Partida Rol por web

La hermandad sale a fuera, la guardia sale al patio con lanzas y escudos, arqueros y caballeros por si la cosa se complicase.

El panadero de la ciudad en la calle de comercio habla:

-Ya no tengo harina para amasar nada.

El capitan de un barco mercantil atrapado en el puerto semanas por el hielo grita.

Ya no tenemos víveres y mi tripulación pasa hambre, hace días que no entra ni sale nada de los puertos.

Un prestamista comerciante comenta:

Las ratas hambrientas estropean e infectan los alimentos, cada vez son más atrevidas, pronto enfermaremos.

El lugar se llena de murmullos y de peticiones.

Iroco entre las demás protestas también comenta algo “ Nos moriremos todos de hambres y ellos manteniendo su confort habría que quitarles todo por la fuerza”.

EL pueblo esta sufriendo pero la hermandad ha sacado esta ciudad de grandes apuros en el pasado.

Todos juntos hemos salido adelante, si nos dividimos, si hay enfrentamientos entre nosotros es cuando todos fracasaremos.

El único enemigo es el frío no nosotros.

Me atreví a decir, pero las pulsaciones de mi corazón iban a mil y pensé en callar, los nervios y el hablar ante tanta gente era algo que me molestaba.

Los copos de nieve eran más intensos, comenzaba hacer viento, este hecho hacía que cada vez con más fuerza impactarán como proyectiles sobre las casas, calles y gente del lugar. Y que las palabras se perdieran en el horizonte.

Haciendo gritar más a los presentes para hacerse oír.

-¡Aquí en el castillo también empiezan a escasear los víveres y otros suministros!
Aún así, vamos a establecer mañana mismo a las puertas del castillo un puesto de reclamaciones,
atendido por guardias y criados, donde las personas que necesiten alguna vitualla o suministro
con mucha urgencia vital puedan ser aprovisionadas con algo que tengamos nosotros aquí en el castillo.
También organizaremos con la población y la guardia una gran cacería para suministrar a la ciudad con
alimentos de origen animal que serán repartidos entre todos aquellos que lo necesiten.
También se recolectará aún más leña con la ayuda de los guardias para que todos los hogares
de la ciudad tengan fuego. Nosotros y la Hermandad estamos estudiando un plan para comerciar
con los poblados vecinos para suministrar también a la ciudad con alimentos de origen agrícola
que ellos pudieran tener almacenados en abundancia.-anunció animosamente Aewender.

Tal vez muchas de las palabras que se digan  se pierdan por el viento

^{Todo mentiras, y más mentiras.}

Cuchichea al pueblo

  Mientras Aewender dirige su discurso improvisado a los ciudadanos, Diant se dirige hacia adentro del castillo -Llevo alguna que otra hoja de conversación en la bolsa pequeña que está atada al cinto, suficiente para entablar diálogo con Mehtare.

  Diant lanza una hoja al fuego del hogar, mientras ésta crepita en este fuego, el Elfo Noldor canta:

  ¡Oh señora mía!

  Dónde os hayáis

  si todavía

  en algún lugar estáis.

  ¡Señora del fuego!

  muy bien,es ahora

  mi ego

  el que os busca y llora.

  ¡Dama con armadura!

  decidme, con besos

  o místicas runas

  que escucháis estos ecos.

  ¡Gran señora!

  decídmelo ya

  porque es la hora,

  es la hora de hablar.

- Mehtare...dime algo...

La cosa parecía calmada, los guardias mantenían al gentío a una cierta distancia... pero nunca se sabe cuando las cosas se pueden torcer. Ruz permanecía lo más cerca posible de Aewender por si había algún problema mientras hablaba al pueblo.

Mi señora, con tantos guardias recogiendo quejas, leña y cazando si la cosa se pone fea podemos tener problemas

Susurro el capitán a Aewender mientras no dejaba de observar a la muchedumbre y su reacción ante las noticias.

-Capitán Ruz, el pueblo no nos tiene que ver como sus enemigos.
Para ello, debemos ponernos a su servicio y colaborar abiertamente.
Si pasara algo que hiciera necesaria la presencia de más hombres en el castillo,
no os preocupéis, que la Hermandad vale por esos hombres y tiene recursos
para vencer las adversidades.-susurró ella a su vez al viejo soldado.

