Partida Rol por web

Aunque permanezco alerta, apenas estoy haciendo caso a la conversación, la tal Eljared y su extraño acompañante me tenían con la mente despierta pensando posibles estrategias para salir de allí con vida... Aunque el comentario que hace de los demonios es interesante... 

Mientras esperamos a la mujer de hielo, pregunto:

- ¿Cuál es la forma más sencilla de evitar que un demonio vuelva al flujo de almas?

Miro al joven Ygnling, y le sonrío. -Muy sencillo... destruyendo su alma... pero por ahora esta fuera de vuestro alcance el poder destruir almas... Me giro hacia la cueva y veo como silenciosamente sale la Dama de hielo... Doy unos pasos hacia ella para que me vea y le sonrío... -Hola... joven Yuki... Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez...

Tras ver la situación dentro de la cueva salí rápidamente, con el presentimiento de que algo iba mal... pero de todas las cosas malas que me podía imaginar... tenia que tocar la peor. -¡Tu!... ¿Que haces aquí?... Mi piel se empieza a cristalizar mientras que empiezo a acumular ki. -Por tu culpa perdí a toda mi familia... dame una sola razón para no matarte...

Todos notáis como la temperatura alrededor vuestro empieza a bajar a ritmos vertiginosos... en apenas unos segundos vuestros alientos empiezan a condensarse ante vuestros ojos

Miku observa la situacion y se aleja un poco mas mientras se concentra, un poco, sabe que si luchan ellos no tendran nada que hacer ya que las fuerzas de esos dos seres son demasiado para ellos, por lo que mientras se aleja un poco para ganar algo de distancia dice:

- Sera mejor que no intervengais en eso y que se calme la cosa

Temiendo lo peor, sabía que no se podría interponer entre aquellas dos, estaba fuera de su Liga. Así que, se queda al margen haciéndose a un lado, sólo comentando - espere... - sopeso las palabras de la mujer de hielo - ella mencionó algo de encargarse de los demonios- imaginaba que para la mujer de hielo era muy difícil controlarse y a pesar de que su familia lo había abandona, notaba como era un fuerte impacto eso final para ella.

El bárbaro no dió muestras de haber escuchado en absoluto la disertación sobre demonios de la bruja. ¿Acaso estaría esta evitando a proposito dar una respuesta clara a su anterior pregunta?. El norne empezaba a sospechar que sí. De hecho cada vez estaba más seguro de que ella no quería que supieran lo acontecido realmente con el demonio.

Y la reacción de Yuki al salir de la cueva terminó de disipar sus escasas dudas. Estaba claro que la elemental era una aliada de Brienne, así que si esa Eljared era enemiga suya entonces era harto proable que también lo fuese de la jefa del pueblo.

El norne se apartó lo mínimo imprescindible para dejar espacio a ambas mujeres, los musculos de su cuerpo tensandose y preparándose con expectación. No intervendría en un duelo por venganza; no a menos que el compañero de la bruja lo hiciese también, o que esta intentase obtener la victoria con trucos sucios.

Genial...

Por un lado tenemos una dama de los hielos y por otra una mujer capaz de matar demonios practicamente de un pestañeo... Cuando vuelva a casa le tengo que pedir a mi tía que me enseñe a hacer eso que ella hace con el fuego.

- ¡Vale señoritas! - Digo poniéndome entre las dos con la espadas en alto. - ¡Me da igual los asuntos que tengáis entre vosotras! - Digo mirando a ambas. - ¡Tenemos un demonio suelto y un dragón dirigiéndose al norte! Como mínimo... Así que vamos a ir a por él y lo vamos a matar. Lo que hagan despues de eso me da exactamente igual, como si se quieren arrancar la piel a tiras.

Me mantengo en mi sitio mientras miro a ambas.

Sé que no tengo ninguna esperanza contra ninguna de las dos, pero también sé que si queremos vencer a esas cosas, ellas son nuestra mejor baza.

Recuperó la compostura, cruzó los brazos y observó con un poco de miedo como dos "mujeres", un elemental y una caza demonios por lo que parece, comenzarían a pelear. Muchos miembros de su grupo intentan clamar las cosas pero él ya sabía que esa tarea iba a ser bastante difícil.

El que más se ¡centra en el objetivo es Sven, del que se puso de su lado. Tal vez era el que ahora tenía la mente fría y pudo pensar con claridad no como Hakkon, que es lo más pasional que Nonth había visto en su vida. Cuando menciona lo de la piel a tiras siente un escalofrío por un recuerdo que le vino a la mente.

Las miró como juzgándolas a ambas. - De verdad que esto va a ser muy difícil. Tenemos que matar a un dragón que puede traer poco más que la apocalipsis a este mundo y observamos como dos mujeres se pelean. Parece que ellas no viven aquí, sino se habrían preocupado un poco en ayudarnos. - Todo esto lo dijo mientras se dirigía a los caballos para montar y emprender el camino sin ellas, evidentemente esperando a sus compañeros antes.

