Partida Rol por web

El profesor se quedó en shock al disparar y apenas si detuvo a Tetsuo cuando le quito el arma, solo se quedó mirando a Hikari con cierta mirada entre ira, miedo y tristeza.

Por suerte todos acudisteis a la ayuda de vuestro compañero, llevandolo entre Ika y Akane a la enfermería.

-V-vosotros no entendeis nada... Es imposible evitar la maldición. Yo la he estado investigando por mi cuenta cuando se supone que debía interferir con vosotros y no encontré ninguna fomra... que más dará una cinta o todos los archivos de la escuela. No podreis detenerla. Durante el verano descienden las muertes debido a las vacaciones, pero vuelve y sigue implacable... y para joder, no podía esperar hasta después de verano para fastidiarme a mi. Estais condenados, y el marginado ya no funcionará, así que podeis volver a relacionaros con el. Según la maldición si tras un mes las muertes no son leves, el marginado este año no sirve. Felicidades. Y suerte. Pues a mi ya me han quitado la vida - Tras aquel discurso en el que ahora no se mostraba tan violento pero si ofuscado, salió por la puerta en dirección a las escaleras. Más concretamente hacia arriba.

TRAS LAS CLASES: No iba a permitir que nadie amenazara su vida, JA, le daban ganas de reír. Tomó las afiladas tijeras de su estuche y esperó a disponer de un instante de soledades en su silenciosa persecución. Abrió las tijeras y clavándoselas (o intentándolo) en el cuello solo dijo - lo lamento profesor, el sobrante es usted. Un profesor que amenaza a sus alumnos no debería vivir. Con una risa histérica contenida, se dio a la fuga enseguida antes de ser descubierta.

Cuando las clases estaban acabadas, *(extra) cuando todos estaban confundidos por los acontecimientos y manchada con la sangre del oído del muchacho, Para salió para quitarse aquella ensangrentada camisa. Siguiendo disimuladamente al profesor en espera de encontrar un punto muerto en el que nadie pudiera verle.

Normalmente el rincón de las escaleras sería un buen lugar, solo quedaría mirar un poco por encima y actuar rápido para huir antes de que nadie pudiera llegar a percatarse de lo que ocurría.

Se colocó colmo una sombra tras el profesor, para que su propio cuerpo le cubriera y con un gesto rápido, movió sus afiladas tijeras hasta su cuello a la vez que susurraba - lo lamento profesor, el sobrante es usted...

Tras su movimiento rápido solo se encogió en su huida, la risa resonaba en su interior, contenida, asegurándose que su ruta de escape estaba libre, pues tenía en aquel lugar concreto, 4 sitios por los que escapar.

Luego se acercó a los vestidores, donde al fin cambió su camisa, antes de ir a la enfermería a ver al herido.

La joven dejó que las amigas del chico se lo llevaran a la enfermeria. Ella ya había hecho lo que había podido. Escuchó al profesor con reticencia, pues ciertamente ya había perdido todo su respeto. Se acercó a Tetsuo despacio cuando éste abandonó la clase.

- A que crees que se refería con que lo ha fastidiado a él? En las noticias no salía mencionada ninguna familia Kimura... - observó la puerta pensativa - Lo cierto es que no sabemos nada de él -

Se sentó tras las palabras de Michi pues tenía razón. Ya era hora de escuchar la dichosa cinta.

Recuerdo entonces la carta que llevo en la mochila, la que habían encontrado entre los restos de la clase, no quiero que los demás la vean, pero él lo pedía específicamente asi que... no tengo otro remedio. Solo de recordar su contenido casi me echo a llorar, pero logro contenerme, de momento.

Cuando se llevan a Aki y el profesor sale de la clase, me acerco a Tetsuo y Hanako con la carta en la mano, prefería que ellos fuesen los que la leyesen primero.

- Creo que deberíais leer esto...

