Partida Rol por web

“Otra vez nos hemos separado pesar a que quisimos quedar juntos...”, suspiró Aki. “No sé lo que habrá pasado por la cabeza de Hikari, Minami y Miyake. Y Lara que ahora está sola con Fukita, y tal vez con sus pruritos de matar a los compañeros… ¿a qué sirve que nos acordamos sobre una línea de conducta si luego cada uno la rechaza a sus anchas?”

La frustración emanaba de su voz, pero tras tomar algunas respiraciones hondas, se dirigió a la espalda de Sakuraki. “Hola, hemos venido en búsqueda tuya, porque – y ya sabes por qué - creemos que es demasiado peligroso que alguien entre nosotros se quede solo. Eh… por lo demás, ¿qué estás haciendo aquí?”

Trató de ver con qué objeto jugueteaba Sakuraki.

Hanako dejó escapar un suspiro pesaroso al ver como de nuevo se iban disgregando. Alzó la cabeza un segundo...

Si estuvieras aquí...

Al volver a bajar el rostro vió como Aki se acercaba negligentemente hacía el chico. Lo cogió del brazo y dió un tirón fuerte para apartarlo de su compañero. No le gustaba un pelo la actitud de Takuya

- Takuya-san, tira lo que tengas en las manos. No nos obligues a lastimarte - lanzó una rápida mirada a Ryo, que era bastante alto, para que estuviera alerta ante cualquier cosa extraña.

Respiro aliviada al oir a la enfermera, la verdad, no podía entender como alguien podía estar muerto sin saberlo... ¿por qué teníamos que habernos mudado a este maldito lugar? Si mi madre no se hubiese largado no habríamos tenido que hacer todo esto, maldita sea, todo es culpa de ella, todo...

Suspiro y sigo a los demás dejándome arrastrar por Lid Lara.

Caminando al lado de Lid Lara respondo entre susurros.

- Sí, supongo que como todos ya sabéis llegado el momento estoy dispuesta a hacerlo, pero si te digo la verdad, como ya he dicho, no sé que me llevo a ello. Un impulso, algo que saltó dentro de mí y me dijo que debía, ¿por qué ella?, no lo sé, pero creo que sus ojos me llamaron a hacerlo... No lo sé...

Aquella chica era muy rara, pero al menos se dignaba a hablarme en vez de llamarme asesina todo el rato.

Esto de estar haciendo de niñera no me gustaba nada, si la gente prefería estar sola pues allá ella, pero no podía pasarme la vida buscando a los idiotas. Además, había bastante probabilidades de que el asesino se encontrara entre los que decidían marcharse, porque estando todos en grupo se le haría más difícil matar.

 A ver rubiales* no he escuchado tu voz en todo este tiempo y ahora te vas solo por ahí. Nos vas  a decir en qué estás pensando? Estaba bastante cansado de esto y se notaba en mi tono de voz. Me mantengo alejado del chico.

-Nunca he necesitado a nadie - Inició su charla Sakuraki cuando os acercasteis - Hasta que conocí a Kaguya. Me sentía atraido por ella y ahora no está... Se nos ha dicho mil y una vez como resolver todo esto y aún así... nadie ha movido un dedo... - Entonces se dió la vuelta mostrando el estuche de Lid Lara y apuntandoos con unas tijeras - Pues bien, yo si lo he hecho, ya que estoy harto y reclamo venganza por Kaguya-san. - Abrió las tijeras y no se movió un apice. - ¿Acaso no reconoceis la forma? - Las hojas de las tijeras eran triangulares, separadas en una determinada linea y en paralelo...

Igual que las marcas dejadas en el cuerpo del profesor - Las he encontrado aquí - Alzó el estuche de Lid a vosotros - ¿Quién dice que esa loca no sea una asesina y está usando la maldición para escudarse? O mejor aún ¿Quién dice que ella no sea la sobrante y nos quiera ver muertos?

Escuchó a la chica mientras buscaban a los tres desaparecidos.

