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Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

Anima Beyond Fantasy: Arco 3

Hasta ahora...

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08/02/2017, 15:03
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Cosmología y cuerpos celestes

En un principio la teoría de que Gaia no era el centro del universo no fue aceptada en ningún lado, pero años más tarde investigadores de Ilmora lograron probarla irrefutablemente, consiguiendo que el Imperio la reconociera de manera oficial. Por supuesto hay culturas que piensan que eso es una falacia sin sentido, e incluso imnumerables campesinos jamás han oído hablar de ella. Para toda esa gente, Gaïa sigue siendo el centro del universo y todo lo que existe gira a su alrededor.

Con excepción del Sol, el cuerpo celeste de mayor relevancia para los habitantes de Gaïa es la Luna. Se sabe que antiguamente era llamada Selene y se le consideraba una deidad que vigilaba a los hombres desde el cielo. Recientes estudios han demostrado que es un planetoide menor que gira en órbita continua alrededor del nuestro.

 

Una representación artística de Selene. Es frecuente encontrar retratos semejantes por toda Gaia.

Calendario

Antiguamente se conocía que el paso del tiempo era muy distinto para cada cultura, existiendo imnumerables cantidades de calendarios y almanaques. Pero en algún punto no concreto de la historia se unificaron formando así el Calendario de Aveh, usado desde entonces hasta hoy día. El nombre proviene de su descubridor, un inventor y arqueólogo que encontró restos del método desarrollado hace miles de años.

La estructura está separada en doce meses que suman trescientos sesenta y cinco días, el tiempo que tarda Gaia en dar la vuelta alrededor del Sol. Cada mes dura un número diferente de días, comprendido entre 28 y 31. También hay cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno.

Sin embargo cabe mencionar que cada región de Gaïa tiene predispuesta una fecha completamente distinta a la que usa el Sacro Santo Imperio de Abel, y por tanto parte de toda Gaïa. La Alianza Azur comenzó a usar un nuevo calendario desde que se separó del Imperio hace un año, partiendo de cero desde dicha fecha. Por lo tanto la Alianza Azur está en el año 1. 

Calendarios en Gaia

Calendario de Aveh (Sacro Santo Imperio) 989
Nuevo Calendario (Alianza Azur) 1
Era de la Iluminación (Tierras de Al-Enneth) 3.683
Calendario del Sol y la Luna (Kuon Teikoku) 2.173
Años de Haufmarsormen (Yermos Gélidos) 1.492
Era de Sombras (Imperio Elcio) 1.227

Los viajes

Método de transporte

Distancia en una hora

Distancia en un día

A pie 5 Km/h 60 Km/d
A caballo 15 Km/h 180 Km/d
En carro 10 Km/h 120 Km/d
En barco 20 Km/h 240 Km/d
En dirigible 100 Km/h 1200 Km/d
 
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08/02/2017, 15:06
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Arco I

Todos los personajes acabaron reuniéndose en torno a un orfanato en una pequeña aldea de Remo llamada Harma. Cada uno llegó allí por diversos motivos explicados a continuación:

  • Maximilian: Antiguo soldado imperial que decidió retirarse. Johann Von Strauss, que cambió su nombre a Maximilian Rosembaum, acabó trabajando en el orfanato para el alcalde de la aldea, Ortwin Faerber. Tratando de alejarse de todo, olvidarse de su pasado.
  • Kay: En una implacable persecución de su hermano, que había robado la reliquia familiar de los Schönborn, Kay Brien acabó en el orfanato por diversas pistas que había reunido. Al parecer su hermano había sido visto por la sureña región.
  • Sif: Sif Dorion, un neonato de la Hermandad del Crepúsculo, una división independiente de la Inquisición, viajó hasta Remo siguiendo la pista de un demonio llamado Balefar, que al parecer estaba interesado en la reliquia Schönborn. Como sucedió con Kay Brien, una serie de pistas reunidas le hicieron sospechar que la reliquia podría haber estado en la zona.
  • Iago: No fue solo Zeroth, el hermano de Kay Brien, y la reliquia las únicas personas que al parecer visitaron la región sureña. Algunos hombres del importante Duque Zachary Falken reconocieron esa zona de Remo y por ello Iago Krisus viajó al sur, buscando venganza por el asesinato de su padre.

