Partida Rol por web

Anima Beyond Fantasy : Futuro Incierto

Cap 0 (R&R) - Deimos - Posada

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04/10/2017, 02:00
Rise

Las calles en el barrio pobre de la ciudad eran estrechas y algo sucias, se notaba que los edificios estaban construidos lo más apiñados posible e incluso se podían ver ciertas zonas donde los hogares llegaban a los dos pisos, probablemente por falta de espacio a lo ancho esa zona de la ciudad estaba creciendo a lo alto con lo poco que tenían. La posada era un edificio viejo de dos plantas, que sostenía sobre su puerta principal un enorme letrero que con grandes letras anunciaba su nombre -Samine-. Era un lugar cálido gracias al fuego de la enorme chimenea que chispeaba en el interior, además de que no era un lugar especialmente grande pues solo contaba con cuatro mesas redondas lo suficientemente grandes como para albergar cinco comensales en cada una a lo sumo. La barra estaba hecha con barriles de cerveza vacíos y un pesado tablón de madera sobre los mismos, era suficiente para los que iban allí pues tampoco pedían demasiado lujo ya que solo iban a beber y se iban los que se sentaban en los taburetes de la barra. Tras la mencionada quedaba un pasillo con una apertura tapada por una cortina tupida que llevaba directamente a la cocina, una muy simple y pequeña, con un almacén justo para la comida y todo lo necesario para que funcionase bien.

Al lado de la puerta de entrada se encontraban las escaleras que subían al segundo piso, al ser un lugar tan pequeño se notaba que las habitaciones también lo eran, además solo tenía cuatro habitaciones disponibles pues la quinta, la más alejada de todas era el hogar de Rise. 

Notas de juego

Para que te des una idea de como es por fuera la posada:

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04/10/2017, 12:29
Rue

Es la primera vez que estoy en una ciudad tan grande (de hecho, es la primera vez que estoy en una ciudad), y creo que se me nota en la forma en que me pego al costado de Johann. Cuánta más gente haya mejor para evitar que alguien se fije en nosotros, me repito cada vez que siento una punzada de dolor en la sien.

Miro otra vez a Johann, que me sonríe para que sepa que todo va bien mientras esquiva un charco en el medio de la calle. Aparte de en que ambos somos altos y rubios, no nos parecemos en nada, él dice (con bastante orgullo, ahora que por fin me lo puede decir) que mis ojos y mi constitución vienen de parte de mamá, y que la cosa no hará más que mejorar ahora que estoy creciendo...yo no me lo creo.

Al final nuestros pasos nos llevan a una posada que parece bastante vieja, con un letrero que pone "Samine". Johann me pone la mano en la espalda, en una caricia muy leve, y sonríe.- Bueno, va a ser la primera vez que lo hagas tú, así que ya sabes, no va a pasar nada malo.-

Asiento con la cabeza, trago saliva, respiro hondo dos veces y entro por la puerta que él acaba de abrir para mí. Casi suelto un gemido al notar el calor de la enorme chimenea, pero procuré ignorar el súbito cese en las conversaciones de los escasos parroquianos mientras avanzaba hacia la barra y esperaba, con una sonrisa un poco temblorosa, a que me atendiera la guapa y ocupada señorita que parecía regentar el establecimiento.

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04/10/2017, 13:33
Rise

En la barra se encontraba Rise sirviendo una cerveza de baja calidad cuando escuchó el leve tintineo del móvil con maderas y metales que había colgado sobre la puerta para que avisase con suavidad de los que entraban a la posada, tenía una gran utilidad cuando se encontraba en la cocina pues le habían enseñado a atender enseguida mínimo con unas palabras antes que hacerles esperar. Tras dejar la cerveza frente a su comensal se disculpó un momento y caminó parándose frente a la chiquilla y lo que parecería su padre aunque no estaba muy segura de ello.

-Buenas tardes, bienvenidos a Samine, ¿están de paso o van a quedarse a descansar? Pueden tomar asiento en una de las mesas e iré a atenderles enseguida.

Con una leve inclinación de cabeza y un gesto de la mano les invitó a sentarse en una de las mesas vacías y con una sonrisa se disculpó para cobrarle la cerveza al hombre de la barra tras lo cual volvió al lado de los nuevos comensales para tomarles la comanda.

-¿Que van a tomar?

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04/10/2017, 13:51
Rue

Lo primero que ha hecho Johann cuando la señorita nos dijo que nos sentáramos fue quitarse los guantes y posar ambas manos sobre la maltratada madera de la mesa, ahí fue cuando me quedé callada, esperando su reacción. Me alegré cuando la sonrisa iluminó su cara.- Todo tuyo.-

Ella volvió para tomarnos el pedido, y respiré hondo.- Buenas tardes, nos gustaría un plato de la comida que haya preparado para hoy, agua caliente para mí, un té para él y...¿Tiene habitaciones libres?.

