Partida Rol por web

Al ver que aquel hombre no usaba vendajes ni medicinas, sino productos naturales, le intenté dejar una pequeña cantidad de dinero en algún sitio discreto. Lo suficiente para no verlo en aquel momento, pero sí cuando nos hubiéramos ido. 

Tras esto, nuestro pequeño amigo nos llevó a su casa y nos presentó a su madre.

-Muchas gracias por acogernos. -La echo un vistazo rápido. Desde luego que está enferma, aunque no sabría decir qué le ocurre-. Déjenos que correspondamos con su amabilidad. Alice, por favor, ¿podrías ir al mercado y comprar lo necesario para preparar un gran comida? No escatimes, por favor. 

¿Qué pasaba en aquella ciudad? 

-Si me permite el atrevimiento, ¿se encuentra bien? ¿Podemos llamar a alguien que la ayude? ¿Tal vez traer algunas medicinas? 

 Tal como había escuchado vagamente con anterioridad, aquel lugar era un punto de reunión para los marginados, personas a la que la vida no les había sonreído pero ellos decidieron no mostrar una cara de amargo. Entre aquellos escombros que muchos de la ciudad no podrían siquiera considerar parte de ella, otros encontraban un acogedor hogar que era lo único que tenían, lo único que les permitía levantarse cada día para disfrutar sus vidas llenas de una falsa y conformista alegría...

 -Coincido... -respondió el pelirrojo ante la respuesta de Calixto a las dudas de Luthor. -. Siempre que tengamos resultados como este, el distrito no tendrá que preocuparse de los soldados, y nosotros tampoco. En el peor de lo caso intentaría enviar un grupo mucho más numeroso, pero eso solo les pondría en riesgo de llamar la atención de la ciudad, y de estar nosotros aquí... No seria bueno para ellos -concluyó, siguiendo al grupo mientras escuchaba las presentaciones de Calixto hasta llegar hacia aquel curandero.

 El hombre no diría ninguna palabra, colaborando con la petición de silencio de médico. En su caso, no dejaría ninguna donación para aquel curandero, estudiando más detalladamente su situación. No parecía ser alguien que se alegraría si le daban dinero, pero seguramente no podría negarse cuando un equipo de Julius llegase a donarle material médico y de higiene... Sabía que el propio perfecto entendería la buena imagen que le daría ayudar al hombre.

 Siguiendo entonces al pequeño de las flores, el grupo se reuniría con una dolorosa escena familiar, encontrándose con quién parecía ser la madre de Denzel.

 -... -observando la escena en silencio, Virgilio se mantendría apartado mirando con sus particulares ojos, dejando que las chicas se hiciesen cargo de atender a la mujer en nombre del grupo. Virgilio aún no entendía del todo como habían terminado allí, ¿exactamente que buscaba Calixto enseñándoles todo eso...? ¿Experimentar algo que no se podía explicar con palabras, tal vez...?

-Yo... no... me esperaba esto. Sabía que las cosas estaban mal en este sitio, pero no me esperaba esto- la fachada imperturbable del hombre se iba poco a poco resquebrajando; era obvio que no esperaba encontrarse esta escena. Quizás entres sus planes estaba una familia pobre pero feliz que simplemente agradecería la vuelta de su pequeño, pero era obvio que se le había ido de las manos- Puedo ir a buscar al sanador, no repararé en gastos para ayudar a esta mujer.

-Estuvo aquí ayer, cuando empezó a escupir sangre- fue la respuesta de Denzel, increíblemente neutra, no fría o llena de pena, sino más bien como el de una persona que se ha resignado ante la muerte- Su magia hace tiempo que no puede hacer nada, y sus remedios son caros... Supongo que dentro de poco se reunirá con los Dioses.- aun manteniendo su fachada de madurez, no puede evitar que una lágrima solitaria recorra su mejilla, aunque se la limpia rápidamente con la manga- Mamá os ha invitado a comer, y ahora tiene que descansar. Aunque... somos mucha gente para la planta baja...

-Por mi no os preocupéis- Calixto se acerca a la mujer y la da un suave beso en la frente a modo de despedida, para después alborotar los rizos de Denzel- Aun tengo cosas que hacer, y ni siquiera he pasado a recoger vuestros visados. Puedo mandar a un mensajero que os les mande donde estáis hospedados; así... podréis encargaros de otros asuntos.

