Partida Rol por web

Parece que coser se le da mejor que extraer balas. La herida se cierra con el hilo. Parece que la hemorragia se ha detenido... aunque se si mueve mucho seguramente se abrirá la herida...

-Tranquila, lo has hecho fenomenal.... Gracias, de verdad...- La digo con ternura y una mueca de dolor... Miro la herida cosida y la sonrio.

-Mola.- Me rio intentando sacarla una sonrisa, por lo menos.

Sonrie levemente al ver que lo hizo bien.. se pasa la mano por la cara, estaba a punto ponerse a llorar, ella no valía para esas cosas, le podían. Se mancha la cara de sangre y suspira.

- Me alegro que saliera bien.. voy..voy a lavarme..

Recogió las cosas como pudo y buscó un baño.

- Donde está el baño??

Aún sigue temblorosa, hasta que no se desahogue no se le pasará.

-Oye, estás bien?- La pregunto yendo detras de ella, me siento en deuda despues de lo que ha hecho. -Vamos, busquemos el baño, no me vendria mal refrescarme la cara a mi tambien.....- La comento cogiendola de la mano y yendo al baño que conozco en el Pub.

Con un leve resoplido toma en sus brazos a la joven rubia. No es que pesase demasiado, pero para un hombre de cienca como él los esfuerzos no le resultaban para nada agradables. La levantó como pudo, tomándola por las piernas y los hombros, y se encaminó con pasos algo más lentos (no demasiado) de la cuenta hacia las escaleras que ascendían. Antes de llegar al primer peldaño, se giró y miró penetrante a la jovencita asiática
-Necesito que me lleve al recinto residencial anexo a la zona portuaria de la ciudad, yo le guiaré...-dijo al mercenairo, que ya ascendía por las escaleras.

-Usted primero, por favor...-invitó, haciéndose a un lado para dejarle paso a las escaleras. Sonrió a la muchacha, una sonrisa bastante amistosa que, sin duda, ocultaba mucho más tras de sí.
 

Por el momento iba a poder salir de allí, que ya era algo, y con la ayuda de la muchacha y el mercenario podría completar su sueño largamente esperado... al parecer aquél no iba a ser un día tan malo, después de todo.

Se deja llevar por Jackie y al pasar por delante del grupo que se marcha, mantiene la cabeza baja, mirando al suelo, para ella no era una situación nada cómoda..

El chico puede notar que tiembla al cogerle la mano. Una vez han llegado a los baños, suelta su mano y se detiene en la puerta de las chicas.

- Paso aquí.. no tardaré mucho

Empuja la puerta con la espalda y pasa dentro, lo primero que hace es ver su imagen reflejada en el espejo y ver lo desatrosa que está. Se lava la cara y se quita la camiseta de tirantes que lleva para limpiarse la cara, nunca encuentras papel en un baño. Mientras se limpia la sangre, una lágrima le dejaba una marca negra por la mejilla, ha sido una situación muy estresante para ella... Había hecho cosas duras, pero todo cambia cuando demuestras lo torpe que eres haciendo algo y que encima hiciera daño. Suspira e intenta calmarse respirando hondo, no puede dejar que la vean tan nerviosa, a parte.. le había curado y el chico estaba bien, no entendía esa reacción.

-Ok, te esperaré aqui fuera.- Una vez que la chica entra, yo entro en el de al lado, en el de tios, y me lavo la cara, pendiente de oir la puerta de al lado por si sale ella....

Termino, y veo que aún no ha salido, asi que me lio un cigarro apoyado en la pared, enfrente del baño de las chicas...

Al cabo de un rato, una vez que estuvo decente, aunque se habia dejado el bolso en aquella sala y no se podía retocar el maquillaje que llevaba, sale del baño y se encuentra a Jackie. Sonrie ya más tranquila.

- Ya estoy, gracias por acompañarme..

-De nada.- Digo con una sonrisa. -Qué te ha pasado? Espero que no haya sido por mi culpa....- Pregunto entrecerrando los ojos preocupado.

Me reincorporo y me preparo para volver con los demas, ofreciendo la mano a Faye.

-No creo que podamos ir muy lejos con el coche... aquella zona estará más vigilada para evitar que nadie escape.

Mira a Zilard para que entienda que el va en medio y que no le quitará el ojo de encima. Y si Zilard es listo se andará con ojo de hacerlo ya que antes ya ha demostrado el caracter que gasta.

-Lo mejor seria dejar el coche a una distancia prudencial, con la chica dentro, e ir a por lo necesario de forma mas sigilosa.

