Partida Rol por web

En su camino a Albacete, en el tren, un extraño hombre se acerca a Dean, y le tira (literalmente) un sobre en el regazo. Rápidamente se da la vuelta y huye lo más rapido posible...

Ernesto esta sentado comodamente en el vagón del tren que le devuelve a Albacete cada viernes para ver a su familia. Subitamente un individuo, con mucha prisa, pasa al lado de su asiento y le tira un sobre en el regazo...

Izan se encuentra trabajando en el bar del cual fue contratado como camarero hace algún tiempo en Albacete. Este bar, llamado El Rincon de la Cuba, es un bar-restaurante de categoria más o menos alta, por lo que Izan suele ver gente de gran prestigio en Albacete.

Esta noche esta siendo una noche tranquila. Parejas, cenas de negocios... lo normal. Izan se encuentra en la barra, de espaldas a esta, fregando unos vasos, pues la hora de cierre se acerca, y esta noche no quiere pasar más del tiempo necesario en el bar.

Subitamente nota un leve roze en la espalda. Se dá la vuelta, pero no hay nadie. Y sigue a lo suyo.

De todos modos se encuentra inquieto, y en unos instantes le parece oir su nombre detrás de él. Se da la vuelta, y esta vez hay un sobre grande encima de la barra. Mira a un lado y a otro pero nadie parece haberlo dejado ahi, y nadie esta pendiente de él.

La llegada en Avión a Madrid fue bastante agradable. Nunca habias visitado España, y esta era una buena oportunidad para tí para ver otros paises.

El tren hacia Albacete partía en poco tiempo, así debias apresurarte.

La salida hacia los taxis estaba próxima, apenas tenías media hora para coger el tren, y no sabias si el trayecto en taxi seria corto o largo.

Esa noche de Viernes Llanetes libraba, por suerte. Los últimos fines de semana habia pasado demasiadas horas currando en el Swing, bar de moda de la noche Albaceteña. Ya estaba cansada de tanto baboso suelto y de tanta hora currada mal pagada. Habia decidido que esa noche seria de relax, un buen baño con burbujas, un buen vino y su película favorita.

Tomás esta sentado placidamente en su sillón, delante del ordenador. Es el sitio donde más comodo se siente, sin duda. Es viernes noche y las clases de Informática han acabado. Una pizza, varias coca colas y el ordenador serán su única compañia para este fin de semana que se prevee largo y lleno de emociones fuertes en internet.

Hoy era mi día de suerte, no me lo podía creer por fin un viernes libre. Ya no me acuerdo cuando fue el ultimo viernes que no tuve que trabajar. Parte de mi sabia que tenia que aprovechar esas horas para estudiar la oposición, pero total no sabia si algún día saldrían.

Me iba a dedicar la noche a mi. Mientras dejaba que la bañera se llenara, fui a la cocina a preparar una ensalada para cenar, no me apetecía complicarme prefería aprovechar ese tiempo en un buen baño. Fui al salón, cogí un dvd del archivador sin mirar cual era y la puse en el dvd. Deje en la mesa el plato de ensalada y a su lado una copa y una botella de vino. Estaba todo preparado para después del baño.

Puse música relajante y me introduje en la bañera.

Por fin....

Busco alguna persona que parezca agradable y "educadamente" le pregunto como me convendría hacer para llegar al tren lo mas rápido posible.(De no encontrar a nadie lo que hago es ir a la parada de taxis acercarme siempre amablemente le pido ir lo mas rápido posible hasta la estación de tren [de ser necesario le ofrezco algunos euros para llegar mas rápido])

Demasiadas horas en el curro Izan- Se dice mientras se aproxima a al sobre juraría que escucho su nombre pero alrededor suyo no encuentra a nadie, el Bar está casi desierto, pero hay un sobre en la barra y nadie cerca Pero que narices ha puesto este sobre, Izan te haces mayor...-

Ernesto estaba sentado en el vagón del tren. Por pura suerte había conseguido sentarse en el asiento de la ventanilla.

Ese sitio le gustaba, le ayudaba a abstraerse de todos sus problemas y sus pensamientos.

Los paisajes se iban sucediendo poco a poco, habiendo de todo. Arboledas, campos abiertos, campos de trigo...

