Partida Rol por web

Apocalisi en la Fiehta la Primavera

Un fiehtón que se va péeh la pérrah (Escena 1)

Cargando editor
25/04/2015, 04:21
Lupita Garcìa
Sólo para el director

La idea era perfecta, de pronto embriagarse mas no era la prioridad de Lupita, posiblemente nunca había cambiado tanto de opinión como aquella noche. Mientras se vestía, lo miraba y sonreía, ella se sentía a gusto vestida y desvestida, aunque con él era mejor desvestida.

Fueron de vuelta a la fiesta, mientras fuera de su mano lo demás le daba igual pero a Lupita se le cayó la mandíbula cual Sino de los picapiedras.

-Qué chingada madre es esto, Björn?

Además que ahí no iban a encontrar a sus amigos por mas que miraran todos los culos y tetas que miraran.

-Niño, nunca vamos a encontrar a esos bueyes aquí...

La mexicana se volvió al guardia que estaba igual que ella.

-¿Oiga, usted sabe qué pasó aquí?

Ella por las dudas que al guardia le diera por sacar su mini madre y follársela a ella, permanecía sujeta de la mano de su Dios (sexy) nórdico Björn.

-¿Qué hacemos?

Estaba entre preocupada y sorprendida.

Cargando editor
25/04/2015, 05:14
Carlos María Lamela

El segurata se giró cuando le preguntaron. No esperaba que nadie surgiera a su espalda, así que se asustó un poco. Al cabo de un momento les reconoció, la pareja de antes del rubio grandote y la morena bajita. Esos que obviamente estaban follando en el parking, por que el coche llevaba media hora sin salir de allí.

Les miró con cierta indiferencia y luego señaló a la masa de gente follando.

-No tengo... NI-PUTA-IDEA. Nunca había visto nada así.

La radio estaba en stand-by por que la policía no sabía que hacer. Pegar a gente haciendo sentadas en manifestaciones, escraches o protestas pacíficas era una cosa. Cargar contra gente follando en el suelo era demasiado kafkiano. Hasta para España.

Cargando editor
25/04/2015, 05:17
Bjorn Hegge

El noruego se pasó la mano por el pelo.

Vale que los españoles eran de sangre caliente y follaban más que en el norte. Pero aquello era raro. Era... preocupante. A decir verdad. En ese momento se debatía entre pensar en si mismo o también en su colega. Su colega que debía estar por allí, que trataba de ver en la zona donde les habían dejado antes.

Pero no le veía. Entonces, sonó su móvil, y lo cogió enseguida. Habló en noruego durante un cinco minutos, nervioso. Parecía estar dando indicaciones. Luego colgó y miró a la mexicana.

-Mi amigo y tu amiga estaban en vía siclista haciendo amor. Han visto lo mismo que nosotro. Pero están al otro lado. He dicho intenten llegar hasta aquí dando rodeo, y nos vamos todos en coche mío.

- Tiradas (1)
Cargando editor
25/04/2015, 08:31
Chantal Casanova

Se dejó llevar a la ambulancia, parece que sus pucheros no habían sido suficientes para que el policía la cargara en brazos como el salvador que era. Se sintió algo decepcionada y miró de reojo al otro agente, según ella les había cortado el rollo. La sueca, la cual no había movido ni un dedo (porque mover el culo le mantenía toda la capacidad cerebral ocupada, o eso quería pensar Chantal), se acercó a brindarle unas palabras de ánimo.

-I'm not ok, I'm gonna find that bitch later and I'm gonna kill her... I know where she lives...- entrecerró los ojos, planeando mentalmente la venganza, porque la highlander se iba a enterar por todos sus muertos con falda lo que pasaba si dañabas a una youtuber. Lo primero sería publicarlo en las redes, con fotos lastimeras, pero ya no tenía su móvil. Cogió su canon que seguía colgada al cuello y aprovechó para hacerse algunas fotos con cara de pena y medio llorando, donde saliera el estropicio capilar. No había más peligro en internet que una horda de fans furiosos, ellos sabrían ser crueles.