Alrededor de una mesa, todos explicaron vagamente el motivo por el cual estaban allí, mientras Ortwin y Maximilian escuchaban atentamente. Efectivamente un hombre que coincidía con la descripción de Zeroth estuvo poco tiempo en el lugar, e inmediatamente después llegó un séquito del Duque Falken. Efectivamente todos preguntaron al alcalde sobre un cachivache antiguo de forma esférica, la reliquia Schönborn.

Durante la conversación, Iago Krisus nombró a algunos de los agentes de Falken con una descripción. Entre ellos se encontraba Dmitriy Kozlov, un experto guerrero donde su seña más característica era su parche. A ese hombre nadie lo conocía, sin embargo al describir a una mujer anónima, ésta coincidía casi a la perfección con el antiguo y fallecido amor de Maximilian Rosembaum.

Tras hablar largo y tendido de diversas cuestiones, una serie de hombres entraron en el orfanato por la fuerza. Estaban encabezados por el recién nombrado Dmitriy Kozlov. Hubo una discusión y Ortwin salió ligeramente herido. Tras eso un combate rápido y sangriento ante la docena de niños del orfanato. Aunque vencieron, Kozlov pudo huir antes de que lo capturasen.

Por diversos motivos, y teniendo en cuenta que algunos de ellos tenían objetivos en común, decidieron unirse para seguir la única pista que tenían hasta ahora, Dmitriy Kozlov. Maximilian Rosembaum sintió que casi resulta herido alguno de los niños que protege, pero por encima de eso, se unió para descubrir si realmente Esseren había muerto o no.

Antes de partir todos juntos, conocieron a una hechicera llamada Adelaïde Deville, que fue acusada públicamente de herejía por unos ignorantes al curarle la rodilla a un joven. Tras lograr sacarla del lío dirigieron sus pasos hacia el norte, campo a través hasta llegar a Uzure. Fueron 12 días de pesado viaje, pero las pistas decían que Dmitriy seguía ese camino.

En Uzure, Iago Krisus usó sus contactos para poder colarse en un mercado ilegal con tan mala suerte que la gobernadora realizó una redada. Todos acabaron finalmente en prisión. Durante su estancia allí, por algún motivo sacaron a Kay Brien de su prisión para llevarlo ante la gobernadora. Allí conoció al demonio Balefar, aunque bajo un nombre falso y haciéndose pasar por un noble togarense. Le propuso un trato: le entregaba a Sif y los demás podrían marcharse, pero Kay Brien se negó en rotundo a traicionar a Sif. Finalmente fue devuelto a su prisión.

Ahora solo quedaba escapar, y tras varios intentos lograron hacerlo. Se escabulleron hasta un pozo que Kay había visto desde la ventana durante la reunión anterior, pero Balefar apareció desvelando quien era a todo el mundo, convocando así unos esqueletos reanimados. No solo fue el hecho de encontrar esqueletos moviéndose lo que chocó las creencias de la mayoría del grupo, fue también que Adelaïde demostró tener control sobre el viento usando artimañas sobrenaturales. Finalmente pudieron vencer y saltaron al pozo, huyendo por su conducto.

De camino a Wilkend, un arquero se topó con el grupo. Se hacía llamar Neil Sullivan. Creyó ver en Maximilian a un importante asesino que perseguía con obsesión, pero se disculpó cuando se percató de que no era él. Maximilian lo reconoció al momento, era un viejo amigo que, al parecer, había sufrido mucho. Kay decidió reclutarle como mercenario a regañadientes del grupo, pero Neil aceptó.

