Partida Rol por web

Y allí le esperaron al otro lado de la calle donde se encontraba la posada. Rise se encontraba observando todos los rincones posibles del lugar por si se encontraban con quienes no deseaba toparse en ese momento... los maleantes. Aunque no quería demostrarlo se la notaba algo nerviosa mientras acariciaba levemente por encima de la falda sus pistolas. 

Después de dirigirle una última sonrisa a Johann sigo a Rise fuera de la posada y veo cómo ella cierra la puerta. Después fijo mis ojos en el chico...correcto. Tiene todo el aspecto de no ser precisamente el monaguillo del pueblo, pero ahora no nos hace falta un monaguillo. Con una sonrisa miro a Rise.- Espera un momento, por favor.-

Me apoyo con tranquilidad en la pared y cierro los ojos, confiando en que mis nuevos amigos me protegerán si algo malo se acerca...y yo voy a intentar protegerlos a ellos. Respiro hondo y sigo los pasos que suelo hacer: me aíslo, bajo barreras, expando.

Al cabo de unos segundos vuelvo a abrir los ojos y bajo la voz levemente.-Bien, en aquella dirección hay un mínimo de seis personas. Ahora os sugiero que vayamos en silencio y despacio, si alguien con mala intención viene es probable que pueda identificarlo, pero tendremos poco margen de maniobra, como unos segundos. Al menos no nos cogerán desprevenidos.

La verdad es que no me habían hecho esperar demasiado desde que había salido de la posada por una "salida trasera" para que nadie viese que yo me dirijo también con ellas a donde sea que nos lleve Rise. Prefería que la gente de la posada pensase que estaba por la posada. Había hablado bastante, me había dado a conocer y dejé claro que intentaría ayudar; la idea de no haber salid por la puerta junto con las chicas podría dar bastantes ideas a la gente del interior, desde que soy un cobarde hasta que incluso estoy allí para que no ocurra ninguna desgracia... Que piensesn lo que quieran

- Os seguiré desde las sombras.- Comento mientras voy sacando de debajo de mi gabardina una pequeña ballesta de mano que comienzo a cargar para tenerla preparada.- No estaré lejos, así que procuraré estar pendiente de lo que ocurre a vuestro alrededor.- Sonrío una vez tengo la ballesta cargada y comienzo a perderme entre los edificios, escuchándoseme todavía, pero ya sin ser capaces de hubicarme en condiciones.- Yo confiaré en vosotras...

Empezáis a avanzar con cierta lentitud, pero a paso seguro. Con los objetivos claros en mente, guiados por Rise empezáis a moveros por las calles laberínticas de las zonas más desgastadas de Deimos. Aquí, las construcciones son pequeñas y están bastante juntas, de modo que la mayoría de sus senderos son callejuelas y similares, con algunas excepciones que se construyeron para permitir el paso de los carromatos. Pasáis por una pequeña plaza, donde véis claros indicios de violencia en la misma, pues hay varios cadáveres (5) dispersados por las cercanías. La mayoría, han sufrido lesiones contundentes de diferentes magnitudes, pero que todas han conducido a su muerte.

Sin embargo, hay una que por otro lado tiene el cuerpo desgarrado, como si un oso se le hubiese abalanzado y hubiese empezado a destripar y a arrancar carne con su mandíbula. La fuente de la plaza ha sido destrozada, y todavía podéis contemplar las cuerdas que se usaron para echarla abajo, como clara manifestación del descontento del pueblo. Os disponéis a salir de la plaza, aunque no sin una sensación de cierta impotencia al ver como la gente llega a tales extremos.

Avanzando por otra de las calles que sale de la plaza, no tardáis en percibir una improvisada barricada hecha con cajones y un par de carromatos. Rise, calculas que todavía faltan algunas calles más para llegar a las puertas del distrito del mercado del marfil. Tras la barricada, escucháis una voz, parece ser de un hombre, el cual podéis ver que sujeta una ballesta, la cual tiene apoyada en uno de los carromatos para conseguir estabilidad -¡Vosotras!¡Largo de aquí!- dice, aunque le tiembla en cierto grado la voz - ¡Marcháos o disparo!¡Es por vuestro bien!¡Huid antes de que venga el monstruo!- parece un tanto contradictorio en sus declaraciones. Bien quiere que os marchéis, no tiene pintas de matón o de sicario (de hecho no lleva más armadura que unas ropas andrajosas) pero también menciona un monstruo.