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04/10/2017, 14:05
Rise

Sus ojos se iluminaron al escuchar que deseaban quedarse una habitación, se notaba realmente que aquel lugar a pesar de ser bastante pobre estaba cuidado con mucho cariño pero no tenía pinta de alojar a mucha gente, eran más los ciudadanos del barrio pobre que iban de paso a beber más que extranjeros a quedarse, quizá por eso era más bien austero y no tenía realmente lujos por ningún lado.

-Claro, ¿Que habitación querrían? Tengo una que cuenta con unas literas y otra con dos camas pero esta es una habitación más estrecha que la anterior, el resto de habitaciones no cubrirían las necesidades de dos personas que no sean pareja me temo. Les recomiendo las dos camas pues si no tienen mucho equipaje es ideal, aunque si no tienen espacio suficiente podría mirar de guardarles los objetos personales en otra habitación. Si me disculpan, ahora les traeré la comida y las bebidas.

La emoción en su voz, no se podía negar que hacía tiempo que no sentía tal cosa pues los únicos que ocupaban las camas eran niños sin hogar que no le podían pagar. Esperó la respuesta sobre las camas y tras eso se dispuso a marchar para prepararles un plato del menú del día, ya lo tenía hecho de hacía una hora pero era fácil encender el fuego y calentar la comida, así todo llegaría a la par pues aprovecharía para hacer hervir el agua que le habían pedido. 
 

Tardó algo más de diez minutos en volver con una enorme cazuela de barro que ocupaba un cuarto de la mesa, lo cierto es que con hambre no se iban a quedar y eso se notaba solo con verlo, un enorme cocido se encontraba ante ellos y quizá no sería el que tuviese más ingredientes, pero era suficiente para llenarse el estómago. Tras el segundo viaje, el hombre tenía ya su té que estaba hecho con hierbas aromáticas y frutos rojos deshidratados a conciencia mientras que frente a la muchacha solo había una taza de barro con agua caliente tal como había pedido. También les trajo los cubiertos y los platos además de unas servilletas de tela. 
 

-Siento la tardanza, espero que aproveche... Por cierto, espero que no les moleste pero tres días a la semana viene una clientela muy especial y pequeña, se portan bien y no causan ninguna molestia aunque me sentía en la obligación de avisar, pues mañana es uno de esos días. Pueden pagarme tras comer no se preocupen por eso, el total serán XXX por la comida y XXX por cada día de estadía.

Los precios eran realmente buenos, al menos en lo que a estadía se refería pues la comida mantenía un precio normalizado al igual que las bebidas. ¿De verdad con lo que debía ganar al día no podía hacer arreglos en la posada? Tras anunciar lo anterior, dio de nuevo una leve reverencia con la cabeza y se apartó con una sonrisa para que pudiesen comer tranquilamente, mientras ella se quedó tras la barra arreglando algunas cosas y vigilando a los ciudadanos que aún había por allí, para que no hubiese altercados de ningún tipo.

- Tiradas (1)

Motivo: Cocina

Tirada: 1d100

Resultado: 2(+60)=62

Notas de juego

Increíble, mi suerte con los dados es jodidamente nula.. ¿un 2? ¿De 100? Eso ya es tirria contra mi D:

Como no estoy segura de qué precio ponerle, lo dejo como XXX, ya si el máster quiere colocar un precio justo pues... ¡Adelante!

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04/10/2017, 15:02
Rue

Mientras la señorita nos comenta lo de las habitaciones, permito que Johann decida. Él aún está contento por su reciente descubrimiento, y le dirige una sonrisa luminosa a la chica. Vale, cuando sonríe sí que nos parecemos.- La habitación con dos camas sería absolutamente perfecta. No tenemos mucho equipaje, simplemente nuestros petates, y soy excesivamente mayor como para dormir en una litera.- Suelta una ligera risita.

La muchacha se marcha a prepararnos la comida, y Johann aprovecha ese momento para entrelazar sus dedos con los míos, sólo un instante. La catarata de sensaciones me deja casi sin respiración, y en éste caso por buenos motivos. Cierro los ojos un momento para poder saborear el momento de felicidad e inocencia, y justo los abro para ver como ella pone en la mesa la fuente de comida más grande que he visto en mucho tiempo, se me hace la boca agua. Johann sigue teniendo la voz cantante, y aprovecho para sacar mi bolsita de cuero y empezar a preparar mi té.- No nos importa en absoluto, ya que en el pueblo en el  que vivíamos yo solía trabajar como profesor para algunos de los pequeños. Por cierto, me llamo Johann, y ella es Rue.

Levanto la vista al oír que me está presentando y por primera vez hago contacto visual directo con nuestra anfitriona, sonriéndole.- Hola, encantada de conocerte.