- si damos con ellos, no vayas a atacarla de nuevo EH, y les dejaremos un margen para que acaben de hablar, hay una cosa muy clara, si quieres intentar algo, necesitarás una aliada, y antes de morir me gustaría intentar salvar a algunos... Sinceramente, no me importa quien muera, mientras que la muerte no pretenda ignorarme después, simplemente, morir sola me parece aburrido, jejeje.

Si bien tenía un humor ácido, parecía cierto que le importara poco matar o morir.

- ya escuchaste a la doctora ¿verdad? Que a veces me dan brotes de locura, la realidad es que el psiquiátrico me ha hecho así. En el colegio soporté muchísimos malos tratos, nunca tuve el valor de hacer nada, y un día que unas compañeras de clase quisieron divertirse quemándome viva y escapando a toda prisa, cuando vi que mi pelo comenzaba a arder, empujé a la loca que lideraba a aquel grupito, con la mala suerte para ella de caer sobre la botellita de sale que habían traído para finjir que me emborraché y quemé accidentalmente. Acabó ardiendo ante mis ojos, y por primera vez me sentí viva, de ver el sufrimiento de aquella desgraciada, a ella le debo este mechón blanco.

¿Le incomodaría que le contara la historia? Todos le habían tachado de loca desde el primer día...

- mi madre que jamás me ha creído en nada, abogó en mi contra para ahorrarse tener que pagar una indemnización a la psicópata que me maltrataba casi a diario, y me internaron en aquel psiquiátrico por ello, allí conocí a auténticos locos, personas magníficas que si bien algunos eran peligrosos, ninguno me hizo nada por ser callada o tímida, incluso me hablaban sin importarles lo que dijeran los demás. Ellos me enseñaron que si pasamos miedo hay tres conductas comunes, huir, paralizarse, o atacar. Nunca hubiera hecho la tercera, hasta que varios de ellos me atacaron, buscando despertar mi lado agresivo, gracias a ellos puedo decir "matar o morir". En la revisión psiquiátrica de hace poco antes de venir aquí, declaré que me parecía que de verdad me estaba volviendo loca, y ellos me dijeron que aceptar mi locura era un paso adelante para poder reincorporarse a la sociedad...

Suspiró - en fin, los mayores creen tener la verdad absoluta, por lo que lo que he contado es solo (según ellos) mi punto de vista manipulado por un inicio de trastorno bipolar... Así que puedes ignorarlo jeje.

Seguía mirando por todos sitios en busca del grupito - cuando escuché la historia del fantasma, pensé que estaría bien poder hablar con alguien que entendiera hasta que punto puedes enfurecerse contigo mismo por ser incapaz de atacar. Me siento identificada con ese fantasma. Perdón, tenía ganas de decírselo a alguien, sin que me interrumpieran para llamarme loca.

Sonrió, sabía que estaba loca, pero era un estatus que le habían aportado, no uno que tuviera de manera innata, aunque agradecía ese estado a los residentes del psiquiátrico y no a unos doctores hipócritas que se creían jueces.

¿Bien?

Pregunta a Akane, cuando se separan un poco del resto del grupo. Pone su mano en el hombro de ella y le sonríe con amabilidad.

¿Estás... bien?

Ika se queda atrás junto con sus amigos y espera que Akane se voltee ante las palabras de Aki, pero ella ya les había despreciado antes, así que no sentía que ella fuera a hablar realmente.

La chica se había disculpado y Akane ni siquiera la había mirado. Se sentía molesta, no podía decir que no, y más porque estuvo a punto de morir y lo único en lo que se concentró su amiga era en lo que no le habían dicho a Akane.

No dijo nada, pero bajó la mirada esperando la respuesta de su amiga.

Me sentía tan cansado y derrotado... La gente no hacia mas que separarse y todos parecían querer quedarse al margen para que, ni idea. Y ya no tenia ni fuerzas para pensar en ello. Por lo que a mi respecta esto de buscar a la persona muerta, era tal inútil como intentar que nadie se fuera por su cuenta.