Echó un último vistazo a Manu antes de entrar a la ambulancia, con cara lastimera por fuera y mucho cachondismo por dentro. Escuchó lo que dijo la mujer que le atendía y aunque solo entendió la mitad, se puso a llorar de nuevo, un llanto como el de un gato en celo en busca de hembra. -Mon cheveux...- se sorbía los mocos como podía. -Ella a fait la connerie... Mais ella va à voir...- siguió maquinando en su mente un plan vengativo mientras la curaban. Ahora iba a tener que peinarse con la raya al lado al parecer... ¡y le quedaba fatal!

Cuando bajó de la ambulancia en busca de su salvador, se quedó muerta. Oh là là... Botellón ça veux dire orgie... Aquello era nuevo, bueno, el sexo en sí de no ser por aquel desliz del que no se acordaba y que parecía haber marcado a Brit. Ese proyecto de zorra lésbica camionera. Estaba asustada y a la vez le subió el calentor, tanta hormona y carnes por todas partes... Se acercó a agarrar el brazo de Manu de nuevo. -Qu'est-ce qui passe? ¿Qué pasa?- dijo extrañada, que no sabía si aquello era normal... A la sueca parecía venirle de perlas, porque fue a buscarse su propia diversión.

Cargando editor
25/04/2015, 09:08
Francisco Marqués

Marqués se aparta de la ambulancia con una ceja enarcada, bastante confuso al escuchar el mensaje de la central que salia desde su radio. Se lleva una mano al radio de nuevo y presiona el botón de transmisión - Dihcurpe, Centrá' ¿Le importaria vorveh a repetí' esoh? Creo que s'a metío una interferencia en er canah - Luego de comunicarse con la central se alejó un poco de las ambulancias para tener un mejor ángulo del botellódromo y lo que vió... Bueno, lo que vió lo dejó helado.

No sabía si habían sido las bebidas, el ambiente, la música o simplemente el cachondismo y hormonas que se habían acumulado todas en un solo lugar y habian hecho sexplosión y, mucho menos, sabía en el momento en el que se había pasado a eso, pero ahora mismo todo el mundo parecía concentrado solo en follar y en meterla en por lo menos un agujero, puesto que había de todo... Tíos con tíos, tíos con tías, tías con tías e inclusive le pareció haber visto a una tía con un traje de látex negro y un látigo por ahí... Aunque eso podía haber sido una imaginación suya ante tanta flipación.

Marqués se quedó mirando el follón (ja-ja) puesto que no sabía como proceder, digo... Por él como si se metía al follón y empezaba a dar porrasos, y no precisamente de los que duelen, pero vamos, tenía puesto el uniforme. Pensamientos claros, Marquéh, pensamientos claros... Se dijo a si mismo mientras buscaba con la mirada a otros agentes, aunque una mano en su paquete lo saca de su ensimismamiento. Marquéh gira el rostro con relativa sorpresa para encontrarse con la sueca haciéndole una invitación bastante provocativa, pero algo dentro de la cabeza del agente seguía en mentalidad de madero, aunque si las cosas seguían así ésto no iba a durar mucho. Con suavidad tomó la mano de la sueca con la muñeca y la alejó de la porra principal - Hey, hey... Con tranquilidá siñorita, que aquí se está armando algo gordo... - Y no era su porra. Gira el rostro para buscar a Padilla, a ver si él está tan extrañado como Marqués.

Cargando editor
25/04/2015, 09:40
Lupita Garcìa
Sólo para el director

Lupita estaba muy desconcertada, ya le habían dicho que aquello era una fiesta padrisima, de poca madre pero de ahí a aquello, la cosa se salía bastante del huacal.

En poco obtuvo la respuesta del guardia y ya si el "pitufo"* estaba confundido era mucho peor saberlo. Björn habló con alguien por teléfono pero ella no entendía una mierda de noruego, debió haber atendido a su padre y haber estudiado idiomas pero bueno, la cagada estaba hecha. Y por lo que su amante en turno decía, había hablado con su amigo, menos mal que Carmencita no estaba en ese borlote.

-Por mí está bien...

Dijo la chaparrita con los ojos muy abiertos. Una cosa era follarse al noruego en el capó, muy decente y otra dejarse enchufar en " trenecito" por cualquier vato. Ojalá sus amigos aparecieran pronto.