Por último Johann pone algo de dinero en la mano de la chica (el doble de lo que nos ha pedido) y le da las gracias por su amabilidad. 

Notas de juego

Vaya horripilancia de tirada jajaja, pero la comida está deliciosa igual XD Por cierto, a efectos de narración, tanto Rue como Johann tienen la ventaja "Encanto", por si hay que hacerlo constar jajaja

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04/10/2017, 15:49
Rise

*-Mi nombre es Rise, un placer señor Johann, señorita Rue. Espero que todo sea de su agrado...

Se sorprendió al ver el doble de lo que había pedido y se sonrojó muchísimo, no podía aceptar tanto dinero ¿o si? ¿Que debía hacer? Normalmente le pedían comida gratis no le pagaban de más.

-A...gracias señor pero.. pero es demasiado yo... Se calló por un momento, pues sentía que sería una falta de cortesía no aceptar lo que le daban de buen grado así pues sonrió con la mayor de las sinceridades. -Se lo agradezco muchísimo señor. Espero que disfruten de la comida.*

--

Decidió que era buen momento para dejarles disfrutar de la comida cuando vio que los clientes habituales abandonaban ya el lugar, así pues no tardó en recoger las jarras de cerveza y algunos platos llevándolos hacia la cocina para, seguidamente salir e ir dirección a las escaleras no sin antes pararse y dirigirse a ambos comensales.

-Voy a prepararles la habitación, tomense el tiempo que deseen pues no hay prisa ninguna. Si necesitan cualquier cosa y no estoy abajo hagan sonar la campana, la escucharé.

Señaló una campana que colgaba de una de las bigas que sostenían el piso superior y tras eso marchó a arreglarles la habitación, quitar el poco polvo que pudiese haber, poner sábanas nuevas y adecentar los colchones.

Notas de juego

Entre * es lo que va antes de que se fuese tras la barra a arreglar sus cosas, por seguir un orden >.<

 

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04/10/2017, 16:02
Rue

Johann saludó a la muchacha con la cabeza, la pobre parecía en un dilema moral entre aceptar el dinero o no, me alegro de que al final lo haya aceptado. Cuando se marchó a arreglar nuestra habitación, Johann me miró.

-Éste va a ser un buen sitio por un tiempo, ahora cuéntame, cariño.- se metió otra cucharada de cocido en la boca.- ¿Qué me puedes decir de ésta ciudad?.-

Sonreí, era una de nuestras costumbres, después de cenar él se fumaba una pipa, yo me tomaba mi té y juntos comentábamos la lección de historia, política, botánica...lo que fuera. Cuando Rise bajara nos encontraría así, sentados cerca de la chimenea, con las tazas humeantes en las manos y dialogando acerca de la historia de Deimos

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04/10/2017, 21:53
Rise

Tras cuarenta minutos de trabajo en aquella habitación ya lo tenía todo listo, pues también se había dedicado a adecentar un poco el pasillo para que lo viesen todo bien. Cuando bajó las escaleras se quedó mirándoles un breve momento con bastante nostalgia, allí es donde Durr le enseñaba, le reñía, le premiaba o donde sencillamente obraba de padre... pero sin serlo. Salió de sus pensamientos acercándose a la mesa donde estaban los platos para recogerlo todo, pues se notaba que ya no iban a comer nada más y que ya solo estaban charlando junto al fuego.

-Cuando quieran pueden subir a dejar sus cosas en la habitación, me recuerdan al dueño de la posada y a mi de más pequeña... Bueno, siéntanse libres de subir y bajar cuando quieran. Hizo una breve pausa pero luego se dio cuenta de algo... -¡Ah! Cierto, la letrina se encuentra en el exterior, en la parte de atrás pero no se preocupen desde arriba hay unas escaleras que van a parar allí, donde también hay una pequeña zona de baño. 

Terminó de recoger las cosas y se las llevó a la cocina, aunque dejó la cortina que separaba una estancia de la otra por si deseaban comentarle nada. Debía fregar toda la cacharrería acumulada y eso es lo que empezó a hacer mientras volvió a hablar. 

-¿De donde vienen ustedes?

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04/10/2017, 22:20
Rue

Johann aprovecha para cargar la pipa y levantarse.- Voy fuera a fumar, vengo en un rato.- me guiña un ojo con suavidad, no le gusta demasiado fumar a mi alrededor, así que cojo mi taza y me acerco a la barra, me siento lo suficientemente cerca de la cocina como para poder charlar con Rise. Al pasar a mi lado Johann me acaricia con suavidad la cabeza, y no puedo evitar hacer una mueca de dolor.

