Partida Rol por web

Estáis todos en el Club Andromeda... famoso por ser el lugar donde los mafiosos van a descansar de sus disputas y a disfrutar de buena música a manos de la cantante más famosa de esos lugares, Fioná. Pero por causas personales, la cantante tiene unas merecidas vacaciones y la substituye una nueva chica.

Comienza a sonar una nueva canción en el club mientras el barman prepara bebidas y las camareras, sexys, las reparten.

Nadie de vosotros sabe quien es Shadow y nadie parece sospechoso... al menos no tan sospechoso como para ser alguien que os envía mensajes al móvil sin que lo conozcáis.

Un nuevo mensaje os llega.

"Némesis es el código secreto que debéis darle al barman para que os deje reuniros con Shadow."

Andrómeda: El local con más mierda por metro cuadrado que te puedes encontrar en la ciudad de Ángeles. Día tras día me prometía a mí mismo que cambiaría de bar. Después de todo no tenía ventajas. No estaba cerca ni del trabajo ni de casa, las bebidas no eran ni baratas ni nada del otro mundo. Quizás se salvaba la cantante.

Estaba de pie en la barra. Siempre me había parecido el lugar más cómodo y seguro. Además, contaba con la ventaja de no tener que esperar a que las camareras con su caminar tan "espectacular" decidiesen que era el momento de dejar de servir a los clientes VIP, y prestar un poco de atención a las personas que eran más normales. De fondo sonaba una canción interpretada por una voz no habitual, pero apenas lo notaba.

Con un rápido gesto levantando el brazo y chasqueando los dedos llamé al barman. - Ponme lo mismo de siempre. Pero cargado... hoy no tengo un día demasiado amable. Y tío, pon unas almendras. No te vas arruinar por un platito de vez en cuando. - Mostré una sonrisa forzada y una inclinación de cabeza que parecían decir gracias.
Mientras preparaban mi pedido, pude notar como en el bolsillo de los vaqueros vibraba mi teléfono. Fue corto, así que pude deducir que era un mensaje. - Será algo de publicidad... como los 10 últimos que tengo guardados en el buzón de entrada. - El intentar verlo fue algo frustrante. - Joder... ¿Otra vez ha dejado de iluminarse la pantalla? - Era increible ver cómo habían avanzado ciertas cosas como el transporte, y otras como los teléfonos no habían cambiado lo suficiente como para solucionar esos estúpidos errores.

Mi pedido llegó - Gracias amigo. Quiero que sepas que ésta es la última vez que vengo a este bar. - El barman se lo tomaba a broma. Siempre le decía lo mismo, aunque yo siempre hablaba en serio.
Tras dar el primer sorbo a la copa mi teléfono decidió darme la primera alegría del día y volvió a iluminarse.

"Némesis es el código secreto que debéis darle al barman para que os deje reuniros con Shadow."

¿Qué demonios significaba? - Oye... - Hablaba al barman, que no se había alejado demasiado. - ¿Estáis promocionando una nueva bebida? ¿Qué es ese "Némesis"? -

El barman mira a Chris cuando este pregunta por Némesis.

-Si Némesis fuese una bebida... estaríamos todos zombies. Acompáñame... Clare!! quedarte a servir en la barra!

El hombre te pide que le sigas hasta la parte trasera del bar donde hay unas escaleras que bajan al sótano...

-Baja ahí y espera.

El tipo se va sin darte tiempo a replicar.

Entró al local, no lo conocía en absoluto, no era uno de esos sitios "chics" de los que ella frecuentaba. En esos instantes otro mensaje le llegó al móvil.

Se detuvo a leerlo y se dirigió hacia la barra para preguntar al barman sobre Némesis, pero con la suerte de que ya alguien había preguntado por él antes que ella, así se ahorraba el preguntarlo de nuevo.

Los siguió y cuando el tipo se fue, el otro parecía que iba a bajar hacia lo que sería el sótano del local, se acercó para preguntarle.

- Buscas a Shadow??

Ahora comenzaba todo a ser un poco raro. El barman parecía bastante interesado en que le siguiera. ¿Quién era yo para privarle de la ilusión? Cogí la copa que todavía no había pagado, y me llevó hasta una parte del bar que no conocía. - Oye.. soy hetero ¿de acuerdo? No me va esa moda de ser liberal y probar cosas nuevas. - Lo único que obtuve como respuesta fue un "Baja ahí y espera".

