Partida Rol por web

Angeles: El ocaso del mundo

El Ocaso del Mundo: Elección

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05/11/2009, 17:43
Faye
Sólo para el director

Notas de juego

Yo puedo entonces escribir? O me dirás que ha pasado??

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05/11/2009, 17:44
Director

Notas de juego

Escribe tu... la cosa te ha salido bien como ha dicho jose... asi que le das con el spray en los ojos al mamarracho ese...

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05/11/2009, 17:50
Faye
Sólo para el director

- Vamos!! - le dice a la chica para sacarla de allí - No os acerqueis  u os pasará lo mismo!! - amenazaba a los otros tipos con el spray mientras esperaba a la chica para sacarla de alli.

Una vez la chica se acercó a ella, corrieron juntas hasta donde estaban las otras dos con el taxi parado. Las mandó a todas subir rápido y puso rumbo al motel.

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05/11/2009, 18:44
Dick
Sólo para el director

Dick sonrie levemente ante los coqueteos de la chica, parecía no aburrirse de hacerlo, quizá lo hacia con todo el mundo. Salió del coche.

-Eh eh espera

Él se adelantó a Irina y avanzó hacia el lugar.

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05/11/2009, 18:47
Irina Ivanova Petrova

-Espera! Voy contigo! - lo sigue para ver que pasa.

Se puede ver como unos tipos muy frikis, vestidos de militares, están deteniendo el trafico que va hacia las afueras de la ciudad, y la universidad está en las afueras, así que por ahí no se puede avanzar.

-Vaya... eso son militares? que habrá pasado?

Un par de hombres se le acercan y comienzan a decirle cosas no muy agradables. Parece que son del mismo grupo que los militares esos, pero no llevan armas.

-Aquí tenemos una pituta bastante mona. Ese es un cliente tuyo? - señala a Dick - dile que ya le harás el trabajito luego, ahora te vienes con nosotros.

Uno de los dos tipos esos la coge de la muñeca y tira de ella para que los siga, pero al resistirse, tira mas fuerte de ella y la tira al suelo.

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05/11/2009, 21:51
Dick
Sólo para el director

Notas de juego

¿cuantos son?

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05/11/2009, 21:53
Director

Notas de juego

dos... y muy a lo lejos la panda del ejercito fanatico... pero no creo que os vean si les metes una paliza... pero todo depende de las tiradas...

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05/11/2009, 21:54
Dick
Sólo para el director

Cuando se acercan, Dick se pone ante ella y el tipo, pero éste sigue insistiendo. No habla. No necesita hablar. Miró, con sus ojos expertos y calibró el ruido, la distancia, y demás de los más cercanos a los refuerzos. Tenía una oportunidad.

Dick rodeó con el bajobrazo la cabeza del hombre mas cercano, metiendo la cabeza bajo su axila, a la par que estira la bota para pegársela en el pecho al otro, para dejarlo sin aire.

El guardaespaldas dejó caer el peso de su cuerpo en el cuello de su rival...

¡Crock!

La espalda del primero sonó. No pudo matarlo, pero al menos le rompió la columna. Al segundo le metió tal patada en el pecho, que no solo lo dejó sin aire, sino que literalmente, le rompió el bazo, a la par que cayó hacia atrás, dándose un golpe en la cabeza, haciéndose una fractura craneal.

Dick dejó caer pesadamente el cuerpo y alargó la mano hacia Irina, para que la tomara.

-¡Nos vamos de aqui! ¡rapido!

- Tiradas (2)

Tirada: 2d10
Motivo: golpe
Resultados: 4, 2

Tirada: 2d10(-1)
Motivo: golpe 2
Resultados: 10(-1)=9, 3(-1)=2

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05/11/2009, 22:03
Irina Ivanova Petrova

Irina coge la mano de Dick. Parece un poco asustada y es lógico... que de pronto te aparezcan dos tipos que te llaman puta y encima delante de todo el mundo... pues es para estarlo. La radio de uno de los tipos emite una señal y una voz se oye al otro lado... mira hacia la radio asustada, si esos hombres no contestan, pronto les tendrán encima...

-Dick! Vendrán a por nosotros por que no pueden contestar a la radio!

Corre tras él hacia el coche... quizá puedan salir de allí con el y alejarse lo máximo posible. Pero el coche está cercado por mas coches con el mismo problema que ellos, el atasco, así que no pueden salir de allí.

-Que hacemos ahora!?

Notas de juego

Debo suponer que ya has resuelto ya la tirada ya que al primero no le has hecho lo que querias...

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05/11/2009, 23:49
Faye
Sólo para el director

Decidió cambiar de dirección hacia el hospital para que un médico la mirara para saber si la habían hecho daño o no. A las otras dos las dejó en el motel, pero ella se fue con la chica al hospital.