Dejo de sonreír mirando a la elemental y niego con la cabeza. -Siento la perdida de tu familia... pero te juro que yo no tuve nada que ver con la muerte de tu familia, he cometido bastantes crueldades... pero siempre han sido con un motivo... pero con lo de tu familia yo no tuve nada que ver. Me giro hacia el pequeño grupo y les miro. -Sera mejor que bajéis abajo y acabeis con esos invocadores, mientras yo hablo con Yuki 

Miku mira a los alli presentes y dice:

- Si, creo que sera una buena idea, ademas asi los que tienen duas podran terminar de salir de ellas ya que podremos ver con nuestros propios ojos que es lo que ha estado pasando en esa cueva

Dice mientras comienza a ponerse en camino

En condiciones normales Hakkon le habria recordado mordazmente a la olvidadiza chica gato (y ya puestos a todos los demás) que sus lealdades deberían estar con Yuki y no con la bruja-mentirosa-desconocida-salida-de-la-nada, pero aquellas no eran para nada condiciones normales.

Y si el grueso norne no dío muestras de haber escuchado las palabras de Eljared o de Miku, era sencillamente porque no lo había hecho. En aquellos momentos el instinto de Hakkon se encontraba totalmente concentrado en el lenguaje corporal de los presentes, atento al mínimo cambio de postura que indicaria el comienzo del enfrentamiento y liberaría a su bestia interior.
 

La señora Eljared, parecía sincera... pero cuan sincera podía ser?, la naturaleza de los seres inteligentes siempre podía llevarlos a mentir y cometer atrocidades. De momento, Ake solo se fijaba en Yuki, pues si había una pelea ella la iniciaría... y si para ella estaba bien que acabaramos con los cultitas, entonces no había por que dudarlo más.

Miro durante unos segundos fijamente a Eljared y tras unos segundos eternos notáis como la temperatura deja de bajar y empieza a volver a la normalidad. -Esta bien... voy a darte un voto de confianza... por lo menos para saber que tienes que contarme. Me giro hacia el joven grupo. -Esta bien, voy a hablar con ella, vosotros limpiad la cueva de esos desgraciados... ahora están bastante confusos preguntándose porque su querido demonio acaba de explotar ante sus ojos... aprovechadlo.

Largo rato le costo al bárbaro, ofuscado como estaba, tranquilizarse lo suficiente como para ser de nuevo plenamente consciente de la situación que le rodeaba y reparar en el significado de las palabras pronunciadas por la elemental.

Generalmente cargar a ciegas por una desconocida y siniestra gruta al encuentro de un número indeterminado de adoradores demoniacos le habría parecido un plan estupendo, pero la idea de dejar a Yuji a solas con la bruja y su sicario no le hacía a Hakkon ni la más mínima gracia.

Finalmente el grueso norne asintió a regañadientes y se introdujo en la oscura cueva. Todo aquel asunto con esa Eljared le estaba frustrando sobremanera, y deseaba encontrar por fin algo a lo que si poder golpear (o al menos algo a lo que poder golpear y no sentirse culpable más tarde por haberlo hecho).

- Bien... - Digo bajando las espadas pero manteniéndolas bien sujetas. - Intentar no mataros mientras estamos ahí abajo.

La idea de entrar en una gruta a ciegas no me hace demasiada ilusión, pero si Yuki nos lo ha dicho, tendremos que fiarnos de sus palabras.

De manera que empiezo a internarme en la gruta, concentrado en no hacer el menor ruído, al mismo tiempo que sigo a Hakkon y me coloco detrás de él. 

Sus compañeros entraron, y Ake no se iba a quedar atrás; así que les sigue de cerca. Por un lado le parecía que Sven hacía bien al intentar ser sigiloso y discreto; pero si no lo hacían todos o si no se adelantaba no serviría de mucho.

-chicos...- dice en voz baja -... yo no soy sigiloso... pero quizás Arryken o Nonth... pudiera adelantarse a ver a que nos enfrentamos sin ser vistos...-

Después de ver todo el número montado por aquellos dos seres y ver que se conseguía llegar a algo útil decidió bajar del caballo y emprender camino hacia la cueva para divertirse un poco. Aunque si esto iba a ser como en la aldea, se aburriría un bastante.

Se adelantó lo más rápido que pudo antes de entrar, consiguiendo uno de los primeros puestos y susurró en voz baja. - Como en los viejos tiempos, Sven. - Tras ello esbozó una sonrisa y miró al frente poniendo un rostro serio.

Avanzaba con paso seguro, observando todo a su alrededor y desconfiando hasta de su propia sombra, no sería la primera vez, ni será la última, que puede haber pelea cogiéndolos desprevenidos y cebándose a golpes con ellos.

Con cuidado y en silencio os adentráis en la cueva. De las paredes de esta cuelgan cientos de cadenas negras como el ébano, con una sensación de inquietud en el cuerpo, avanzáis por los lúgubres pasillos de piedra.

Tras un par de minutos avanzando, veis como el pasillo se abre mas adelante en una sala circular, varias antorchas en las paredes dan al lugar un aspecto bastante tenebroso. Voces nerviosas se escuchan provenientes de la sala.