Partida Rol por web

Another Paradise

Prólogo: La erudita

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20/07/2017, 20:37
Director

Marcellete estaba echa un ovillo abrazada a su almohada cuando el despertar sonó. Su pelo era un desastre y sentía cómo todo el peso del sueño la aplastaba contra la cama y no la dejaba moverse. No, no tendría que haberse pasado leyendo aquel libro hasta altas horas de la noche, tendría que haberle hecho caso a su padre. ¡Pero era demasiado interesante cómo para dejar de leer! Y el café había insistido en que era una buena idea. 

El sol de la mañana que entraba por su ventana la desveló por completo, haciéndola dar un enérgico salto. Hacía un buen día, ¿Pero cuando no lo hacía? Cele estaba diseñada para que cada día tuviera la temperatura óptima, aunque la modificaba ligeramente para simular las distintas estaciones, nunca hacía demasiado frío ni demasiado calor.

Aquello era ideal, lo que quizás echaba un poco en falta Marcellete era la lluvia. En Cele nunca llovía de forma natural, al fin y al cabo una cúpula rodeaba toda la ciudad, pero durante ciertas celebraciones hacían caer agua desde la cima de dicha cúpula simulando la lluvia (Cosa que también se usaba para apagar incendios). Pero el agua era un recurso valioso y no se podían permitir algo así muy a menudo. ¡Pero cuando llovía...! Si, aquellos eran buenos días. Podía sentir lo mismo que los protagonistas sentían en sus novelas, aquel ambiente romántico, protectivo... Leer durante los pocos días que llovía era una experiencia siempre digna de repetir. 

Pero ahora no era tiempo de ponerse ensoñadora, un nuevo día en el hogar de la historias y las leyendas la esperaba. 

Notas de juego

Dejo abierto este primer post para que describas minimamente tu rutina diaria, es decir, que es lo que sueles hacer en un día de cada día (O dicho de otra forma, cuáles son tus intenciones para el día de hoy). 

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20/07/2017, 21:44
Marcellette Fzurdis

Ahh, sí. Otro día más en el paraíso.

Marcellette se levanta finalmente y se frota los ojos. La biblioteca Vanguard abría algo más tarde de lo que solían empezar otros trabajos, y por tanto Marce tenía siempre algo más de tiempo para dormir. ¡Bendito señor Vanguard!

Por esa razón, al despertar su padre ya no está en casa.

Marcellette baja las escaleras dentro de un pijama que le va algo grande y por poco se tropieza al pisarse la parte más baja del pantalón. Va directa a la cocina... y se prepara el primer café del día. Ese café la activa como si fuera uno de los robots de seguridad de Cele al sonar la alarma, y el cerebro de Marcellette comienza a funcionar con normalidad.

El día prometía... ser como los otros. Primero se vestiría, se peinaría, se maquillaría y se pondría las gafas antes de salir a la calle. Una vez fuera, iría con la calma hacia la biblioteca. Si no ocurría nada por el camino, llegaría diez minutos antes, como siempre. Por el camino compraría un café para llevar, que con algo de suerte llegaría entero hasta la biblioteca.

Y allí terminaría de leer el libro que se leía, una historia de fantasía, intrigas, traiciones y asesinatos famosa en toda Cele llamada Nothgoth. Desde hace dos días que comenzó a leerla se preguntó cómo había tardado tantos años en empezarla. Quizá le echaba para atrás por ser demasiado famosa. O quizá es porque no parecía para nada el teatro que solía leer.

Este día venía Julia un rato, y así le podría contar el libro entero. Tenía ganas de hablar de ello con alguien. Quizá Gregory también la haya leído. Le comentaría el gracioso detalle de que "él mismo" salía en el libro.

Seguro que mientras leía vendría gente, pero guardaría sus datos en algún rincón de mi memoria para luego.

Un ratito para comer cuando cerraba la biblioteca, y por la tarde unas pocas horas antes de salir. Y por la tarde, al volver a casa, vería a su padre.

Bueno, no podía quejarse.

