Partida Rol por web

La culpa nos remuerde la conciencia a todos, pero Gwilhern parece especialmente sombrío y afectado. Decido intentar sacarlo de sus pensamientos y tratar de elevar su moral y la de los hombres. Comento en voz alta y clara:

En tiempos oscuros buen vino y mejor mesa. Dice mi padre. Pronto descanseremos bajo un techo, recuperaremos fuerzas y ánimos. Hemos perdido buenos hombres, y como tales les hemos honrado y les recordaremos. Pero aún no es tiempo de duelo, es tiempo de batallar y eso supone estar prestos a las armas. Lo mejor que podemos hacer es que las vidas que perdamos en esta guerra sirvan para elgo. Nuestro sacrificio es por la seguridad de nuestras gentes. Así que estad alegres porque es justo lo que estamos haciendo. Somos hombres, no mujeres asustadizas, y mientras lata mi corazón tiene un motivo los sajones del que preocuparse. Arriba esos ánimos, la próxima batalla nos tomaremos la revancha, ahora pensad en la comida caliente que nos espera y el vino mejorará nuestro humor.

Las palabras de sir Walter, consuelan a un apesadumbrado sir Gwilherm, que continua quejoso su camino de regreso al castillo de Hertford.

Ya estais cerca del catillo. En verdad habeis consumido mas de dos tercios de la distancia.

Tras los pensamientos sobre los soldados caidos, vuestra mente reflexiona sobre los sajones y su circunstancia. al fin los habeis tenido al alcance de vuestras espada, y ellos os han golpeado con sus hachas. ¿ realmente que opinais de ellos?

Sir Gwilherm de Malderoi, no consigue apartar de su pensamiento, al menos del todo, a la soldadesca y su circunstancia. 

Esta vez anda cabilando qué hacer con el escaso botín cosechado. 

Entre muertos y prisioneros( que no tardarán mucho es ser ejecutados) teneis 3 muertos y 2 inconscientes, esto es 5 cuchillos sajones, 5 hachas sajonas, 4 armaduras de cuero sajonas( 1 destrozada no cuenta. Armadura de cuero endurecido protc. 6) y 5 escudos. Se supone que las baratijas encontradas en los cadaveres ha sido para tus soldados. ¿ qué hara sir Gwilherm como señor de Malderoi con esos objetos enemigos?. ¿Los donará a sus tropas, o servirán para nutrir su almacen, pues pueden necesitarse más adelante?

La decisión es solo de sir Gwilherm, pero se espera que los demas caballeros aporten su opinión.

Me consuela ver recuperado algo de su ánimo habitual en Gwilherm. Es mi primo un luchador temible, así lo he comprobado con mis propios ojos en la pasada batalla. Mis pensamientos son claros respecto al enemigo. Son una plaga que hay que hacer desaparecer de nuestra isla. Espero el momento en que esos perros rabiosos se dignen en presentar batalla como es debido. Pero son sabandijas miserables y traicioneras que prefieren las escaramuzas con superioridad numérica. Ya llegará nuestro momento, lo espero con ganas. 

Tras decidid regresar al castillo para aportar las nuevas de la localización de las patrullas sajonas, Sir Gwilherm tiene un moento de debilidad. La rabia lo inunda, no puede dejar de pensar el lo que le estarán haciendo al joven soldado. Según le habia dicho uno de los sargentos, su nombre es Henri y tan solo tiene 17 años. El caballero caído se llamaba George, casado y con tres hijos.

El líder de la patrulla bretona detiene su caballo y apunto está de espolear a su montura cuando su primo Walter le dirige unas sabias palabras. Da un trago al pellejo de vino y tras recuperar la compostura, dirige a los hombres hacia el hogar del Conde.

No puede evitar sentirse decepcionado consigo mismo, pues se había imaginado cientos de veces en refriegas y combates heroicos. Pero la realidad era mas cruda y contundente. 