Es obvio que Calixto está incómodo en esta situación, pero sabe que su trabajo está hecho. No puede involucrarse más sin comprometer todo por cuanto ha trabajado, pero sabéis que podréis contar con el cuando sea necesario.

Denzel acompaña a Calixto a la planta baja, seguido de cerca por los demás.

-Me recuerdas tanto a él...- la voz de la mujer es tan queda que apenas reparáis en sus últimas palabras.

-No tenemos gran cosa, pero los vecinos siempre son muy amables. Y como se dice en este barrio: "si quieres comer, mueve el culo Denzel"- con el ánimo renovado, Denzel busca en uno de los muebles y saca una olla que ha vivido días mejores, por el diseño y la ornamentación debe tener fácilmente un par de siglos de antigüedad, pero el metal está en perfectas condiciones para cocinar- Necesitaré algo de ayuda para preparar la comida, si vamos a comer tantos... habrá que arrimar todos el hombro. Chica de pelo azul, ¿puedes pedirle a la abuela Mub unas patatas? El hombre de ojos raros puede ir a la plaza a por agua y el chico callado... bueno... necesitaremos leña... aquí cerca hay un parque donde puedes coger ramas.

Todo el mundo conoce a Denzel y la terrible enfermedad de su madre. Y todo el mundo está más que dispuesto a ayudar. Te recuerda a la gente de tu propia ciudad natal, capaces de entregar lo poco que tienen por el bien de la comunidad.

¿Pero no podría tener la decencia de acordarse de tu nombre?

La señora mayor que te ha indicado resulta ser una señora de unos sesenta años, con el cuerpo surcado de arrugas y una extraordinaria forma física. Cuando llegas a su casa, uno de sus nietos te indica que la puedes encontrar en un campo cercano, donde está cavando la tierra para sacar tubérculos sin apenas esfuerzo. La mujer, empapada en barro hasta las cejas, te sonríe y hace un saludo típico de la Antigua Religión de Golden Ash Tree.

-Estos viejos ojos aun pueden reconocer la insignia de los Emisarios del Árbol de Oro- saluda la mujer- ¿Qué puedo hacer por ti?

No te atreves a preguntar que hace una mujer como ella en un sitio así, y cuando estás a punto de hacerlo, Alice te interrumpe de forma abrupta, cambiando rápidamente de tema y desviando la atención hacia vuestra tarea principal. Ella simplemente sonríe, deja las herramientas en el campo y dirige sus pasos hacia la casa.

-Es una historia muy triste la de esa familia- explica de camino- Ella se llama Lirum, y se podría decir que es una de los ciudadanos de esta ciudad. Hace mucho tiempo, el anciano Yago se la encontró inconsciente en la Cala del Pescador, era una niña, de la misma edad que tiene ahora su hijo, con vagos recuerdos de su pasado. Creció y se hizo una mujer fuerte, encontró un buen hombre que la hizo muy feliz... hasta que murió por el ataque de unas bestias. Pero ella ya estaba en cinta, y casi pierde al niño del susto.- Coge unas patatas más bien hermosas y un par de zanahorias y las deposita en un cubo- Luego enfermó y el pobre niño tuvo que crecer antes de lo que es bueno... Como os digo, una historia triste. El día que su madre falte... no se que será de la pobre criatura.

El parque que te ha indicado debía ser un lugar de culto antiguo en un obvio estado de abandono. Hay un enorme árbol de corteza blanca en el centro, y varios más raquíticos a su alrededor. En la base del árbol central hay marcas de cera de distintos colores y puede ver un pequeño altar de piedra donde la gente aún deposita ofrendas a algún tipo de culto local. El suelo que pisáis es tierra blanda, sin nada de vegetación, salvo ocasionales musgos que tiñen de un verde brillante la pálida superficie de los árboles.

No es difícil reunir un buen montón de leña, los árboles más pequeños pierden ramas con sorprendente facilidad y no es necesario talar nada para conseguir un buen montón de leña.

En tu recolección te encuentras con un hombre que al parecer ha venido exactamente a lo mismo que tu. La gente es muy agradable y te recuerda a tu antiguo vecindario. El hombre no pregunta por ti o le despiertas la más mínima curiosidad, como si la discreción fuera lo más importante en ese lugar; simplemente te indica donde puedes conseguir buenas ramas, e incluso recoge un par de setas comestibles que encuentra escondidas.

El sitio es tranquilo, y las condiciones son buenas. De haber conocido este lugar antes, podría ser que nunca hubieras aceptado la oferta de trabajar con Dama Verith. Pero sin su protección, nunca podríais haber llegado tan lejos como habíais llegado, Máscara de la Muerte casi seguro que os habría encontrado antes...