A juzgar por sus palabras, no ha sido capaz de ver a Clay, quien permanece oculto en las diversas callejuelas, siguiendo de cerca a sus dos compañeras...

Asintió al aire dando a entender a Clay que aceptaba el hecho de que marchase entre las sombras pues sería un buen factor sorpresa en caso de que algo saliese mal. No tardó mucho en hacerle una señal a Rue para que le siguiese el paso empezando a esquivar las calles más anchas todo lo posible, yendo por las callejuelas hasta que no hubo más remedio que pasar por una de las plazoletas donde la violencia se había hecho visiblemente presente con los cadáveres y la fuente derrumbada. Se tapó la boca con una mano intentando no mirar a aquellas personas aunque su vista se posó en la que se encontraba desgarrada del todo, por lo que frenó unos instantes y miró a Rue algo preocupada antes de tomarla de la mano y avanzar rápidamente intentando respirar lo mínimo posible el aire putrefacto que emanaba de aquellos hombres.

-Vamos... no te pares...

Aunque eso no duró demasiado ya que en una de las calles se encontraron con un obstáculo claro y a un hombre amenazando con disparar pero... ¿un monstruo? ¿De que hablaba? Mierda, tenían que pasar por allí para llegar al mercado...

-Oiga, deje de apuntarnos con el arma, solo queremos pasar al otro lado de su barricada.

No tardó en sacar ambas pistolas de debajo de su falda y no para imponer, si no para asegurarse de lo que llamaba ese hombre un monstruo no les pillase por sorpresa... Solo esperaba que todo estuviese bien... Dios, ¿Que posibilidades había de encontrarse con algo de tal calibre en un lugar tan pequeño? Joder, joder.. ¡Joder!

Me gusta la idea de que alguien me cubra la espalda, si él me ayuda a mí yo lo ayudaré a él, y con Rise a mi lado no debo temer nada, parece fuerte como una roca. La sigo a buen ritmo hasta que llegamos a la plaza. La bilis me sube por la garganta y los ojos se me llenan de lágrimas, tanto por lo que está a la vista como por lo que...no. Aprieto los dientes y la mano de Rise, y la sigo mientras musito una pequeña oración por la gente que ha perdido su vida.

Y entonces nos encontramos con ese pedazo de churro de barricada, y el muy machote nos está apuntando con una ballesta...hasta soy capaz de oler su miedo, pero lo del "monstruo" me desequilibra un poco. A ver si puedo ayudar en ésto.

Relajo mi postura, bajando los hombros. Aprieto más fuerte la mano de Rise y me arrebujo un poco contra su costado mientras ella le habla al hombre. Al mismo tiempo bajo un poco la cabeza para que el pelo (que ya empiezo a tener húmedo por la zona de las sienes debido al esfuerzo mental que estoy haciendo) me cubra la cara y los hombros. Para cualquiera que me vea ahora, tanto mi actitud como mi lenguaje corporal hablan de miedo e indefensión.

Cuando Rise para de intentar convencerlo y me suelta la mano para sacar las pistolas, me llevo ambas manos al pecho, en una súplica infantil.

-Por favor, señor, déjenos pasar. Mi casa está en ésa dirección...- por una vez bendigo a la migraña que me provoca ojos llorosos y que hace que mi voz suene muy débil.- Quiero ir con mi mamá...