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20/07/2017, 22:52
Director

Marcellette camina tranquilamente a través de su ruta habitual. Nadie le saluda de forma amigable o se para siquiera a mirarla, pero eso era algo de lo que estaba ya acostumbrada. No era nadie, o al menos no lo era para todo aquel que no la conociera, pero tampoco le importaba, el no ser nadie le quitaba también problemas a uno de encima. 

Mientras camina para la oreja a escuchar con curiosidad uno de los mensajes diarios de la megafonía de ciudad. 

Se recuerda a los ciudadanos que el próximo Viernes se ha declarado festivo debido al sexagésimo cumpleaños del Líder Supremo. Todos los ciudadanos están invitados a asistir a los eventos que se organizaran en el distrito comercial.

No era la primera vez que Marcellette escuchaba ese mensaje, y estaba segura de que no sería la última vez que lo escucharía ese día. La gente estaba cómo loca por todas partes comentando el evento. Todos los cumpleaños del Líder Supremo se convertían siempre en una celebración a gran escala, pero se rumoreaba que al ser su 60 cumpleaños la fiesta se iba a realizar por todo lo alto al igual que paso durante su 50 cumpleaños.

Pero al igual que en el anterior, la fiesta de verdad y los mejores espectáculos se los llevarían la nobleza en su Sala de Eventos privada, situada en la zona residencial de la nobleza. Resultaba una verdadera lástima, pero no era cómo si Marcellette se viera con derecho alguno para asistir, así que no merecía mucho la pena pensar en ello.  

Eventualmente, pérdida en sus pensamientos, los pasos terminan llevando a Marcellette hasta la biblioteca. Era un edificio antiguo, en comparación con otros en la ciudad, pero esa antigüedad le daba una belleza única digna de admiración. Uno se sentía a gusto trabajando en un lugar así. Y de la misma forma que el exterior, el interior también estaba falto de todo tipo de comodidades tecnológicas. Lo más innovador que había permitido Gregory que se instalara en ese lugar eran pantallas que servían a los usuarios para encontrar mejor el libro que estaban buscando, cosa que sin duda había agilizado mucho el proceso y le había quitado algo de trabajo a Marcelette (Lo que significaba más tiempo para leer). 

Tras dar un par de pasos dentro del edificio, a Marcelette no le cuesta localizar a Gregory al fondo de la biblioteca, que parecía estar leyendo algo en una hoja, concentrado. Estaba tan absorto, que no escucha a Marcelette acercarse. 

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21/07/2017, 00:01
Marcellette Fzurdis

¡Fiesta! Quizá ese día sería la oportunidad perfecta para practicar su venganza contra Julia. Sí, sin duda ese era el día indicado.

Al llegar a la biblioteca, Marcellette deja su café y su bolso en un escritorio cercano y se acerca a Gregory.

Con las manos detrás de la espalda se pone de puntillas levemente para mirar qué leía Gregory. Después vuelve a su posición normal y con una sonrisa dice:

- Buenos días Gregory. Parece una lectura interesante, ¿no es así?

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21/07/2017, 11:16
Gregory Vanguard

Marcellette puede comenzar a leer contenido de la hoja que estaba leyendo Gregory, que a juzgar por el formato y el tono debía tratarse de una carta de carácter personal, escrita a mano. No era demasiado común recibir cartas, pero seguía siendo uno de los métodos más seguros para enviarse mensajes que no fueran leídos por terceros indeseados. Ya se sabía que la Red no era el lugar más seguro de Cele, precisamente.

Lo poco que Marcelette había leído antes de apartar la vista por respeto ahora ya no desaparecía de su memoria. 

"Mi leal amigo Gregory, lamento no poder contactar contigo tan a menudo cómo de costumbre, pero espero que comprendas que mi posición no me da demasiado tiempo para..."

Oh. - Dice Gregory sorprendido, al tiempo que levanta la cabeza. Algo apresurado, se encarga de apartar la carta a un lado y deja su mano encima de la misma, tapando gran parte de su contenido. - Disculpa, no te he escuchado entrar, Marce. - Repiquetea con los dedos sobre la carta. - ¿Esto? Bueno, es una carta de un viejo amigo con el que hace tiempo que no contactaba, así que si, es bastante interesante. - Sonríe de forma dulce, de esa forma en la que solo un anciano sabía sonreír. 