Lyra reconoce tu mirada cuando tus pensamientos vagan hacia vuestro oscuro pasado, y te saca de esos pensamientos tirándote una seta que impacta con precisión en tu sien. Dudas durante un momento si ir tras ella o simplemente lo dejas pasar, pero cuando ves que se agacha para hacer una bola de barro sabes que la cosa no va a terminar bien.

¿Porqué sentiste una punzada cuando la mujer dijo aquellas palabras?

¿Y porque todo el mundo te mira como si te conocieran?

Nunca habías estado en ese sitio, y no dejas de ver gente que te mira de forma extraña. Algunos hacen un amago para acercarse a saludarte, pero cuando se echan atrás al darse cuenta de que eres un completo desconocido.

Todas esas especulaciones no te llevarían a ninguna parte, y en parte de dan bastante igual. Llegas hasta la fuente que suministra agua a todo el distrito. Para ser una ciudad de canales, esta zona está increíblemente desprovisto de ellos, y casi te resulta molesto el paseo hasta la plaza donde una serie de pequeños tubos escupen unos raquíticos hilos de líquido. La espera hasta que se llena el cubo se te hace eterna, y esperas con la mirada perdida en el vacío a que se llene.

-¿Te han dicho alguna vez que tienes unos ojos de lo más interesante?- te sobresaltas ligeramente cuando te das cuenta de que la mujer se refiere a ti; no estás acostumbrado a que la gente sea... agradable contigo (o con Virgilio) Al mirar hacia ella, te das cuenta de que, ciertamente, es una mujer hermosa. Su piel un poco pálida, y tiene ojeras que la arrugan el rostro, pero es una mujer hermosa pelirroja de brillantes ojos verdes en plena juventud, cuerpo menudo pero bien proporcionado y labios carnosos y apetecibles- Por tu reacción supongo que aun te estás acostumbrando a este sitio. Nos pasa a todos- la mujer coloca el cubo en uno de los chorros y deja ver un generoso escote- La verdad es que me recuerdas a alguien. Pero no era tan serio, ni tenía esos ojos tan intrigantes- su suave mano como la seda se posa con delicadeza sobre la tuya, y sientes una extraña sensación en tu pecho- Hace tiempo que desapareció, pero se parece mucho a ti.

Durante lo que te parece una eternidad os quedáis mirándoos el uno al otro; quieres moverte, tienes la necesidad de tocarla como lo está haciendo ella, pero tu cuerpo de marioneta se niega responder; está tan paralizado como tu cuerpo real. El terror te atenaza la mente y por un momento pierdes el control de tus poderes, dejando que parte de tu misma esencia abandone el cuerpo de la creación. Sin embargo, te recompones a tiempo antes de que ocurriera un desastre, y consigues mantener el control, aunque sigues paralizado y perplejo.

-Creo que ya tienes el cubo lleno- observa la mujer que vuelve a sus quehaceres, ciertamente el cubo está más que lleno, y el agua rebosa. En un extraño gesto cortés, coges el cubo y vacías parte de su contenido sobre el de ella, para luego abandonar la plaza con paso acelerado. Esa clase de reacciones no son normales y tomas buena nota mental para poder informar a Sarah de ese problema y ver como lo puede solucionar.

-¡A sus órdenes, mi capitán! -bromea Luthor, llevándose la mano a la sien.

A pesar de todo, Denzel consigue arrancarle una sonrisa. Por un momento. Mientras piensa en la admirable fuerza de voluntad de madre e hijo, un escalofrío le hace recordar que, mucho tiempo atrás, él también era así. Hasta que...

-¡Qué demonios! -se reprende a sí mismo-. ¡Hasta ahora! Sí, es cierto que vivo con miedo. ¿Y qué? Tal vez Denzel encuentre su propio Máscara de Sombras, pero también es posible que no. Y aunque así fuera, por más derrotas que sufra uno, siempre es posible levantarse mientras quede un hálito de vida. El crío vivirá. Hasta el día de su muerte. Probablemente, igual que su madre; incluso viéndola ahora, tan cerca de su último estertor, resulta fácil imaginar que ha vivido con la intensidad que ha sabido transmitir a su retoño.

Observa de nuevo al chico, que se mueve con soltura por la cocina, y abandona la estancia en busca de la leña solicitada, preguntándose quién era él, y qué podría haber en Calixto que se lo recordase.