Tras otros 8 días de viaje llegaron a Wilkend. Las pistas les llevaron hasta un viejo y enorme edificio donde Dmitriy Kozlov realizaba un encuentro con dos mujeres y unos pocos mercenarios. Adelaïde reconoció a una de las mujeres como su antigua mentora, que traicionó a sus compañeros. Maximilian reconoció a la otra mujer, encapuchada, como Esseren. Dentro del edificio hubo un conflicto que casi derruye aun más la debilitada estructura del edificio. Finalmente Dmitriy fue asesinado y Luciana (mentora de Adelaïde) y la presunta Esseren consiguen huir.

Lo único que quedaba era seguir las pistas del trío hasta Kaine, la capital de Togarini. De nuevo fueron 8 días de viaje hasta llegar a la capital de Kaine, donde Adelaïde sugirió al grupo visitar a sus compañeros. Éstos se hacían llamar la Orden de Magus y al parecer parecía ser algún tipo de organización oculta de personas dotadas en habilidades sobrenaturales. Allí pudieron ocultarse hasta que entre todos descubrieron donde se escondía Luciana Cacicia. El lugar era un pequeño edificio abandonado en posesión de la Orden de Yehudah, los rivales directos de Magus.

Asaltaron el lugar y encontraron a Luciana y Esseren custodiando unas páginas. Empezó un combate, y posteriormente una persecución por toda Kaine. Neil fue herido y desapareció en combate, mientras que Esseren logró huir y Luciana fue capturada. Por desgracia para el grupo, uno de los agentes de Magus que ayudaba al grupo era un infiltrado, y en la confusión robó las páginas que protegían.

Luciana fue entregada a la Orden de Magus y estos agradecieron el trabajo que habían hecho. De Luciana pudieron saber que Falken va a celebrar una fiesta en su hacienda privada en Aubrey, que aun mantiene incluso tras la ruptura del Imperio. A pesar de todo, Maximilian discutió con Wambua Rono, el líder de esa sección de Magus, y finalmente los personajes fueron expulsados. Adelaïde se quedaría allí para arreglar algunas cosas con su antigua mentora.

Sabiendo que Falken hará una fiesta en su hacienda, los personajes ponen rumbo al norte hasta Aubrey. Cuando llegan descubren que el lugar de la fiesta se encuentra en un pequeño bosque al oeste, a menos de un día de viaje. Planearon una infiltración aprovechando que se trataba de un festival de máscaras, y lograron colarse. Allí indagaron sobre quien podría ser quien, y descubrieron que no solo estaba Falken, también estaba Esseren custodiando la hacienda (y la primera prueba de que trabajaba para el duque) y el hermano de Kay Brien, Zeroth. Éste mantuvo una conversación con Kay donde le dijo que visitaría Alberia para investigar más sobre la reliquia y como usarla. Pero en el clímax de la conversación llegó Balefar invocando más seres oscuros que atacaron a todo el mundo. Uno de esos seres oscuros cercenó el brazo de Sif.

Finalmente, para tratar de poner punto y final al conflicto y poder huir, Zeroth sacó la reliquia y la alzó. De ella surgió un destello blanco y a continuación un galeón se precipitó sobre todos ellos desde los cielos nocturnos.

Una vez recuperados solo quedaba un destino al que ir: Alberia. Zeroth se dirigía allí con la reliquia, y es seguro que Falken iría tras él, y Balefar. Los personajes no podían ser menos y pusieron rumbo al norte, al país de las lluvias eternas.

Cuando llegaron descubrieron que Zeroth había encaminado sus pasos hacia una población abandonada llamada Desmont. Falken y Balefar también se dirigirían hacia allí. En Desmont existe una mansión de enormes proporciones que lleva abandonada un tiempo. Fue el lugar donde se desarrolló una serie de importantes acontecimientos. Primero una batalla contra Balefar que costó la vida de Awon Brien, uno de los hermanos de Kay que encontró de camino a Alberia. Posteriormente un enfrentamiento entre Maximilian y Esseren en el interior de la mansión, mientras que Kay se batía en duelo en el salón contra su hermano Zeroth.

