Partida Rol por web

11 de Mayo de 2016, 12:13 pm CTZ

Brooke y Wilson llegan sin mayores incidentes al aparcamiento del famoso Deke's Bar & Grill, pero tienen serios problemas para encontrar donde aparcar. El lugar parece estar lleno hasta la bandera. Del restaurante entran y salen, entre otros, estudiantes de la universidad, gente con identificadores que les delatan como trabajadores de la fábrica de papel, personal militar.

Los agentes no tardan en encontrar al Sheriff quien, gracias a su cargo, ha aparcado en una plaza cerca de la puerta reservada para las autoridades. Cuando ve a los agentes les saluda con la mano y antes de acercarse a ellos recoge del interior de su coche patrulla un pequeño ramillete de margaritas.

- Buenos días - saluda de forma bastante neutral y mientras se encaminan hacia el interior del restaurante comenta -. Espero que no hayan tenido muchos problemas para aparcar, como pueden ver este es un lugar bastante popular. -

Wilson seguía perturbado por lo que su cerebro había conectado minutos antes. -Más difícil que aparcar fue atravesar Mulberry- responde algo abstraído.  -¿Sabe usted por qué nadie juega con Danny Sherrif?- agregó al final.

Danny, Danny de Mulberry street, había una clave allí.  Se retiró un poco para utilizar su teléfono y marcó la línea segura que lo comunicaría con Lewis o su secretaria, tenía que hablar con él, necesitaba pedir apoyo, sumar gente al equipo, alguien que pudiese investigar la conexión entre Danny y la calle Mulberry, alguien que pudiese decirles cómo, cuando y por qué desapareció del mapa.

Ante las dos frases del profesor, el sheriff enarca una ceja como muestra de sorpresa. Masca un par de veces más su bola de tabaco, escupe a un lado y dice:

- Eso del tal Danny no me suena de nada. ¿Está usted seguro de que ha pasado por Mulberry? ¿No les habrán gastado una broma? - 

El teléfono suena un par de veces y alguien descuelga, es Susan. Con su habitual voz dulce saluda:

- Buenos días profesor. ¿En qué podemos ayudarles? - 

Cuando el profesor expone lo que necesita, Susan le comenta que Lewis está en una reunión de cierta importancia y se ofrece a ayudarles ella misma. Tras unos instantes para hacer una consulta, la eficiente secretaria vuelve con una respuesta:

- Según nuestras investigaciones, nuestra conclusión es que Mulberry Street quedó atrapada en una dimensión de bolsillo en la que el tiempo transcurre de forma diferente. Poco sabemos de su entrada salvo dos cosas: que la salida está siempre activa, pero que la entrada solo se activa al azar. -

Hace una pausa en la que se escucha un intenso tecleo de fondo.

- No hay ningún Danny, Daniel o Daniela que viviera en Mulberry Street en las fechas de su desaparición y tampoco  tenemos a nadie con esos nombres relacionado con ninguno de los incidentes posteriores asociados a la calle. ¿Creen que Danny es el nombre verdadero de Frankenstein? -

Wilson agradeció escuchar las palabras dimensión de bolsillo pronunciadas de una forma tan natural, lo hacían sentirse menos extraño, estaba familiarizado con el concepto aunque por supuesto no entendía del todo las complejidades físicas y matemáticas que estaban detrás.

-mmm No, no necesariamente tiene que ser así- dijo respondiendo a Susan -Ese nombre llegó a mi en una visión, lo cantaban unas niñas mientras jugaban en la calle Mulberry.  Puede que Danny sea un mito basado en algún hecho real del pasado.  Sinceramente no hemos podido avanzar mucho con el caso aunque hoy entrevistaremos a unos cazadores siguiendo una pista que encontró la agente Morgan y mañana iremos al bosque pues hay allí un estrecruzamiento muy fuerte y extraño de líneas ley.  Se que puede sonar ridículo, pero sospecho que nuestro Fránkenstein está armando el cuerpo perfecto para un alma.  Intuyo que se trata de la esposa del viejo Potter, contacté con Parker, con su espíritu y me advirtió de una entidad que la retenía, luego el contacto se cortó abruptamente, además en las zonas donde estaban los cuerpos no detecté energía espiritual o psíquica alguna, parecía como si alguien hubiese efectuado un ritual de limpieza.  ¿Existen filmaciones de esos sitios que nos permitan comprobar esto?-  Wilson meneó la cabeza y suspiró -En verdad Susan creo que estamos en algo bastante gordo y por momentos me abruma-

Susan escucha en silencio la explicación de Wilson, cuando este termina, responde:

