Partida Rol por web

- ¿A los suburbios? - Pregunta algo sorprendida por ese acto desesperado. - Ese es un lugar horrible... No dudo que el carnicero pueda sobrevivir allí pero... - Las mira sin atreverse a seguir. - No es un lugar en que todo el mundo pueda manejarse así de bien.

Se notaba que la situación de las chicas las preocupaba. - ¿Tan horrible es lo que sabéis que no podéis estar seguras en Cele? Hay mucha protección aquí... Seguro que podrían protegeros de quien os persiga. - Aunque ni ella misma parecía demasiado segura al desconocer el lío en el que se habían metido.

Marcellette asiente mientras Undine habla, totalmente de acuerdo con sus palabras. Ante la pregunta final dice:

- Pero... ¿y si te persigue quien debería protegerte?

Undine se queda en silencio unos segundos, pensativa por lo que aquello significaba. - ¿Entonces vuestro plan es esconderos en los suburbios hasta que se olviden de vosotros? - Pregunta preocupada y no muy convencida de aquello.

- Escuché que está desapareciendo gente allí... no creo que sea precisamente un lugar seguro al que acudir...- Explica algo temerosa. - Incluso... - No sabía si seguir o no y mira por un momento la puerta por donde habían desaparecido Butch y su compañero. - ... Algunos rumores apuntaban al carnicero como responsable de las desapariciones. - Termina diciendo preocupada. - ¿Cómo estáis tan seguras de que podéis confiar en él?

Marcellette agacha aún más la cabeza cuando Undine pregunta si su plan era esconderse hasta que se olvidaran de ellas. Y cuando empieza su nueva frase da un respingo.

Cuando termina, Marcellette levanta un poco a la cabeza y mira a Undine a los ojos.

- De eso se trata... no ha sido el carnicero. Lo que no deberíamos saber es... quien es el verdadero responsable de las desapariciones. No estamos seguras en ningún sitio. Mientras vivamos nos buscarán. Pero les costará más encontrarnos en los suburbios. Espero...

Era cierto... no las dejarían de buscar nunca mientras supieran el secreto.

Podía vivir huyendo toda la vida, o podían encontrar una manera de solucionar esto. Pero a Marcellette no se le ocurrían muchas formas de resolver esto que no implicaran muertes. O al menos, formas realistas. Que el secreto viera la luz con suficientes pruebas sonaba convincente. Pero si algo había aprendido de todas las novelas que había leído es que algo tan simple como la verdad no es suficiente para detener una conspiración. La muerte del responsable ayudaría mucho, sin duda, pero a Marcellette no le agrada la idea... pese a contar con el mejor asesino de su parte, no querría verse envuelta en ese tipo de cosas.

Qué complicado era todo.

Undine le miraba algo sorprendida y cada vez más preocupada por la seguridad de esas dos chicas.

- ¿Estáis en peligro porque habéis descubierto quién es el responsable de las desapariciones? - Pregunta sin saber cómo reaccionar a aquello. - Perdona si hago demasiadas preguntas... - Dice encogiéndose con cierta culpabilidad.

- Intento comprender en qué situación me he metido por querer hacerme la heroina y querer ayudar a la hija de un buen hombre con quien he tropezado hoy por la calle. - Sonríe lastimera y espera su reacción.

En lo primero que piensa Marcellette al oír "hija de un buen hombre" es en Matrika, hija de un buen hombre. Pero eso sería demasiada coincidencia. ¿No? Suena como si Matrika se metiera en líos. ¿Valdría la pena preguntar?

Marcellette mueve las manos de izquierda a derecha frenéticamente.

- Nonono, miss Undine. Creo que es normal hacer tantas preguntas en una situación así. Supongo que cuando vuelvan esos dos deberíamos ponernos todos al día entre todos.

Marcellette se lleva la mano al pelo y se coloca un mechón detrás de la oreja. Se ajusta las gafas nerviosa y dice:

- Dis-disculpe que le pregunte. Esta chica... la hija de un buen hombre... ahem... ¿De quién se trata? ¿Está a salvo?

Al escuchar aquello úlimo Undine se ríe brevemente aunque de un modo muy dulce. - Me refería a ti, Marcellette. - Termina diciendo mientras su sonrisa se volvía algo triste.

- Esta mañana he tropezado con un hombre por la calle, el pobre se veía muy mal y he querido invitarle a algo para ver si mejoraba... - Explica con cierta tristeza por contarle aquello y un poco preocupada de como reaccionaría Marcellette ante esa historia. - Al reconocerme me ha contado que lleva días removiendo cielo y tierra para encontrar a su hija. Había desaparecido la noche de la fiesta y me preguntaba si había visto allí a una chica con un vestido rosa de princesa... - La mira ya que ahora era imposible que Marcellette no se diese cuenta de quien hablaba. 

- Le he dicho que te había visto a lo lejos, llamabas bastante la atención, aunque no que querido contarle a quien había visto a tu lado... - Mira hacia la puerta. - No quería preocuparle más... - Suspira levemente.