En verdad esto es un problema para mí. Una barricada no es precisamente la cosa más fácil de saltarse pasando desapercibido. ¿Tendré que subirme a uno de los tejados para ir saltando de uno a otro y así seguirlas desde las alturas? No es una mala idea, pero también está eso de un ¿Monstruo? Se referirá a un monstruo literal o hay algún psicópata que se comporta como tal? Con temas de drogas y matones por la ciudad tampoco sería de extrañar, y seamos sinceros... el tema de haber un monstruo en la ciudad es más plausible para una cuarentena que simplemente drogas. De todas formas, lo mejor por ahora será simplemente quedarme mirando la situación, ver que nadie más aparece y que las chicas pueden pasar por esa barricada sin problemas y después reunirme con ellas. Espero que sean lo suficientemente sensatas para esperarme al otro lado y no esperar que la velocidad de una persona que se mueve en las sombras sería igual que la suya si tengo que cruzar por el techo

Con mi ballesta en mano y como medida preventiva, observo alrededor y apunto al hombre de la barricada. Si hace un paso en falso no saldrá vivo de esta, eso lo tengo bien claro.

El hombre abre los ojos de par en par con cierto grado de pánico al contemplar con cierto pavor como una de las dos chicas, la mayor, saca no una, sino dos pistolas, las revolucionarias armas de mecha y pólvora que podían abatir a un caballero en sus cincuenta kilos de metal a gran distancia sin despeinarse. Le tiemblan las manos, una gota de sudor frío desciende por su ancha y arrugada frente por el lado izquierdo, rozando el ojo, y bajando por la mejilla.

Aprieta los dientes, sujeta con toda la firmeza que puede la ballesta. No parece excesivamente convencido de que queráis pasar de forma pacífica. Empezáis a acercaros con cautela, pero el hombre no deja de apuntaros. Carraspea, chirrían sus dientes, y finalmente entra dentro del radio del poder de Rue. Ésta puede sentir temor, un pánico a duras penas controlado por enfrentar la dura realidad: hay cosas a las que no se puede matar. Percibes superficialmente que tiene la mente trastocada, muy alterada, como si hubiese visto algo imposible de acontecer.

Se echa un poco atrás -¡D-D-Dispararé si os acercáis más!- amenaza entre tartamudeos. Sin embargo, unos instantes más tarde, deja caer la ballesta, abriendo los ojos como platos de nuevo salvo que ésta vez centrados más allá de vosotras (no parece haber visto a Clay). Sin mediar palabra alguna, empieza a correr al son de -¡MONSTRUO!- abandonando la escena a toda prisa, la que le permiten sus piernas anchas y sus ropas andrajosas.

Clay, desde la seguridad de las sombras ves en la plaza, lo que parece se runa figura humanoide. Debe medir algo más de dos metros y, a juzgar por la silueta, es tremendamente musculoso. Una vez entra en tu campo visual y su forma se ve más definida, parece que va tapada con capas y capas de ropa, sucia, desgastada y rasgada, dejando únicamente entrever unos penetrantes y brillantes ojos que brillan como la escarlata.

Cuando vosotras os giráis al son de monstruo, véis como la mencionada figura se acerca hacia la barricada, hacia vosotras. Su paso es bastante lento, dejándoos cierto margen de reacción. Podéis fijaros que cuando camina, la calzada bajo sus pies desnudos se agrieta.

Negó con la cabeza alzando las pistolas de un modo nada amenazante, casi con desgana apuntando los cañones hacia ningún lado cuando de pronto escuchó al hombre gritar MONSTRUO y largarse como alma llevada por el mismísimo inframundo... Fue entonces cuando vio aquella imponente figura que se puso instintivamente frente a Rue, abriendo los brazos en cruz para dejar bien clara su postura de defensa para la chiquilla, tras eso sopló uno de los mechones de su cabello que caían por encima de uno de sus ojos y pisó fuerte en el suelo.

-Si vienes a hacernos daño atacaré, si estás siendo controlado haz algún sonido, el que sea. Si no lo estás y no quieres hacernos daño simplemente quédate quieto en el sitio y explica por qué estás aquí.

Decía eso intentando manifestar toda la seguridad posible, con un tono mayormente neutro y asertivo pero lo cierto es, y Rue podía palparlo con sus propias manos, que su cuerpo estaba temblando ligeramente del miedo mientras que intentaba no demostrarlo, sabía que si mostraba miedo aquello que tenían en frente podría ponerse de mal en peor y sobretodo... quería protejerla de cualquier forma pues por su mente pasaban las imágenes del cadáver desgarrado brutalmente.