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21/07/2017, 12:40
Marcellette Fzurdis

Marce: Prohibido cotillear. Es un buen amigo y tu jefe, deja en paz sus asuntos personales.

Mientras la mente de Marce recitaba esas palabras, acentúa su sonrisa hacia Gregory.

- Una carta... algún día me mandarán una a mi. Es algo que ya se ve muy poco. A los niños de hoy les pones un lápiz en las manos y no saben ni cogerlo. ¡Les quitas las manos de sus tablets y no son nadie!

Marce entonces hace que sí con la cabeza, como dándose la razón a sí misma.

- Creo que la gente no debería olvidar el formato en papel. Es el que nos ha traído hasta donde estamos. ¿Pero te puedes creer que solo un 3% de los niños de hasta 8 años han escrito alguna vez en papel? Es un número alarmantemente pequeño considerando los pocos niños que hay en comparación a otras regiones. Si esto sigue así, llegará el día en que la gente verá esta biblioteca y no sabrán qué son estos montones de hojas de papel en tapa dura.

De nuevo, hablaba demasiado. Pero era Gregory, una de las personas que le escuchaban sin juzgar. O bueno, sin juzgar demasiado.

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21/07/2017, 12:55
Gregory Vanguard

Gregory asiente con firmeza ante las palabras de Marcelette. 

Cierto cierto. Y lo peor de todo es que la ciudad no sólo no hace nada para remediarlo, si no que encima lo empeora con falsos sustitutos. De hecho... - Se levanta de la silla. Su carta, totalmente al descubierto ahora. - Vino un vendedor el otro día... - Se da la vuelta y comienza a buscar en los cajones de detrás de su escritorio. - Estaba tan indignado que casi hubiera echado al hombre a patadas. Ni siquiera se porque me quedé con la muestra... Quizás fue para tener presente la clase de gente con la que nos enfrentamos... - Seguía rebuscando. 

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21/07/2017, 13:00
Marcellette Fzurdis

Por un momento Marcellette dirige la vista hacia la carta, pero consigue resistir la tentación. Se dirige a la mesa donde tenía el café, lo toma, y le da un sorbo. Si se enfría demasiado sería una lástima.

- ¿Vendedor? No suelen venir mucho por aquí. Ya cuesta que la gente venga a leer.

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21/07/2017, 13:02
Gregory Vanguard

Ya... Pero al parecer cuesta menos que la gente venga a proponer tonterías... - Responde Gregory, aún centrado en su búsqueda. - Ah, si, aquí está. - Saca algo del cajón y se acerca a Marcellette. Se lo extiende. - Mira está monstruosidad. - Le extiende lo que parecía un ordenador portátil bastante pequeño, sólo que su forma recordaba a la de un libro pequeño cerrado, bastante estrecho y de plástico. En la portada figuraba el titulo "El gusano de arena", un cuento infantil bastante popular en Cele. 

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21/07/2017, 13:08
Marcellette Fzurdis

Marce coge la muestra entre sus manos tras dejar de nuevo el café y lo observa con cuidado.

Lo abre, lo cierra, observa el interior, la portada, y comprueba su peso.

- Deja que adivine. ¿Ofrecían cambiar gran parte de los libros de la biblioteca por estos malos sucedáneos? No huele a libro, el tacto no es el mismo y no puedes sentir sus páginas en los dedos a medida que lees. Sin duda ocupa menos espacio, y probablemente sea más barato en los tiempos que corren. El contenido es también el mismo, supongo.

Entonces lo deja cerrado tal como lo tomó y se lo entrega a Gregory de nuevo.

- Pero si creen que puede substituir a un libro de verdad, es que no han entendido nada.

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21/07/2017, 13:16
Gregory Vanguard

El libro-ordenador tenía una estructura extraña. Marcelette hubiera esperado ver una pantalla al abrirlo, y sin embargo no había nada salvo un botón para encenderlo y pequeño panel deslizante que suponía que era para pasar páginas. 

Oh, pero no has visto lo peor. ¡De verdad creen que pueden siquiera imitar un libro con esto! Observa.

