Partida Rol por web

Llegamos a la puerta y estaba cerrada, gracias Regatix miro a guilles Revisa la cerradura amigo para que podamos salir de aqui... estan deacuerdo??? yo me encargo de Lord Griffon!!! tomo al señor del castillo y lo coloco suavemente sentado a un costado, mientras Guilles hace su trabajo reviso a Lord Grifon para acegurar que sus signos vitales siguen en pie

Primero mirar trampas, nunca me gustaron las sorpresas. Inspecciono las juntas y bisagras. Posibles agujas envenenadas en la cerradura y comprobar la parte inferior de la puerta. Siempre hay que saber que hay al otro lado; no sea que al abrir lo que este al otro lado se moleste mucho por tu intrusión.
-Bueno, darme un momento.

Había sido algo extraño que aquellos seres siguieran su estela mientras les dirigía por aquel lugar, le dieron su confianza sin más para que el fuese el que los llevase a algún sitio, un conjunto de pensamientos agalopados golpeaban su cabeza una y otra vez con preguntas sobre lo que hacía, intentaba sacarselas de la cabeza, pero le hera muy difícil, además estaba algo cansado después de la pequeña escaramuza...

Se encontraban en esos momentos delante de una enorme puerta de madera que les impedía el paso, pasó la vista a sus ahora compañeros para ver que querían hacer, y por lo visto parecían conocerse muy bien, pues enseguida Nostradamus le indicó a uno de ellos que se encargase de dicha puerta. El trabajo de Regathix de portarlos hasta allí de momento había acabado, así que se dispuso a un lado para dejarles hacer, sin mediar palabra, con sus cabulaciones en su interior...

La oscuridad era bastante amplia, pero su visión le permitía tener una perspectiva buen, así que se apoyó en un rincón a la espera de nuevas...

Millicent aguardó, apoyada en una de las paredes. Se sentía malherida y cansada. No sabía el tiempo que le quedaba de seguir en esa situación y eso la desconcertaba.
Pero, quizás, lo que peor llevaba era haber perdido casi completamente el liderazgo del grupo. Estaba claro que ella no estaba en condiciones de mandar y tampoco parecía ese su trabajo, pues el equipo formaba una cuadrilla demasiado bien nivelada como para dejarse guiar por un solo individuo. Todos tenían su “especialidad” más que clara.
Mucho mejor que en el ejercito -pensó.
Allí los soldados corrían de un lado a otro siempre como perdidos… La mano izquierda nunca sabía lo que estaba haciendo la derecha. Se necesitaban ojos y cerebros para que todo funcionase.
Aquí todo era distinto. Eso estaba claro.
Suspiró.
Además, Nostradamus era inteligente y capaz. Podía llevar la voz cantante sin problemas por el momento…
Su orgullo la impedía pensar de otra manera.

recargo a Lord Grifon sobre la pared y reviso de nuevo sus signos vitales necesita atencion pronto, o no resistira me muevo tranquilamente hacia los demas y mientras Guille sigue en lo suyo consulto a Millicent sobre su estado mientras saco mi varita e intento de nuevo cerrar algunas de sus heridas que todavia sangraban volteo a ver a Regatix Regatix cuando salgamos necesitaremos que nos guies de nuevo, te tendras que orientar y llevarnos al este por favor, necesitamos llegar a la costa y tal vez ahi podamos dedicarnos a restablecernos, iran al frente tu y Guilles, Marcus y Millicent iran un poco atras cubriendo el flanco ciego, yo ire atras de ustedes con Lord Grifon señalo a Regatix y Guilles, necesitamos avanzar a paso seguro eestan deacuerdo? si afuera hay alguna sorpresa las posiciones nos permitiran reagruparnos y modificar la avanzada, regreso la mirada a Millicent espero te sientas un poco mejor, resiste, vamos a salir de aqui,  volteo de nuevo a Regatix viendolo a los ojos directamente estando afuera tu seras quien guie Regatix, te seguiremos miro a los ojos a Marcus te vez excellente!!! mientras me sonrio con el, doy una palmada en el hombro a Millicent y regreso con Lord para prepararlo para la avanzada mientras guardo la varita, me quedo de rodillas junto a Lord esperando noticias de Guilles y me concentro en detectar algo de poder arcano que se encuentre cerca...

Regathix recibió las peticiones de Nostradamus sin darle mucha importancia, aunque asintió con un gesto de cabeza y encogiendo los hombros, en pos de lo dicho, aguantó la mirada que este le hizo directamente a los ojos, en ese instante Regathix intentó encontrar algún indicio de algo, pero pareció no encontrar nada relevante, así que siguió aguardando a que abriesen la puerta, para dirigir a aquel grupo extraño a algún lugar con dirección a ninguna parte en concreto...

Nostradamus inspecciona a Lord Griffon y ahora, más concentrado, siente la magia brotar de su varita viendo como las heridas se curan ante sus ojos. El prisionero gime en sueño mientras sus heridas se sellan. Una vez terminado, el mago se concentra en encontrar cualquier traza de magia que pudiera indicar una trampa mágica. No detecta nada.

De pronto Lord Griffon se revuelve en su sitio y abre levemente los ojos.

-¿Parsafal? ¿Eres tú?-

Sus ojos se mueven intentando enfocar, las arrugas de cansancio, dolor y edad se remarcan aun más por las sombras del pasillo. El lacio pelo sudado le cae en cascada por la cabeza, tapándole en gran parte la visión.

En un primer vistazo, la puerta se muestra solida, y firme, sin embargo, tras un vistazo rápido, te sorprende ver que la puerta no tiene la llave echada, está abierta. Buscas alguna trampa o mecanismo pero no encuentras nada. Es una puerta simple que se encuentra abierta. Sin embargo, si notas algo. Las bisagras son metálicas y se ven algo oxidadas viejas. Tal vez no tengan trampas, pero si no se abre con cuidado, la puerta puede chirriar sonoramente, alertando a cualquiera que pudiera estar al otro lado.