Pero el punto y final lo puso un nuevo contendiente. Un hombre que apareció de repente frente a todos, arrebatándole la reliquia a Zeroth sin demasiado esfuerzo. Dicho hombre acusó a Zeroth de no saber usar la reliquia, la alzó y toda la mansión comenzó a vibrar fuertemente. Acto seguido el misterioso hombre desapareció. La mansión comenzó a derruirse y Maximilian tuvo que elegir entre salvarle la vida a Esseren o a Kay Brien. Tomó la decisión de salvar a Kay, aunque posteriormente encontró a Esseren inconsciente.

Cuando se recuperaron de la mansión solo quedaba un montón de escombros. Zeroth había desaparecido, Falken y Balefar también. Y la reliquia estaba en manos de un extraño hombre. Realizaron un funeral a Awon Brien y partieron a la ciudad más cercana para descansar y asimilar todo lo que había sucedido.

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08/02/2017, 15:11
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Arco II

El segundo arco empieza con la persecución indiscriminada de unos soldados profesionales a Iago Krisus. Tras ser emboscado al borde de un pequeño acantilado, hace acto de presencia Nero Aurelius Decimus y el capitán imperial Vencel Ackran. Cabe mencionar que los soldados no parecen imperiales, más bien privados. Tras una breve charla donde se presentan, los ballesteros de Aurelius abren fuego sobre Iago. Éste se deja caer por el precipicio en un vago intento de hacerse el muerto, y aunque le funciona, no puede evitar ser impactado por uno de los virotes.

A rastras llega hasta Karh, donde los personajes han pasado varios días reuniéndose. Cuando se encuentra con ellos en la posada les narra lo que ha sucedido y Maximilian reconoce al momento el nombre de Vencel Ackran, acusándolo de ser el presunto asesino de Esseren. De Nero Aurelius Decimus no hay más información.

Los personajes se cuentan los unos a los otros los viajes en solitario que han realizado tratando de poner en orden sus propios problemas y acto seguido piensan en cual será el siguiente paso. Durante casi un año, Zeroth no ha dado señales de vida. En los periódicos se puede leer como Zachary Falken parece haber vuelto a sus quehaceres como duque. Balefar no ha vuelto a aparecer por ningún lado y poco se sabe sobre el artefacto y el tipo que lo robó. Esseren sigue inconsciente en una clínica en la que Maximilian cubre los gastos como puede. Con todo el tiempo que ha pasado, éste comienza a pensar que su inconsciencia es totalmente producida o sobrenatural.

Tiene que pasar casi una semana hasta que un cuervo vuela hasta Sif con una nota. La Hermandad del Crepúsculo ha movido hilos y al parecer el artefacto ha vuelto a surgir al noreste de Kanon, en compañía de dos personas; una de ellas coincidiendo con la descripción del misterioso hombre que lo robó. El otro acompañante no se sabe quién es.

Los personajes no tienen más opciones donde elegir y finalmente deciden viajar a Kanon. Comienzan investigando el norte del principado sin éxito alguno, pero todo cambió cuando llegaron a Brudge, la capital. Tras varios días de investigación en la capital, encontraron a los dos portadores de la reliquia en unos viejos almacenes del puerto, donde todos los estibadores, carpinteros y tripulantes yacían muertos. Aunque los personajes intentaron arrebatarles el artefacto, el tipo que lo robó usó dicha reliquia para paralizarles momentáneamente. Sin duda sabía usar la reliquia y la usó para matar a todos aquellos inocentes. Acto seguido le ordenó a su compañero que acabase con el grupo de personajes, ayudándole una bestia sobrenatural convocada. Él simplemente desapareció.

Durante el combate apareció un anciano haciendo gala de sortilegios sobrenaturales. Se centró principalmente en el joven que acompañaba al ladrón de la reliquia y cuando el combate finalizó se presentó como Numinary Exelior, padre del joven al que trataba de detener; Quidel Exelior. Vencer a Quidel no fue difícil con todos centrándose en él, pero la bestia sobrenatural conllevó mucho más tiempo. Iago sufrió un duro golpe en su pecho que lo dejó entre la vida y la muerte.