No ha funcionado el teatrillo de marionetas, y estoy pensándome muy seriamente darle un empujoncito a base de fuerza mental cuando el hombre se viene abajo totalmente, gritando no se qué de un "Monstruo". Empiezo a girarme hacia la zona donde está (en teoría) el supuesto monstruo totalmente preparada para reírme, segura de que es una alucinación, alguien colocado a base de drogas o alguien en medio de un arrebato histérico. Y entonces lo veo.

No puedo evitarlo, y entre dientes murmuro una palabrota que haría enrojecer a un Norne, no soy capaz de creer lo que ven mis ojos, y algo dentro de mi cabeza está gritando. Veo cómo Rise se pone delante de mí, protegiéndome con su cuerpo, y trago saliva. Con suavidad pongo mis manos en su cintura, sin estorbarle en ningún momento, y empiezo a hablar con serenidad y con una seguridad que no siento.

-Rise, no puedo ayudarte a luchar contra él físicamente, pero te ayudaré de otra manera.- Aprieto con suavidad su cintura, haciéndole sentir toda la confianza que tengo en sus habilidades, lo fuerte y ágil que me parece, apartando su miedo y sus dudas y alimentado la confianza en sí misma.- Creo que lo mejor que podemos hacer es pasar al otro lado de la barricada, yo puedo distraerlo pero no herirlo, y para saber qué tiene en la cabeza debe acercarse más, y no estoy segura de que sea una buena idea, porque no sé si podré aguantarlo. Pero confío en ti.

Mis temores ante la situación habían tomado forma. Realmente aquel hombre hablaba de un monstruo real. No por su apariencia, ya que iba completamente tapado, sino porque la fuerza que parecía tener tan solo en las piernas era capaz de desquebrajar el mismo suelo por el que pasaba. ¿Podía ser que estuviesen jugando con otras drogas que fuesen capaces de modificar a un humano hasta tal punto? Era una posibilidad... cosas peores tenía visto y realmente mi trabajo podría estar relacionado con estos sucesos, aunque también existía la posibilidad de una cuarentena a causa de uno o varios monstruos que estuviesen atemorizando la ciudad y no pudiesen permitir que escapasen, pero en ese caso... los nobles y los guardias habrían desaparecido... Maldición, tengo demasiada poca información como para hacerme una idea clara de la situación...

Me mantengo firme ante la palabra que les di a las dos jóvenes. No sé las intenciones de aquel monstruo por lo que apunto a su cuerpo aprovechando que va directo hacia ellas. "Por favor, no os arriesguéis demasiado... Corred!" pienso mientras tengo enfocada a la criatura con mis ballestas. En caso de que haga cualquier movimiento sospechoso con el que cualquiera de mis dos compañeras corran peligro dejaré que las ballestas hagan su trabajo. No creo que le haga mucho efecto a una criatura de esta embergadura, pero al menos les dará el tiempo suficiente para que este dude y ellas puedan huir a un lugar seguro. Ya me encargaré yo de mi propia seguridad.

La inmensa figura sigue acercándose a paso lento. Cada vez sus pisadas se hacen notar más, pues las propias vibraciones que transmiten al resquebrajar la calzada reverberan con fuerza hacia vosotros. El "hombre", a falta de un mejor adjetivo, sigue andando hasta quedar a unos escasos cuatro o cinco metros de Rise y Rue. Rise, apoyada por las palabras de tu compañera, notas una agradable sensación reconfortante en tí, como si la inocente voz de la muchacha te infundiera el valor de una madre para proteger a sus hijos a toda costa. Desde las sombras, Clay, puedes ver que dicha figura está completamente abierta, no parece tener ninguna clase de guardia, de modo que un tiro a la garganta sería más que posible, aunque por tus propias reglas, no ha actuado de modo hostil.