-Vivíamos en un pueblo cerca de la frontera de Ilmora y Helenia, ¿has estado por allí alguna vez?. Y por favor, me gustaría que me tutearas.- Intento evitar sonreír.- A Johann también le gustaría que lo tutearas, pero como es un anciano puedes seguir tratándolo de usted.- Mi voz es de conspiración, pero lo he hecho para que él me oiga también, como atestigua la carcajada que se escucha fuera.

 

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04/10/2017, 23:11
Rise

No pudo evitar reír ante el comentario de aquella chiquilla y asintió para si misma.

-Está bien, está bien. En realidad no he visto demasiado mundo, por ciertas cosas me trajeron aquí de pequeña y me crió el dueño de esta posada hasta hace dos años, en paz descanse ya. Se podría decir que este es mi pequeño país personal, como no lo atienda se desmoronan muchas cosas pero se hace lo que se puede. 

No pudo evitar observarla a través del arco de la puerta que había dejado con la cortina abierta, y le sonrió con dulzura. Tenía debilidad por los niños no podía negarlo en absoluto, y encima es que era encantadora...

-¿Cuantos años tienes querida? pareces algo mayorcita pero si algo me ha enseñado estar entre niños es que hay algunos que ya parecen más adultos que yo... Quizá te hagas amiga de algunos, mañana vienen todos a comer... Quizá podrías contarles sobre tu hogar, seguro les encantará escucharte pues no tienen mucha oportunidad para conocer extranjeros. 

Seguía fregando con tranquilidad pero sin pausa alguna pues el trabajo debía terminarse para poder hacer alguna otra cosa claro. 

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04/10/2017, 23:21
Rue

-Yo creo que es una posada preciosa, tiene...algo.- Apoyo la mano con suavidad en la barra.- Si quedas en silencio casi puedes oír carcajadas de niños, ¿sabes a qué me refiero?.- Sonrío cuando la oigo decir que parezco mayor.- Acabo de cumplir trece años, pero Johann dice que soy alta para mi edad. Claro, me encantaría contarles cosas, no tuve mucha relación con niños, la verdad. - La miro un poco incómoda.- No quiero que te ofendas, pero ¿necesitas ayuda con algo?. Parece que tienes mucho trabajo y yo estoy aquí distrayéndote y chachareando...

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05/10/2017, 16:31
Rise

-Sí que tiene algo sí... aunque por mi parte eso se debe a que es mi hogar. 

Se secó las manos tras terminar con los "cacharros" y se dirigió a la barra donde estaba ella.

-Creo que sé a qué te refieres, este lugar está mucho más vivo desde que vienen los niños tres veces por semana. Yo les doy de comer y ellos me pagan ayudando a recoger y limpiar, es un trato justo y así comen algo más que gachas...

Sonrió cuando le comentó que tenía trece años y le pareció una coincidencia graciosa.

-¿Sabes que pisé por primera vez esta posada cuando tenía trece años recién cumplidos prácticamente? Es bastante gracioso la verdad, quien sabe quizá todo tenga una razón de ser. 

Salió de detrás de la barra para ponerse a su lado y tras eso hacer ademán de ir hacia las escaleras.

-Si tu... ¿Es tu padre? Si ya ha terminado de fumar puedo acompañaros a la habitación y así dejáis vuestras cosas. Y tranquila está bien, el trabajo es lo que tiene pero siempre es responsabilidad de uno mismo... Creo que cuando seas más mayor lo entenderás. 

Si aceptaban subir con ella, les guiaría hasta la habitación en una de las cinco puertas que había en un estrecho pasillo cuando se subía a la planta superior.

La habitación no tenía demasiado, una cama y otra más baja que se sustraía de la mayor, casi como si fuese un cajón además de un baúl donde dejar los objetos personales. En una esquina de la  habitación un barril y dos banquetas así como una lampara de aceite sobre el mismo, se veía que tal " lujo" debía ser apartado y colocado en línea pegado a la pared para que la cama secundaria saliese sin problemas y poder dormir tranquilos. Un modo de ahorro de espacio un tanto curioso y divertido para algunos realmente. 

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05/10/2017, 17:05
Rue

-Es una buena alternativa, así ellos pueden variar su dieta y tú estás acompañada y tienes algo de ayuda...- Por un momento frunzo el ceño, preocupada.-¿Suele venir mucha gente a ésta posada?.- Justo cuando me está diciendo que si él ha acabado de fumar el susodicho entra, y no puedo evitar sonreírle.- Sí, soy su hija. Johann, Rise me estaba diciendo que ahora es un buen momento para que nos enseñe la habitación, si a ti te parece bien.

Espero a que él recoja los petates, y luego casi corro escaleras arriba, justo detrás de Rise, mientras Johann me susurra por lo bajo que mantenga la calma. Cuando nuestra anfitriona abre la puerta no me lo puedo ni creer.- Johann, ¿has visto qué divertido? Nunca tuve una cama con dosel y una mini-camita incorporada en casa...Me pido la cama de ab...