Notas de juego

*En México, los policías van de azul, de ahí que muchos los llamen coloquialmente pitufos.

Cargando editor
25/04/2015, 09:46
Jose Manuel Padilla

Flipó en colores y se quitó las gafas de sol por si se estaba dejando algo por flipar. Miles en bolas follándose. Todo el ruido era un eco de gemidos y le dio la impresión de que todo estaba húmedo y caliente. Como si el botellódromo fuera una única y gigantesca criatura de carne agitada, latiendo y retorciéndose sobre sí misma.

Pudo ver la cara de estupefacción de Marqués y eso le ayudó a asegurarse de que no era una alucinación. Si estaba rechazando a la sueca es que esto era muy serio. Chantal se le agarró del brazo con la misma cara flipada. No lo estaba viendo él solo. Era verdad. A Marqués le puso cara de "no tengo ni puta idea de lo que hay que hacer".

...le querían dar droga de violear a la niña y la he salvao por los pelos... droga de violear pa to el mundo madre mía...

-¿Qué pollah éh to esto?

Cojones, es que daba hasta miedo de lo raro y sucio que era. Como si todo el mundo hubiera perdido la cabeza del todo a la vez en el mismo sitio. Sintió temor y envidia al mismo tiempo. Agradeció no estar entre la turba en ese momento y también le dio rabia no estar. Atrajo a la chica hacia sí, abrazándola intuitivamente como para apartarla de aquello pero, sin embargo la sintió deseable y muy sexual. Era todo tan insoportablemente imposible que no se daba ni cuenta de la empalmada que se le estaba apretando por segundos en el pantalón retando de tú a tú a la porra reglamentaria. Se apretó el entrecejo intentando pensar.

Inténtalo más fuerte, chaval.

Ok... lo intento más fuerte.

Nada. Ni puta idea. La sangre no regaba bien. Esto ponía a prueba sus habilidades detectivescas. En la academia no les  habían dicho nada de esta mierda. Esos malditos chupatintas de West Point no tienen ni puta idea de lo que es pisar la calle.

-Chantá -esa vez ni hizo el esfuerzo de pronunciar bien el nombre, con esa sch tan rara y la L quele hacía un nudo en la lengua-. ¿Qué...? -se dio cuenta de que preguntarle a ella era estúpido-. Ehh... no sé lo que pasa. ¿Tú estas... estooo.. mareá?

Cargando editor
25/04/2015, 10:20
Chantal Casanova

La abrazó contra él y aquello fue lo que le faltaba. Casi le da un infarto al sentir los brazos de él rodeándola y con el alcohol y aquello de que las manos van al pan... Pues se encontró sobando pectorales sin comerlo ni beberlo. Ella no sabía si aquello del botellón tenía que acabar así como estaba acabando, en una orgía de todos con todos, pero si tenía que tirarse a un hombre de verdad por primera vez... Pues el señor policía era el mejor candidato.

Para ello llevaba toda la noche encendiéndola tocándole el hombro y con miraditas (o eso creía, que con las gafas no es sabe). No había suficientes hashtags en el mundo para describir el calentamiento global que estaba sufriendo, al menos el efecto invernadero ya lo notaba en la culotte. Ella por suerte no tenía problemas de sequía por el calentamiento, todo lo contrario. El ambiente con gemidos por todas partes y las feromonas en el aire la empujaron a pegarse más al Manu.

-Oui, ça va bien... Bien, muy bien- asintió, esbozando su mejor sonrisa. Por fin le podía mirar los ojos sin gafas y claro, se quedó prendada, le tenía que dar al caballero de brillante armadura su flor... Y luego contarlo en un vídeo, que ahora se llevaba mucho eso de contar tu primera vez. -Et toi? Voulez vous coucher avec moi, se soir?- soltó sin más, toqueteando de nuevo el músculo que había bajo aquella camisa azul.