En la carta se podía leer perfectamente:

"Querida Hanako, desde que te conocí no has parado de sorprenderme, no sé si es por tu forma de ser conmigo o por lo cómodo que me siento cuando estamos juntos. Tienes mucha facilidad para conseguir dibujarme una sonrisa a todas horas aunque la situación en la clase se torne un poco difícil y extraña. No entiendo qué es lo que me pasa últimamente cuando estoy contigo; mis padres me los explicaron alguna vez. Cuando te veo, siento que el corazón se alegra y se desespera, mi estómago parece que ha sido atacado por un gran terremoto y las manos... ya tu sabes lo que pasan con mis manos. Mi padre me explicaba que esos síntomas eran fruto de un sentimiento que describen como "amor". Creo que es lo que siento por ti, cuando me hablas no puedo parar de distraerme con tus labios, queriendo besarlos y agarrarte esas manitas que tanto me gustan. Espero algún día tener la oportunidad de decirte lo mucho que... te quiero y se me hace difícil decírtelo porque era una palabra que nunca utilicé salvo con mi hermano y mis padres. Quiero que sepas, que voy a intentar protegerte de esta maldición todo lo que pueda, a ti, a Tetsuo y a Osaki.  Si me pasara algo, no te preocupes, intenta resolver la maldición y protégelos, eres un gran apoyo para ellos. No te rindas porque tú eres estupenda y nada puede contigo. Trata de convencer a la clase de que la maldición es real. 

P.D: Deja esta carta en la clase para que TODOS puedan leerla. Goro, si estás leyendo esto. Sé fuerte, te admiro y nunca me atreví a decírtelo. Gracias por llevar a cabo ese rol tan complicado. 

                                                                                                                 Firmado:  Matt-White"

Leyó la carta con el corazón encogido. Sobre todo porque sabía, o intuía, lo que significaba Matt para su amiga. La abrazó con cariño para consolarla pero no encontraba palabras que acompañaran a aquel gesto.

Aki caviló velozmente sobre las palabras del profesor, mordiéndose los labios. Si el sensei había perdido los ánimos, era su propia decisión de abandonar la lucha y no había ninguna razón por qué deberían seguirlo. No, ellos continuarían tratando de encontrar una manera para contrarrestar la maldición.

Sus otros pensamientos, ya los formuló en voz alta y clara tras haberlos considerados debidamente: “Yo seguiré luchando contra la maldición, y no me importa si el sensei no tiene más esperanza. Sin embargo, creo que en un punto el juicio del sensei es correcto: fue él quien nos ordenó votar por un marginado, y él, siendo a lo tanto de los archivos sobre los casos, sabe que el marginado no servía más si ya una vez no fuera ignorado. En otras palabras, ahora mi papel no sirve más. Gracias a los idiotas aquí”, tuvo una mirada feroz para Lid Lara y Harada Michi, “no tengo más función. Pero...”

Su mirada se volvió hacia la puerta de la que el sensei acababa de salir.

“Vosotros habréis notado la desesperación tanto como yo en las palabras del sensei. No sé, ya habría podido dispararse a sí mismo, pero como lo veo yendo hacia arriba, tengo el mal presentimiento de ver pronto su cadáver yaciendo en el patio de la escuela. Si quiere saltar ahora, no sé si tendré bastantes fuerzas para retenerlo. Quién quiere ayudarme, que me siga...” Y con estas palabras salió corriendo del aula en pos del profesor.

Aquella clase se esforzaba por hacer las cosas difíciles y Tetsuo no sabía por qué. Ahora el que ni existía hablaba, Tetsuo había adquirido una responsabilidad y la mantendría. Allí no había hablado nadie pidiendo ayuda para prevenir que el profesor hiciese algo dramático.

Lo que sí había ocurrido es que sus amigas llegaron hasta él. En eso si se pudo concentrar. Primero se centró en Hanako-chan. Ella aparentaba entereza, pero Tetsuo supo que la situación la habría alterado. La abrazó unos segundos en los que intercambiaron algunos susurros. Después habló antes de que se sentara.

Quizás no haya llegado a las noricias ninguna información pero haya ocurrido algo. El profesor estaba muy alterado. En cuanto oigamos esa cinta, podremos investigarlo.

Le sonrió con confianza y, de pronto, su sonrisa ya no fue extraña e intimidante. Era un gesto incluso dulce.

Entonces llegó Hanako-san y les tendió una carta. La leyó y comprendió lo difícil que era para ella aquello. Primero su padre, ahora aquello. La cogió de la mano y le transmitió apoyo pero no se atrevió a decir nada. Se limitó a aquello y luego la soltó cuando Hanako-chan la abrazó.

¿Estás bien Himeko*?