Pensar en su enemigo hace que surja un nuevo sentimiento, ya no desea defender su tierra ante el invasor. Su odio a crecido, y anhela el momento en el que se vuelva a encontrar con aquellas escorias para poder acabar así con el mayor número de ellos.

Como las palabras de Sir Walter fueron suficientes, Cimrud no dijo nada..suya en gran parte había sido la idea de marcharse. Era lo correcto, se decía una y otra vez el caballero herido. Ya habían mostrado su valentía con creces y habían puesto en fuga a los  sajones que tardarían en pasar por allí algún tiempo más; haberse quedado heridos habría sido temerario. Además Cimrud ya había dejado claro que patrullar en zonas de escaso valor servía para poco o nada, salvo para intercambiar bajas, como había pasado.

Cimrud lo contaría y lucharía otro día más, el soldado no... tampoco los Sajones que habían aniquilado en un ataque por sorpresa además.

Con suerte pronto se recuperaría ..de vuelta al camino el herido caballero no dijo nada más, sólo queria descansar como indicaba Sir Walter.

Sir Gwilherm de Malderoi, no consigue apartar de su pensamiento, al menos del todo, a la soldadesca y su circunstancia. 

Esta vez anda cabilando qué hacer con el escaso botín cosechado. 

Entre muertos y prisioneros( que no tardarán mucho es ser ejecutados) teneis 3 muertos y 2 inconscientes, esto es 5 cuchillos sajones, 5 hachas sajonas, 4 armaduras de cuero sajonas( 1 destrozada no cuenta. Armadura de cuero endurecido protc. 6) y 5 escudos. Se supone que las baratijas encontradas en los cadaveres ha sido para tus soldados. ¿ qué hara sir Gwilherm como señor de Malderoi con esos objetos enemigos?. ¿Los donará a sus tropas, o servirán para nutrir su almacen, pues pueden necesitarse más adelante?

La decisión es solo de sir Gwilherm, pero se espera que los demas caballeros aporten su opinión.

..... ¿Los donará a sus tropas, o servirán para nutrir su almacen, pues pueden necesitarse más adelante?

Reconocer las tierras próximas al castillo del conde aviva mis ánimos. Pronto tendremos un descanso y cuidados para los heridos. Imagino que mi primo se encuentra inmerso en sus pensamientos, pero me coloco a su lado con mi caballo al paso. Lo veo concentrado e imagino alguna de sus cuitas...

Primo Gwilherm, ¿habèis pensado qué hacer con los despojos de vuestros prisioneros y enemigos muertos? Puesto que no tenemos una victoria aplastante o un gran botín de guerra, pudiérais ofrecerselo al señor conde para que disponga de él. Al menos servirá para armar algún miliciano llegado el caso de necesitarse de ellos... Así el conde sabrá que es nuestro deseo cumplir su mandato y que respetamos sus decisiones en lo que respecta a la protección de estas tierras. Pero esto es solo mi opinión, que ya sabéis bien vos que mis opiniones en muchas ocasiones son poco afortunadas. La vuestra sin duda, será la correcta.

Cimrud todavía malherido se alegra especialmente al saber que pronto estará al lado de un caliente hogar y sin la armadura pudiendo descansar, que falta le hacía. Obviamente, al estar cerca del núcleo de la comitiva no pudo evitar escuchar la conversación entre ambos primos y dio su opinión:

-Yo opino diferente a Sir Walter...mi opinión es que se limpie lo necesario y lo que mejore a tu soldadesca actual se lo proporciones tras acondicionarlo a los hombres. El resto, debería surtir los almacenes de vuestro señorío de Malderoi ... los soldados perdidos eran tus hombres, necesitarás entrenar nuevos tarde o temprano; pero como siempre Sir Gwilherm, vuestra opinión en vuestros asuntos son las que prevalecen.
 

Encontrase Si Gwilherm perdido en sus pensamientos, cuando su primo se aproximó a compartir sus opiniones para con el botín.