El lugar no era nada acogedor, y el primer pensamiento fue dar media vuelta, pagar mi bebida y largarme del local. Entonces sonó una voz tras de mí que me preguntaba si buscaba a Shadow. No le había dado demasiada importancia cuando lo había leido por primera vez, pero al volver a sacar el móvil y releer el mensaje decía que diera una clave para reunirme con alguien que se hacía llamar así.

- Sí, parece que busco a Shadow - Giré la cabeza lo suficiente como para mirar de reojo de quién era esa voz. No había mucha luz, pero se distinguía claramente que se trataba de una chica, atractiva, poco más joven que yo. Me aparté a un lado cediendo el paso. - ¿Las damas primero? - Para ser sinceros, era más un acto de precaución ante lo desconocido disfrazado de manera torpe en una cortesía.

Dick esperó a que el camarero terminara. Allí no le gustaba estar y más de la mano de una adolescente que tenía en busca su bonito culo ruso por los italianos, que eran los más brutales y tenían ojos en todas partes.

El mercenario se pasó la mano por la nariz y miró a su alrededor.

Un chupito de Wiskey se deslizó por la barra, directo a su dueño, cuando Dick interpuso la mano y se lo bebió de un trago. El tipo, algo enfadado, se puso en pie, pero la mirada de Dick que decía alto y claro "tengo un mal dia y soy peligroso, asi que no rechistes o te pego un tiro" le hizo replantearselo y volvió a sentarse.

-Será mejor que nos sentemos en algun lado, a ver si me pueden prestar algun auto.

Le dijo a la chica rubia. Esa noche, el mercenario no estaba de buen humor y lo dejaba claro. Un borracho acaparaba una mesa de cuatro personas, dormitaba apoyado en la mesa redonda. La bota paramilitar de Dick invitó a dejar sitio a ambos, pegándole una buena patada para tirarlo de la silla. Dick suspiró, torciendo la boca, y se sentó donde estaba el borracho. Dejó su pistola del 45 sobre la mesa, a mano. No era raro ver gente armada en el local, de hecho, no era raro que se dispararan dentro, así que el gesto de Dick no llamó demasiado la atención.

-Dick... - se sienta al lado de Dick que está mas que cabreado... - aquel tipo de allí - señala a Chris - acaba de mencionar a Shadow... quizá... deberíamos ir...

Todo esto lo dice susurrando, procurando no cabrear aun mas a Dick.

-¡Para que coño...!

Alzó la voz Dick, cerró los ojos y se tranquilizó.

-¿para que queremos ver a Shadow? lo que necesitamos es volver a casa.

Dijo con la voz mas suave pero como si se controlara.

-En este barrio hay chinos e italianos ¿sabes como se las gastan esos tipos? Si shadow tiene un coche y me lo quiere dar por mi perfecto, pero si no...es perder el tiempo

-Pero... el mensaje decía que si queríamos luchar contra los fanáticos esos, que hablásemos con el... quieres que le pase lo mismo que a mi a otras chicas?

Se acerca cada vez más a él mientras habla... 

-Por que no escuchamos solamente lo que tiene que decir, vale¿?

Intenta convencerlo...

El hombre parecía no estar seguro de a quien iba a ver, porque estuvo mirando su móvil, no recordaba el nombre.

La invita a pasar primero, seguro que para evitarse sustos y lo que pasara, le pasara a ella. Pasó por su lado para adelantarle y le mira directamente, dandole un gracias cuando baja por las escaleras hasta donde dijo el barman que debían esperar.

Lleva la mano al bolso, para tener bien sujeto de nuevo el spray por si alguno se atreve a acercarse con malas intenciones a ella.

Incliné la cabeza con una medio sonrisa, tal y como lo hice con el barman anteriormente. - De nada, encanto. -
La chica apenas había avanzado un metro cuando comencé a seguirla. Bajar por aquellas escaleras provocaba una sensación que no sabía nombrar... era como curiosidad por ver quién o qué era Shadow, y por qué teníamos una mensaje en el teléfono que nos llevaba hasta él, pero a la vez bastante inseguridad por no saber dónde nos estábamos metiendo. Esto último, visto lo visto, no sólo lo sentía yo. La chica llevó la mano a su bolso y parecía sujetar algo. ¿Sería un arma?.

