Partida Rol por web

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Febrero.
- Día: 21.
- Hora: 09:30 h.

- La Consejera Saltlake llega a la Zona Colonial y se encuentra con que ya la están esperando.

-¡Oh! Vaya, adios a mi idea de darme una buena ducha...¿verdad? Pensaba que contaba con más tiempo, pero si no es así, ¡adelante!

Le hubiera gustado haber tenido unos momentos a solas en su camarote, prepararse mentalmente para la congelación, pero no estaba dispuesta a retrasar el trabajo de nadie y ¿quien sabe? tal vez incluso así era mejor. Todo rápido y sin tiempo a reaccionar.

-¿Que hay que hacer?

- "Si quiere ducharse... El Consejero Talent no ha llegado todavía." -

- El Consejero Tayte llega a la Zona Colonial procedente del Puente de Mando.

-No se preocupe, era más bien...por relajarme antes de todo esto. Pero ya están todos preparados, así que esperemos a que llegue Talent y terminemos rápido - dijo con un suspiro.

- El Consejero Talent llega a la Zona Colonial.

- El Doctor Silverstone realiza el reconocimiento médico de la Consejera Saltlake y la declara apta para la criogenia.

- El Soldado Bishop avisa de que los tres tanques criogénicos de los Consejeros ya están preparados.

Aun no era la hora que había acordado pero parecía que ya estaban allí todos. Era de agradecer, aquello agilizaba las cosas.

- Vaya Indira, no esperaba verte tan pronto. Imaginaba que postergarías lo inevitable hasta que no te quedase más remedio que enfrentarte a ello.- dijo Talent en cuanto se encontró con la consejera. – Pero bueno, cuanto antes empecemos antes terminaremos, ¿no?. Por favor ponte el traje criogénico. No está demasiado a la moda pero cumple bien su función.

-¡Bah! No es para tanto, es simplemente un descanso bien merecido -le dijo a Talent con una enorme sonrisa- pero aviso, como no me despierte en condiciones ¡te la tendrás que ver conmigo! -bromeó, blandiendo un dedo amenazador delante de la nariz del consejero- Enseguida vuelvo.

Solo tardó unos pocos minutos en volver a aparecer vestida con el traje criogénico puesto.

-Cuando quiera Randolf, ¡soy toda suya!

Una vez más la respuesta de Indira consiguió molestarlo como solo ella podía. ¿Descanso merecido? No había nada que mereciese tan poco como un descanso. Con la criogenización tan solo alargaba lo que hasta entonces había hecho que era nada.

- Y yo que llevo todo el viaje intentando escuchar eso…- respondió con resignación a Indira en cuanto le dijo que estaba lista. –Por favor acompáñame a tu tanque.

Una vez allí lo abrió y con un ademán de su mano la invitó a que se introdujera.

- Imagino que más o menos recordarás el proceso. Bueno… proceso… Lo que tienes que hacer cuando estás aquí dentro. Tumbarse es lo principal y más tarde relajarse. Una vez hecho el resto es trabajo mío, así que ya sabes. Respira profundamente, piensa en algo que te guste y te tranquilice y en cuanto lo consigas daré comienzo al proceso. ¿Lista?

- "Criogenización de la Consejera Saltlake en curso...

Proceso finalizado. Parámetros normales. Varios pilotos en rojo. Aceptable. Trabajo completado, Señor Talent." -

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Febrero.
- Día: 21.
- Hora: 10:30 h.

Con paso tranquilo, entro en la zona colonial. Veo al Consejero Talent hablando con Indira. Imagino que sera sobre la criogenización. Me detengo, sorprendido, al ver el uniforme que lleva puesto.

- Vaya, había olvidado lo antiestético que era el traje de criogenización, aunque no consigue rebajar tu encanto, Indira. - acompaño unas palabras con una sonrisa afable.

- Consejero Talent, estoy a tu entera disposición para el proceso.