 

Cargando editor
25/04/2015, 11:39
Jose Manuel Padilla

No entendió una puta palabra. Pero había algo malsano en el aire que no pudo controlar. Cosas así las hacía a escondidas, en las patrullas de noche, sin nadie mirando... pero es que simplemente no pudo. La miró y le pasó la mano suavemente por el cabello, apartándoselo. Era jodidamente sedoso. La parte no manchada de sangre al menos. Se le alteraba el pulso, no dejaba de mirar esos ojos de cervatillo y le parecieron preciosos incluso con el rímel corrido. Se lo parecerían de cualquier manera. La respiró y le pareció deliciosa, suave, afrutada y húmeda. Temblorosa, delicada, con una aparente fragilidad que, en vez de darle ternura, o a su vez, le daba una ganas de follársela como un animal. Brutalmente suave.

...diosss... estoy loco... la voy a cagar por esto...

Agachó la cabeza al tiempo que con una mano la agarraba por el culo, y le comió la boca sin remedio.

Deseó tener un sitio íntimo al que huir con ella y no salir en una semana.

 

Cargando editor
25/04/2015, 12:31
Chantal Casanova

¡La había besado! ¡La había besado! ¡Un beso de verdad! (y con de verdad se refería a no lésbico, claro, los besos de experimentación no cuentan) ¡Chúpate esa Brit! ¡Chupaos esa haters que decían que era una virgen frígida! ¡Já! Estaba sobando hombre y uno de verdad, no un chavalillo de esos patéticos con aparato y que siseaban al hablar, sí, esos que estudiaban informática y cada uno era más friki que el anterior. Chicos que aún les cortaba el pelo a su madre y que eran candidatos para ser friendzoneados. Ugg. 

Así que en cuanto le comió la boca, un poco perdida en aquello, hizo como en las películas: le metió la lengua hasta la campanilla. Que no se pensara aquel maromaco que era tan virgen como en realidad era. Bebió de él y se extasió aún más con su olor a colonia, after shave y macho ibérico. Se colgó de su cuello y aprovechando que le cogía del culo tomo impulso para colgarse cual koala, ahora sí que no se le iba a escapar.

Cargando editor
25/04/2015, 15:06
Borja Clemente

Pues sí que estaba buena que te cagas la relaciones públicas. Que tetamen, que se podrían llamar ubres por aquello de “mano que teta no cubre, no es teta sino…”. Y luego aquel olor. Olor a fertilidad, a óvulo pidiendo gritos que un pequeño Borja lo pete. Qué Hugo Boss for women, ni qué Hugo Boss...Esto era mucho mejor. Que gozada y que de todo.

El culo como para forrar balones, donde me aferraba como si la vida me fuera en ello. Y casi, y casi…Esto era justicia divina. Debía serlo. O eso pensaba en ese momento, hasta que los Borjas vuelven a salir en modo manguera de bombero. En modo “ZAS, que te salto un ojo”.  Menudo mareo, copón. Casi agradezco que se levante, porque menudo puto calor.

Me aferro ahora al sillón, que desde luego no tiene el mismo tacto que aquellas nalgas. Luego echo otra ojeada alrededor, y para cuando me doy cuenta la rubia ya está enganchada a otro. Literalmente.

- Tiradas (1)
Cargando editor
25/04/2015, 15:05
Jose Manuel Padilla

Se encaramó a él abrazándolo con brazos, piernas y bocas. De ahí no la sacaban ni con agua hirviendo. Porque hirviendo ya estaba. Se comieron la boca como dentro de un burbuja. El madero ya tenía la porra como un garrote y estaba por enseñarle a ese bombón lo que significa que te caiga encima todo el peso de la ley. El martillo de la justicia. Se entendían como Tarzan y Jane, pero desde el primer momento habían hablado una lengua común y ahora bien que la estaban compartiendo. A puro filete.

