Partida Rol por web

Aquellos diablos parecían luchar mejor de lo que creía pues dos de ellos habían logrado herirle. El caballero sabía que cuando la sangre empezaba a brotar el cansancio iba en aumento y aquello era lo que hacía perder las grandes batallas por lo que deberían deshacerse de ellos mas pronto que tarde si no querían verse en un brete.

Aquellos pobres diablos no tenían nada que hacer contra el caballero y los suyos, por muy bien que luchasen. Eso lo tenía muy claro Potencio, ahora que habían dejado a varios fuera de combate, a por el resto.
 

Estaba bastante malherido, por lo que no optaba yo por demasiadas estocadas...

Defendióse el caballero contra el bribón con el el que luchaba más, cuando iba a asestar el golpe con su acero, vio como su compinche se le echaba encima y no le quedó otra que recular  y defenderse ante tan agresiva embestida.

Fue Damián sin pensar corriendo hacia el malandrín que había conseguido herir a su señor, dispuesto a ensartarle tal como hiciera un instante atrás con su compañero.

Resumen turno 3:

Potencio, de nuevo, parecía ser quien daria el primer golpe, y así que lo hizo contra el soldado 5, hasta dos veces. Su terciado habló, y clavó la primera estocada (realmente profunda) en el brazo, y el otro en el pecho del mismo:

Daño1: 13 (-3 por Gambesón reforzado)(/2 por brazo): 5 puntos de daño
Daño2: 10 (-3 por Gambesón reforzado): 7 puntos de daño*. --> Muerto

El terciado debió llegar hasta detrás de los pulmones o el corazón de la tamaña fuerza, y le trastocó el espinazo y los huesos que mantenían a los hombres en pie. Un enorme agujero dejóle el bandido Potencio, en tanto que a los pocos segundos, soltando el soldado su espada y llevándose sus manos a la hendidura de la carne, murio desangrado y con una mueca desencajada. Su cadáver cayó "redondo" al suelo.

Tras ello, el joven Damián, sin pensárselo demasiado, fuóse corriendo hasta otro de los tales, el soldado 4; el muchacho hizo volar su espada horizontalmente delante del tipo, pero en errando en la primera, pudo sin embargo acertarle en la pierna con el segundo intento:

Daño: 6 (-3 por Gambesón Reforzado) (/2 por pierna): 1 punto de daño

Luego de aquesto, en estando el soldado 2 dispuesto a defenderse de los golpes de aquel violento escudero (Damian), que Tariq se lanzó contra Soldado1** con su hacha en alto. Hasta en dos ocasiones le atacó, mas sólo en la primera le alcanzó, de lleno, el abdomen...

Daño: 5 (-1 por Gambesón reforzado [mitad de PROT. por uso de hacha y ser arm. "ligera"]): 4 puntos de daño.

Jimeno de Arguilla, bastante debilitado, hizo acto de guarecerse, y por fortuna ninguno de los asaltantes del camino se batió contra él en este lance, aunque hubiera realizado una defensa adecuada. En esta que, el soldado 4, tras soportar la pequeña herida producida por Damián, fuóse contra el su señor, el caballero Pelayo. A su vez, el soldado1 preparaba también una carga contra el de Arbás, pero en tanto que paró el primer embiste haciendo rechinar hoja contra hoja, en el segundo cayó de bruces en plena carrera justo a los pies de Pelayo, pues había trastabillado y su hoja habíasele escapado de las manos...

Se maldijo por errar el primer golpe contra el atacante de su señor, y tampoco le satisfajo al joven escudero el tajo que azotó la pierna del atacante, pues apenas pareció hacerle daño gracias a la protección. Sin dudar ni un segundo, ya estaba planeando su siguiente movimiento.

La batalla se estaba decantando a su favor. Con dos soldados ya muertos, y otro a los pies del caballero, había que asegurarse de que al menos uno les contaría a qué venía atacar a un grupo de hombres tan fuertemente armados.

-¡Dexad vivir a uno! -gritó.

El caballero flexionaba sus brazos enfrentando su espada contra la de su adversario mientras apretaba los dientes. A aquella distancia podía incluso oler su aliento que pronto se apagaría para siempre.

Le costaba agarrar la empuñadura del cuchillo por la gran cantidad de sangre que llevaba el arma, su mano estaba roja y tenía las ropas hechas unos zorros, todo había sido tan rápido que ni siquiera se fijó en que no quedaba nadie en pie.
 

Jimeno cargaría con el cuarto soldado que allí frente a ellos había. Pese a que estaba herido, le atacaría, y luego pararía cualesquier espadazo que le llegase.

Iniciativas:

Tariq: 24
Potencio: 23
Jimeno: 23
Pelayo: 22
Soldado 4: 21
Damián: 20
Soldado 1: 17
Soldado 2: 16

Declarad acciones de combate (2 normales o 1 extendida) y ejecutadlas (sin orden de posteo).