Una vez llegaron alli, las urgencias estaban a rebosar, parecía que la gente había entrado en pánico y acudían por heridas o contusiones de poca monta, imaginandose que era algo peor. El mensaje había puesto nerviosos a bastante gente.

Se sentaron a esperar a que llegara su turno, le puso su chaqueta encima a la chica, aunque ella se helara de frío, pero prefería que la chica se sintiera cómoda y protegida.

- No te preocupes, todo irá bien.. - le dió un beso en la cabeza y la abrazó para que se calmara, estaba temblando.

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05/11/2009, 23:37
Víctor Zilard Aerguees
Sólo para el director

Durante un trayecto considerablemente largo, había logrado dar esquinazo a las tropas de la milicia fanatísta, pero aquella gente estaba entrenada e iba tras su pista. Además, Zilard nunca había sido un gran corredor y las calles estaban atestadas, de modo que tardaría bastante en recorrer los casi cuatro kilómetros que todavía lo separaban de su apartamente en uno de los pequeños (a comparación de los gigantescs rascacielos de la zona industrial) edificios cercanos a la zona portuaria.

Asomó la cabeza tras una esquina de otro de los callejones a los que se había visto obligado a acudir en busca de refugio. Aquella gente estaba bien organizada y preparada, no le entraba en la cabeza como un lunático como el del mensaje de la televisión disponía de semejante ejército... Tal y como tantas otras veces, la calle estaba cubierta por más de aquellos soldados. Víctor refunfuó molesto. Todo aquello le había pillado en un momento bastante inoportuno. Todavía seguía queriendo regresar a casa para echar una siesta aunque, visto lo visto...

Miró hacia atrás, no había ninguna escapatoria por donde había venido salvo el camino al que los soldados que lo llevaban siguiendo desde la tienda de moda llegarían de un momento a otro. "Maldita sea, si tuve cuidado de no dejar pistas...", pensó; Sin embargo, sabía que era inevitable dejar alguna huella que gente experimentada como esa pudiera rastrear sin problemas. Resignado, se desabrochó la chaqueta gris del traje y sujetó su cinturón. Esta tenía un aspecto corriente salvo en la hebilla, una pequeña placa metalica que, en cuanto el científico la presionó, saltó dejando a relucir un diminuto panel de control. Tan solo pulsando un botón, la figura del muchacho se dsvaneció por completo en un instante. Ya sin riesgo, salió a la calle dispuest a cruzarla, procurando no hacer ruido con los zapatos al pisar sobre el asfalto, para lo que se los quitó. De repente, apenas hubo dado unos pasos, se detuvo. Aquello se veía bastante mal. El sol estaba ahora por encima de los edificios y su luz proyectaba las sombras en dirección al flanco cubierto por los soldados. Su sistema de camuflage era una patente bastante ingeniosa y muy útil, pero contaba con una pega enorme... y es que no podía disimular su sombra. Si pasaba por allí directamente y su sombra se alargaba por la luz del sol hacia donde estaban los otros, aunque no viesen nada, podía arriesgarse a que efectuaran una rafaga de disparos preventiba, lo que lo mataría casi seguro o, como mínimo, lo delataría irremediablemente. Por otra parte aquellos hombres le estaban dando la espalda y si se daba prisa tal vez no se percatasen de su presencia. Tampoco disponía de tiempo, ya se oían los pasos acelerados de sus perseguidores y, si se quedaba en el callejón, no tendría espacio suficiente para dejarlos pasar.

Decidido, salió a la calle, procurando ir lo más rápido posible con los zapatos en una mano y conteniendo la respiración para evitar el menor ruído.

... cuando finalmente llegó al otro lado sin percances casi no podía creérselo. Miró atrás para comprobar que realmente no había llamado la atención de nadie y, en ese preciso instante, una bala impactó en la pared que tenía justo al lado. El disparo procedía de la pistola que llevaba el líder del equipo que había estado tras su búsqueda. Al parecer, yendo el primero del grupo, había tenido tiempo de ver su sombra correr curzando la calle desde el callejón. Si tan solo hubiese apuntado unos centímetros más a la izquierda. Por si o fuera suficiente el susto que le había dado (y que le había echo soltar un breve grito de sorpresa), las esquirlas de cemento y ladrillo del muro (se notaba que estaban en los barrios más pobres) habían salido disparadas contra la hebilla y habían estropeado el dispositivo. En un segundo la figura del científico se materializó de nuevo ante la sorprendida mirada de todos los soldados. Aquello duró muy poco, pues a un grito del que parecía el líder, todos comenzaron a disparar contra él. Aterrorizado, el doctor Zilard tuvo el tiempo justo de salir correidno de allí, adentrándose en el oscuro callejón en el que se había metido...

