Partida Rol por web

Su chico la abraza fuerte, mirándola a los ojos con un apunte de sonrisa. Le apartó el pelo del rostro y la miró a esos ojazos que tenía.

-Anata wa Suki desu.

El momento idílico se rompió cuando sintieron la presencia de una pareja que les miraba como flipando, a pocos metros. Se giró y les vió, a punto de partirse el hojaldre. Vaya pillada.

La empress le miraba como flipando. Ahora le cuadraban muchas, muchas cosas. Puso los brazos en jarras, como indignada.

-Uy Pelayo, que calladito que lo tenías.

Hizo un gesto de "no, no" con el dedo, mientras Pelayo se partía.

-Ya entiendo por que no jugamos en mesa desde navidad.

Madre mía vaya jaca que se había ligao el Pelayo. Era más listo que el hambre.

No obstante, se limitaba a sonreír y esperar su reacción.

Pelayo, como no podía ser de otra manera, se comportó de forma "Pelayesca". Encajando la situación con entereza y total normalidad. Cuando dejó de reírse miró a su chica y a sus amigos.

-Bueno, pues os presento. Ésta es Elvira, éstos son mis amigos David y Noemí. Los de la partida de Cthulhutech de la que te he hablado tantas veces.

Francisco se adelanta un poco para hablar, aunque tiene que levantar un poco la voz para que se oiga por encima de la música - Maldito barullo - Pensó por un momento, pero luego volvió a su atención a los de protección civil - Buenah tardeh, siñore, hemos acompaña'o aquí a una chica que se ha visto envuerta en una pelea y le han lahtima'o un poco la cabeza ¿Leh importaria atenderla y hajerle una cura? - Una vez ha hablado con ellos se aparta un poco y le da le espacio a la franchute para que se acerce a los paramédicos para que la atiendan.

Se aleja un poco de la ambulancia y se lleva la mano a la espalda igual que Padilla hizo anteriormente, para comunicarse por su radio - Central, aquí el oficial Marquéh reportándose, hemoh tení'o que ehcoltà a una civil al puehto médico máh cercano puesto que ha teni'o un incidente con otra tía un poco pasáh. La sohpechosa en cuestión... - Y de ahí procede a describir a la escocesa highlander puesto que, después de todo, tenía un cargo ya por asalto violento o lo que fuese y preferia tanto avisar de que se habían movido de su posición como de la chica que aunque no fuese un peligro inminente, por lo menos una noche en la comisaria se había ganado, o eso creía él.

Bajaron a la entrada de vehículos del aparcamiento, la única habilitada. Con motivos de las fiestas del botellódromo, dejaban entornada la persiana de cierre del aparcamiento, de modo que el guardia de la seguridad la abría cuando veía que un coche deseaba abandonar el lugar. Pero de esa manera impedía que hordas de chavales usaran el aparcamiento para vomitar, seguir bebiendo o cualquier otra cosa.

El hombre estaba en su garita y les saludó con la cabeza. El noruego le enseñó la tarjeta de aparcamiento del vehículo y él verificó. Entonces se la devolvió y les dejó pasar con un escueto "buenas noches".

Usaron el ascensor para bajar a la última y solitaria planta del parking, la -3. El coche de Bjorn era un Ford Fiesta 2011 de segunda mano, color azul metalizado, aparcado detrás de uno de esos pilares gigantescos de hormigón del aparcamiento. Lupita no llegó al interior del coche. La acorraló contra el pilar, a espaldas de cualquier cámara, y le metió mano, bien metida ahora. Una mano varonil y necesitaba que tocó teta, mientras volvía a besarla, ésta vez amenazando con desencajar su mandíbula.

-10-4*, Z-24. Reincorpórense al servicio cuando la afectada esté curada y se le haya tomado declaración.

Borja tampoco era un puto crack bailando, pero se defendió bien. Las niñas no sabían si bailar con ellos o pasar, por que los chicos eran un poco cardo, la verdad fuera dicha. La hembra alfa dijo algo y el resto se rieron.

Posiblemente un comentario sobre ellos. Pero luego se apartó el pelo de la frente y dijo. ¿Queréis bailar? Sos váis a cagar, niñacos.

La Mari se sumó a la propuesta y bailó con sus amigas, en una especie de desafío a lo Step-Up. Bailaba meneando esa genética que Dios, o sus padres, le habían dado en su infinita sabiduría. Con aquellas tetazas bamboleándose y el culazo tres cuartos de lo mismo. Subía la temperatura hasta sin pretenderlo.