-Te pides la cama de porras.- Me corta él, luego deja nuestros petates en el baúl y dirige una leve mirada de disculpa a Rise, mezclada con resignación.- Me lo lleva haciendo desde que era una cría que casi me cabía en la palma de la mano, se despierta muy temprano y aprovecha para zascandilear a su antojo, metiéndose en toda clase de líos en su diminuto pueblo natal, no quiero ni imaginarme lo que puede pasar en la ciudad y menos ahora que ya ha crecido.- Me apunta con el dedo, pero está sonriendo.- En eso te pareces a tu madre. Así que tú te vas a quedar la cama grande, y si quieres salir tendrás que pasar por encima del baúl o por encima de mí, y aún no estoy tan mayor como para no despertarme si me pisas. Por cierto, señorita.- Mira a Rise de nuevo, con cara de curiosidad.- ¿Suele venir mucha gente a la posada?, y en caso de que así sea, ¿habría alguna posibilidad de cerrar la puerta con llave?.

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05/10/2017, 20:22
Rise

Estaba a punto de contestarle cuando el padre entró y entonces Rise fue partícipe de una sucesión de breves eventos divertidos de los que no pudo si no dejar escapar una risa a causa de las palabras del padre.

-No se preocupe señor Johann, me levanto al alba así que no hay problema alguno si su hija desea merodear por la taberna a prontas horas. 

Tras decir eso negó a la pregunta que le hacían, la misma que le había hecho su hija anteriormente.

-Normalmente no vienen extrangeros además de que los que normalmente visitan la posada son ciudadanos que solo vienen a beber tras su trabajo y luego se van tranquilamente. Los días de más bullicio es cuando acojo a los niños para que coman y algunas veces se quedan a dormir otros. Eso sucede tres veces a la semana y mañana es uno de ellos así que si lo desea le puedo dar la copia de la llave. 

Sonrió amablemente y tras el asentimiento,  sacó de uno de los bolsillos de su falda un manojo de llaves de las cuales tras revisar cual era sustrajo una y la dejó en manos de Johann.

-Sé que no es gran cosa, intenté ahorrar espacio para crear otra habitación más y quizá quedó algo pequeñita pero... bueno, no tengo dinero para ampliar la posada. Siento no poder ofrecer más. Estoy bastante orgullosa de esta cama, la idea fue mía y la hicimos entre mi cuidador y yo. Dicen que es cómoda, aunque viniendo de niños de la calle no puedo esperar menos... Espero que sean honestos conmigo y me digan si han descansado bien mañana.

Tras eso, se apartó par adejarles entrar a su aire y empezó a salir para dejarlos tranquilos.

-Bajen cuando lo deseen, pueden ir a dar una vuelta por la ciudad también... Ah, la cena se sirve relativamente pronto cuando el sol está aún cayendo. 

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05/10/2017, 21:25
Rue

Johann recoge la llave, agradeciéndoselo con un cabeceo y una sonrisa amable.- No se preocupe, señorita, la habitación es más que adecuada, es perfecta para nosotros. ¿Sabe de algún sitio bonito en Deimos para pasear?. Desafortunadamente hace casi catorce años que no visito la ciudad, y quería enseñarle algo bonito a Rue.- Escuchamos con tranquilidad las indicaciones que Rise nos dé, y salimos de la posada.

Nos pasamos toda la tarde dando vueltas y viendo la ciudad, y volvemos a la posada hambrientos, cansados y (en mi caso) con una migraña de las que tienen nombre propio. Nos sentamos en la que ya consideramos nuestra mesa y cenamos lo que Rise nos ponga. Después de cenar, ignorando a los escasos lugareños, acercamos nuestras sillas a la chimenea y, yo con mi té y él con su pipa, nos enfrascamos en una de nuestras conversaciones habituales, que dura hasta bien entrada la noche. Si al final del día vemos que Rise no tiene gran cosa que hacer la invitamos a acompañarnos con una infusión para un poco de charla amigable.

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07/10/2017, 12:34
Rise

Asintió a lo que Johann le decía y le indicó un par de lugares más turísticos en la zona rica y de clase media además del puerto y el mercado principal, no sabía muy bien que más lugares podrían ser de interés para ellos así que también les ofreció la posibilidad de perderse entre las calles de la ciudad pues era un buen método para recorrerla y conocerla.

-Pasadlo bien.

Cerró la puerta con llave para que nadie pasara adentro más que ellos que llevaban su llave y cuando se fueron empezó las labores más pesadas de toda posadera cuando no había clientela... Tocaba limpiar la letrina y el baño que, quisiera que no, era un trabajo sucio y asqueroso pero necesario pues limpiándolo al día aquello no olía para nada y daba un aspecto más pulcro. 

