cabizbajo desde el incendio de la posada.

Por eso, cuando conoció a Lord Arryn, le sonrió amistosamente y tan natural que parecía que se iba a echar en sus brazos para darle un abrazo de bienvenida, aun siendo él quién les recibía, pero no fue así, se contuvo y realizó una elegante reverencia, nada forzada y con la sonrisa todavía en su rostro.

- Es un placer. dijo escuetamente, no queriendo hablar demasiado por temor a decir algo inapropiado.

Entonces la conversación se centró en Darina, algo que la alivió un poco, hasta ver quién era el anciano acompañante de la Mano.

Si bien su prima tuvo la fuerza de contener su mueca, Aryan no tuvo ese autocontrol y por suerte, mantuvo su lengua inmóvil, más por la impresión que por su disciplina, sin embargo sus ojos abiertos de par en par y su boca haciendo una mueca de repugnancia, mostraron una sorpresa mucho más que desagradable.

Notas de juego

:P

y suerte que se ha callado, sino fijo que suelta: ¿este viejo?

jajajajajaja

ais pobre Darina Y_Y

Cargando editor
18/03/2013, 15:09
Director

Lord Arryn y Lord Goldfish tomaron asiento. Fue Lord Arryn quién empezó a hablar:

- Bien, espero que el viaje haya transcurrido sin más incidencias. Tenemos temas apremiantes que discutir.. Me han informado que los salvajes se han agrupado y que al parecer han causado estragos, debo insistir en que siento mucho la pérdida de las casas que han sido atacadas- miró brevemente a Darina y prosiguió- y por lo que se también Lord Corvier ha organizado una reunión de casas para hacer frente a estos problemas. Por otra parte, está la situación de Lady Darina Trepton, única heredera y superviviente de su Casa. Debo decir que ha habido mucho revuelo acerca de este tema y temo que si ofrecieramos su mano a alguna de mis casas vasallas habrían disputas de poder para tener tal privilegio.

Lord Goldfish interrumpió.

- No me estraña que todos estén interesados en hacerse con tal tesoro...- Darina no supo si se refería a ella o a las tierras que su Casa poseía, que aunque pocas, puesto que era una casa menor, eran muy codiciadas por las demás casas.

- Sois todo un casanova, Goldfish- bromeó Jon Arryn.- Bien, Lord Walter Goldfish no ha tenido mucha suerte con sus dos esposas, la primera enfermó y acabó sucumbiendo a la enfermedad, la segunda murió al dar a luz y el bebé no sobrevivió... Es un hombre poderoso y su casa es vasalla de los Lannister. Dada la situación del reino, a los Lannister les parece muy interesante poder entrelazar a dos casas vasallas de dos grandes casas. De todas formas, tal vez lo más conveniente es dejar que los dos se conozcan en un ambiente menos tenso.- Lord Arryn llamó a uno de los guardias.- Acompañad a Lord Walter y a Lady Darina al salón de lectura de la torre. Ah, Ser Ulric, con vos he tenido el placer de escribiros en diferentes misivas...pero me temo que no conozco al otro presente.- dijo mirando a Sirius DyValar.

Notas de juego

La troleada está servida! xD

Cargando editor
18/03/2013, 15:44
Darina Trepton

Darina se sonrojó ante las palabras de la mano, sintiéndose como simple mercancía. Trató de recordarse que si su padre hubiera seguido con vida, todo habría sido igual. Pero al menos no me casarían con alguien tan viejo y que puede ser su  asesino... pensó con desolación. Las palabras de Lord Goldfish sólo sirvieron para turbarla más, y seguía en el mismo estado  cuando la Mano sugirió que se retiraran para hablar. Se tragó todas las lágrimas que pugnaban por acudir a sus ojos y que mostrarían ante todos cuan desdichada la hacía sentir esa situación.

Seguía con la vista clava en el suelo cuando hizo una reverencia a todos los presentes y salió de la sala siguiendo a Goldfish.