No es el pueblo el que me preocupa, aunque el hambre pueda cegar a más de uno. Pero sin duda no somos los únicos al que el invierno acecha...

-¿Y cuáles son vuestras preocupaciones, Capitán?-preguntó la Señora, intrigada.

Observaba atentamente como Aewender exponía al pueblo la situación en la que nos encontrábamos. Su voz angelical hacía que mi corazón se reconfortara a cada palabra que salía de su boca. Estaba claro que todos debían de arrimar el hombro para salir de esa peliaguda situación.

El capitán Ruz discrepaba de las soluciones que ahí se estaban exponiendo para todo fuera más llevadero y salir lo más airoso posible de esa situación. No dejaba de mirar a una y otro sin saber que hacer o que decir, la política no era mi fuerte y la situación era totalmente política. Había que decidir qué hacer y cual sería la mejor forma de hacerlo.

- >Mi señora Aewender, se a lo que se refiere Ruz. Está claro que no estamos solos en estas tierras y que más habitantes en aldeas o poblaciones cercanas estarán en una situación más precaria, si puede ser, que la nuestra y al ser nosotros la Ciudad, lo mismo empiezan a llegar con intenciones de comer, no son malas intenciones, pues hay que subsistir sea como sea, pero con hambre, hasta el más mínimo gato puede matar para saciarse y vivir. Ruz tiene razón, pero algo tenemos que hacer... -

Dí unos pasos hacia el borde de la ventana... - ¡Pueblo de Ciudad Gris! sabemos por lo que estáis pasando y nuestra intención es la de hacer que haya harina que amasar, un mar al que poder partir sin necesidad de romper hielo... queremos que todo vuelva a ser lo que era, ¡¡queremos que Ciudad Gris vuelva a ser la que era!! pero todos debemos de arrimar el hombro, con quejas y llantos no se llega a ningún sitio, hay que actuar ¡¡todos juntos!!. La Hermandad está con vosotros, pero no aquí, tenemos que partir hacia el principal problema para poder arreglar esto, por eso todos debemos de arrimar el hombro, si durante un breve tiempo se ha de batallar, habrá que batallar, si hay que luchar, habrá que luchar... cuando haya que descansar se descansará... y, lo lamento mucho, pero ahora toca luchar, toca defendernos los unos a los otros, ser una ciudad unida, para que nadie venga a quitarnos lo que es nuestro. Nosotros prometemos cumplir nuestra misión para con vosotros, pero vosotros tenéis que prometer defenderos los unos a los otros para que nuestra misión llegue a buen fin.... - hablé hacia el gentío para ayudar a la pobre Aewender....

Aewender anuncia de poner un puesto de atención ciudadana con el fin de repartir las provisiones que queden en el castillo a los más necesitados también de poner unas jornadas de cacería, también comenta de ampliar los esfuerzos en recolectar leña y hablar con los pueblos vecinos.

( A esto casi todos están de acuerdo pero ven problemas en alejarse de la ciudad e ir al bosque a por leña y lo de la cacería ya que cada pocas horas comienza a caer una gran y helada tempestad con posibilidad de perderse y de hipotermia, el otro miedo son los Yetis de las nieves también conocidos como Trolls blancos, salen tanto de día como de noche pero solo cuando caen las tempestades y nieves, pues la estación de verano los trasforman de nuevo en roca de hielo polar.)

Diant entro dentro de la sala el fuego de la chimenea aun estaba encendido, lanzo un cántico sobre este a la vez que un matojo de hierbas secas.

Una densa nube comenzó a invadir la zona de la chimenea, el cántico continuaba y las hierbas se quemaban, los segundos se trasformaron en minutos, cuando la imagen de mehtare apareció a través del denso humo que tomo la forma de la cara de la joven.

(^{Esposo mio Este Saruman esta poseído por las fuerzas del mal, Sauron lo tiene hipnotizado; tiene en lo más alto de la torre nuestro huevo y me a capturado. Me tiene atrapada en el techo de la torre, me ha quitado el frasco con la sangre de mi hermano, y los vientos infectos de este lugar me debilitan los poderes, no se cuanto podre mantener una llama de fuego encendida... Te estoy …. perdiendo...)}

El viejo capitán avisa del peligro que supone el poner a la milicia a recoger leña.

Aewender intenta quitar importancia al asunto.

Ruz le recuerda que hay enemigos mortales a tener en cuenta. Pero Aewender solo esta preocupada ahora mismo por el pueblo.