Así que me quede con el grupo que estaba buscando ha Sakurai y solo reaccione cunado vi las tijeras de Lid en sus manos. -Que dices Takuya. ¿Que no son unas tijeras estándar? Cualquiera puede a ver sido quien ataco al profesor, ademas ella no estaba cuando Goro y yo llegamos. Donde has encontrado eso. -Instintivamente dí un paso adelante implorando respuestas, me di cuenta que estaba siendo tan irracional como el chico rubio pero ya era tarde para volver atrás.

-¿No se han ido Lid y Hanako solas? -Y aun tras decir lo que dije, no pude evitar pensar en aquellas dos.

- ¿Y quien nos dice que no seas tú y te estés inventando que has encontrado en el estuche de Lid-san las tijeras? - preguntó suspicaz - Porque si de verdad encontraste eso  ¿porque te marchaste del aula sin decir nada a nadie? - su voz no mostraba entonación alguna - Suelta las tijeras despacio y alejate de ellas. Y dinos que familiares viven fuera de Yomiyama para que los llamemos y podamos ir recabando datos -

“Takuya-san, Kyo tiene razón. Son unas tijeras corrientes. Incluso en mi casa tenemos el mismo modelo, si me recuerdo bien. Entonces, no es una prueba en contra de Lid Lara. Además, cualquiera podría haber metido las tijeras en su estuche”, le habló Aki en voz calmada al chico, también en una voz asaz cansada. “Es nuestra culpa a todos: saltar a conclusiones. Esto es el mal, y tenemos que evitarlo si queremos resolver todo esto. Por lo que...”

Algo sí había despertado de verdad el interés en las palabras alocadas del chico. “Dices que… que Kaguya nos ha dicho mil y una vez como resolver todo esto… mil y una vez… No me recuerdo nada, de verdad. Entonces, por favor, Takuya, dinos lo que ella ha dicho. Te ruego.”

Aki no tenía idea si el chico iba a continuar soltando sandeces, o si de verdad iba a contar un detalle importante – pero de todas formas, quiso escucharlo.

Aprieta la mandíbula ante la pregunta y la reacción de Ika. Parecía que la engañada había sido ella-Con un suspiro asiente a Aki aunque se aparta de su contacto

-"Estoy bien,Aki...pero creí que éramos amigos y sin embargo no habéis confiado en mi"-dice malhumorada mirando de reojo a su amiga-"¿Desde cuándo estáis juntos?"-pregunta al chico

Escucho atentamente a Lid, aquella chica no dejaba de sorprenderme, si bien me parecía que era bastante valiente al contarme todo aquello, aunque si estaba loca de verdad suponía que era algo que no le importaba que supiese.

Entendía, en parte, porque había actuado así y no iba a ser yo quien la juzgase después de lo que acababa de hacer, jamás pensé que yo misma pudiese acabar con alguien y allí estaba, asi que...

- Entiendo, no me importa que seas así, cuenta conmigo para lo que quieras. Entiendo que lo que has pasado ha tenido que ser muy duro y que al final hayas acabado así, pero vamos, que lo que yo acabo de casi hacer tampoco es que fuese muy cabal, bueno en realidad desde que he llegado aquí nada es normal, me da a mi que aquí todos nos estamos volviendo locos así que... ya no tienes el lujo de ser diferente - digo intentando quitarle hierro al asunto - ¿tienes algo en mente?

El hablar con aquella chica me había hecho volver en mí, ya estaba más tranquila y mi mente más despejada, podía volver a pensar con claridad y enfocarme de nuevo en todo aquel asunto.

Somos amigos -le replica, pero sin acritud alguna-. Queríamos ver cómo nos iba juntos antes de nada. Comenzamos el curso pasado. A veces nos quedábamos juntos cuando te ibas.

Se pone al lado de Ika y pone la mano en su cuello con un gesto cariñoso ,pero reprime las ganas de darle un fugaz beso, tal vez por timidez, más aún dada la situación.

También teníamos miedo por mis padres. Este año además ha estado el tema de la matanza... aunque habíamos decidido contártelo. Ibas a ser la primera, pero enfrentarse a la muerte -mira con ternura a su pareja- es algo que a veces hace que no pienses bien.

Le mira, un poco más serio.

