Partida Rol por web

Una vez creada la copia, Guthrid siguio corriendo junto a sus compañeros hacia la salida, pero antes tenia que atravesar el muro. El mago intento moverse rapido, pero el muro que se formaba era demasiado grande. Aun asi, Guthrid pudo atravesar el muro y seguir junto a sus compañeros.

El grupo siguio hatsa llegar al agujero por donde se habia entradoa aquella cueva.

Id saliendo, yo intentare distraerle para daros tiempo.

Guthrid se habia enfrentado a todo tipo de criatura, pero nunca a algo tan poderoso como Tahur. Aquel espeluznante ser tendria alguna debilidad que le haria debil como cualquier otro ser. 

Poco a poco todos íbamos cruzando el muro sin saber que sería lo siguiente en pasarnos. Me percaté, pero sin darle más importancia, de que había chinos que se nos iba metiendo en la ropa, pero que con un par de golpecitos se suponía que se irían de nuestros ropajes.

Una vez en el otro lado, aunque solo faltaba el mago por saber si pasaría o no, había que poner pies en polvorosa - Chicos, no dudemos ni un instante, hay que salir de aquí volando, sobre todo tu Milo... no lo dudes y sígueme  - le comenté mientras veía a los demás lo que harían - Tritón, encárgate de que todos vuelvan sanos y salvos... yo voy a acompañar a Milo a la salida por si le hiciera falta el uso del portal a él, la preferencia es que el mediano llegue lo antes posible a la ciudad, el resto podríamos ser daños colaterales... ahora vengo - y acompañé al mediano para ver si podíamos sacarlo de ahí rápidamente.

El deseo de ayudar a los demás me carcomía pero un bien mayor era la consigna, así que me dispongo a salir de aquellas grutas con la protección del tenaz  guerrero Malleus.

—¡Si, si! —le digo azorado— Llevar el espejo a Ciudad Gris es mi actual propósito mi querido guerrero y a eso voy.

Y sin mirar más atrás me enruto hasta la salida como ardilla que sube al árbol para buscar cobijo en las zonas más altas fuera del peligroso suelo del bosque.

Mientras Malleus y Milo se alejaban hacia la salida del lugar, nosotros algo más despacio nos acercábamos hacia ese lugar.

Iba a la retaguardia esperando que todos salieran de la trampa del muro.

Avanzad, avanzad, ese monstruo no dejará que nos escapemos tan fácilmente.

El muro se había cerrado por completo y todos habíamos logrado pasarlo, ahora veríamos cual sería el siguiente paso de nuestro enemigo.

Tocaba correr... Ahí en frente se veía el agujero de entrada, teníamos que alcanzarlo y luego trepar, pero algo extraño alertó a Llorense. al parecer pequeñas partículas o guijarrillos de piedra se colaban entre sus ropajes...

Por las barbas de Tulkas, fijaos, este demonio está metiendo piedrecillas entre nuestros ropajes!!!! , debemos deshacernos de ellas al salir, no se que pueden hacernos, quizás solo son una manera de localizarnos, pero solo eso ya es peligroso.

Guthrid, tienes idea de que puede significar?

Ahora todos, tanto los que se habían dado cuenta como los que no lo hubieran hecho, serían conscientes de lo que Llorense se había percatado.

El humano tenia su cuerda y su garfio que en el muro no pudo usar, pero que por suerte no hizo falta pues la mujer y el niño pasaron gracias a Tritón II. 

corrió al agujero de salida y lanzo el grafio hacía el exterior... Esa cuerda les ayudaría a salir mas rápido.

El muro de cierra entre humos y espejismos.

Todos logran pasarlo.

Guthrid por lo visto hasta el momento. Descubre que Tahur a más poder gaste más fuerza vital consume y más hambre de almas tiene. Por cada hechizo realizado más necesita consumir almas. 

Para cuando el muro se deshace el ha ido a recobrar fuerzas en busca de orcos y bichos.

En cuanto se sacie os perseguirá gracias a las piedrecitas que se os han ido metiendo.

El enano fue el que más le costó subir, pues necesito la ayuda de un tercero el conseguirlo.

El aire era fresco y seco, el sol estaba alto.

Les quedaba el retorno.

¿ Volverían a cruzar la ciudad fantasma?.

Y Tahur ¿ Les daría caza?

La joven y el chico les comento que eran de una aldea a un día de camino y que los cazaron cuando iban en busca de la hermandad.

Un grupo de aventureros que les había ayudado en el pasado con el problema de un troll y que ahora había vuelto. Pero que cada año les pedían más parte de la cosecha por el mismo trabajo 

                                      Ciudad Fantasma

Aldea

                                     Tahur

Otra vez esa falsa Hermandad del Troll? malditos bandidos y farsantes...