Es evidente que en este distrito perviven tradiciones ancestrales que hace ya tiempo fueron olvidadas en cualquier otro lugar del continente. Parado frente al altar, trata de imaginar qué clase de culto podría celebrarse allí, antes de comenzar con su tarea.

Afortunadamente, la colecta de leña es fácil, y la compañía del hombre le resulta agradable. Es tras agradecerle su ayuda cuando sus pensamientos vagan hacia la posibilidad de haberse instalado aquí, o tal vez hacerlo algún día, hasta topar con la omnipresente figura de su odiado mentor. La seta de Lyra llega, como siempre, en el momento exacto. Antes de que pudiera encontrar cualquier réplica mínimamente ingeniosa, su hermana ya ha formado una considerable bola de barro.

-Oh, oh -es lo único que le da tiempo a decir mientras busca la cobertura más cercana.

La bola impacta contra el árbol tras el que, por poco, ha logrado guarecerse.

-¡Te vas a enterar! -grita mientras se agacha en busca de munición.

A pocos metros se oye la risa de la muchacha, que se acerca a toda velocidad con ambas manos llenas de lodo fangoso.

Tras ofrecerme a comprar las cosas, caí en la cuenta en la falta de decoro y etiqueta que representaba aquello, de manera que no me molestó que aquel chico no se acordase de mi nombre. Con una cálida sonrisa, me fui a por las patatas. 

Allí encontré a una ciudadana de mi nación, de mi bosque, pero no me pasó desapercibida el cambio de tema de Alice. 

-Alice, no me gustaría hacer esperar a la madre de Denzel. ¿Podrías ir a llevarla las patatas? Gracias. 

Aunque mi tono sonó educado, mi mirada indicaba que no quería discutir. 

Esperé hasta que se fue para volver a hablar con la mujer.

-Que el Viento sople a vuestro favor y los Dioses guíen vuestro camino. Es todo un placer ver a alguien de Ash Tree por aquí. ¿Cómo que el viento la ha traído hasta aquí? Me sentiría honrada de conocer su historia. 

La mujer resulta ser un miembro de un "grupo sectario" que rinde culto a antiguas entidades elementales; se hacen llamar a sí mismo como Los Hijos de la Vieja Religión. Tiene mucho que ver con la forma de culto actual, pero sus métodos muchas veces son más que cuestionables (celebraciones de sus propias festividades, reuniones en templos de antes de la Guerra [Algo prohibidísimo], ceremonias a sangre y fuego)

Los miembros de esta orden no están especialmente extendidos por el mundo, pero en la ciudad hay una tolerancia 0 (de las pocas cosas que la ciudad no permite) Hay una estructura que seguir, un estatus que mantener, y a la mujer se la dio a elegir: o renunciaba a sus creencias para abrazar el Templo de los Dioses y revelaba los nombres de sus compañeros, así como del líder sectario, o sería condenada al exilio.

Casi debe agradecer el exilio. Algunos meses después varios de los miembros de su congregación fueron "cazados" brutalmente por la guardia de élite del Gobernador. Aquellos que renunciaron a sus valores, fueron brutalmente lobotomizados para evitar posibles brotes de rebeldía. En menos de un año, toda su congregación había sido arrasada.

Actualmente sigue practicado su forma de culto, a mucha menor escala. Ritos personales para honrar a los Antiguos Dioses y alguna que otra celebración pagana, pero nada a gran escala, ni siquiera se ha molestado en conseguir una nueva congregación. Es feliz en su libertad de credo y ha encontrado un verdadero hogar en este sitio.

Vais llegando uno a uno de vuelta a la casa, donde todo parece preparado. Denzel ha conseguido una gran cazuela donde echar el agua, y la tiene preparada con un cangrejo enorme de color rojo intenso que él mismo ha conseguido en una cala cercana (en realidad se lo ha dado un vecino que se dedica a cazar esos bichos) Para cuando Luthor y Lyra vuelven cubiertos de barro de recoger leña está todo preparado y en más o menos una hora estáis más que preparados para comer. El espacio es pequeño, tenéis que comer apiñados y compartiendo los platos por falta de vajilla, pero la camaradería y el calor personal hace que la comida sea excepcionalmente agradable, incluso con el callado Virgilio que parece como ausente, con esos extraños ojos mirando casi siempre al vacío, os sentís increíblemente a gusto.