Había vuelto a obtener un resultado normal, mediocre, acorde a las capacidades de Indira. Aun así era el resultado de su trabajo y debía intentar, como casi había conseguido el último día, alcanzar la excelencia.

- No esperaba menos Benjamin. Después de todo la alternativa es quedar despierto durante los próximos ochenta años. Pero primero debes ponerte en manos de Silverstone para comprobar que tu estado de salud es el adecuado para enfrentarte a la criogenia.-dijo mientras daba media vuelta y se encaminaba al tanque del consejero donde comenzó a prepararlo todo.

Mientras esperaba, Ciliane ya se había puesto el traje criogénico. Una de las molestias menores del proceso. Se acercó a Talent, observando unos segundos su trabajo antes de dirigirle la palabra. Era, en cierta forma, fascinante, observarlo manejar esas máquinas.

-Puesto que el doctor ya me ha declarado apta para el proceso supongo que sólo me queda decirte que estoy a tus órdenes. Cuando quieras, puedo pasar a ser una de tus huéspedes.

- El Doctor Silverstone atiende al Consejero Tayte y le efectúa el reconocimiento médico.

- "Ambos Consejeros son aptos para ser criogenizados, Consejero Talent." -

Estuve pululando unos minutos por al zona colonial hasta que localicé a mi prima, que iba a ser criogenizada. Recordé que a mi también me tocaba ya, y con un poco de acongoje en el cuerpo, me dirigí hacia el Doctor Silverstone.

- Creo que es también mi momento "polo"...era para pasar el reconocimiento médico.

Le sonreí suavemente y me dejé hacer.

- Se te ve impaciente por sucumbir al sueño helado.- dijo a Ciliane. –No te preocupes,  dentro de poco serás una de mis huéspedes. Eso sí, no podré llevarte ni café ni ensaladas.- añadió recordando el tentempié que les llevaron cuando preparaban los misiles. –Ya sabe, no es conveniente tener el estómago lleno por la desagradable posibilidad de echarlo todo fuera justo tras despertarse y después de que hayan pasado un montón de años.

El doctor no tardó con el chequeo, nunca tardaba demasiado, el tiempo necesario como para constatar que se enfrentarían a la criogenia sanos.

De acuerdo doctor. Benjamin acompáñame que ha llegado tu turno. Ciliane, tú si quieres puedes acompañarme al tanque. En cuanto termine con él comenzaré contigo pero vas a tener que esperar durante una hora que es lo que se tarda en esto, así que como veas. Lo mismo te digo a ti Rowaina, vas después de tu prima y eso es el doble de tiempo de brazos cruzados.- sonrió. -Y supongo que verme no es entretenimiento suficiente.

Hacía tiempo que Talent había perdido la cuenta de las veces que había hecho aquello, y aunque siempre aprendía algo nuevo nunca se podía tener la seguridad de que con su experiencia iba a tener siempre éxito. La criogenia era un proceso complejo, tremendamente agresivo para el cuerpo, y aunque muy estudiado aun quedaban muchas variables no ponderables o desconocidas que podían dar al traste con un buen trabajo.

- ¿Listo Benjamin? Túmbate y relájate, solo va a ser un momento.

Ciliane siguió a Talent. Observó cómo manejaba los controles. Sin darse cuenta, estaba conteniendo la respiración, esperando el resultado, saber que todo había salido bien. Cuando notó lo que estaba haciendo, hizo un esfuerzo por relajarse. Era una tontería estar nerviosa, Talent era un experto en su campo, y no algún chapucero limitándose a apretar botones. Pero el saberlo racionalmente sólo la ayudaba un poco.

-Así que nada de caprichos ni amabilidades para tus compañeros, ¿eh? Estoy segura de que ni siquiera me leerás un cuento, ni me darás un beso de buenas noches antes de ponerme a dormir. Siempre tan desconsiderado.-le dijo Ciliane con una sonrisa. En parte, el bromear con el tema le ayudaba a perderle el miedo a la situación-Suerte tiene de que me tenga rendida a sus encantos, consejero. De otra forma, no me verías poner el pie aquí.