Partida Rol por web

Nathan miró con enfado a Marcos, aunque el sabía que siempre era así, la situación no estaba como para ponerse a actuar en contra de lo que decían los adultos. Sin embargo los niños parecieron estar todos aunados, salvo por Abril - Ya voy pequeña. Claire, también deberiamos ir arriba con los demás. Dejemoselo a ellos. - Y fue encaminandose poco a poco junto a los niños a través de la escalera

Arriba de las escaleras, había dos mujeres esperando

No solo eran niños lo que subían. En primer lugar un adulto

-Hola hermanita, ya he vuelto, aunque no con muchos resultados. Oh, hola señorita... - esperó a que te presentaras aunque a penas un segundo pues más gente venía por detrás de la escalera. El chico se fué a una habitación para abrirla con una llave. y hacer un gesto a la escalera de que le siguieran.

Lo siguiente fueron cuatro niños:

El niño de pelo más claro os miró a ambas lanzandoos una mirada de analisis, como si no se fiara de nadie. La niña rubia sin embargo mostraba una sonrisa mientras empujaba a su hermano - Vamos Will, venga... Deja de hacer el tonto, hermano. No es el momento.

El otro niño de aspecto más latino llevaba a la otra niña de la mano agarrada mientras que esta gritaba el nombre de Nath.

Faltaban dos adultos más:

-Tranquila peque, que ya vamos - decía la chica mientras que el chico simplemente subía sin más sonriendole a la pequeña de los cuatro niños y al mismo tiempo la que gritaba. - Oh, hola, encantada de conoceros. Me llamo Claire. - El chico simplemente se presentó sin mucha floritura - Yo me llamo Nathan. Espero que no molestemos mucho.

Realmente eran muchos y la chica de aspecto aspecto asiatico miró a la otra - Guau... ¿En que lio te has metido ahora Steve? - dijo alzando un poco la voz a su hermano en la puerta de la habitación. - En fin, da igual. Mi nombre es Alia, soy la hermana de Steve. Si Max ha dicho que subais es que hay problemas. Id a donde está mi hermano y esperad allí. ¿Pam te haces cargo? - preguntó a la otra chica sin mucho más que añadir. Era obvio lo que le estaba pidiendo según lanzaba una mirada de preocupación a cada niño sobre todo. Ninguna sabía si alguno tenía heridas. - Voy a ver si Max necesita refuerzos. - e inmediatamente bajó los escalones.

-Mierda... Ve con cuidado. - dijo bajando la voz mientras sacaba una navaja para ir a por el que quedaba.

El chico al ver que os pusisteis todos de acuerdo guardó el arma y fue tras vosotros poco a poco con el mismo sigilo que se podía dar. - Ya casi estamos - farfullaba el chico hasta que de repente...

Al mismo tiempo que una puerta se abria en la calle y salía alguien, un porrazo contra una farola se escuchó. - Mierda - Pensaban algunos cuando los dos monstruos que había por la calle se fijaron en el lugar donde había sonado ese impacto - Es la oportunidad - Pensaban sin embargo otros que si bien no estaban tan escondidos, iban a por esas bestias.

El que estaba más cerca de estos cuatro adultos:

Empezó a gritar, pero rápidamente un hombre negro salió para clavarle el cuchillo a esa bestia y que practicamente al acto cayera poco a poco. La otra bestia se percató de este hecho y ya estaba cabreandose, a pesar de tener a otro hombre detrás

Haciéndome cargo del crío tal y como había pedido Rashid, no miré atrás y corrí tan rápido como pude hasta el edificio. Sentí temor cuando escuché a las criaturas gritar, pero realmente no quería pararme a contemplar lo que ocurría, no estando a mi recado la seguridad de un niño.

Por fortuna parecía que no estábamos solos. Unos valientes habían decidido ¿ayudarnos? ¿o era quizás a defenderse ellos mismos? Sea lo que sea, evitaban que se centrasen aquellas bestias en nosotros y eso era algo a agradecer.

A cada zancada que daba, rezaba por mi familia, por pensar que ellos han podido también ponerse a salvo de toda esta locura. No era salvo en estos momentos cuando me doy cuenta que los estoy abandonando en esta catástrofe. Que puede que yo esté a salvo pero... ¿y ellos?