La saboreó, alcohólica, dulce, de limón... deliciosa en esa lengua tierna y curiosa que parecía querer meterse en su gaznate, a veces con delicadeza y a veces a puro lanzazo, como si por momentos perdiera la orientación y tanteara a ciegas, cambiando bruscamente de ritmo, luego consiguiendo uno perfecto, y justo después volviendo a perderse en arremetidas confusas. Padilla hubiera apostado porque ella fuera una experimentada loba, que en España hay mucha remilgá y mucha aburría, pero dudó algunos instantes... para volver a estar seguro de que lo era, en otros, ...coño con la tía... va a por todah... experimentá, seguro... ¿o no?... Pero con la absurda calentura que tenía encima  no atinaba a pensar con claridad, ni a decidirse, ni a llegar a que le importara una mierda todo eso. Se la estaba comiendo y era sin duda lo que quería hacer, devorarla, olvidándose como un auténtico imbécil de posición, deber, gente grabando pa mandarlo a yutú, trabajo y guillotina en el cuello.

Que le den por culo a todos. La ciudad estaba palpitando en una orgia y él no se iba a quedar mirando y rellenando informes. Ni iba a bajar a repartir palos a gente follando. No había furgos en toda España para detener a todos esos.

La cargaba encima sin que le pesara, ligera, y sosteniéndola con las manos le manoseaba el culo como si fuera una firme masa de pan preparada para el horno. La hostia, qué pedazo de culo. En su sitio, ni grande ni pequeño, carnoso y prieto. Si ella no era de las de hacer ejercicio, lo parecía. Muslos firmes y fuertes y culazo redondito que era para tenerla a cuatro patas toda la tarde rebotando en esas nalgas. Con la tontería acabaron chocando contra la ambulancia de protección civil, él se dio la vuelta y ella quedó entre la espada y la pared, morreándose pasando del mundo. Ella se estremecía como si le recorrieran escalofríos por la espalda y los costados, apretándole con las piernas por segundos y aflojándose, cachonda, peleona y dejada, blanda y dura, y con la mirada descompuesta de calentura. Pedazo de hembra, joder.

Cargando editor
25/04/2015, 16:02
Evelina Löfgren

La sueca no se dió por vencida. Marqués flipaba. ¿Padilla se había "contagiado", o estaba decidido sumarse a la bacanal por propia voluntad? Entonces sintió el culo de la sueca frotándose contra sus genitales. Un culo desnudo y desprovisto de ropa interior. Un culo que enmarcaba unos labios mojados como la Fuente de las Batallas en un día ventoso.

¿Que hacer, señor, que hacer? Nada en el manual policial decía "no te metas en una orgía". La legislación no preveía un caso de ese tipo, ni te lo enseñaban en la academia.

-A ti se te monta también algo gordo -dijo con un acentillo de los nortes.

Cargando editor
25/04/2015, 16:14
Chantal Casanova

La empotró literalmente contra la ambulancia, pero ella no se quejó. Tenía la boca demasiado ocupada en devorar a la benemérita, o intentarlo. Estaba en gran parte perdida de cómo se hacía aquello, le seguía la corriente a ratos y luego probaba otras cosas con la lengua… Y no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo pero, por el bulto que notaba contra sus braguitas blancas de encaje, no debía estar haciéndolo tan mal.

Por instinto se frotó contra aquella porra no reglamentaria, como podía, o más bien como creía que debía, porque poder no podía más. El cómo le tocaba con aquella brutalidad animal de macho ibérico hizo querer que le embistiera con esas mismas ganas. Ahora mismo el resto de gente, el ambiente o incluso el youtube le daban igual. Estaba viviendo la vida… O más bien iba a follársela por todo lo alto. Rozarse contra él hacía que temblara de emoción y al mismo tiempo de placer. Tan húmeda estaba que ya tenía chorreando la ropa interior y comenzaba a mojar el pantalón del poli con tanto frote.

-Attend, attend…- lo paró, dejando de buscar su lengua dentro de la boca, pero impregnada de la saliva de ambos y relamiéndose. –Il faut que tu saches… que tu es le prémiér… Tú, pgrimegro…- esperaba no cortar el rollo. Ella siempre se había imaginado su primera vez como algo bonito y delicado… Con velas, sábanas limpias, en una cama obviamente… Todo muy alejado de un madero en un botellón con cientos de personas follando alrededor, cuyos gemidos la incitaban a seguir con lo que se traía.

Tampoco esperó mucha respuesta, volvió a meterle la lengua hasta la campanilla. Tenía el coño como las puertas del infierno y por muy virgen que fuera, aquello solo había una manera de calmarlo. Quizás no tenía experiencia, pero el poli sabría dárselas con todas las de la ley.