La tercera amiga se quedó un poco descolgada, pues era la más cercana a la barra. Bebía del mini de promoción que se había pillado (sus amigas llevaban como dos y comenzando el tercero) y bailaba sin mucho arte, moviéndose apenas, rollo comparsa.

No había que quedarse atrás, había que seguir bailando. Así que se acercó un poco a la tetona y comenzó a bailar en plan reggeaton. No lo había hecho nunca pero había visto videos. Y no le salía mal.

-VAMOS QUE NOS VAMOSSSS -dijo con acentazo.

Dieh cuatro, Centrah. Marquéh fuera. - Suelta el botón de transmisión de su radio y vuelve a apoyar ambas manos en su cinturón en pose chulesca observando el entorno, aunque su mente no puede evitar divagar de vez en cuando al twerking free style que se había tirado la sueca hace poco, lo cual le saca una que otra sonrisilla - Poh no ehtá mal pa un rollo rápido...

Y me fui ambientando. La cosa acabó no estando tan mal. Niña por aquí, niña por allá. Escote, culo, piernazas. Traguito al mini. El gustirrinin del contentito del alcohol. El calorcito en el estómago. Una mezcla que hacía una mezcla explosiva con el +1000 al Atributo Moral. Y entre todo eso…Tres gachís solitarias. Ay que tetazas tenía la más alta. Borja, que se está yendo la lengua. Y en ello estaba pensando, mientras bailaba como buenamente podía, imitando los movimientos de aquella fauna.

- Ok, bro. All yours - acompaño el comentario alzando el pulgar, como el Cesar salvándole la vida al gladiador de turno. Ea, adiós tetona. Pero oye, iba con amigas.

Luego se da un fenómeno extraño. No extraño porque comentaran de nosotros y se rieran. Eso era muy normal, que por otro lado menudas cabronas. Les callaba la boca a base de bien. Pero a lo que iba, extraño porque empieza una ¿especie de duelo de baile? Como un cara a cara...O no se como llamarlo. Y ya con la atención de ellas, pues ya si que hago lo que puedo con el baile....Pero !WTF! Luego Will se entona y se acerca a la tetona. Yo todavía nos sabia que hacer, me sentía un poco mongolo.

Estaba medio mareada, tanto como para no darse cuenta que no habian esperado tanto a que el guardia identificara el ticket del noruego pero luego, el camino se le hizo corto porque cuando se dio cuenta, la mantenía arrinconada contra el pilar mientras había metido una mano entre sus botones y apretaba una prieta teta, que sin ser enorme, era una buena teta. Sus bocas se encontraban con furia y es que ella no iba a ser menos, aunque él tenía que agacharse para comerle la boca y seguro que algo más también.

-¡Por todos los dioses de tu país y el mío, "güerito"...

Ni tarda ni perezosa comenzó a frotar el miembro del rubio con la mano diestra, notando aún más lo duro que ya le había puesto con el baile. Lupita no disimuló la sorpresa en su cara, una sorpresa que le agradaba enormemente por decirlo de alguna manera, vamos, que estaba más que lista para recibir semejante cosa. Lo soltó por un instante para desabrochar los dos botones que quedaban y dejar que él maniobrara mejor y cuando lo hizo, su pequeña y suave, pero muy suave manita reptó por entre la ropa para encontrarse con la serpiente que no mató el águila. Aquello ya no era una promesa, era un hecho.

Ahora le chupó el cuello, como si estuviera poseído por un ímpetu. La cogió en brazos y la subió al capó de su coche. Menos mal que no tenía alarma que si no... La miró con ojos de deseo y casi le arranca el pantalón corto de un tirón. Como no salía, se lo tuvo que desabrochar. y se lo bajó junto a las bragas. Iba a lo que iba.

Pero le sorprendió que no se la sacara para penetrarla. No. Lo que hizo fue agachar la cabeza y... sintió las cosquillas de la barbaza en sus nalgas, y sobre lo que eran sus nalgas. Su lengua comenzó a jugar y la recorrió. Estada sudada por la fiesta, olía a hembruno, pero a él no le importaba. Por que le empezó a comer el coño como si fuera un caramelo de fresa.

Los noruegos tienen cosas muy raras.