- Dado el pasado de Potter's Lake, su planteamiento parece bastante sólido. Y creo que tiene razón, el director y yo creemos que están ante algo bastante inusual dentro de lo habitualmente inusual que solemos tratar - se puede notar un atisbo de sonrisa en este último juego de palabras -.  No hemos examinado las videocámaras de los lugares donde se han encontrado los cadáveres, si existen esas filmaciones podemos tenerlas en un par de días si emitimos una orden desde el FBI. Pero creo que será más rápido si piden la colaboración de las autoridades locales, después de todo deben estar en poder de la oficina del Sheriff. -

-Muy bien, lo hablaré con Morgan, sin embargo sospecho de colaboración local con el asesino.  Quiero decir, este tipo de comunidades donde suceden cosas tan extrañas tan a menudo suelen... protegerse a si mismas.  Quizás se tomen nuestra presencia aquí como una amenaza y prefieran dejar que las cosas sigan su curso sin intervención foránea.  Hasta ahora se mostraron colaborativos, no lo puedo negar, pero tengo mis dudas Susan.  Igualmente seguiré su consejo y lo hablaré con Morgan y el sheriff.  Ah, tengo otra consulta.  ¿Han sabido algo del compañero de Parker?  ¿Ha podido aportar algo más sobre su investigación o el asesinato de su compañera?-

- En nuestra investigación inicial hemos examinado los historiales del personal de la oficina del Sheriff y no hemos encontrado nada relevante ni sospechoso. Sin embargo, tal y como usted dice profesor, estas comunidades tienden a autoprotegerse. No está de más andarse con cuidado. Solicitaremos las grabaciones desde nuestro lado por si acaso ustedes encuentran algún problema. - hace una breve pausa y Susan prosigue - En cuanto al agente Sanders, fue apartado del caso y dejó sus notas en manos de las autoridades locales y no ha aportado nada nuevo que no esté incluido en el informe que recibieron aquí. Si es necesario podemos arreglar una comunicación con él, pero recuerden que el agente Sanders no es de nuestro departamento. -  

Cuando finalmente lograron encontrar aparcamiento, habían pasado casi el doble de tiempo buscando un lugar libre que viajando desde el hotel hasta el restaurante. Desde luego ese lugar parecía ser muy famoso. Ojalá la comida mereciera la pena.

Morgan había pasado el resto del trayecto en silencio, sin responder al comentario de Wilson sobre un tal Danny, ya que parecía más un pensamiento en voz alta que un comentario llevado a debate.

Cuando finalmente llegaron junto al sheriff, Wilson volvió a mencionar al misterioso Danny de Mulberry Street.

 -Bueno, por increíble que parezca, sí que hemos atravesado la famosa Mulberry Street. Lo sé, estoy tan perpleja como usted Sheriff, pero mis ojos no me engañaron. Supongo que hay cosas que la ciencia simplemente no sabe cómo explicar.

Mientras tanto Wilson se había puesto a llamar por teléfono, pero a la forense no le preocupó demasiado. Si era pertinente para la investigación, se lo acabaría contando. Ambos estaban juntos en aquel caso y ambos tenían las mismas ganas de resolverlo. Y mientras su compañero telefoneaba, ella se puso a conversar con el Sheriff.

 -Espero que no le hayamos hecho esperar demasiado, Sheriff.

El Sheriff Bowman, acostumbrado a como funcionan los asuntos oficiales, observa como Wilson se aparta para hablar por teléfono y centra su atención en Brooke. Se aparta unos pasos extra para darle aun algo más de intimidad al profesor, a pesar de que este está a una distancia suficiente como para que no se le oiga.

Bowman asiente ante la explicación de la agente, como si "hay cosas que la ciencia no sabe explicar" fuera algo con lo que desayunara todos los días. Su rostro recupera su habitual inexpresividad. 

-Espero que no le hayamos hecho esperar demasiado, Sheriff.

El Sheriff, poco dado a las charlas triviales, simplemente hace un gesto con la mano que indica "no se preocupe, es lo normal", y va al grano

- ¿Cómo va la investigación? ¿Están teniendo algún problema? Tenemos organizado todo el apoyo que nos han solicitado, pero si podemos hacer algo más, no duden en solicitarlo. Cuanto antes resolvamos estos crímenes, mejor. Con dos víctimas en la ciudad me preocupa que "Frankenstein" le haya cogido gusto a la zona y pueda volver a matar. -

La forense asintió a la afirmación del Sheriff.

 -No es descabellado pensar que pueda quedarse asentado aquí. Sin embargo, la agente Parker, la víctima del segundo asesinato sucedido aquí, no encaja con el arquetipo de víctimas que el asesino estaba siguiendo. Puede que la matara por gusto o puede que la matara por necesidad. En caso de ser esto último, es probable que acabe desplazándose de nuevo.

Morgan hizo una pequeña pausa para organizar sus ideas.