Tras más de hora y media aseando aquel lugar y desechando los desperdicios hacia la típica fosa séptica comunal alejada en un punto de la ciudad subió a su habitación y se echó un rato sobre la cama, estaba algo agotada y sabía que el día siguiente sería duro así que aprovechó para cerrar los ojos un rato hasta que el sonido del móvil que anunciaba la entrada de alguien en la posada tintineó. Ya era hora entrada en la tarde y eso quería decir que los que empezaban a salir del trabajo irían a pedir su cerveza y buena cena si cabía, por lo que se alistó, bajó  y empezó su tarea de servir mientras preparaba la cena. 

Cuando entraron Rue y Johann la posada estaba más llena que por el mediodía aunque no en demasía, de gente que descansaba de sus duros trabajos. Por suerte no solían acostumbrar llenar las mesas y la que habían ocupado antes seguía libre, con una sonrisa Rise se acercó a ellos llevando consigo una olla de tamaño pequeño, lo suficientemente llena para dar de comer a dos personas y la dejó en el centro de la mesa con un cazo en su interior. A cada uno les colocó un plato hondo, servilletas y cucharas así como dos tazas calientes una solo agua y el otro esta vez era de té verde, cuando terminó de colocar las cosas hizo una leve inclinación de cabeza y se apartó tras unas pocas palabras.

-Veo que están hambrientos, que aproveche la cena si necesitáis algo más estaré como siempre tras la barra.

Una sopa de pescado les esperaba humeante y de mientras Rise en el tiempo que ellos cenaban acabó despachando uno a uno los ciudadanos que ya se iban a sus propias casas, con sus esposas e hijos a cenar como se mandaba. Solo unos pocos quedaron a cenar en la posada y aquellos se fueron al tiempo que padre e hija iban a la chimenea, pues no tenían razones para quedarse. Rise estuvo unos minutos más ocupada, terminando de asentar la posada para que quedase todo impoluto antes de ser invitada por Rue y Johann a sentarse con ellos.

-Claro, ahora vengo dadme un momento.

En unos minutos aparecía con una bandeja con tres vasos que olían a infusión, algo que iría bien para la noche y conciliar con gusto el sueño. Se sentó junto a ellos calentándose las manos junto al fuego.

-¿Que tal ha sido la visita?

Notas de juego

Yyyyyy termino justo para irme ~~

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07/10/2017, 17:04
Rue

Al volver cenamos una deliciosa sopa de pescado, creo que he comido el doble de lo que suelo comer, pero no me arrepiento. Cuando le decimos que se venga a sentar un rato con nosotros nos trae una taza de infusión a cada uno, e intercambio una mirada con Johann...él la prueba antes que yo, y comprueba que no es nada parecido al café o al té, bebidas que me harían daño, así que tomo un sorbo del caliente brebaje, que me sabe a gloria después de toda la tarde andando.

Johann está muy ocupado limpiando la pipa en un trozo de pergamino que se ha sacado de uno de los bolsillos, se ha dado la vuelta de manera que tiene los pies apoyados en la repisita de la chimenea y al mismo tiempo ("éso si que es habilidad") no le está dando la espada a Rise.

-La ciudad es muy bonita pero bastante grande, casi nos perdemos en un par de ocasiones, pero hemos encontrado el puerto, y luego fuimos a unos jardines preciosos, con unos árboles gigantescos...- Me quedo un momento fantaseando con los árboles.- Todo muy bonito, pero hay demasiada gente. ¿Qué tal la tarde en la posada?.

Charlamos durante un tiempo, hasta que la infusión me empieza a hacer efecto, entonces me despido amablemente de ambos y me voy a la cama, me meto directamente en la cama de abajo...

---

...y me despierto en la de arriba. Dichoso Johann...oigo carreritas abajo, así que es probable que haya niños ya en la posada, con precaución asomo la nariz por el borde de la cama, intentando comprobar si podría pasar por encima sin despertarlo...-Buenos días, niña.- Está despierto, así que no hay problema. Le deseo los buenos días, me visto y me arreglo y luego bajo a desayunar. Espero con tranquilidad a que Rise esté libre y le doy los buenos días, luego voy a sentarme a "nuestra" mesa.

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09/10/2017, 22:50
Rise

Pasaron cosa de una hora charlando, no tenía mucho que contar sobre su día así que decidió que era buen momento para sacar a relucir sus amadas dos pistolas. Se levantó la falda levemente y de unos ligueros de cuero bien amarrados a sus muslos desenfundó sus dos trabucos uno a cada lado, al principio podía parecer increíble que los guardase allí sin que nadie lo viese pero teniendo en cuenta que llevaba un cancan corto que provocaba abombamiento era normal no notarlos. Aquello ocurrió tras contarles su corta jornada de trabajo, antes de empezar a desmontar los trabucos para limpiarlos con mucho mimo.