Habría podido derretirse en ese instante –Niaaaa- bajó la mirada con las mejillas radiactivas –Daisuki yo…-. Habrían seguido arrullándose de no ser por que vio por el rabillo del ojo a la extraña pareja de antes, mirándoles que solo les faltaba un cubo de palomitas.
Pelayo emitió esa breve y sonora risa suya, metió una mano en el bolsillo y apoyó la otra en su cintura -¡¿No me digas que los conoces?!- sabía que tenía amigos más mayores y que, por lo que contaba, eran unos personajes, pero nunca habría imaginado que eran justamente los dos con los que se acababa de cruzar –Sonna!!! (no puede ser)-, medio ocultó una sonrisilla con la manga. Le daba esa vergüencilla tonta de conocer a las amistades de tu chico pero ella era una chica desenvuelta y quería caerles bien, Pelayo era muy amigo de sus amigos –¡Vivan los Fruitis de la Muerte!- rio –Me encantan tus dibujos de Gracielle- 

Borja se sentía un poco torpe, pero las niñas bailaban con ellos. Que quisieran algo más era improbable, pero bailar con chicas de su edad en un pub a las 10 de la noche era otro LOGRO DESBLOQUEADO. Por eso estaba contento, y se dejaba llevar por la fiesta. La fiesta. Hasta hace poco, salir de fiesta le cortaba que te cagas. Pero Will tenía razón. Había sido mojar el churro con las lumis y todo iba como cuesta abajo y sin frenos. Comenzó a comprender que lo importante es tener moral, estar motivado, quererte tu mucho, quererte tu bien, hacer deporte y tener fuerza y poderío.

Las niñas se reían. Caían los minis por ambas partes, se iban emborrachando un poco, haciendo el gilipollas. Se preguntaron los nombres, y todo, que ya era un paso. Y dieron las 11 de la noche. Entonces sonó una de aquellas promociones de "la fiesta mola", con su sintonía estúpida. Pero era una sintonía que se les metió en la cabeza.

Algo extraño sucedía, algo emparanoyante. De repente, todo el mundo a su alrededor se deformó, así como la percepción que tenían de si mismos. Borja se sentía pletórico, deshinibido. En realidad, era como si fuera imposible volver a pensar en nada parecido a reprimirse, a sentir vergüenza. ¿Sería el alcohol, o es que estaba volviendo un pro?

El efecto fue sentido por casi todos dentro de aquel pub. Algo que se activó al segundo, como un chip. Entonces, le asaltaron las imágenes de culos y tetas. La boca de Carmen chupándole la polla, sus palabras siseantes, pidiéndole que se corriera. Y de forma incomprensiblemente milagrosa, su pene se puso de nuevo como una puta piedra. Y no sintió ninguna gana de tapárselo, más bien de sacárselo. Sintió la mirada de la rubia sobre él, una mirada matadora.

¡Chingada madre!

Ya no estaba pensando en nada, bah, si, estaba pensando en que iba a correrse como lo que era: una diosa azteca con su dios nórdico. Cerró los ojos con un poco de temor de que le dejara inservible el pantaloncito pero tampoco es que fuera a detenerlo. Pensó que se venía lo inminente, que ya estaba a punto pero al contrario de lo que la mexicana esperaba, se encontró con una lengua que se la comía, toda, literalmente. Los gemidos de la Lupita intentaban ser controlados pero no terminaba de lograrlo.

Puso sus talones en los hombros de él y con las manos empujaba su cabeza suavemente, no hacía falta que lo hiciera la verdad, porque estaba haciéndolo magistralmente. Ya su humedad era más potente que la del estado de Chiapas y las cosquillas que le hacía su barba eran como una caricia más. Pronto la chica no se guardó nada, lo dejó ir, hacer, deshacer, tirar y mojarla más y más, aunque tuvo que informarle que a ese paso, pronto la dejaría hecha una sopa y ella a él.

Lorena había consumido mucho. Pero mucho, mucho. Llevaba aquello en la sangre a un nivel demencial. Así que fue la primera. Se acercó a Borja, y para él el tiempo pasó como despacio. Le miraba con ojos de FOLLAR. Con ojos de loca adicta al sexo, de ninfómana patológica y compulsiva en un estado terminal. Sudaba un poco, con los pezones duros como una piedra y el coño, literalmente, chorreando. Estaba manchando el pantaloncillo tejano que llevaba puesto.

Miró a Borja como si fuera el hombre más potente del mundo. Quería, necesitaba su SEMILLA dentro de ELLA. Ahora. Así que le agarró la dureza de la polla con la mano suave y firme de adolescente cani y le comió la boca.

-Tómame, niño. Fóllame duro.

Dicho lo cual, luchó por bajarse el pantaloncillo y las bragas, todo a la vez. La gente no parecía flipar con aquella actitud. Es que ellos mismos hacían lo propio. Se sumaban a una orgía del momento, una bacanal sin freno, que convirtió aquel pub en Sodoma y Gomorra.