Visiblemente enojado sir Pendel, encamina amenazante hacia sir Bradwen que lo espera cómodo y sonriente, pero no llega hasta él, pues se entromete sir Graven, sir Portius y también sir Pocac.
Sir Bodahan, El caballero escolta del conde, el único con armadura de los moradores del castillo, hasta ese momento ajeno a la charla, intercede diciendo.
Pasad a ver al conde ya, y dejad la jodienda para otra ocasión y otro turno de guardia.
La providencial intervención el caballero sir Bodahan, intermedió con acierto entre las dos facciones.
Podéis tirar por intrigar si deseáis saber algo más sobre este desencuentro. Decidid también a quien le preguntáis, y dependiendo de eso habrá un bonus o malas, y una información más o menos detallada. Se supone que mientras os dirigís a hablar con el conde encontráis el momento adecuado para formular esa tirada de intrigar. Nada impide, que también podáis tirar el intrigar con los miembros de la otra facción.
Me acerco a sir Portius, mientras atravesamos el castillo, sin dejar de vigilar a los caballeros de la capital.
Bastante bocazas ese tal sir Pendel para hablar con tal ligereza de unos desconocidos, ¿no cree? ¿Qué ha pasado entre él y sir Bradwen? ... Bueno, y entre ambos grupos de caballeros, la verdad.
Motivo: Intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 3-
Resultado: 7 (Fracaso)
Con un +4 lo lograría.
Mantuve una sonrisa burlona durante toda la conversación. Me resultaba gracioso como unos y otros acudían a las palabras para herir el orgullo de sus contrincantes. Muy a mi estilo, pero mucho más directos. Disfruté con la contienda y me disgusté cuando terminó. De camino, me dirigí a Sir Portius.
- ¿A que se debe tanto cariño a nuestras mercedes? ¿Acaso nuestro señor no paga los impuestos?
Motivo: Intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 11-
Resultado: 11 (Exito)
Crítico.
Motivo: Intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 11-
Resultado: 11 (Exito)
Un dj malvado, podria haber dado por hecho que como hay un bonus o malus dependiendo de a quien le preguntes, no se considera critico. No es el caso. Lo daré por critico.
sir Portius recibe con agrado la pregunta de sir Loren. Al parecer tenia muchas ganas de abordar el tema.
al parecer, en una batalla en la que sir Portius o bien no participó, o bien andaba en otro punto de la lucha, la compañia de sir Pendel, hizo un feo a las tropas dirigidas por sir Bradwel. o bien no le prestó ayuda en combate, o directamente les dejaron solos o aislados... Ese desplante, que costó sangre y vidas a los hombres de sir Bradwen, no fue bien justificado por sir Pendel ante sir Bradwen. El castellano no le ha perdonado ese desprecio, y sir Pendel está cansado de las odfensas y desprecios que desde entonces le ofrece sir Bradwen a la minima oportunidad. Sir Pocac y sir Gravius, son feroces en la defensa de sus señores.
Tanto unos como otros desean batirse en duelo, pero es el propio conde quien bajo juramento, les ha prohibido tal cosa, al menos por el momento.
EL CRITICO, OS DA LA OPORTUNIDAD DE REPREGUNTAR A SIR pORTIUS SOBRE EL TEMA.
Tras las observancias previas, y sin tener que haber desenvainado las espadas, dais con el conde.
Sir Duhael, os pide razón de vuestra visita, y sir Bradwen se explaya en relatar la escaramuza con los irlandeses.
Las razones, suposiciones y suspicacias de ambos caballeros salen a relucir en la charla, que es amena y cordial. Vosotros pasáis a un segundo plano, quedando toda la atención centrada entre el conde y vuestro castellano. Mientras ambos jefes parlamentan, se os invita a vaciar las jarras de vino allí dispuestas, y deshuesar los cachos de carne que reposan en bandejas.
Mientras coméis, ellos siguen hablando.
Bien sabéis sir Bradwen, que acá También habemus de nuestras necesidades, et que es vital el buen rendir de las minas de estaño.
Bien cognosco el poder et la importancia dellas, por eso es buena cosa tener defensas antes de ellas, del mismo modo que se pone un dique para evitar la torrentera.
Dadme más soldadesca, para reponer a los caídos et para fortalecernos todos nos, pues bien sabéis que la amenaza es cierta, et pruebas dado os he.
Alabo vuestra prudencia, et entended también la mía. Solo os puedo ofrecer la mitad de la soldadesca que pedís. Rehaceros pues con levas de vuestro campesinado, et metedlo a soldadesca.
Echad la noche aquí, et mañana podréis retornar.
No parecía muy convencido el castellano por el botín conseguido, y tampoco parecía muy partidario de soltar más cosas el prudente conde. Así que la charla, en cuanto a negociados parecía darse por acabada.
Parece que traía hambre la vuestra escolta. Escolta en la que veo caras jóvenes y nuevas. ¿Son por ventura aquestos los caballeros viajeros et de Salisbury de los que fablaste?
Sonriente y satisfecho.