Todo sucedió tan rápido que no tuve tiempo de actuar. O tal vez no pude hacerlo. Por suerte Tetsuo supo sobreponerse al momento y salvo la situación. Porque Hikari solo había perdida una oreja. Llegados a ese punto era hasta aceptable.

Cerré los ojos por un momento así como los puños, quería romperle la cara a ese cobarde que apenas aparentaba su edad con esa falta de responsabilidad y desesperación mas propia de quien nunca lucho. Pero pensé que pegar a un profesor no estaría bien, ademas de que no era el momento y preferí atarlo. Por suerte tenia la mochila de deportes del día aun en el aula y dentro tenia mi cuerda de saltar, pero mientras la buscaba el decidió salir del aula y me puse en lo peor. Al igual que Goro, quien decidió ir tras él, yo también quise seguirlo.

-¿No lo entendéis? Tenemos que estar juntos. Basta de separarnos eso solo nos perjudica y el Sensei es parte de la clase. Es un idiota y uno peligroso, pero que se quite la vida, como sugiere Aki-kun solo nos perjudicara mas. Ademas el a vivido esto otras veces puede que nos ayude lo poco que sabe. -Cada muerte era un clavo mas en el ataúd de cada uno de nosotros, debía hacerles entender eso.

Por eso recogí la cinta y la grabadora, me las puse de nuevo al hombro y señale la puerta. -Vamos a buscar al Sensei ¡TODOS! Y toda la clase escucharemos la cinta juntos. Reed, Sakurai Ir a buscar a Hikari y Akane. Y nos reunimos en la terraza. ¡Los demás vamos a buscarlos! -Sabia que mi poder de convocatoria era mínima, pero tenia una vaga esperanza de que pudiera movilizar y concienciar a toda la clase, por eso salí detrás de Goro y del profesor.

Ika no iba a quedarse a escuchar la grabación, aunque hubiera preferido decirle a su amiga que permaneciera allí por ella. De esa manera, podrían auxiliar a Aki y conocer el contenido de la cinta.

Era imperativo que Aki recibiera atención y no iba a detenerse porque por fon Sogoru reaccionó. Si querían, podían ponerla después de que su amigo se recuperara, pero ella no esperaría ni un momento más.

Lo sostuvo firmemente al ver su imposibilidad de movimiento y, con la ayuda de Akane, lo llevó hacia la enfermería.

Tocó para anunciarse y entró sin esperar respuesta. No había tiempo que perder.

- Sensei, Hikari Aki recibió un disparo en la oreja y necesita atención inmediata – esperó que le indicaran qué hacer para moverse.

Hanako sonrió ruborizada ante aquella forma tan dulce de llamarla. Y entre sus brazos se sentía más segura. Pero pronto su semblante volvió a ponerse serio - Me preocupa todo esto. Se nos escapa de las manos...- giró la cabeza al escuchar a Kyo.

- Qué hacemos? Yo voy donde tu vayas...-

No separarse puede tener sentido. Cuando nos separamos ha habido más muertes. Quizás podemos proponer a todos pasar una o varias noches aquí en clase.
Quizás así tranquilicemos al fantasma si nos ve de noche a todos. Las noches son el tiempo de los fantasmas ¿no? - Aquella era una visión muy infantil de los espectros. Bastante cercana al cliché, pero Tetsuo lo decía de corazón

Cuando llegais con Hikari a la enfermería, la enfermera os atiende rápidamente al ver a Hikari de aquella manera, y se preocupa más cuando vé el oido - ¿Qué ha pasado? No me digais que ese disparo... era real - Lo que pensaba era cierto. Pero no lo sabía. Rápidamente y sin esperar a que le contarais que le había pasado, la enfermera puso a Hikari en una camilla donde procedió a tratar su oido.

Chicos, yo creo que deberíamos ir. Si han averiguado algo de que no debemos separarnos... bueno, no sé si el profesor contará o no, pero podemos intentar acampar aquí unos días. Decir en casa que estamos de excursión y dormir todos juntos. También eso reducirá la probabilidad de accidentes descontrolados. ¿No?

Yo seguiré a Sogoru-san. Hanako-chan, Hanako-san, ¿venis?

No avanzo hasta que avance Hanako y si ella avanza hacia la puerta, no me despego de ella.

- Si, creo que deberíamos ir todos- dijo con convicción y apretando el puño decidida a la altura del pecho.

- Que listo eres Tetsuo-chan - le dijo mientras salían