Procedo con cautela. Con los guantes quito los restos de oxido y busco por la sala una manta. Trato de mirar si hay aceite de lámpara o algo similar. Con cuidado cobro las bisagras y las humedezco. Antes de abrir lenta mente en busca de luz o sonidos fuerte a lo lejos.

Lord Grifon parece despertar de sus sueño pero parece estar en shok, y empieza a preguntar por parsafal Quien diablos es Parsafal??? todo lo transcurrido anteriormente no me habia permitido el poder buscar en mi memoria algo sobre este hombre mi señor, nos a mandado La Dama, no hable guarde sus fuerzas, lo sacaremos de aqui lo mas pronto posible, despues de esto sigo intentando calmarlo puede caminar??? estamos a punto de avanzar cree poder levantarce???, lo vuelvo a apoyar contra la pared y revizo su pulso el cual se sentia acelerado y sus pupilas no respondian al 100% a la luz que hacia brotar bevemente de la punta de mis dedos, al parecer aparentemente parecia mejorar, pero solo Lord Grifon si es que se encontraba en su santo juicio, podia saber como se encontraba en ese momento, quien al escuchar las palabras La Dama se calmo un poco... mientras en mi cabeza seguia urgando sobre algun recuerdo ya sea de algun libro, cancion, asaña, junta con los sabios, etc, que me pudiera decir algo sobre un tal Parsafal....

Intentas dentro de tu vasto conocimiento, encontrar el nombre de Parsafal. Muchos nombres se agolpan en tu mente, muchas historias, pero en ninguna aparece un Parsafal. ¿De quién se tratará? En vista de los sucesos, solo Lord Griffon podrá despejar esta duda.

Tras inspeccionarlo, Puedes ver que tiene las pupilas dilatadas, con alguna vena reventada en el ojo derecho, bañándoselo en rojo. Su mirada está perdida y se agita dentro de sus cuencas alocadamente.  Aunque parece captar estímulos,  no termina de responder  a ellos. Al oír nombrar a “La Dama”, parece relajarse y su mirada se centra en ti. Cuando escucha tu pregunta sobre levantarse, intenta incorporarse, pero inmediatamente tiembla y cae al suelo. Queda claro que se encuentra demasiado débil.

Tras tomar algo de brea de las antorchas que cuelgan de las paredes, embadurnas con ella las bisagras en un intento por evitar el chirrido de las mismas.  Entonces, con sumo cuidado abres la puerta.  Cuando has abierto un resquicio, te detienes y observas el exterior. Lo primero que compruebas es que la salida da a la zona interior de la fortaleza. El cielo se muestra gris casi negro por las nubes, el humo y la oscuridad que viene del norte. La guerra se ha cobrado una nueva víctima, el sol y algo te dice que en el futuro, solo el fin de esta podrá devolvéroslo. Frente a la puerta se muestra un muro de piedra que se abre a ambos lados. El de la derecha se abre a otro más ancho, seguramente el patio central, a la izquierda, el camino termina en unas escaleras exteriores que descienden. No parece haber guardas en el exterior.

Puedes emplear los esfuerzos curativos siempre que quieras, las normas son sobretodo para combates, para evitar abusos. Solo ten en cuenta que si los gastas, hasta que no tengas un esfuerzo prolongado (6 horas de descanso) No los recuperaras, Regathix de echo ha usado 2 para recuperarse, el roleo depende de ti. Tambien puedes emplear tu habilidad de sanar sobre ti misma, como si emplearas primeros auxilios sobre ti misma (Un vendaje improvisado, limpieza de heridas, etc). Si usas tu habilidad de sanar, podras recuperar puntos de vida dependiendo de la tirada sin gastar esfuerzos curativos.

No hay ningún problema Regathix, luego en tu post lo roleas y listo. Sin embargo, sabes que hasta que no puedas tenre un descanso prolongado no los recuperaras y estais lejos de encontraros a salvo. Recuerda que puedes usar tu habilidad de sanar, que sería como hacerte curas imporvisadas tú mismo. Con esta segunda opción, si te sale bien, no gastarias puntos de curación y los puntos que recuperaras pueden ser más ya que si tienes una buena tirada, podrias llegar a curarte bastante.

Con un susurro.
-Bueno chicos parece que no hay piratas en la costa. A la izquierda escaleras que descienden; a Derecha camino y patio. De frente un muro y parece que la luz del sol esta oculta. La batalla continúa fuera recuperaros y salimos.

Mientras esperaba Regathix apoyado en la pared, se dio cuenta de que las heridas que había recibido empezaban hacer mella, tenía que hacer algo, así que se dispuso a intentar sanarse por el mismo con los pocos conocimientos que el tenía...

Sacó de su una bolsita un tipo de hierbas de los que su raza utilizaba para curar ciertas heridas, se las metió en la boca para masticar con rapidez he ir royéndola... Al cabo de unos instantes cuandó creyó que estaba preparada se sacó de la boca una especie de pasta, pues es lo que quedó de las hierbas, y se lo empezó a poner en las heridas más grabes que tenía, aquello le alibiaría y haría sicatrizar la herida con cierta rapidez, después de untar la pasta cogió unos arapos de la mochila y se vendó aquellas zonas... Por el momento podría continuar con bastante soltura...

Cuando acabó parcía que aquel tipo abrió la puerta y podían continuar, aún así espero a que le indicaran de nuevo que se pusiera a conducirlos por aquel lugar, pues no estaba seguro de que todos estubieran de acuerdo en ponerse en sus manos...