-Os presento a mis niños, de normal no las saco a no ser que vea problemas o deba limpiarlas pero quería avisaros de que las llevo encima para que no os asustéis, no están cargadas pero eso no evita que auyenten a los más desagradecidos que quieren armar jaleo. Después de todo ¿Quien es el gracioso que desea hacer de diana, no?

 

 

 

No pudo evitar reír un poco mientras las limpiaba, se notaba que eran una parte sumamente importante de su vida por como las trataba... El resto de la noche se la pasó escuchando los viajes de Johann y Rue, allí descubrieron que Rise por más simpática y cortés que fuese era dada a escuchar más que a hablar. Cuando se hizo tarde y ya los trabujos lucían impecables en su lugar de reposo, empezó a recoger las cosas mientras hablaba con tono ya de despedida nocturna.

-Creo que no había hablado tanto con unos clientes en mi vida, debo confesar que cuando empecé a trabajar aquí me costaba mucho entablar conversaciones porque no me agrada demasiado hablar. Pero el oficio es lo que tiene y al final te acostumbras... No lo toméis como algo malo, soy buena escuchando y puedo decir que me ha encantado saber de vuestros andares. Voy a terminar de adecentar esto así que podéis ir yendo a descansar ya que mañana va a ser un poco movido. 

Y así fue, pues la mañana siguiente bien temprano ya había una buena cantidad de niños esperando sentaditos algunos, otros jugando y correteando alrededor de las mismas esperando el desayuno. Junto a la barra hablando con Rise se encontraba una mujer algo mayor ya que de vez en cuando pegaba un grito seco y algo apagado del cual los niños hacían pleno caso en cuanto lo escuchaban, no se portaban mal pero si se sobrepasaban un poco allí estaba la mujer para acallarlos. 

Estaba sacando ya una bandeja de comida cuando bajó Rue y con una sonrisa le respondió a sus buenos días con otros iguales, con un leve meneillo  de caderas, dando con suavidad en sus espaldas, hizo que dos niños se fuesen a sentar con sus compañeros a otro lado para que la mesa quedara libre y tras eso les colocó el desayuno en una de las mesas donde se formó un corro enorme que en minutos se dispersó dejando ver que el revuelto de huevos había desaparecido por completo del enorme cuenco que les había preparado, y estaban cada uno con su plato lleno y comiendo donde podían sentarse.

-Siento todo el jaleo dame un momento y te traigo tu desayuno. 

Ya lo tenía preparado así que solo tardó unos minutos en volver con un vaso de agua hirviendo, un tazón con huevos revueltos, una manzana y un zumo. No era de muy buena calidad pero llenaba y no estaba malo, al menos los críos lo comían como jauría de lobos ante una presa suculenta. Rue podía dar cuenta de que todos los niños iban en harapos, pero había cuatro en especial que llevaban unas ropas demasiado desgastadas y estaban bastante sucios... Entonces fue cuando Rise dio unas palmadas sonoras e hizo sonar muy levemente la campana, todos la miraron sin excepción.

-Bien niños, como siempre, grupos de cuatro, siempre un mayor de diez años en cada grupo y al baño todos. Cuando un grupo termina va el siguiente ya lo sabéis... ¡Recordad que el agua no se tira hasta que dos grupos se han bañado! No hay que malgastar. ¿me oís? Que ya me la liasteis la última vez y me vi enfrentada con el vecino luchando por el agua. 

Empezaron a desfilar obedeciendo, aunque la mujer mayor también los acompañaba al baño la idea era que aprendiesen a valerse por si solos. Había un total de dieciseis chiquillos que alimentar y bañar en ese momento, por lo que Rue podía hacerse ya una idea de por qué la posada era pobre y no se renovaba ni arreglaba... Sencillamente todo lo que ganaba lo gastaba en comida y lo justo para el día a día. La calma volvía a la posada ya que los grupos iban y venían, más limpios los que volvían, que empezaban a arreglar las mesas y se dedicaban a jugar con piedrecitas o palos como bien típicamente hacía cualquier chiquillo.

-Espero que no te molesten, tengo un balde de agua limpia guardado para tu padre y para ti así que por eso no te preocupes. Puedes ir cuando gustes solo tienes que decirlo y les pediré que esperen ¿vale? Esos cuatro niños de allí se van a quedar esta noche a dormir, aunque no hacen ruido alguno y son los más callados. Y razón tenía, pues eran tranquilos y retraídos, se protegían de los demás niños y estaban en un rincón jugando entre ellos en solitario. -Algún día conseguiré el dinero suficiente para que se queden a vivir aquí, tendrían un techo donde descansar pero... no puedo alimentar diariamente tantas bocas. Una pena, pero tendrán que vivir así por un tiempo supongo. 