- Por cierto, mi nombre es Christopher. Pero prefiero que la gente me llame Chris. Suena más cercano - Fue un intento de romper el hielo y de aliviar un poco la tensión que, al menos yo, sentía. - ¿Sabes algo de ese Shadow, de Némesis, y de qué es lo que está pasando aquí? -

Llegó abajo del todo que es donde les dijeron que debian esperar. Miraba a su alrededor para saber que había cuando el hombre empezó a hablar con ella.

- Yo soy Faye.

Se apoya en la pared y le mira.

- No tengo ni idea, ni tampoco como he tenido el valor de venir aquí sin saber quien es el tipo ese. Solo sé que es para evitar que el loco de la tele llegue al poder. He dejado a una niña en el hospital despues de que los cabrones de sus seguidores se aprovecharan de ella. Sé que hay montones de ellos sueltos a diario..pero si es lo que nos espera.. no quiero verlo.

Entra en el club como si eso fuera su casa... bueno, es que durante un periodo de su vida estuvo mas ahí que en su casa... y ya la conoce todo el mundo, salvo algunas nuevas caras que hay allí.

Pasa por el lado de un tipo duro acompañado por una joven que parece rusa... sí, le parece recordar la cara de esa chica... a penas un poco mas pequeña que ella... en alguna reunión de mafias, cuando aun vivía en la casa familiar de su madre... Además, es una de las que ha recibido el mensaje.

Se acerca al ex-runner.

-Cuanta gente ha preguntado por Némesis? - le pregunta susurrando, para que nadie la oiga.

-Dos personas... de momento... odio que me metas en estas cosas...- dice con su típico mal humor.

Cuando miró por primera vez el local al que pretendía conducirlo la señorita "Takaoka" (y un cuerno), casi sufre un ataque. No había caído en la cuenta de que el Andrómeda al que ella se había referido antes era uno de los locales más famosos por su corrupción. En realidad, no tenía ni idea sobre el ausnto, no trataba nunca esos temas, ni tenía la menor intención de hacerlo.

-No pretenderá que me meta ahí...-dijo despectivo, señalando el local con un dedo.

Al igual que antes ninguno quiso hacerle caso y se encaminaron al lugar. Por un instante Zilard pensó en huir utilizando su sistema de camuflage, pero enseguida recordó que antes tendría que pasar por el laboratorio o, al menos, por su casa para poder reajustarlo. Además, si aquella gente había ido allí era porque esa zona contaría con un índice criminal demasiado alto como para que las fuerzas fanatistas pudeiran expanderse con tanta facilidad como por el resto de la ciudad (aunque si pretendían abordar los laboratorios dudaba que alguno saliese con vida... aquél pensamiento lo reconfortaba y le hacía aflorar una maliciosa sonrisa). Por el momento sería apropiado seguir el juego a aquella gente. Por otro lado, tamibién estaba el desafortunado comentario de la chica. No quería creer que algo como aquello pudiera estar en su conocimiento, pero no podía dejar de tener una sensación muy descorazonadora. Algo le decía que tendría que obedecer si no quería ver media vida tirada a la basura...

Cuando entró en el local tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dar la vuelta de inmediato. Aquél era un lugar repleto de borrachos, gente armada (un tipo estaba colocando la suya sobre la mesa y un borracho dormía en el suelo, prácticamente a sus pies), música escandalosa y un aire viciado por el humo y el calor.

-Asqueroso...-mascullo asqueado el científico.

Miró a su alrededor, pero no encontró ni al "padrazo" ni a la chica insidiosa. Anngustiado, suspiró y se dirigió hacia la barra para, por lo enos, ver si podía refrescarse la garganta. La carrera por su vida de antes le había dejado sediento.

-Disculpe, podría...-le decía al camarero cuando, de súbito, su petición se vio interrumpida por una particular melodía (maravillosa en un antro como aquél). Esta procedía del interior de su maletín, que seguía fuertemente aferrado en su mano. Era la música que correspondía a su portatil. Desde hacía bastantes años se les había incluído esa particularidad para el caso de recibir mensajes urgentes.

Dejando a un lado la intención de tomar algo, sacó el portátil, lo colocó sobre la barra y lo abrió. En la pantalla un sobre se desplazaba de un extremo a otro. Cuando presionó un botón, este se detuvo en el centro y se abrió en una ventana que mostraba el correo. Este decía:

"Némesis es el código secreto que debéis darle al barman para que os deje reuniros con Shadow."