La mira con el gesto torcido en una expresión algo desconcertada cuando ella lo escudriña con sus ojos. Aquella mirada le decía que no lo dejaría respirar ni un solo momento. Se giró de nuevo hacia delante, con la joven rubia en razos y el ceño fruncido. Poco a poco comenzó a ascender la escalera.

-Me parece bien siempre y cuando nos evitemos problemas con esos lunáticos...

- Oh.. nada nada.. que sufro de asma y tenía que tomar mi medicación..- eso es mentira, pero no iba a decirle que se puso tan mal por ayudarle, sonrie, ya se la ve más tranquila y más como siempre.

- Volvamos - dice al chico, coge nuevamente su mano para que la guie, no conoce el local y la verdad es que no tiene ni idea de por donde han venido..

Faye y Jackie se encuentran al grupo subiendo las escaleras que llevan al local. Parece que han comenzado a moverse ya para poner en marcha el plan para averiguar que esta pasando en realidad y luchar contra los rebeldes... o al menos ese es el objetivo de uno de los 3, sin contar a la chica desmayada.

En el local comienza a cantar la chica del escenario con un pequeño coro y la banda.

Se detiene al ver que suben todos y suelta la mano de Jackie.

- A donde vais?? - pregunta mirandolos a todos.

Codeo a Faye y cogiendola de nuevo la mano voy tras ellos hasta ponernos a su altura.... Una mueca de dolor cruza un momento mi cara cuando tiro de la chica...

-Hey, al final a dónde vamos ahora?- Pregunto a Ravenna.

Dick asiente a su nuevo paquete y mira al resto, niega con la cabeza. Marionetas. Todos eran marionetas. Nadie tenía los arrestos necesarios para hacer lo que querían, siempre dejándose llevar por la oriental y por lo que decían, al menos, Zilard tomó una decisión.

El guardaespaldas salió primero, con la pistola empuñada en la mano. Imponía ver salir de aquel cuarto de puerta destrozada, a un mastodonte con tanta determinación como él. No se paró a nada, siquiera. Solo mirando a su alrededor, haciendo su trabajo, lo que mejor sabía hacer, por cierto.

Dick salió del local y se acercó al coche al que pertenecían las llaves. Abrió la puerta de atrás para que se sentara la rubia y su nuevo paquete.

-Usted a la izquiera, delante del asiento del copiloto, a la rubia apóyela en el asiento, que su cara quede detrás del asiento del conductor.

Explicó, según sus prodecimientos. Esperó cubriendo en la puerta a su jefe.

-Vosotros no vais a ningún sitio. Tu estás herido y ella no creo que pueda infiltrarse en un lugar lleno de esos tipos. 

Mira a Jackie y le entrega un portátil.

-Busca toda la información sobre planos e interiores de los edificios más importantes de la ciudad... si han retransmitido un vídeo desde dentro de esta ciudad, seguramente tienen que haber un rastro en la red. Usa este ordenador y no toque el mio, si lo tocas liberarás un virus imparable que borrará toda la información almacenada... queda claro?

Después mira a Faye.

-Quiero que aprendas a manejar armas y a moverte por un territorio hostil. Acompaña a D, el chico con gorro verde que pone "Papá". Él puede enseñarte todo lo que necesitas.

Después sigue a Dick y al doctor con la chica. Abre la puerta delantera y se sienta en el asiento del copiloto.

Sigue al mercenario al exterior, atravesando el tugurio que servía como tapadera a esa especie de base secreta. Al igual que su nuevo socio procuró no mirar a ningún lado que no fuera a la espalda de este, pues no solo quería comenzar cuanto antes con su pequeño proyecto sino que además detestaba aquél lugar.

Ya en la calle, siguió al tipo hacia su coche, un vehículo terrestre de cuatro ruedas (no esperaba más de alguien así) y dejó a la muchacha sentada tras el asiento del conductor como le había indicado, poniendose tras la chica asiática. En un comienzo iba a ocupar el asiento del copiloto, pero la muchacha se le adelantó, despertando una nueva mueca de disgusto (unque breve) antes de ocupar su asiento.

-Por cierto... no creo recordar su nombre, discúlpeme si es así... yo soy Zilard Aeergues-saludó con gentileza pero sin mucho calor en su voz-comenzaré a darle indicaciones tan pronto como nos aproximemos a la zona portuaria de la ciudad...

-Esta bien, lo haré. Cómo os localizo luego?- Pregunto mientras cojo el portatil y lo miro cotejandolo... Veo que Ravenna avanza sin contestarme, y la sigo hasta el coche...

-Ejem... Que cómo os localizo cuando encuentre la información?...- Pregunto de nuevo mirandola con una ceja levantada.