Malleus intenta ser comprensivo en esta situación y se dirige al pueblo busca la unidad y fortalecer los corazones.

Pero afuera son numerosos los peligros.

La nieve cae más fuerte y el viento amenaza en dañar y enfermar a los que permanezcan afuera.

La gente comienza a retirarse a esperas que el tiempo se tranquilice, y hay una tregua.

Iroco se queda mirando a lo alto se pone una capucha y se aleja rabiando con pensamientos nefastos y oscuros.

Todo parece quedar en soledad el viento es ahora mismo el enemigo y sus aliados la nieve y el frio.

Durante todo el tiempo que estuve en el balcón no para de pensar en los sufrimientos que estaban pasando los habitantes de ciudad gris y los alrededores. Sabía que las palabras no podían calentar los cuerpos, que no les llenarían el estomago, pero si les darían fuerzas, fuerza para aguantar el temporal (al menos un tiempo), fuerza para no desfallecer en la unidad como pueblo.

El frío se hacía cada vez más intenso, el sol se estaba poniendo y las gentes volvían a sus hogares.

Entre dentro del castillo y algo me reconcomía por dentro, separarse es un error y lo sabes.

Pero ¿y si la única solución para esta gente es llegar hasta el pueblo de los semi enanos y llegar a un acuerdo?

Al fin me decidí y con asertividad dije mirando al mediano: ¡Sam debemos irnos ya!, iremos los dos, se que es muy peligroso, pero podemos pasar desapercibidos a los ojos de nuestros enemigos. 

La idea de salir de la ciudad que antes había considerado estupenda ahora no se lo parecía tanto según la ventisca de nieve arreciaba.

-Ummm...Tritón, sabes que iría contigo al fin del mundo pero...¿estás seguro de que no acabaremos sepultados bajo un manto blanco?. A mi poco hace falta para cubrirme y tú salvo a lo ancho tampoco abultas mucho más.

A pesar de ir sobre sus monturas el paso hacía las tierras del poblado quedaría pronto impracticable y eso si no se perdían en medio de la tormenta.

Ruz asintió a las palabras de Malleus, Me temo que así es, ahora somos más vulnerables que nunca y la gente aun ni si quiera siendo nuestros enemigos pueden tener un motivo para atacar, el hambre. Debemos ser más precavidos que nunca...

el sonido del gentío no dejaba de sonar a pesar de que la tormenta parecía arreciar.

La tormenta parece ir a peor, si salimos ahí fuera muchos no volverán... quizá debamos pensar en sacrificar algunos caballos...

La idea no le gustaba y se notaba en el tono de sus palabras pero la situación parecía desesperada.

Triton pi9ensa que la solución sería ir lo antes posible hacía los medio enanos.

Sam esta temeroso por el temporal que esta cayendo.

Ruz también nota que la tormenta va a peor.

Mi mujer y mi cuñada habían sabido hablar al pueblo apoyados por la Hermandad y gente de confianza, pero la gente se retiro y eso era lo que más me preocupaba, ya no por lo dicho hasta el momento sino por la tempestad, eso quería decir que teníamos que actuar lo antes posible y en eso estaba de acuerdo con triton.

Durante la hora de más fuerza de la tormenta y en la zona de las torres de la entrada de la Ciudad se escucho ruido.

Eran ruidos de metal, escudos, ruidos de batalla, solo el escaso fuego de las llamas de las flechas y antorchas hizo que aquello no terminara en desastre.

Los informes llegaron de inmediato.

Una familia de trolls blancos habían intentado entrar por la puerta principal de la ciudad aprovechando la fuerza y ventaja que les daba la tempestad invernal.

Lograron en esta ocasión expulsarlos.

Pero nunca se habían atrevido a merodear tan cerca de la ciudad, otra muestra del frio tan especial que estaban pasando este año.

^{Leo en tu corazón otras preocupaciones Diant...}

^{Desde aquí, pued ooo   do, v.er.    la zona vues.tra cubierta de una atmosfera helada, nubes carga.das de nieve, la cosa.... será pe.or cada vez...}

La conexión cuesta cada vez más, se va perdiendo poco a poco... y cada vez cuesta restaurarla...

^{Saruman qui.ere uno de nuestros hijos .... para tener en el futuro un guarda.espal.das. Una mano dere.cha que llegue a donde el no pueda llegar....}