Casi de milagro fue que se enterara de que alguien le lanzaba un sobre a su regazo. Tardo en reaccionar un par de segundos. Cogió el sobre y se levantó de su asiento, buscando al hombre que le había dado el sobre. No lo vio, así que volvió a sentarse.

Contempló el sobre con curiosidad

No es posible que se le haya caído, estoy seguro de que es para mí. Él me lo ha lanzado encima

Decidido, cogió el sobre y vio si tenía algo escrito por encima. Después, pasó a abrirlo y ver su contenido

Tomás espiró ruidosamente al tirarse en el sofá con su ordenador en su mesa portable. Puso los pies sobre una silla y cogió un trozo de pizza mientras pulsaba el botón de encendido del aparato. Realmente era el mejor momento de la semana, el viernes al llegar a casa tras una dura semana de clases, prácticas y aguantar a gente. A lo mejor alguien podía pensar en él como un empollón o un freak enganchado a las clases, pero no, aunque le apasionaba, como la mayoría de la gente prefería sus momentos libres. Se frotó las manos y sonrió al tiempo que el sonido del sistema operativo indicaba que el ordenador estaba cargado. Menudo planazo le esperaba (y no pensaba irónicamente); una película, una buena partida a uno de sus últimos juegos, un poco de programación, algo de chateo,... Mañana reventaría la cama, la compra semanal, encarnar a Medón y preparar alguna... y el domingo igual. Menos mal que no tenía amigos o peor aún, una novia y tener que sacrificar este santo momento. Si algún día se viese en la situación normal del pueblo llano no estaría preparado.

Lentamente te vas sumergiendo en la bañera, notas como el agua recorre todo tu cuerpo de arriba a abajo. Es una sensacion tan placentera... La espuma cubre todo tu cuerpo, te dejas llevar por la tranquilidad, tarareas con tranquilidad la melodia mientras prestas poca atención a la película...

Lavas un brazo, lavas el otro, te das con la esponja en las piernas... notas como poco a poco todo tu cuerpo se relaja...

Subitamente suena el telefono situado en la cocina... pero el primer RING no lo has oido y ya van 3 tonos...

Te cercioras de que nadie esta cerca, el sobre parece brillar con luz propia, pero crees que es solo el cansancio acumulado lo que hace que te parezca tan "llamativo". La gente pasa delante de la barra casi sin prestarte atención, y el salon se va vaciando poco a poco. Tus compañeros de trabajo se afanan para terminar de recoger las mesas y de servir a los pocos clientes que aún siguen en el local. Nadie esta pendiente de tí. El sobre sigue encima de la barra.

Por supuesto, al levantarte de tu asiento todas las miradas se centran en tí. Pero no alcanzas a ver más que un abrigo y unos zapatos de la persona que te ha tirado encima el sobre.

Lentamente te sientas y observas que en el sobre no hay nada escrito...

Al abrir el sobre aparece esta carta:

Sigues teniendo miradas clavadas en tí.

Cuando lo tienes todo preparado para afrontar la dulce noche del viernes, una llamada al timbre interrumpe tus pensamientos.

Te encaminas hacia la puerta, y ves como un sobre se desliza por debajo de ella.

 Izan coge el sobre "reluciente" antes que lo vea algun compañero o cliente y halla algun percance.-Vengo ahora tengo que ir a ver a roca.- Le dice a sus compañeros y se encamina hacia los lavabos.

Vamos a ver que hay dentro de este sobre.- Imaginandóse que puede tener dentro.....

Al abrir la carta puedes leer el siguiente texto:

En ese momento, un empleado del restaurante se acerca...

Se quedó bastante intrigado con la carta que había recibido. Ahora, más que nunca, era obvio que era para él. 

Se rascó la cabeza y puso gesto de incredulidad pensando quién podría ser "El que todo lo ve" y qué querría de él. Pero la curiosidad que emanaba de él era más fuerte que su sensación de peligro.

Aún así, decidió que tenía tiempo para pensárselo detenidamente.

Notó que algunas miradas seguían posadas en él. Odiaba ese tipo de actitudes por parte de la gente. Así que levantó la vista hacia las personas que le miraban, y con su mejor sonrisa, les dijo

¿Ocurre algo? Se ve que están preocupados por alguna razón