Cargando editor
25/04/2015, 16:46
Elvira Torres "Chi"
Sólo para el director

¿Habían superado otro escalón? La escena fue curiosa porque todos actuaban con total naturalidad, como si la conocieran de siempre, muy simpáticos y divertidos, a lo mejor les había caído bien. Se tomaba el tema muy en serio, porque Pelayo era un asunto serio, en el buen sentido de la palabra. Él era un tío serio, inteligente, práctico y que valoraba el buen criterio, confiaba en que si encajaba con sus amistades ganaría terreno, el chaval se hacía derogar .
El ambiente se animaba conforme pasaban las horas y la gente estaba más receptiva a sus ofertas, muchos iban ya medio piripis y tenía que medio torearlos, Pelayo observaba divertido como lo hacía, por suerte ninguno se pasó de la raya. El Wall estaba hasta la bandera, aguantó todo lo que pudo sin dar flyer de la promo municipal, pero se le acabaron los propios del local y no le quedó más remedio que empezar a usarlos.
A ratitos, entre cliente y cliente, le pidió que le explicara que había encontrado y ella a su vez le pasó por mail el contenido copiado del pen, ella no tenía tiempo de excucharlo con tanto gentío.
De pronto hubo como una especie de parón, fue algo muy extraño porque de repente salvo unos pocos, apenas se movio gente por la calle, incluso se sintió cierto silencio, había rumor, pero no tanto escándalo como unos minutos antes. Ella que estaba siempre con el radar sensorial alerta se giró a su chico, no sabía si era paranoia suya, arrugó el entrecejo, cuando algo la escamaba abandonaba la conducta “moe”. De repente se abrió la puerta del Playmobil, en medio del extraño silencio eso la sobresaltó, con esas dos haciendo una versión real de un Yuri manga, Utena sin glamour.

Se comían la una a la otra con tal fruición que le contagiaron la excitación. Les sacó una foto con el móvil y la subió con los hastag #DesfaseEnGranada #HazElAmorYNoBebas #Follodromo #LaPrimaveraLaSangreAltera, no es que fuera muy tuitera es que quería sondear la red. Todo era muy raro… sin moverse del sitio estiró el cuello para ver el interior del Wall, a ver como estaba el ambiente.

Cargando editor
25/04/2015, 16:50
Señora Wei

Borja se perdía en el abismo. Su mente, bloqueada, incapaz de razonar. Descansó un momento en el sofá, sin levantarse, hasta que fue otra cosa la que volvió a levantarse, como un reloj. Ya dolía un poco, como cuando te haces la tercera paja casi con desgana. Pero por alguna extraña razón, a él no le importaba.

El ambiente exudaba feromonas como una metralleta. No le hizo falta levantarse y buscar nueva víctima. La víctima acudió a él. Espera... pero si es la señora Wei, la del macrochino. Joder, la de veces que ha ido a comprar gilipolleces ahí para el piso por mandato de su hermana.

La señora tenía un cuerpo feillo, con esos culos cuadrados y sin cadera, que parecen un bloque. Pero al menos tenía una poca de tetilla. Follándose una china. Claro, por supuesto. Debía esparcir su prole por los cinco continentes. Así que la señora Wei se subió a lo alto del sofá y se la metió ella misma, hambrienta. En realidad, el chaval le hacía tilín de antes. La droga solo potenciaba el asunto. Se permitió ser graciosa.

-¿Quieres lollito o chupito?

Y comenzó a mover la cadera.

Cargando editor
25/04/2015, 16:48
Jose Manuel Padilla

La tía ardía, literalmente. Se estaba derritiendo por arriba y por abajo. Lo notó en sus manos cuando de tanto refriegue el vestido se levantó y el acarició directamente en su piel, pasando los dedos por debajo de las braguitas. El cofre del tesoro estaba medio abierto y rezumaba. JODER.