La cabeza me dejaba ya pensar con claridad...

—Uy, uy... —Abril respiró con alivio al verse lejos del "señor malo" y su revólver. —¡Tiene un arma! —informó con carita escandalizada a las mujeres que aguardaban escaleras arriba. Luego: —¡Hola! Me llamo Abril, y él es mi hermano Marcos —exclamó. Y agregó en un susurro: —Marcos es muy listo y nos consiguió unos cascos antimonstruos y unos bates antimonstruos, así que no se preocupen por los monstruos...

Finalmente, y sin esperar respuesta alguna, corrió hacia el interior de la habitación a la búsqueda de una ventana por donde mirar hacia la calle.

—¡Marcos, Sarah! Vamos a ver los monstruos —propuso, excitada, como si se tratara de una "peli de miedo".

Sujetó con  más fuerza la barra de hierro a medida que se iba acercando a la segunda criatura que se había girado hacia el grupo de personas que si no hubiese sido por Max, habrían sido atacadas por la primera.

Y sin más dilación, alzó con ímpetu la barra para luego bajarla con toda su fuerza bruta hacia la cabeza, la cual casi le estalló pues se la había atravesado como si se tratara de una pieza de mantequilla. — Vamos, adentro — dijo a los supervivientes mientras hacía señas hacia el hotel.

Escondo mi cabeza como si fuera una tortuga en el instante en que la voz de Pam suena detrás mía.

Mi cabeza gira algo desconcertada hacia la chica, me encojo de hombros y mi cara hace un gesto de "Que pasa?". Entre tanto pienso que realmente no debería haberla soltado la mano.

- Vamos!- Digo cogiéndola de la mano y tirando de ella. Ahora ya hemos alertado a esos bichos y no hay vuelta atrás.

Sin embargo, un par de hombre saldan de sus escondrijos para acabar con ellos. No es si no hasta que llego al refugio en que dejo de tirar de la mano de Pam para ponerla a salvo y miro al exterior, rezando para no ver  mas bichos cerca alertados por el jolgorio.

Con todo lo que pasa, con la violencia, con los monstruos, con las puertas abiertas, mi instinto de supervivencia grita muy fuerte que corra tan lejos como pueda. Pero entonces me toman la mano y tiran y con mi nula fuerza sólo puedo dejarme llevar mientras muevo las piernas rezando por no caerme.

- ¿Lío? ¿Encima le parecemos un problema? - Me alegré de que Abril se encargase de ahorrarme las presentaciones. No estaba como para saludar a más adultos que no conocía de nada, y menos si las cosas estaban así. Les dediqué una mirada seria a cada uno y seguí las indicaciones que me dieron sin hablar y sin alejarme de Will y su hermana. Solo solté a Abril cuando entró corriendo en la habitación.

- Estamos perfectamente. - Le respondí a la chica enfermera cuando entramos. - ¿Qué necesitas comprobar? ¿También has mirado al resto? - Le pregunté con cara de pocos amigos. Yo también quería mirar por la ventana y ver de una vez por qué se había armado tanto jaleo. De hecho, ni si quiera quería que Abril estuviese mirando. Habían ido abajo a matar zombies, y por muy "monstruos" que fuesen, seguro que parecían personas, o a saber. No era algo que debería ver una niña.

- Abril, espera un momento. - Pasé de largo de Pam y me acerqué a la ventana para asomarme e intentar mirar antes que ella. Lo que me faltaba es que viese algo desagradable, ella aún no entendía bien lo que pasaba.

Ambos hombres acabaron con las criaturas de un golpe certero perforando la cabeza de ambas, sin embargo los que venian por la calle y fueron pillados corrieron al motel a refugiarse. Solo uno alzó la mano y un poco la voz - Gracias Max. - Antes de ir alante hacia el motel.

El hombre negro al que se dirigió el chico de las gafas miró a su compañero - Tranquilo, vamos antes de que vengan más, o al menos esperemos que no vengan más. - Empezó a correr hacia dentro con todos los demás.