Desde su imponente altura, alza un poco la mirada, pudiendo cruzarse con las vuestras. Sus orbes escarlata hacen mella en vuestra moral. Rue, tu que eres capaz de percibir las matrices psíquicas gracias a tu don, puedes ver que todo su cuerpo está recubierto de matrices, de ángulos afilados, chispeantes, como si se tratase del chirriar del propio acero. Puedes percibir una insana e ingente cantidad de las mismas, muy por encima de tus capacidades, y no parece que esté intentando ocultarlas.

Una vez a la escasa distancia previamente mencionada, mirándoos (Rise y Rue) unas secas y neutras palabras emergen de éste ser. -Apartáos-. Si bien su voz, masculina, no parece muy amenazante, el grave contraste que consigue con su voluminoso cuerpo dan que pensar. No parece hostil... por ahora.

Se sentía arropada por Rue de un modo que jamás se habría imaginado, dotándola del valor necesario para no huir o dejar de lado la compostura que hasta ahora había logrado. Era imponente no había duda, pero no había atacado pues tan solo pedía que se apartaran sin parecer hostil. Queriendo creer desde lo más profundo de su ser que no era el monstruo del que hablaban, o al menos no por cuenta propia, empezó a recular y echarse a un lado con lentitud para no parecer brusca además de que así se aseguraba que la pequeña seguiría detrás de ella y no dejaría ni una sola abertura para que la dañaran. 

-Que buscas.

No lo dijo con un tono amenazante ni mucho menos, fue muy neutro y no quería provocar nada realmente, si quería contestar que contestara si no, sencillamente no pasaba nada, lo dejaría ir pues sentía que no iba con ella, no había sido hostil con ambas chicas y eso le bastaba. No iba a juzgar a nadie sin verlo con sus ojos.

Cuando se nos acerca me quedo patidifusa, no por ver su cuerpo y sus ojos, si no por "ver" todo lo que lo recubre. Por educación no suelo quedarme mirando a la gente que usa mis mismas habilidades, pero me quedo obnuvilada durante un par de segundos observando las matrices de ése sujeto, que me maravillan y horrorizan a partes iguales. Si alguna vez lograra tener la mitad de ése poder me sentiría orgullosa de mi misma. Es como Johann, pero en plan...rojo y pinchudo, da miedo...

-Dioses benditos en el cielo...La Santa Madre de Dios...

Empiezo a retroceder con Rise, sin quitarle las manos de la cintura y sin dejar de mirar al...no puedo llamarlo más que sujeto. Finalmente nos ponemos fuera de su camino, y yo sólo puedo rezar para que no se decida a matarnos simplemente por haber tardado demasiado. Con ésa carga psíquica nos haría picadillo. 

Parece que ese sujeto al que llaman monstruo no tiene realmente intenciones de atacarnos, al menos no de primeras como un verdadero monstruo vendría haciendo haciendo. Tengo muchas dudas que querría hacerle a ese sujeto, pero si ocurriese cualquier cosa sería contraproducente que con mi estilo de lucha y estando bien oculto entre las sombras revele mi posición.

Así pues, continúo apuntando a aquel ser desde mi posición con mis dos ballestas y dejo que la situación continúe dependiendo de Rue y Rise. No es mi estilo, no me gusta dejar a desconocidos al cargo de algo que puede ser importante, pero es la mejor opción en este instante.

Una vez fuera de su camino, la mole de músculos avanza, sin siquiera dirigir su mirada hacia vosotras y avanza hacia la barricada, como si no estuviera. A un escaso medio metro de ésta se detiene, ojea la obstrucción en un rápido vistazo y suspira. En ése suspiro, para vuestra sorpresa, véis como lentamente atrasa su pierna derecha, con lo que parece ser un movimiento parecido al de chutar una pelota. En unos breves instantes, la pierna avanza súbita y potente hacia la barricada que... vuela por los aires.