Cuando al fin derrotaron a la bestia, pudieron relajarse, pero no por demasiado tiempo. Nero Aurelius Decimus y el capitán Vencel Ackran hicieron acto de presencia con sus soldados privados y fueron capturados. Durante su estancia en prisión antes de escapar, Numinary pudo hablar con Quidel, donde éste último reveló que su padre había asesinado a su madre jugando con fuerzas que no comprendía. Quidel estaba con el misterioso hombre por qué le prometió revivir a su madre con el artefacto si le ayudaba.

Posteriormente vino Vencel Ackran, quien tuvo una acalorada charla con Maximilian, donde se descubrió que, posteriormente, Maximilian recibía el nombre de Johann Von Strauss, el Asesino de Caliardo. En sus años como soldado imperial fue un desalmado verdugo que quitaba la vida a hombres, mujeres y niños por igual. La discusión se alargó largo y tendido, pero dando vueltas siempre sobre lo mismo. No pudiendo negar lo que había sido verdad, tanto por parte de Numinary como Maximilian.

Cuando Vencel se fue, Kay en un arrebato trató de provocar a los soldados custodios, y en parte funcionó. Lograron huir, pero ahora habían sido acusados de los asesinatos en el puerto, por lo que sus caras estaban en carteles de Se Busca por toda Brudge. Tuvo lugar una trepidante persecución por toda la ciudad, donde Iago perdió la vida al quedar atrapado bajo agua y Quidel aprovechó la confusión para escabullirse. Durante la huida pudieron espiar una conversación entre Nero Aurelius Decimus y su sirviente. Hablaban sobre la persona que representaba un gran peligro para Nero Aurelius Decimus, alguien encarcelado en la isla independiente de Alaxia. Alguien llamado Suvan Sarkar. Se quedaron con los datos y tras muchas dificultades lograron huir de la ciudad.

Durante la huida Numinary tuvo la visita del Rey Eco, el ser sobrenatural que le arrebató a su mujer. Éste esclareció que Numinary le pidió un deseo, y el Rey Eco se lo concedió, aunque de manera retorcida. Trataron de luchar contra él, pero se evaporó antes de que pudiesen tocarle.

Ahora el Sacro Santo Imperio comenzaría a buscarles y ellos debían ponerse a salvo. Huyeron hacia el oeste, acercándose cada vez más a la Alianza Azur. Fue una de las opciones, pero la peligrosidad de una guerra cercana no hacía fácil pasar de una nación a otra. También se habló de las tierras áridas de Kushistan, Estigia y Salazar. Pero no era una idea sensata sabiendo el racismo extendido que allí hay y la esclavitud. Finalmente, sin muchas opciones que elegir, decidieron embarcar en un barco independiente y viajar hasta Alaxia, en el Nuevo Continente, y ciudad independiente, por lo que nadie les buscaría.

El viaje hasta Alaxia llevó casi tres meses completos. Eludiendo patrullas, caminando a campo a través, superando diversos obstáculos y finalmente encontrando un capitán dispuesto a llevarles. Pero por suerte pudieron llegar sanos y salvos a Alaxia. En algunos aun pesaba la muerte de Iago. Además de las discusiones en el grupo por el pasado del anciano Numinary y el joven Maximilian. Todo eso se mezclaba con la tensión de ser perseguidos y estar confundidos sin saber que paso dar a continuación.

Así estuvieron varias semanas en Alaxia hasta que decidieron contactar con Suvan Sarkar, con la esperanza de que él pudiese ayudarles. Lo buscaron muy activamente por toda la ciudad, hasta que descubrieron que estaba prisionero por una aristócrata del lugar. Aunque trataron de negociar con ella para liberarle, la aristócrata se negó en rotundo. Así que decidieron robarle al prisionero. Trazaron un plan y una huida, y lo llevaron a cabo con algunas dificultades. Cuando lograron subir a bordo de un barco con Suvan Sarkar, tomaron rumbo al norte, Manterra, donde poder seguir escondidos.