No lo hemos hecho bien. Pero la situación no era fácil y tu enfado tampoco lo va a solucionar. ¿Seguimos siendo amigos?

Le pregunta, con una sonrisa amable y entornando la mirada. Bajando la guardia totalmente, confiaba en ella lo suficiente como para eso. Y más.

Ika se sentía enojada y sabía que si decía algo, sería hiriente con su amiga. Por eso, decidió guardar silencio.

Escuchó a Aki y se impresionó sobre lo que dijo. Al sentir su mano en su cuello, sintió un escalofrío bajar por su espalda y aunque quiso devolver el gesto, se contuvo por su amiga.

Solo asintió ante lo dicho por su novio y le devolvió la mirada con la misma ternura. Luego, giró hacia Akane con una mirada triste. Las palabras de Aki la habían tocado y su enojo pasó a pensar que todo lo que había hecho era para protegerlos y no quería perder a su mejor amiga.

- Tu silencio tampoco ayuda - después de eso, volvió a bajar la mirada.

- es difícil tener algo en mente,... Esta situación me supera, pero si me van a matar igual, puedo asegurarte que seré una parca hasta que muera el sobrante y esto acabe, o muera yo misma, lo que necesito es un pacto, alguien que de verdad quiera matar o morir. Y por ello te pregunto aquí y ahora, a quien te gustaría matar, y si hay algún motivo mejor obviamente... - mientras no hubieran pistas, no iba a quedarse de brazos cruzados viendo si mataban a alguien más obra de la maldición - si las dos atacamos a la misma persona no dejaremos pistas, y por el pacto que propongo te diré que yo maté al profesor, creí imperdonable esa amenaza y si tenía que escoger a alguien como sobrante deseé que fuera él. No acerté, pero no me arrepiento, creo que igualmente se iba a matar... Solo evité su suicidio.

Le miró - si dices a quienes no quieres matar ni de broma, también tomaré nota de ellos. Personalmente preferiría no matar a Miyake, me cae bien, a parte de ella no tengo nada a favor de nadie.

Me quedé pensativo, todos podían tener razón. Tanto el rubio* como la loca** parecían fuera de lugar y podían ser perfectamente el culpable. puffff yo ya no sé qué pensar, lo que está claro es que alguien es un asesino.

- Entiendo, no voy a juzgarte por lo del profesor, pues yo acabo de intentar lo mismo, asi que no sería justo. Entiendo que todos estamos bajo presión en una situación fuera de lo normal, asi que... cuenta conmigo, tienes toda la razón en pensar así, dos cabezas siempre son mejor que una, y ya hemos visto que por nuestra cuenta no nos va muy bien, aunque al menos a ti no te pillaron... - suspiro - pues la verdad, es que de momento no tengo a alguien más en mente que pueda ser el que debamos matar, tendremos que ir investigando, pero al igual que tú tienes cariño a Miyake yo se lo tengo a Hanako, asi que menos de ellas, deberíamos empezar a sospechar de todos. ¿Tú hay alguien de quién sospeches más, Lid?

Definitivamente esa chica me caía bien.

-Lid empezó a amenazar a algunos cuando empezó el curso, y con unas tijeras además. Y en cuanto al día de la muerte del profesor... ella ya no estaba antes de que salieramos. Yo estoy cerca de su asiento y cuando la ví salir no dije nada ya que simplemente pensé que iba al baño. Cuando llegamos a la azotea la ví por detrás y lo seguí asumiendo... pero algo no cuadraba. ¿Como sabia que estabamos en la azotea? ¿En serio nadie se dió cuenta de que se fue?

En cuanto a lo que SE NOS DIJO - remarcó - fueron los profesores, y era sobre ignorar al marginado. De todas formas ya da igual, hay que acabar con la maldición y yo estoy seguro de que Lid es una asesina, por mucho que digan que estuvo en un loquero. Si la matamos y nos equivocamos, dará igual porque pondremos fin a la vida de una futura asesina. - Entonces lanzó el estuche y las tijeras al suelo alejandolas de si mismo  -Ah, y para más pruebas. Esas tijeras no son las mismas que Lid tenía antes de que el profesor muriera.