Mujer os prometemos que os ayudaremos en cuanto terminemos con el peligro que nos acecha y que es tan imponente o más que el que acabáis de ver hace unos instantes, sin olvidarse del roba-almas este. Otro demonio que sin duda es más peligroso que un troll.

Guthrid, hemos de eliminar todos los guijarros que se nos han unido, al muchacho y la mujer también hay que ayudarles a hacerlo, de otra forma solo conseguiremos que este ser nos persiga, y no creo que sea bueno que Beth y este demonio se junten, para nuestros intereses, en el mejor de los casos, Tahur esquilmaría al ejercito de Beth, pero eso engrosaría su poder a niveles insospechados. En el peor de los casos, podrían aliarse o que el Brujo le dominara y lo usara contra nosotros...

Creo que si ahora no nos persigue es porqué se ha quedado debilitado y quizás seria el momento de darle caza, pero el tiempo corre en nuestra contra... muy a mi pesar creo que debemos volver a Ciudad Gris lo mas rápido posible con ese espejo. 

Si conseguimos que Tahur nos pierda la pista, se refugiará en las montañas cazando orcos. 

Creo que tocará desnudarse y revisar la ropa y nuestros cuerpos...

El grupo iba saliendo poco a poco de aquella cueva. Tahur parecia debilitarse al usar sus poderes. Tal vez ese seria un buen momento para atacarle y acabar con el, pero la prioridad era llevar el espejo a salvo a Ciudad Gris.

Aunque la criatura parecia debilitarse, algunas piedrecitas parecian haber seguido al grupo. Eso podia ser un elemento a tener en cuenta, aya que Tahur les podria localizar facilmente.

Bien, estas piedras son producto de los poderes de Tahur, por lo que se podria tratar de un poder magico. Voy a intentar deshechizar este conjuro con lo que pueda.

Guthrid observo las pequeñas piedrecitas y dibjunado circulos en el aire con los dedos, intento desencantar el encantamiento de Tahur. 

Pues gracias a nuestras habilidades a una poquita de suerte, habíamos conseguido salir de esa montaña. Una vez todos reunidos, salieron a la luz un par de cosas muy interesantes y a tener en cuenta - Sí que vamos a perder una gran oportunidad de enfrentarnos al ser que mora en la montaña ahora que parece que está algo débil... - comenté - pero como bien has dicho, nuestra primordial misión es llevar el espejo que porta el mediano a la ciudad -

Luego de esos dos comentarios, comencé a mirarme la ropa y buscando las piedrecitas que se habían metido por entre los descosidos - ¿estáis seguros de lo que estáis diciendo? he notado que al saltar el muro se me metía arena y demás por los descosidos, pero no le he dado ninguna importancia - comenté mientras miraba a mi hermano por lo dicho - ¿y eso de quitarnos las ropas hay que hacerlo ya? porque si es como decís, no deberíamos perder ni un solo segundo, pues cada paso que demos vamos a ser descubiertos en el mismo momento... - comenté buscando un lugar íntimo donde poder deshacerme de todas las piedrecitas.

- Vamos Guth, a ver si nos evitas tener que quedarnos en enaguas. Dale duro al hechizo a ver si consigues desactivar las piedrecitas estas - comenté cuando el mago intentó anular el hechizo......

Mientras tanto había que pensar el camino de vuelta que debíamos tomar. Atravesar de nuevo la ciudad fantasma o dar un pequeño rodeo por la ciudad donde se decía que estaba "La Hermandad" haciendo de las suyas - Señores, pues no se yo si me apetece pasar de nuevo por el trago de la dichosa ciudad fantasma... ¿y si nos dirigimos hacia la ciudad donde se hospeda la supuesta "Hermandad" y les hacemos una visitica? solo para dejarles claras un par de cosillas, nada más - comenté haciendo hincapié en la segunda opción, pues no me apetecía tener que hacer las cosas tres o cuatro veces como a la ida hubo que hacer.

Me costo un poco más de lo que pensaba salir escalando del lugar, pero afortunadamente lo logré.

Una vez fuera, Llorense informó al grupo que el monstruo estaba usando unas piedras que posiblemente fueran algún localizador.

Maldita sea, no quiero tener nada de ese monstruo en mis ropas. Dije mientras me sacudía las que tenía a la vista.

De las opciones que se nos presentaban, la de acabar con el monstruo era la menos factible para realizar ahora.

Estoy contigo, no me apetece volver a cruzar la ciudad fantasma, sin embargo, si uno de los caminos a Ciudad Gris es pasar por una aldea donde se encuentra la Hermandad, eso me apetece bastante más. Si tenemos tiempo les saludaremos como se merecen.

Estando fuera de la guarida del monstruo vi como los demás salieron y se empezaban a sacar las vestiduras ya que sospechaban de un ardid del TAHUR. Al parecer había dejado algunas "migas de pan" para perseguirnos luego de que se recuperara, ya que su poder iba disminuyendo cada que usaba su magia. 