-Esto se está poniendo cada vez más raro...-murmuró molesto Víctor.

Normalmente no habría siquiera dedicado la menor atención a una cosa tan absurda, sacada de alguna mala historia de detectives, pero dada la situación aquél no era un día demasiado normal, que dijeramos. Además... le picaba la curiosidad.
El científico miró de nuevo al camarero, quien esperaba con gesto desagradable frente a él, aparentemente, esperando todavía su pedido.

-... Némesis-casi le susurró Zilard-¿qué puede decirme al respecto?

Chris se cruzó de brazos y comenzó a dar vueltas por aquella sala a paso muy lento. Hasta donde podía recordar, siempre había tenido esa costumbre cuando se trataba de esperar.
Escuchó atentamente y con la mirada clavada en el suelo todas y cada una de las palabras de la mujer acerca de esos tipos que habían aparecido de manera tan repentina en la ciudad.

- No han tenido una buena acogida y creo que no les ha sentado demasiado bien. Además, esa aparición estelar por todas las pantallas de la ciudad, como si se tratase del juguete estrella de Navidad o un nuevo producto de Coca Cola... - Se encongió de hombros - Igual no era la mejor manera. ¿Dónde han quedado esos viejos predicadores que iban puerta por puerta anunciando el fin del mundo? -

El humor de Chris tenía fama de ser bastante... exclusivo, por llamarlo de alguna forma. - El caso es que me han cerrado el negocio por ser una posible fuente de ayuda a no sé qué rebelión. Y si nuestro amigo Shadow puede ponerme en contacto con el jefecillo de los fanáticos, si es que se llaman así, entonces perfecto. -

El barman mira de mala manera a Zilard y le dice que le siga... 

Como antes lleva a Zilard al pie de una escalera que baja hasta el sotano.

-Baja ahí y espera con los otros.

El barman se aleja y vuelva a conversar con Ravenna.

Dick pareció pensarse lo que dijo Irina, tal vez tenía razón. De todos modos, si fallaba algo podría robar algun coche ha algunos de esos pringados y si salía bien..bueno, quiza pudieran prestarle el coche sin necesidad de robarlo.

-Esta bien.

Acaba diciendo. Coge la pistola y la mete en la cartuchera que tiene en el chaleco antibalas, que no se molesta en esconder.

Dick ojeó al grupo que preguntaba bastante por la zona, no había que ser muy listo para saber que pintaban poco o nada en aquel lugar peligroso y dudaba que las preguntas fueran para la carta de vinos, esperó a que ellos dieran el primer paso.

-Si es una trampa, se los cargarán a ellos primero.

Murmuró el mercenario.

Siguió al camarero sin mucho convencimiento. Empezaba a arrepentirse de haber entrado en aquél local. Tal vez, si se hubiera parado a revisar su dispositivo pudiera haber hecho algún pequeño arreglo... no, estaba descartado, aquella era una tecnología muy sofisticada y, por consiguiente, bastante frágil y compleja. Necesitaría material de trabajo en condiciones.
Cuando llegaron al hueco de aquellas escaleras y el tipo le indicó que bajara hacia la zona en sombras las alarmas internas de su cabeza se dispararon de inmediato. Allí abajo apenas se veía un poco de luz y algunas voces que conversaban, aunque se oían muy amortiguadas. No le hacía mucha gracia, la verdad. ¿Acaso pretendían encerrarlo allí?, ¿quién no decía que fueran miembros de los fanáticos y que pretendían capturarlo, o algo peor?, incluso podía tratarse de alguna mafia que pretendía extorsionarle... ¿por qué no?

-¿Habla en serio?-le dijo al camarero con tono enojado cuando le dio la espalda para irse-... no creerá que voy a meterme en ese agujero, ¿no?

Irina sonríe a Dick y lo sigue... sin duda todo el grupo que estaba preguntando por Shadow o Némesis ya ha bajado a lo que parece un sotado del local... todos menos uno... mira al tipo con pintas de cientifico.

-No va a bajar, señor? Si es así, deje paso a la gente... está ocupando el camino... -sonríe.

Coge a Dick de la mano y comienza a bajar las escaleras para que éste no se arrepienta de haberle hecho caso... al final de la escalera se pueden oír voces...