Suvan Sarkar entonces les contó quien era Nero Aurelius Decimus. Se trataba de un poderoso heredero al trono de algún reino extinto en la historia. Cuando descubrió su legado se fascinó por ello y se obsesionó a un nivel que traicionó a todo el mundo, incluso a él, su hermano. El nombre original fue entonces Caelinus Caesar Decimus, usando Suvan Sarkar para pasar desapercibido ante las fuerzas de su hermano. Pero finalmente fue descubierto y encarcelado.

Según Suvan Sarkar, la mejor manera de acabar con Nero Aurelius Decimus era entregarlo al gobierno imperial. Ganando los personajes de esta manera la libertad, demostrando que son inocentes y no asesinaron a esos hombres en el puerto. Nero Aurelius Decimus tenía una mansión de enormes proporciones en Manterra, a los pies de la Cordillera de Arimanea. En su interior guardaba archivos, rituales y pergaminos sobrenaturales que ha usado a lo largo de su vida para diversos fines que le ayudasen a conseguir su objetivo. Además de documentos que explicaban que usaba al Imperio para su propio beneficio, y por lo tanto podría ser un posible traidor. Bastaría con entregarle esos archivos a alguna personalidad importante del Imperio para que ellos pusiesen fin a los sueños de Nero Aurelius Decimus. Había llegado demasiado lejos en su afán por conseguir su sueño. 

Mientras Suvan Sarkar se recuperaba de las heridas sufridas durante su rescate, el grupo se dirigió a la mansión a comenzar la infiltración. Sorprendentemente salió a pedir de boca (salvo por unos acontecimientos fortuitos con la Iglesia a las afueras de la misma), los personajes consiguieron todo tipo de acusaciones que ofrecer al Imperio, incluso de índole sobrenatural.

Con ellos en mano, todos, incluido Suvan Sarkar, pusieron rumbo en barco hasta Karh, Arlan, donde le entregarían los documentos al Consejo Comercial, supremos gobernantes de Arlan. Estos al principio no creyeron en las palabras de los personajes, así que fueron encarcelados de manera preventiva mientras investigaban los documentos. Al cabo de una semana fueron puestos en libertad con su inocencia declarada.

Nero Aurelius Decimus había sido derrotado, aunque no se pudo conocer su fin exacto. Mientras, Suvan Sarkar se retiró a algún punto desconocido de Arlan a vivir.  

Ahora los personajes se han vuelto a reunir después de unos meses separados, poniendo en orden sus ideas, en la misma posada. Aunque solucionaron el problema de Nero Aurelius Decimus, el poderoso artefacto sigue ahí fuera y el pasado de cada uno de ellos insta en perseguirles una y otra vez.

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08/02/2017, 15:14
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Arco III

Tras el paso del tiempo, los personajes lograron volverse a unir en la posada. No habían descubierto gran cosa desde la última vez que se separaron, pero una vez más se juntaron para seguir adelante. Toda la situación referente a la culpabilidad de los héroes se calmó poco a poco.

Reunidos, hablaron sobre qué hacer a continuación, y por desgracia no tenían mucha información o pistas sobre la que empezar. La tranquila conversación se volvió tensa, tanto que un cuchillo de mantequilla podía cortarla, con la llegada de un alto y corpulento hombre que se hacía llamar Alsan. No escondía sus ropajes de Inquisidor y sin sensiblería lanzó una batería de preguntas a los héroes. Éstos decidieron no responder, y si lo hacían era con una pregunta a Alsan. Finalmente decidieron hablar en la calle, en alguna plaza solitaria donde pudiesen nombrar aspectos delicados de la conversación sin miedo a oyentes indebidos.

Antes de reunirse en la plaza, Sif recibió a un cuervo con un mensaje de la Hermandad del Crepúsculo. Éstos, tras mucho investigar sobre el misterioso artefacto que todo el mundo quiere, llegaron a la conclusión de que el mejor lugar para encontrar alguna pista de valor era Ilmora. Allí se encontraban verdaderas fortalezas del saber, accesibles solo a algunos privilegiados.