La mañana estaba completamente ajetreada para Rise y la tarde fue del mismo calibre, aunque tras la comida ya todos marcharon y dejaron la posada impecable, los cuatro chiquillos se quedaron en la posada, durmiendo una siesta en una de las habitaciones. 

Notas de juego

Siento el tochopost XD

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09/10/2017, 23:31
Rue

Según voy yendo hacia la mesa recuerdo con una sonrisita el momento de las dos pistolas...de hecho a partir del momento de los ligueros la cosa no hizo más que mejorar. No querría ser yo la que me metiera con Rise...

Me gustan los niños, no me pasa lo mismo que con los adultos, y lo que siento es más puro y alegre...aunque esos cuatro...vaya.

-Johann se estaba vistiendo, cuando baje ya hablaremos de lo del agua, pero no te preocupes, si los niños la necesitan nosotros podemos arreglárnoslas tranquilamente.- Bebo un sorbo de mi infusión mientras respiro hondo y le guiño un ojo a uno de los chiquillos, que se me ha quedado mirando.- Hay que comérselo todo, y así vas a crecer un montón.

Johann baja pasado un rato, y es atropellado por un chiquillo que apenas le llega a las rodillas. Con un movimiento fluído recoge al crío, que se ha caído al suelo (no es muy sano chocarse contra un hombre que pesa como seis veces más que tú)...desde la mesa veo los pucheros del niño, quizás se ha hecho daño, pero Johann le sonríe sin soltarlo, y como por ensalmo el niño sonríe también. Luego lo deja en el suelo con sumo cuidado y le da un leve toque en la espalda para que vuelva a echar a correr, cosa que el niño hace. Luego avanza hacia la mesa donde estoy yo, sonriendo aún.

-Creo que estamos siendo invadidos.- En voz baja le cuento los turnos de baño.- Y están acabando con nuestras reservas de agua.- y suelta una carcajada.

Desayunamos y pasamos la mañana sentados a la mesa, disfrutando de la alegría de los niños. Pero ninguno de los dos es capaz de quitar los ojos del grupo de cuatro niños que tienen una postura defensiva. Al final, miro a Johann.

-¿ Puedo...?.

Él asiente, y me levanto de la mesa. Avanzo con suavidad hasta llegar al corrillo de niños, que me miran un poco asustados. -¿Puedo jugar?.- Están asombrados, pero la curiosidad puede más que el miedo, y me hacen un sitio. Me siento en el suelo, y empiezo a atender a las explicaciones al mismo tiempo que empiezo a acompasar mi respiración a la del niño que está sentado más cerca de mí. Ya tengo a uno. Con suavidad, rozo la pierna del que tengo a mi otro lado, y casi noto el acople. Otro. Miro alrededor, nadie parece estar prestando atención, somos cinco niños jugando...Por supuesto Johann me mira y asiente mientras sonríe. Cuando otro de los niños me pasa una de las piedrecitas con las que estamos jugando le rozo levemente los dedos. Otro más. Ahora a por el último...es difícil, pero al final logro establecer contacto visual. Ya está. Con suavidad, bajo la barrera.

Miedo, indefensión, están tranquilos aquí, Rise es buena con ellos, una comida deliciosa, un baño tibio, una cama caliente...pero algo sigue muy por debajo, haciendo que no sean tan felices como debieran, cosas bobas (y no tan bobas), que ningún niño debería sufrir. Así que empiezo a empujar con cuidado, reduciendo en ellos el miedo a no ser aceptados, a que el resto de niños no los quiera, o a que no encuentren una familia, y alimentando la esperanza de encontrar un hogar cálido y una familia amante...y mientras tanto...ahí dirijo mis ojos a Johann, y a Rise en última instancia...mientras tanto hay gente que se preocupa por vosotros, que os da de comer y os cuida. Veo a uno de los niños sonreír por primera vez desde que entró, y sé que estoy empezando a mejorar un poco las cosas, en la medida de mis posibilidades. No estoy haciendo nada que no esté ya dentro de ellos, sólo les hago ver la mejor parte de su vida, y les doy un poco de esperanza.

Paro cuando el dolor de cabeza es tan intenso que veo chispas de colores, pero los cuatro parecen estar más animados, y sus voces se oyen más alegres, hasta están sonriendo. Me voy a la mesa tras despedirme de los niños y agradecerles su amabilidad, y Johann me recibe con un gesto de "Bravo".- Creo que tengo que echarme una siesta.- Sin dejar de sonreír subo las escaleras y me dejo caer en la cama, ya me despertarán cuando sea hora de cenar.

 

Notas de juego

No te disculpes, me ha servido para entender cómo es tu pj XD ahí te va el mío, ya que nos estamos conociendo y tal...perdona el tochopost XD