 -En cuanto a la investigación, estamos avanzando. Hemos podido recoger huellas que creemos pertenecen al asesino. Tenemos que compararlas con los rastros que ya tenemos para comprobar si coinciden. Si usted pudiera hacer algo para que el análisis sea lo más rápido posible, mejor.

El Sheriff se rasca la cabeza por debajo del sombrero.

- Poco podemos hacer nosotros. Tan pronto como Michelle trajo el molde esta mañana lo enviamos a donde nos dijeron por la vía más urgente posible - se encoge de hombros -. Después de eso está fuera de nuestra mano. -

 -Entonces ya ha hecho más que suficiente para ayudar. Esperemos que el laboratorio no tarde demasiado en procesar las huellas.

La forense se giró un momento para ver si Wilson había terminado de hablar por teléfono. Luego siguió conversando con el Sheriff.

 -Oh, esto me recuerda, también han reunido a los cazadores que participaron en el peinado del lugar donde fue encontrado el cadáver de Bobby Jones. Creo recordar que están citados a acudir a su oficina esta tarde.

El Sheriff saluda a un par de personas que salen del local. Durante todo el tiempo que han estado en la puerta del restaurante, Bowman se ha visto interrumpido varias veces por saludos de gente que entra y sale. La mayor parte de las veces la respuesta del Sheriff ha sido un movimiento de cabeza, aunque algunos de los clientes más ancianos han conseguido alguna expresión verbal más o menos inteligible. 

- Así es - responde mientras echa un vistazo al profesor, que sigue al teléfono -. Si quiere podemos ir entrando y seguimos comentando sobre el asunto en el interior. - con un gesto de la cabeza indica el constante flujo de entrada y salida de gente - Le he pedido a Sheila que nos guarde uno de los privados para tener un poco de intimidad. -

 -Me parece perfecto. Empiezo a tener hambre de verdad y continuar la conversación delante de un buen plato de comida suena muy bien.

Brooke Morgan se dirigió hacia la entrada del establecimiento, pero no muy rápido, para que el sheriff pudiera guiarla e indicarle dónde estaba el reservado que tenían y para que a su compañero Wilson le diera tiempo a seguirlos también.

Deke's es un lugar abarrotado. Una algarabía de personas hablando y riendo mezclada con ruido de platos y cubiertos; y música country de fondo impacta a Brooke al entrar en el local. Un delicioso olor a comida casera flota el ambiente. Decir que la decoración del local es recargada sería quedarse muy cortos dada la abigarrada colección de carteles de bebidas, placas de automóvil y motivos country que hay por todos lados.

Prácticamente todas las mesas están ocupadas, siendo la única excepción un apartado en una esquina del comedor que luce un cartel de RESERVADO. Un pequeño ejército de atareadas camareras intentan mantener satisfecha a toda la clientela, pero una de ellas, desde el otro lado del comedor, se para un par de segundos para hacer un gesto al Sheriff en señal de saludo y señalarle la mesa vacía. El Sheriff devuelve el gesto y se encamina hacia el reservado.

Cruzar el comedor les lleva mucho más tiempo del que Brooke jamás hubiera imaginado. El Sheriff tiene que hacer un alto prácticamente en cada mesa de su recorrido para devolver un saludo y a veces intercambiar algunas palabras con alguien. Solo consiguen avanzar un poco más rápido cuando pasan al lado de varias mesas ocupadas por estudiantes de la universidad. Todos los demás: trabajadores de la fábrica, militares de la base y ciudadanos en general; siempre parecen tener algo que decirle al Sheriff. En general se trata de intercambios triviales del estilo:"Hola Joe,  ¿Como está Martha de su lumbago?" o "Hola Sam, ¿Conseguiste contener esa invasión de ardillas?" y solo en un par de ocasiones se trata de conversaciones sobre asuntos oficiales -- ninguna de ellas trata sobre el caso.

Finalmente llegan al reservado. Antes de poder seguir con la conversación una de las camareras, la misma que les indicó la mesa, se acerca.

- Hola Sheila. - saluda el Sheriff.

- Hola cielo. - responde la mujer. Sheila es el prototipo de camarera dulce y eficiente, afable y cálida. - ¿Estáis listos para pedir o esperáis a alguien más? -

- Aun nos falta una persona, si no te importa nos gustaría esperar para pedir la comida - dice el Sheriff dirigiendo una mirada hacia Brooke en busca de aprobación -. Pero mientras tanto ¿podrías traernos algo de beber? Una cerveza para mi, por favor. -

- ¿Lo de siempre? - pregunta Sheila mientras toma nota y mira de reojo al hombre. El Sheriff afirma con la cabeza. Cuando termina de apuntar, Sheila se dirige a Brooke y le pregunta amablemente: - ¿Puedo traerle algo a usted? -