Una vez todos dentro Max se relajó un poco - Al menos no somos pocos los supervivientes, y de muchas edades y formas diferentes. Eso está bien. Me alegro que hayas encontrado a más gente Mat. Me llamo Maximilliam, pero podeis llamarme Max si quereis. Este hotel es seguro al menos por ahora, hay más gente arriba que se ha salvado ahora estamos todos refugiados aquí, así que no nos importará tener a más gente, aunque eso conllevará a buscar más viveres.

El chico de las gafas saltó por un momento - ¿Más supervivientes? ¿De muchas edades diferentes? ¿Quieres decir que también han sobrevivido niños? - luego se fijó en Jackson y saludó - Oh, yo soy Mathew, encantado. Y oh - señaló a Max - Este es quien os dije que os podría contar mejor todo lo ocurrido. - Lo dejó ahora en el aire que estabais más tranquilos.

-Muchas gracias por dejarnos quedar aquí - dijo nada más subir las escaleras - De todas formas, parece que no están heridos. Los niños están bien aunque puede que... - miró al rubio - Alguno tenga problemas para socializar - dijo en voz baja cerca de vosotras. Cuando se dió cuenta de que Abril estaba yendo a ver los monstruos, reaccionó - Espera Abril, eso no puedes verlo - una cosa era la televisión, otra muy distinta, la realidad. Por desgracia para cuando ya llegó Sarah estaba acercandose a Abril para agarrarla y ayudar a Marcos.

Sarah abrazó a Abril para evitar que se acercara a la ventana - Guau ¿eres tan adulta que te dejan ver pelis de miedo? - intentó evadir el tema de la calle - Y no te daría miedo que ahora yo... fuera una zombie y... - se acercaba cada vez más y más a su oreja y de repente se alejó y dijo - TE MORDIERA - en lugar de morder con la boca hizo una pedorreta en su cuello y empezó a hacerle cosquillas a Abril.

-Un botiquin... Creo que puedo hacer algo por eso. Quedate con los niños ellos y espero que mi hermano no te moleste mucho. El botiquin lo tengo en la zona de empleados, puedo ir en un momento. - dijo mientras empezó a bajar las escaleras sin más.

Por otro lado dentro de la habitación Steve junto a Marcos podían ver como Max y Jackson se encargaron de las dos criaturas sin mucha dificultad, por lo visto había más supervivientes que estaban entrando al hotel - Vaya... Vamos a necesitar hueco. Por lo menos somos muchos - miró directamente a Marcos - Así que no tendremos problemas en dividirnos para buscar comida y ayuda, y este hotel es grande. ¿Verdad chaval? Será facil mantenerlo entre todos.

Suspiré aliviado al darme cuenta que por fin había una tregua en esta pesadilla apocalíptica. Dejé al crío en un lugar cómodo mientras pedía ayuda para él. A pesar de su corta edad estaba siendo muy fuerte.

- Es evidente que a más supervivientes más exigencias pero ayudaremos en todo lo posible... - dije concienciado con la realidad.

- Sin embargo me preocupa lo que está pasando fuera... tengo a mi familia en casa aún y necesito saber que están bien ¿no estará por aquí una mujer morena de pelo rizado y pecosa junto con un chavalín regordete? - comenté con tono cariñoso mientras pensaba en el pequeño Charlie.

- Me siento culpable por estar aquí y no en casa con ellos... maldita sea - por un momento sentí que me flaqueaban las fuerzas, sobre todo ahora que parecíamos estar en un lugar seguro.

Después de acabar con esas criaturas, les metieron prisa para que corrieran a buscar refugio en el motel que de momento parecía un lugar seguro. Jackson se mantuvo en silencio mientras Max les hablaba sobre la situación y se presentaba. Él estaba pensando en su familia, en quien fue su mujer y en si habían sido capaz de sobrevivir. Quería buscarlos pero ya lo había hecho al haber visitado la casa familiar sin tener ningún éxito, solo halló la pista que lo llevó al motel esperanzado con encontrárselos allí pero no. No estaban. Pero lo último que Maximillian dijo renovó ligeramente sus esperanzas. Jackson alzó la mirada hacia el techo, imaginándose que en otras plantas pudieran estar sus seres queridos.

— Jackson — respondió simplemente a la presentación del joven con gafas. Escuchó lo que aquel hombre empezó barbudo empezó a decir, tenía la misma preocupación que cualquiera que tuviera a alguien fuera.