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06/11/2009, 12:22
Director

El Dr. Zilard corre como alma que lleva el diablo, pero los hombres que lo persiguen están mejor entrenados que el y acortan distancia rápidamente. Cuando el doctor sale del callejón, alguien sale de la esquina y se encara aquellos hombres que lo persiguen. El sonido de los disparos llena ese pequeño callejón, haciéndolo casi insoportable.

-Doctor! Corra hacia el geoaereo aquel! - dice una voz, que puede resultarle conocida.

No muy lejos de allí hay un geoaereo en marcha, seguramente es el que ha utilizado la persona que le ha salvado el culo. De pronto, el sonido de los disparos por parte del salvador, se detiene y comienza una ráfaga de respuesta. La chica, por que es una chica, sale corriendo hacia el geoaereo arrastrando a Zilard.

 

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Ya en el geoaereo, los dos a salvo, Zilard se fija que su salvador, bueno... salvadora, es la señorita Takaoka... aunque su aspecto no es el de una secretaria. Parece que está hablando con alguien.

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06/11/2009, 12:34
Director

Notas de juego

Voy a alargar el plazo hasta hoy por que no he calculado bien algunas cosas... me faltan algunos mensajes... así que hoy es el último día para continuar este capítulo...

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06/11/2009, 12:37
Director

Un inquietante silencio rodea a la fabrica... demasiado silencio... aunque con el ruido que hay en el interior, apenas se nota este hecho...

De pronto, un ruido de cristales rotos... el ruido de una explosión... una luz intensa, cegadora, que procede de la zona de trabajo en cadena del almacén.

Disparos.

Los gritos de los empleados de Oliver llenan el silencio que minutos antes rodeaba al almacén. 

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06/11/2009, 12:41
Director

Una enfermera de urgencias se acerca a Faye y a la chica.

-Ya es tu turno. Sentimos no ir mas rápido con las visitas, pero ese mensaje ha trastornado a media ciudad y ha habido varios accidentes graves y heridos. ¿Quieres esperar aquí o entras con tu amiga?

En ese momento, Faye recibe un mensaje en el móvil. 

"Esta en tus manos luchar o, por el contrario, vivir bajo el yugo de la opresión y fanatismo de estos tipos. Si quieres lo primero... reúnete conmigo en el Club Andrómeda. Shadow."

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06/11/2009, 16:10
Faye
Sólo para el director

Se pone en pie ayudando a la chica a levantarse, cuando le llega un mensaje al móvil. Se lo piensa durante unos segundos.. recuerda que los tipos que hicieron daño a la chica eran seguidores del loco de las pantallas, esa gente no podía llegar al poder y parece que alguien quería animarles a sublevarse contra él, pero las palabras de la enfermera la hacen despertar.

- Ehh...? Oh.. que pase sola - busca en el bolso y saca de su monedero dinero, a parte le apunta su número de teléfono y se lo entrega a la chica - Para que vuelvas a tu casa, y si necesitas algo.. no dudes en llamarme.. ¿de acuerdo? - le dió otro beso en la frente a la chica para que se sintiera segura - Busquen a su familia, la encontré en la calle cuando unos hombres estaban abusando de ella. Si no.. llamenme, me haré cargo de ella. Tengo que ocuparme de un asunto.. Llamaré luego para ver como está. Gracias.

Se despide de la chica cuando la llevan hacia el interior de urgencias, esperaba que no tuviera nada grave, aunque sabía lo duro que sería sobreponerse al ataque, pero seguro que tiene alguien que la ayudara mejor que ella. Ahora tenía algo que hacer. No tenía nada que perder, aunque no fuera la más indicada para ello.

Salió del hospital y cogió un taxi en dirección al Club que le habían indicado, había oído hablar  de el pero nunca había estado.

El taxi se detuvo, pagó y estaba frente al Club, preparada para conocer al tal Shadow.

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06/11/2009, 16:44
Director

Parece que los hombres armados han comenzado a movilizarse para buscar al que ha atacado a dos de los suyos y cada vez se acercan más a ellos. No pueden utilizar el coche por que el atasco se lo impide...

En esos momentos, tanto el móvil de Dick como el de Irina suenan avisando la llegada de un nuevo sms.

"Esta en tus manos luchar o, por el contrario, vivir bajo el yugo de la opresión y fanatismo de estos tipos. Si quieres lo primero... reúnete conmigo en el Club Andrómeda. Shadow."

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06/11/2009, 16:40
Andrew Wallace "El Francés"
Sólo para el director

 Estaba tranquilo con su papeleo diario en su despacho cuando escucha un ruido fuera de lo normal, aunque lo que más le molesta son los gritos.Se levanta, coge la muleta y se dirige a la puerta (al estilo house).Abre la puerta y se asoma abajo con cara de cabreado.