Sin dar respuesta al asunto, contestó: _¿Cómo se encuentra Sir Cimrud?, ¿aún mantiene la consciencia?_ Como si sus palabras hubieran sido vaticinadas por una bruja, el joven caballero se pronunció al respecto.

Los primo portaban valoraciones distintas, pero en este caso, el señor de Malderoi y su primo, pensaban igual. Aun así, se mantuvo dubitativo durante unos minutos, antes de romper el silencio dictaminando lo siguiente.

_ No andáis falto de razón Sir Cimrud, pero algo me dice que ésta no será nuestra última refriega y que vendrán nuevas oportunidades de abastecer nuestros almacenes._ Intentó expresar entusiasmo mientras lo decía, pero la imagen de Henri siendo torturado no cesaba en su cabeza. _Pero no regresamos con novas de victoria, ni cuantiosos sajones caídos, ni revelaciones de interés..._  Realizó una breve pausa y prosiguió. _Es tempo de política, quizás breve, pero habrá otros señores que regresarán de sus patrullas y quién sabe con que resultados... Todo esto terminarán con enfrentamientos masivos organizado en batallones. Debemos hacer saber al Señor Conde que le seremos útiles, o al menos caerle en gracia. Pues en la guerra hay localizaciones para la gloria y para la muerte, para la seguridad y para el enriquecimiento... Así pues, he decidido hacer caso de la propuesta de Sie Walter, agasajaremos al Conde con lo recogido y mostraremos la generosidad y lealtad de los caballeros de Malderoi.

Listo.

Perdonad las faltas o errores, escribo desde el móvil. Espero que se me haya entendido, Mañana regreso a casa y con el ordenador mucho mejor.

No puedo evitar sonreír al ver que mi opinión coincide con la de Gwilherm, que a fin de cuentas es quien decide. Creo que su decisión nos reportará más beneficio político que el militar que nos podrían dar una armas de tan despreciable origen. Cimrud parece taciturno, y sus heridas no ayudan a mejorar su humor, tampoco la decisión de nuestro primo sobre el asunto. Aunque su punto de vista no suele coincidir con el mío debe concederle más seso en la mayoría de los casos del que yo dispongo. Por ello recapacito sobre sus palabras, aunque concluyo que mi intuición de que nos hará falta cierta ayuda a la hora de lidiar con el conde y el resultado de nuestra misión no es badalí. 

creo que ya huelo las cocinas del castillo, y mi estómago aulla como un lobo en luna llena. Mi estómago rara vez se equivoca en materias culinarias... Un buen baño, una buena comida, un buen lecho... Primo Cimrud, ¿creéis que me estoy haciendo un caballero refinado finalmente? - Bromeo para mejorar nuestro humor ante los episodios venideros.

Cimrud es cierto que estaba taciturno ... era el de los tres el que menos creía en las patrullas y era el que había salido peor parado con diferencia. Sonrió ante las palabras de su primo y replicó:

-Yo creo que sí, pero mucho me temo que ser refinado o no serlo nos servirá de poco en los próximos veranos... si los sajones son capaces de arriesgar hombres en grupos así es porque son numerosos, y será complicado expulsarlos de aquí y tomará tiempo. - complicado no, probablemente imposible... 

Qué contento me ponen vuestras palabras, primo. Quizá cuando echemos a esos rufianes de nuestra isla, canciones haya sobre nuestros refinados modales y grandes victorias... Y si no, al menos de nuestra elegancia en la derrota podrán cantar. Tened fe en nuestro destino, toda gran hazaña comienza con pocas esperanzas de éxito. Y sin embargo esa mínima esperanza hará posible nuestro objetivo, una Britania, un Rey... Tened fe, y reíd más buen Cimrud, estamos vivos para seguir luchando otro día. Diría yo que eso es buena cosa. Suelto una carcajada y sólo los vendajes de Cimrud me recuerdan sus heridas justo antes de soltarle un manotazo amistoso