Gregory enciende el extraño dispositivo. ¡Y entonces Marcelette puede ver el horror! Cómo si surgieran la raíz del lomo, páginas holográficas comienzan a materializarse hasta todo el ancho de páginas del libro. Estaban fijas en su posición, lo que dejaba claro que no eran reales, y sólo se pasaban deslizando el dedo por el panel deslizante. Al ser holograficas, Marcellette no podía tocar las páginas en sí. 

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21/07/2017, 15:06
Marcellette Fzurdis

Marcellette arquea los ojos horrorizada.

- Oh. Lo que me faltaba por ver. No es que no tenga el mismo tacto que un libro. ¡No tiene tacto!

Marce se quita un momento las gafas y se lleva una mano a la cara, con la que se la frota. Luego se vuelve a colocar las gafas.

- No son conscientes del valor que tiene esta biblioteca.

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21/07/2017, 20:22
Gregory Vanguard

No, no lo son. Comienzo a pensar que somos los únicos que lo entendemos. - Gregory cierra el "libro" con fuerza y se acerca a su escritorio. Entonces lo arroja con desdén a la papelera. Vuelve a mirar a Marcellette, sonriente. - Ahora está en el lugar que realmente le corresponde. - Entonces le da la vuelta a su escritorio y se vuelve a sentar. Parece que entonces se da cuenta de que la carta está a la vista, por lo que la coge y la guarda en uno de los cajones. - Bueno... - Añade, al tiempo que se acerca una pila de libros de cuentas y coge el de arriba del todo. - No te distraigo más. Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy. - Tras eso se ajusta las gafas y empieza a leer, bolígrafo en mano, haciendo anotaciones de vez en cuando. 

De la misma forma que Gregory, Marcellette se sienta en su sitio y comienza a "trabajar". O mejor dicho, ya que la biblioteca estaba desierta en ese momento y por el momento todo estaba en su sitio, retoma de nuevo su apasionante lectura. 

El tiempo comienza a pasar en esta situación y pocos son los ciudadanos que se pasan por allí, salvo por los más "habituales". Gente que normalmente sabía a lo que iba y no se paraba siquiera a mirar a Marcellette para preguntar. 

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21/07/2017, 20:37
Julia Terrance

Marcellette estaba concentrada en su lectura, intentando entender porque el personaje había ideado un plan en el que era necesario que se envenenara a si mismo, cuando la puerta se vuelve a abrir. Levanta la vista un poco del libro y sonríe al comprobar que era Julia la que había entrado. Iba vestida con ropa de calle, muy diferente del estilo de Marcellette. Perfecto para ella, pero totalmente fuera de lugar en un lugar cómo la biblioteca. 

Se acerca con paso firme hacía el mostrador y se apoya en el mismo. Habla con tono discreto, sobreactuado. 

Disculpe señorita, andaba buscando un libro que me ayudará a encontrar a un pretendiente para una conocida mía. Es un tanto torpe así que con una guía básica creo que sería suficiente para comenzar. - Sonríe burlona al terminar. 

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21/07/2017, 21:10
Marcellette Fzurdis

Marcellette deja su libro en la mesa con sumo cuidado, como si de una antigüedad super valiosa se tratara mientras pone una sonrisa que demuestra que se está aguantando la risa.

- Lo siento señorita, pero el libro "Un pretendiente para Julia" se ha agotado. Vuelva otro día.

Entonces Marcellette cierra los ojos y le saca la lengua a Julia de una forma adorable. Hasta que no puede más y comienza a reírse.

- ¿No crees que suficiente tortura fue ya aquello? Ese chico está en mis peores pesadillas. Y seguramente yo en las suyas...

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21/07/2017, 21:26
Julia Terrance

Oh, no seas así. - Dice Julia, divertida. - A mi me pareció encantador y digno de un segundo intento... De hecho, diría que estás lista pasar al paso 2: Iniciar una conversación. - Se ríe por lo bajo. Y entonces para su vista en el libro que había dejado Marcellette. - Que, ¿Que se cuentan nuestros amigos del mundo de las letras? - Abre el libro con curiosear, sólo por las primeras páginas. - ¿Es este el libro tan interesante sobre el que me has hablado? 