Con el resultado actual ya no tendría que partir solo a Ciudad Gris pues la Hermandad se encontraba completa aún y el plan era pasar por la aldea de la mujer y el niño rescatados, atender si era posible a los impostores, y encaminarnos a nuestro destino sin pasar nuevamente por el pueblo fantasma que nos dejó sin monturas.

—Hemos logrado superar de momento al monstruo de piedra así que sigamos todos a Ciudad Gris, evitando, eso si, el horrible pueblo fantasma y llegando hasta la aldea de estás personas. Podríamos dejar pasar a los impostores de  pero dudo que si nos los encontramos no se haga nada al respecto; pero asuntos más importantes nos acusan en la actualidad a los cuales se les debe dar prioridad.

El grupo voto. La mayoría quería pasar por la aldea.

Después de día y medio llegaron a la aldea.

Esta se alegró de ver a los suyos vivos. La chica comento que traía ayuda.

Ahora el grupo tras quitarse las piedras espías, y ver cómo G. El Gris usaba sus dotes. Estaban más tranquilos.

(Estaban en la aldea, pensando su próximo movimiento)

La chica comento pues os había oído durante el viaje vuestra intención de cruzar la ciudad Gris. Al jefe de la aldea si os podían ayudar.

Este conocía un pequeño hobbit solitario que vivía a las afueras de la aldea que sabía de un paso alternativo.

El viaje de vuelta comenzó una vez nos quitamos las piedrecitas que nos había metido Tahur entre los ropajes.

La primera parada, fue la aldea a la que pertenecía la mujer y el niño que salvamos. Parecía un lugar tranquilo, y aunque el mal moraba por la Tierra Media, aquella aldea era un buen lugar para descansar un poco antes de ponernos en marcha.

Muy amablemente el Jefe de la aldea nos invito a comer algo, se lo agradecemos señor, llevamos bastantes días sin probar un buen bocado. La mujer le contó que teníamos intención de viajar hasta Ciudad Gris, y cual fue la sorpresa cuando nos indico que un hobbit que merodeaba la zona podría ayudarnos a llegar más rápido.

Eso sería de gran ayuda sin duda, brindemos por los acontecimientos que se vienen. Levante la jarra de hidromiel para animar lo que se nos venía encima en pocos días.

Pasó otro día y medio más hasta llegar a la ciudad de la que eran la dama y el chaval - He perdido la cuenta de los días que llevamos fuera de Ciudad Gris... ¿estaremos todavía a tiempo de poder librar a la Tierra Media de Beth? espero que si, pero llevamos demasiados días de viaje... - pensé al llegar a la aldea.

Una vez entramos se veía que el sitio era amable y acogedor. El jefe de la aldea dispuso comida y alojamiento para todos nosotros y aceptamos de buen grado todo lo que nos ofrecieron. Sabían que teníamos prisa para llegar a nuestro destino y se nos comentó que había por los lares un mediano que nos podría indicar un rápido camino para llegar a Ciudad Gris - ¡anda! un mediano que mora por la aldea... ¿será uno de los integrantes de la supuesta "Hermandad"? - pensé, pero solo había una manera de averiguarlo - Opino lo mismo que mi amigo enano, es una gran noticia el que podamos llegar a la Ciudad lo antes posible... - y sin pensarlo, me uní a Tritón y la hidromiel...

Teníamos prisa pero un descanso nos podía caer bien, además que había interrumpido mi dieta y era hora de recuperar nutrientes para la larga jornada que nos esperaba de vuelta a Ciudad Gris. Al enterarme de que un mediano nos podía ayudar a llegar más rápido me alegré pues seguramente si yo se lo pedía él estaría dispuesto a ayudarnos. Por otro lado no escuchamos nada de la falsa Hermandad a nuestra llegada así que sugería a los otros de manera discreta que no reveláramos nuestras identidades a ver si antes de salir de la aldea nos los topábamos  y les dábamos su lección. Pero de momento era imprescindible comer y beber para devolver vitalidad a nuestros cuerpos.

- Descasad mañana os acercaremos hasta la casa del hobbit, os aviso que es un tanto peculiar, le encanta conseguir todo objeto y rarezas extrañas que encuentre, y meterse en agujeros que nadie más se metería por eso si hay un paso que sortee la ciudad Fantasma y evitar su maldición al cruzar el lugar, el sería el único en conocerlo. - Hace una pausa mirando el horizonte, y cambia de tema. - Al caer la noche es cuando suele venir  ese Troll a destrozarlo todo, llevarse los animales y a sembrar el miedo, por eso mandamos al joven y a la chica para buscar ayuda.

-Tuvimos ese problema hace un año, y un grupo llamado la hermandad nos ayudo acambio de parte de las cosechas, pero el troll a vuelto.- comento la chica, tocándose los vendajes y bebiendo unas hierbas antiflamatorias, que le habian dado, le costaría tiempo reponerse, al igual que al niño.