Luego vuelve a mirarla. - Tu padre esta muy preocupado, Marcellete. Y es conmovedor ver el modo en que te quiere. - Sonríe con tristeza .- ¿No tienes ningún modo de poder decirle que estás bien? - Pregunta. - Al menos para que deje de buscarte y pueda estar un poco tranquilo. No creo que sea bueno para él enterarse de esta situación si dices que es algo tan peligroso saber lo que sabes...

- A ver... Por lo que he encontrado sobre él... Se que uno de sus brazos es prostético, de metal, al parecer lo perdió en un incendio... Eso me suena a alguien que ambos conocemos. - Comenta Elena. - A parte de eso... No parece que tenga nada más, salvo por la pistola que ha estado usando... Claro que no es cómo si pudiera escanearlo desde aquí. De todas formas, andate con ojo... No se ha ganado la fama que tiene a base de suerte. 

- Lo iba a capturar ahora. Pero creo que vamos a dejar la misión pasar. Estar en buenos terminos con Undine parece mejor que cumplir esta misión. Además, la conspiración en la que se han encontrado parece que una vez tenga todas las piezas valdrá bastante más que lo que están ofreciendo por el carnicero. No me hace especial gracia estar con alguien tan inestable como él durante mucho tiempo pero creo que con Mr Wolf estoy curado de espantos. 

Me quedo unos instantes mirando una estanteria concentrado. - La curiosidad es algo interesante. - Me giro mirando a Butch.

Me saco los guantes que llevo y los guardo en uno de los bolsillos de la chaqueta. Muestran manos con colores que a la distancia parecen humanos pero son imitaciones, el tejido se parece más a una ceramica que a piel. No son protesis comunes.

Me llevo las manos al casco y este se esconde como si fuera parte del cuello, no está claro donde empiezan o acaban mis partes mecanicas. Mis ojos son azules, el pelo corto y blanco como si el color hubiera sido extraído. Finalmente la piel es blanca, si no estuviera hablando podría pasar por un cadaver.

- Con la tecnologia actual se pueden reponer aquellas partes que los humanos pierden en accidentes o guerras. No dejas de ser un humano por ello. Pero hay formas de traer incluso a los muertos. - Me quedo un momento en silencio y parece que hago una media sonrisa. - Tengo más en común con un robot que con la mayoría de humanos. -

- ¿Esto satisface tu curiosidad? Sobre vuestra historia solo conozco pequeños detalles que he descubierto por azar. Tengo por ello algunas preguntas que hacer.

Durante la explicación de Undine, Marcellette va abriendo ligeramente la boca, presa de la sorpresa. Eso no lo esperaba en absoluto.

Marcellette mueve ligeramente la cabeza a derecha e izquierda como para serenarse un momento cuando Undine termina y dice:

- Ah... suponía que pasaría esto... jo, no se merece estar tan preocupado. Pero es mejor que no que estuviera en peligro como nosotras. Si pudiera le comunicaría que estoy bien, que no se preocupara... pero Cele controla toda comunicación. Es muy posible que nuestro perseguidor tenga acceso a toda esa información...

La cara de Marcellette cambia como si se fuera a poner a hacer pucheros y dice:

- No... no puedo decírselo. No por teléfono o Internet. Tampoco puedo ir en persona...

- Si quieres podría darle yo tu mensaje, o una nota.- Se ofrece con amabilidad.- Si te persiguen y por eso no puedes dejarte ver, quizás yo tenga más libertad de movimiento.- Añade.- A no ser que me hayan visto en ayudándoos ... que entonces ya puedo despedirme de mi carrera... y de Cele...- Se encoge insegura y algo temerosa.

Butch muestra sorpresa y leve decepción, quizás esperaba ver otro rostro debajo de la máscara.

- Y yo que me notaba extraño por tener un brazo robótico.

Butch suspira, más relajado y añade.

- Pregunta lo que quieras.

Marcellette abre entonces los ojos como platos.

- ¿H-haría eso por mi? Yo... no sé qué decir... ¡pero sin duda no la han reconocido! No parecía usted con esa ropa.

Undine sonríe algo insegura.- Espero que tengas razón.

Luego mira hacia la puerta. - Voy a avisarles para ver qué hacemos. No creo que se tarde tanto en sacarse un casco y volvérselo a poner.- Se pone de pié y se dirije a la puerta por donde se habían ido los dos hombres.

Llama a la puerta. 

- Disculpad. Estáis listos? - Pregunta con educación.

- ¿Por que los soldados os estaban buscando? Tengo mas preguntas pero con esta me conformo. Al menos hasta que asegure la situación. Cuanta màs información me des menoa sorpresas me encontrarè mientras os ayudo.

- El hecho de que sólo me buscaran a mi me desconcierta, dudo que desplegaran tantos soldados para capturarme solo por ser Butch, me temo que estan detrás de unos documentos, igual que nosotros.

- La fuerza era claramente desproporcionada. ¿Qué documentos estáis buscando que justifican ese riesgo? ¿Hasta qué nivel del gobierno de Cele crees que están interesados en vosotros? Porque si esto llega muy alto, no creo que esta localización sea de utilidad durante mucho tiempo. -