No entendió eso de "primero" y no le hizo caso. No tenía ganas de preguntar. Esa tía sabía a lo que iba, eso estaba claro. Estaba entretenido en su boca y nada más. Sin excusas ni dilaciones, ella y el frotándose. Lengua, mordiscos, tironcitos y vuelta a empezar. Más salidos que el pico de la plancha e igualmente calientes. Se le saltaron un par de botones de la camisa y ya ni la tenía por dentro del pantalón. A golpe de morreo fueron deslizándose por la chapa de la ambulancia hasta llegar a la puerta trasera. Pasó de la tía de Protección Civil como si fuera un chicle en el suelo, y entró en la furgoneta cargando a aquella zorrita que se le derretía en las manos.

Cargando editor
25/04/2015, 17:10
Borja Clemente

Un minuto, dos minutos, tres minutos, cuatro minutos….PIM. La torre de Pisa volvió a alzarse en toda su contundencia. Igual de cascailla y todo. Me dolía como aquel domingo que me puse la filmografía completa de Sasha Grey, y acabé con la flautilla un poco morada. Pensé en ir a urgencias y todo, pero me tomé una pastilla para el dolor de la monstruación de las que tomaba la Patri, y aquello se calmó.

El pinchito pedía ensartar carne pero ya. Pero la carne ensartó sola. Vi coño, y mire para arriba. ¡Hostia! ¿Cuántas veces había ido a su tienda? ¿Cuántas veces la había tratado con respeto al saludarla? ¡Pero si esta señora no me ponía! Debe ser verdad que por la noche todos los gatos son pardos, porque la miro...Y tengo ganas de darle un chop suey para dos.

- La hoshtía, sheñora Wei. Posheemé todo el wan tun. ¡Yo te lo regalo, diosha oriental!  - le digo, y me amorro a su cuello. Le iba a hacer un chupetón que se iba a cagar la perra. Me daba morbo que luego lo viera su marido.

Además, ¿no se dice eso de que las orientales salen hacer nosequé movimientos con la vagina que son para flipar? Había visto un video de una china lanzando pelotas de pin pon con el coño, oye…

Cargando editor
25/04/2015, 17:04
Chantal Casanova

Sus dedos tocándola no hizo sino que gimiera y lo mojara bien mojado. Necesitaba más de eso, aunque no sabía muy bien como proceder. ¿Por qué no había vídeo tutoriales en youtube al respecto? También podía tener ahí un negocio que explotar... Le daba hasta para un canal secundario, de experiencias y consejos y... Oh putain, por qué no me mete eso que noto bajo los pantalones ya...

Debió entenderla a la perfección, porque cuando le dijo que era el primero (al menos el primer hombre, de esa noche había un gran fundido a negro en su cabeza, aunque recuerda haberse comprado el móvil nuevo con ayuda de un dinero extra) él la llevó como un caballero hacia la ambulancia. Sin duda para buscar una intimidad de la que ahora mismo no gozaban. Se le saltaron un par de botones de la camisa y los ojos se le abrieron como platos, ¡madre del amor hermoso! Ni imaginarse que eso era lo que estaba tocando sobre la ropa, nada que ver con Justin Bieber o los Jonas, aquello era un hombre hombre. ¡Y con pelo en el pecho! ¡Un verdadero macho ibérico! Necesitaba ver más y tocar más, así que tiró de la camisa fuerte, haciendo saltar el resto de botones. Ahí sobraba ropa por todos lados, ya mismo, así que le sacó la camisa y la tiró sobre el suelo de la ambulancia mientras Manu buscaba la camilla donde la acababan de atender. Temblaba de nervios, de emoción y del mismo cachondismo... Las hormonas habían pasado de ebullición a sublimación, estaban por todas partes.

-Je ne connaîs pas le loup, mais c'est sûr que tu dois être le prémiér...- susurró cuando su culo tocó la camilla, apresando las caderas del poli con más fuerza contra él. ¿Qué había dicho la sueca? Ah, sí- Follemos.

Cargando editor
25/04/2015, 17:41
Jose Manuel Padilla

Alargó el brazo y ¡BLAM! puertas cerradas. Una cosa es caer de cabeza en la locura hormonal que había caído todo cristo y otra ensuciarle el culo y el nombre a ese bombón follándola en la calle. Lo que iba a pasar sería entre ellos dos.