Marcellette le había intentando recomendar libros a Julia más de una vez, pero la misma se había cansado de ellos a los pocos capítulos. Sin duda podía resultar un caso perdido cómo lectura. Le había hablado de Nothgoth por una conversación de chat que mantenían entre ambas que casi se podía considerar el "blog de Marcellette" debido a los cortos y poco frecuentes comentarios de Julia. 

Notas de juego

The meta never ends!

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21/07/2017, 22:08
Marcellette Fzurdis

A Marcellette le brillan los ojos cuando Julia pregunta.

Quizá no leía mucho, pero escuchaba lo que Marcellette leía. Era una especie de lectura indirecta. Y tenía tanto que contarle...

- ¿Recuerdas a ese tal Silvano? ¿Y Crow? Pues bien, Crow ha perdido un brazo. ¡Por culpa de Silvano! Y además está encerrado. Y Silvano está fuera casi burlándose de él. No entiendo este personaje... ni sus motivaciones ni de donde saca sus ideas. Y luego este otro, Erik. El viejo aquel. No te lo vas a creer. Había urdido una trama para poder salir del consejo de paz de Helltia sin tener que responder por sus actos y... jojo, menuda estupidez hace. ¡Se envenena a sí mismo! Y mientras tanto, Gustav se acerca a la posición de Erik... ¡y la reina!

Marcellette coge el libro y pasa páginas hasta donde está, y comienza a leerle a Julia por donde se había quedado. Esto lo hacía a menudo. En parte, era para saciar la curiosidad de su amiga. En graaaan parte, era para saciar la curiosidad de ella misma.

Tras escasos diez minutos de lectura, Marcellette recuerda algo y cierra el libro.

- Ay... no me preguntes estas cosas nada más llegar, porque así podríamos estar toda la tarde. Quería preguntarte algo. ¿Tenías algo pensado que hacer el viernes? Ya sabes, para la fiesta.

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22/07/2017, 09:12
Julia Terrance

Durante unos segundos, la única respuesta que le ofrece Julia es una creciente sonrisa. Y de pronto, vuelve a expresión seria, aunque era algo forzada. 

No se yo... Lo cierto que es tengo una agenda un tanto apretada para ese día. - Mira a Marcellette con una chispa de diversión en los ojos. Eran evidente que ocultaba algo. 

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22/07/2017, 13:33
Marcellette Fzurdis

Marcellette se ajusta las gafas mientras pone una cara tal que así :3 y mira a Julia.

Esto solo podía significar una cosa...

- Oh... ¿al fin alguien ha robado tu corazón? ¿Algún mozo de tu distrito quizá?

Marcellette levanta las cejas intermitentemente esperando con ganas una respuesta.

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22/07/2017, 16:14
Julia Terrance

Julia se ríe sonoramente con lo que se gana una llamada a la atención de Gregory, cuya tos forzada se escucha desde su despacho. Julia pone cara de disculpa y luego prosigue, con expresión divertida. 

- Sabes muy bien que mi corazón sólo pertenecerá al hombre que consiga vencerme en un duelo justo.

Se vuelve a reír por lo bajo, aunque está vez más flojo. Aquella era una frase que solía decir Julia a menudo. Empezó cómo una broma, haciendo referencia a algunas de las novelas caballerescas que leía Marcellette pero poco a poco fue ahondando en Julia hasta el punto de que si veía la oportunidad describía su vida amorosa siempre de esa forma. Sin embargo, por mucho que dijera eso, Marcellette sabía perfectamente que había estado ya en relaciones, pero habían sido poco duraderas, Julia no parecía capaz de comprometerse con alguien por mucho tiempo (Salvo con Marcellette). 

En cambio, quizás se pueda prestar temporalmente a mi pasión por la justicia. - Se acerca un poco más a Marcellette, para hablar en tono discreto. - Digamos que un amigo de un amigo de mi padre dejó caer que uno de los guardias que van a patrullar en la Sala de Eventos durante la celebración está de baja por enfermedad y iban buscando a algún substituto de confianza. - Levanta el mentón, orgullosa, con las manos en la cintura. - ¿Eres capaz de adivinar a quién han escogido?