Se reunieron con Alsan en una plaza de Karh, donde volvieron a hablar sobre lo mismo sin que Alsan dijese mucho sobre sus motivaciones. Finalmente, ante la presión, él mismo dijo que estaba interesado en el artefacto que seguían. Pero la verdad es que no dejó en claro cuál era su misión en ningún momento. Tras llegar a un extraño acuerdo, todos juntos partieron a Ilmora con la esperanza de encontrar algo de información relacionada con el artefacto de los Schönborn.

El grupo, montado en varios carromatos –y con Esseren aun inconsciente-, partieron de Karh rumbo a Ilmora. Semanas antes de llegar a las Montañas de Balthus, el convoy decidió hacer un alto en el camino para descansar los caballos, estirar las piernas y demás. Durante la noche apareció entre los arbustos un hombre malherido que balbuceaba las palabras demonio, bestia, ser, monstruo… Los personajes rápidamente fueron a investigar, haciendo que Maximilian y Alsan se quedasen junto al convoy.

Numinary, Kay y Sif avanzaron por el bosque hasta encontrar una vieja estructura procedente de la Guerra de Dios. Una torre imperial que había visto épocas mejores. Todos los restos y escombros del exterior parecían estar retorcidos, y la misma torre tenía un aspecto extraño, pero, sin más preámbulos, Kay y Sif decidieron entrar mientras Numinary investigaba por los alrededores.

Tras bajar al sótano, Kay y Sif pudieron ver a una extraña criatura de enorme tamaño arrastrarse por la oscuridad. Aunque intentaron huir en sigilo, la bestia finalmente les encontró y comenzó a perseguirles. Durante la huida por la torre, buscando el exterior, Sif sufrió alguno de los bizarros poderes de la bestia, haciéndole mucho más viejo de lo que era en realidad. Posteriormente, Numinary pudo revertir parte del hechizo gracias a sus propios poderes sobrenaturales.

Mientras tanto, Alsan corrió en busca de sus compañeros para ayudarles mientras Kay, Sif y Numinary huían a través del bosque a toda velocidad. Cuando los cuatro se encontraron, la situación no cambió demasiado. Empezaron a correr siendo perseguidos por el infame demonio. Usando sus extraños poderes, Alsan y Kay sufrieron una brutal rotura de huesos que dejó a Kay inconsciente con los dos hombros rotos y a Alsan muerto en el suelo. Sif no dudó en coger a Kay y salir huyendo del lugar, mientras Numinary lanzaba una esfera de llamas que hizo prender el bosque.

Tras eso corrieron hasta llegar al carromato donde les esperaba Maximilian.

En las Montañas de Balthus, ya en territorio del principado de Abel, el convoy volvió a detenerse junto a una aldea muy hospitalaria. Allí descansaron y trataron de recuperar las heridas de Kay gracias a los dones sobrenaturales de Numinary. Fue también el lugar donde el grupo recogió a otro desconocido, uno que poseía poderes psíquicos. Su nombre era Silas. Hubo otra discusión, pues Silas trató de amistarse con los héroes de manera forzosa y el hecho de tener poderes psíquicos no ayudaba. Finalmente, el hombre fue en el carromato junto a todos los demás.

Durante el viaje, también tenso debido a la presencia de Silas, Numinary recibió un virote que se le encajó en los riñones. Con un fuerte alarido cayó al suelo inconsciente sobre Esseren. Otros virotes destrozaron la tela del carromato impactando a diestro y siniestro sobre todo el carro. Los héroes salieron rápidamente del interior mientras buscaban al atacante, hasta que Silas, usando sus poderes psíquicos, anunció que se trataba de un solo atacante.

Apostado sobre una pendiente y a cubierto tras unas rocas, el asaltante encapuchado abría fuego al carromato de los héroes con una ballesta de repetición. Los héroes pudieron acercarse a él con muchas dificultades y encararse en un combate. Silas pudo, de primera mano, escuchar las palabras del atacante de que no iba contra él. Debía apartarse si no quería sufrir el mismo destino. Silas ignoró la advertencia y le atacó. Comprobó que era un espadachín excepcional y con esfuerzo pudo arrojarlo pendiente abajo. Éste aprovechó la caída y huyó del combate. Los héroes decidieron perseguirle.