Sí, en un grado de potencia tan desmedida que tú, Clay, oculto entre las sombras, escuchas chirriar las maderas de las casas y en las pocas estructuras donde hay piedra, empiezas a ver algunas quiebras. Todo el suelo tiembla ante el impacto del "monstruo", y es bastante posible que las dos muchachas salgan despedidas por las ondas de choque... Aunque no parecen "merecer" la atención del individuo quien una vez hecho su trabajo, sigue caminando calle abajo, sin parecer tener un rumbo fijo. Una fuerza así... claramente no és humana, y no faltarían razones para llamarlo monstruo.

Con toda la rapidez que pudo cuando vio que aquella mole iba a patear la barricada se giró y abrazó a Rue haciendo que esta se agachase (pues era más alta que Rise) ya que estaba usando su espalda como escudo en ese momento. Tenía miedo de que alguien saliese lastimado y no, no pensaba en ella misma si no en los demás, cualquiera que estuviese en su hogar o en Rue misma, Clay... se había olvidado de que ella podía sufrir daño, enfocada en todo lo demás.

Esto se torna cada vez peor...veo al tío moverse como un jugador de Edén (Johann me ha llevado una vez a ver una competición informal, y es lo que más se le parece). Con semejante carga de poder que lleva encima (y que puedo intuir por las matrices) entiendo lo que va a pasar a continuación. Y Rise también lo debe de haber intuido, porque en un gesto que me llega al alma (y que recordaré el resto de mi vida) me ha abrazado mientras me obliga a agacharme, protegiéndome con su propio cuerpo. Así que intento ayudar yo también.

Una de las cosas "buenas" que tiene vivir con papá es que a veces juega conmigo de una forma un poco...brusca. Vamos, que usa sus habilidades para enseñarme a sobrevivir ante cosas extrañas, así que intuyo lo que puedo hacer para aligerar el golpetazo que nos vamos a comer. Abrazo con fuerza la cintura de Rise (lo cual no es difícil, es muy pequeñita) y cuando noto que va a venir el impacto salto (y la obligo a saltar). Como sigo con mi poder activo la mantengo en un estado de tranquilidad y calma (o al menos mejor de lo que estaría sin mi "ayudita"), y ahora sólo queda esperar al topetazo contra la pared que nos espera...

Pero qué fuerza más monstruosa. No solo lo que está a su alrededor, incluyendo a las chicas, está temblando y destrozándose por dentro, sino que incluso las vigas de los edificios que me están cubriendo se están viendo afectadas a esta distancia. Realmente es la definición de lo que consideraría un monstruo, al menos en cuanto a habilidades inexplicables y peligrosas pero... ¿Por qué está ignorando completamente a las chicas? Aquel hombre estaba realmente aterrado antes de verlo, y conocía de su existencia... Algo huele demasiado mal y no me está preocupando precisamente ese sujeto delante mía, pero una cosa es clara: No revelaré mi posición bajo ninguna circunstancia; solo dios sabe lo que intentaría hacer si descubriese que alguien le está observando desde las sombras, pero tampoco puedo dejar de apuntarle por si necesito ser un apoyo para Rise y Rue

El enorme "hombre" finalmente al cabo de unos minutos desaparece entre una neblina blanquecina que poco a poco empieza a mecer la ciudad de Deimos. Su figura se distorsiona hasta finalmente desaparecer, lo que os da cierta sensación de tranquilidad... por ahora. La mencionada neblina poco a poco desciende (lo cual es un claro indicador de que está fría y consecuentemente pesa más que el aire) y se aposenta suavemente sobre las calles de una forma más o menos uniforme (empieza a disiparse más o menos a la altura de la rodilla). Os entra un poco de frío pero el silencio vuelve a apoderarse de las calles.

Rise, hay algo extraño para tí en el ambiente, en esa niebla. Por la hora del día que és, no debería poderse formar niebla alguna a éstas horas, no después de que el sol ya la hubiese evaporado a mediodía. Observándola detenidamente, percibes algo extraño en ella, algo que por ahora no alcanzas a comprender, pero claramente te da mala espina.

Clay, necesitaré una prueba de Advertir del tipo oído con un modificador de -20 debido al ligero ruido de fondo provocado por el chirriar de las maderas.