-¿¡¡Que coño pasa!!?- dice mientras esta asomado mirando a todos lados.Tras esto sigue los gritos.Una explosión había ocurrido en su fábrica, pero estaba seguro de que no había sido ninguna de sus máquinas.

-¡¡Vamos, armaros!!- les grita desde arriba a sus hombres.Veía que estaban como ciegos, parecía que habían lanzado que les había cegado.Rápidamente un grupo de hombres de negro que estaban próximos a la zona se reune entre los trabajadores y algunos de estos cogen las armas de situaciones críticas, que siempre llevaban junto a ellos.Oliver, aún con el cabreo encima, se dirige de nuevo a su despacho lo más rápido que puede mientras se queja en algunos pasos forzosos que daba para llegar antes.Tras llegar a su despacho, toca un botón rojo que hace que suene una sirena que se podía escuchar por toda la fàbrica.Rápidamente, todos los hombres se esconden y algunos otros se arman para combatir si era necesario.Abre el cajón de su mesa y coge su revolver.Abre la cámara para ver si estaba llena.Tras terminar de llenarla con un par de balas, la cierra y sale de nuevo afuera a la zona donde había ocurrido la explosión.Ya estaba sudando, algo nervioso y sobre todo muy enfadado.

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06/11/2009, 19:01
Director

Pocos hombres acuden a la llamada de Oliver y los hombres que hay en el interior del almacén no son capaces de reaccionar rápidamente a la incursión enemiga. 

Oliver consigue salir de su despacho, apoyándose en las paredes ya que sus heridas aun no están curadas y solo puede coger el arma con la mano izquierda... y si coge el arma con esa mano, no puede coger las muletas.

-En nombre del Dios único! Deponed las armas y rendiros! Vuestro trabajo es obra del demonio!

Pero los hombres de Oliver no atienden a razones y menos de esos locos fanáticos. Así que comienzan a disparar, los pocos que pueden, siendo fieles a Oliver hasta el final. Y tanto que es su final... los otros los superan en numero y acaban con todos...

Un disparo certero de Oliver acierta en el cuerpo de uno de esos militantes fanáticos, matándolo, pero revelando a su vez su posición. Las armas de los atacantes apuntan hacia el y abren fuego contra Oliver, llenándolo de plomo y polvora...

El cuerpo sin vida de Oliver cae hacia delante, pasando por la barandilla, cayendo al suelo del almacén. 

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06/11/2009, 19:29
Víctor Zilard Aerguees
Sólo para el director

¡Maldita sea!, ¡aquel golpe fortuito del soldado le iba a costar la vida!. Con todo lo que le quedaba por hacer, todo el esfuerzo y el trabajo al que se había dedicado... para acabar muerto por culpa de quellos desgraciados.

De repente, nada más salir del callejón, una mano lo sujetó por el cuello de la caqueta y tiró violentamente de él hacia un lado. La sorpresa y el tirón en la garganta lo dejaron mudo durante unos instantes. El chico se frotó el cuello mientras trataba de no perder el equilibrio cuando esa misma persona se interpuso en el camino de los soldados y comenzó a disparar. Antes de que pudiera siquiera fijarse en quién lo estaba defendiendo, la persona le gritó que fuera a ocultarse en un geoaéreo. No tardó en verlo y, de inmediato, se lanzó a la carrera hacia él. Corrió más si cabe que antes, aferrándose a aquella única vía de escape. Su rostro se contrajo brevemente por el dolor pero no dejó de correr para subir al vehículo. A punto de llegar la firme mano de su salvadora (pues había sido una voz femenina la que le había hablado antes) lo agarró de nuevo del brazo y tiró de él hasta llegar a su vía de escape.

Ya dentro del vehículo, Zilard se levantó el pie derecho y extrajo con cuidado un fragmento roto de vídrio (de alguna botella o escaparate, seguramente) de la planta del pie, que estaba sangrando. Durante su carrera hacia la salvación había pisado sobre aquellos trozos con el pie únicamente protegido por el calcetín, dado que había perdido los zapatos cuando se le cayeron tras el primer disparo; Sin embargo, por sorprendente que pudiera parecer, en ningún momento había soltado el maletín de trabajo que llevaba consigo. Su mano se había aferrado a él como una férrea pinza y, ahora, descansaba junto a él en el asiento trasero del geoaéreo.
"Estupendo, solo me faltaba que me muriese por alguna infección después de escapar de esos maniáticos...", pensó iracundo.

Tras sosegarse un poco, contempló por primera vez a su salvadora, quien parecía estar distraida con una conversación...

-¿Señorita Takaoka...?-masculló confuso el joven científico.