Aquestos son. Aún falta otro que anda en el castello, y que acabó más dañado. Saben lo que es matar, y saben derramar sangre propia y ajena. Son caballeros et están con nos.
Escucho a los grandes hombres, preocupado. Es evidente que mi gusto está con sir Bradwen. Mejor tener varias barreras que una sola. Pero no me han preguntado, así que simplemente permanezco atento y esperando que lo ofrecido sea suficiente.
Luego nos toca presentarnos. Me adelanto y hago una reverencia. Es un honor, sir Duhanal, Conde y dueño de Tintagel. Mi nombre es Sir Flaín, de Fibgsbury,para servirle a usted y a dios. Sé que muchos podrían escandalizarse por poner al conde antes que a dios, pero no veo clero alrededor y confío en que agrade al conde. Me arriesgo, en definitiva.
Motivo: Cortesía
Tirada: 1d20
Dificultad: 15-
Resultado: 5 (Exito)
Cortesía sacada.
Parecía que el Conde no quería ver la necesidad del castillo fronterizo o bien no consideraba a Sir Bradwen personaje de importancia. Me resultaba curioso, pero no era oportuno decir nada, hasta que nos pidieron que saludásemos. Me levanto y hago una reverencia pronunciada con una media sonrisa en el rostro.
- Sir Duhanal, - dije mirándole, - me llamo Sir Loren Leblanc, para servir a Dios y a usted.
Luego volví a sentarme en mi lugar, esperando a que la conversación entre condes y caballeros, siguiera su curso. No era cosa donde yo debería de meter mis narices.
Motivo: Cortesía
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 2 (Exito)
Cortesía: Éxito
Quedo satisfecho el conde con la presentación recibida, y viendo lo partidario que parecia el castellano de sus nuevos fichajes, ni quiso, ni le parecio justo hacerle prescindir de sus nuevos caballeros.
Placenme aquestos dos. Breves et claros.
No obstant, falta 1 por conocer. No me hagais tener que marchar hacia el vuestro castello, para conocerle. Mandadmelo aca, cuando este sano et bien, para que le sea dado el placet.
+10 de gloria para ambos y marca en cortesia
Tras terminar la charla, y si no deseáis hacer nada más, se os asigna un lugar en el propio salón del castillo, en el que echar la noche.
Al día siguiente, deberéis retornar a Dimilog, sir Bradwen asegura, que ya no hay nada más que hacer por aquí.
¿Echais una tranquila noche en el salon, o haceis otra cosa?
Dormis los 3 caballeros alli, los escuderos echaran la noche en el establo.
En la amanecida, tras unos sorbos de vino, y un bocado de las sobras de la noche, con la ayuda de los escuderos, os colocáis la armadura y os disponéis a partir.
Tras la despedida del conde, os dirigís al patio, donde se os traerán a vuestras descansadas monturas, y os esperara la tropa de refuerzo prometida por el señor conde.
Así lo hacéis y así sucede. La compañía de caballeros y soldados de Dimilog, forma en el patio, para retornar a su castillo. La tropa cuenta con un refuerzo, gentileza del conde, de 6 soldados más.
No parecen ser esa media docena, del gusto de sir Bradwen, que protesta ante sus caballeros:
Sir Bradwen: No jodais, que esos 6 imberbes, que andan escasos de fuerza y talento para portar lanza, van a proteger el mi castello.
Graven. He visto pelos del culo, con más trazas de soldado que aquestos iuvenes.
Portius: Creo que deberíamos dar parte a sus madres, no siendo que los anden buscando. ¿Estarán destetados?
En verdad los 6 soldados aportados por el conde son jóvenes, y tienen toda la pinta de estar recién reclutados. Aportó el conde soldados, pero no caballos, así que tendrá la nueva soldadesca que hacer el camino de regreso a pie. No será esa la tarea más dura que acometan en su vida de soldado, si esa vida es larga, claro está.
Si queréis aportar algo hacerlo.
El día es agotador, pero debo recordar qué estoy haciendo aquí. Dejo que pase un poco de noche y me levanto.
Con la excusa de buscar la cocina, para servirme algo de picar, o a alguna criada, para picar en otro sentido, hecho un vistazo a las estancias del castillo.
Tras echarte una piel, de esas que se os ha dejado para abrigaros en la noche, y tras calzarte tus botas, decides salir de la estancia, el salon, que os ha sido brindada para dormir.
En vez de dirigirte hacia el patio del castillo, optas por buscar la cocina. No eres de natural ruidoso, y esa cosa es buena en lugar ajeno. Aunque no conoces aquellos lugares, das con la cocina.
Tirame por la caracteristica de DEStreza, para interpretar si al abrir la puerta de la cocina y esquivar a los sirvientes que duermen alli, haces o no ruido, y hasta que punto.
En aquella epoca, se solia dormir en donde se trabajaba, obviamente los sirvientes.
Osea, que quieres hacer como que comes algo y de paso, ¿acostarte con alguna sirvienta de la cocina?
No exactamente. Quiero buscar algún despacho o algo así, pero si me pillan poder poner alguna de esas excusas.