Lyra y Denzel enseguida hacen buenas migas y tienen charlas interminables de temas que os pueden resultar infantiles, pero que ellos disfrutan mientras los "mayores" compartís los rumores que habéis odio y la falta de noticias de guerra en todo el Distrito. En un par de ocasiones intentáis hablar de vuestro plan de acción, pero Denzel toma rápidamente el control e interrumpe la charla seria con algún comentario como "Me parece que no has comido suficiente cangrejo" o "esas patatas no se van a comer solas, y está mal visto comer con la boca llena". Al final, hasta entre vosotros intentáis mantener la atmósfera de tranquilidad con bromas y anécdotas conscientes de que esos buenos momentos suelen durar poco. Poco importaba que las patatas estuvieran un poco pegadas y no precisamente limpias de tierra, o que la carne del cangrejo sea correosa como masticar cuero... lo más importante era disfrutar de la compañía.

Cuando estáis a punto de terminar de comer, como si los propios Dioses os mandaran una señal, un espantoso ruido procedente de la planta superior os pone a todos en guardia. Primero oís un golpe seco, y a continuación el espantoso sonido de una tos seca y angustiosa, cada vez más fuerte y más dolorosa. Iria es la primera en reaccionar, seguida de cerca por Denzel y ambos suben la escalera como una centella para descubrir a la madre del niño tendida en el suelo, luchando por cada bocanada de aire como si fuera un pez fuera del agua; su tos está empeorando por momentos, y el vaso donde tenía el agua está estrellado contra el suelo. Iria conoce lo suficiente de medicina como para colocarse detrás de la mujer e intentar incorporarla para liberar sus vías respiratorias mientras Denzel grita a través de las plantas que subáis rápidamente algo de agua a la planta superior. Iria intenta acompañar a la mujer en sus respiraciones al tiempo que intenta tranquilizarla; literalmente se está ahogando entre sus brazos y poco puede hacer por ayudarla.

Los minutos pasan angustiosos mientras la mujer lucha por cada bocanada de aire. Su respiración es tan tenue que, para cuando cae inconsciente por la falta de aire, apenas se mueve su menudo cuerpo al respirar. Poco a poco la tos remite y conseguís que trague algo de agua, pero la mujer está terriblemente débil. Luthor decide ir a buscar al sanador, puesto que solo él podría hacer algo por salvar la vida de la pobre mujer, pero esta, con las pocas fuerzas que la quedan niega con la cabeza, está tan debilitada que ni siquiera puede abrir los ojos, ahora hundidos en sus cuencas oscuras y amoratadas.

-Mamá...- dos lágrimas perlan los brillantes ojos de Denzel que se abre paso hasta el lecho donde habéis depositado a su madre. Ambos saben que este momento tenía que llegar, pero ninguno estaba realmente preparado para una despedida. El niño coge la huesuda mano de su madre con las suyas, quiere apretar con todas sus fuerzas para retenerla en el mundo de los vivos, pero sabe que solo la causaría más dolor. Intenta ser fuerte, intenta ser valiente, pero es solo un niño que está haciendo frente a la despedida de su único familiar y rompe a llorar con todas sus fuerzas.

-Se fuerte, mi niño- finalmente la madre abre los ojos, apenas queda brillo de vida en ellos- Se tan fuerte y valiente como has sido siempre. No dejes que este mundo te devore. Has encontrado grandes amigos que te ayudarán... vive... hijo mío. Vive y se feliz.

Acto seguido, la mano de la mujer cae por su propio peso al tiempo que exhala su último y débil aliento, cerrando los ojos y despidiéndose de este mundo con la escena más feliz que podría desear, los brillantes ojos de su único hijo mirándola con toda la ternura que una madre podría desear.

-¿Mama?- Denzel tarda lo que os parece una eternidad en reaccionar mientras que el resto lleváis el luto cada uno a vuestra manera- ¿Mamá?- zarandea inútilmente el cuerpo de su madre intentado despertarla, repite esas palabras una y otra vez cada vez con más desesperación mientras rompe a llorar con todas sus fuerzas. Finalmente, se derrumba sobre ella ahogado en su propio llanto.

Todo había sido dispuesto tal y como el sacerdote había ordenado.

El pequeño cuerpo de la madre de Denzel se había colocado sobre una barca improvisada en una pequeña rampa que daba directamente al mar abierto. Las olas estaban un poco picadas aquella mañana y el cielo estaba teñido de un color gris plomizo, pero por el momento no parecía que fuera a llover. De uno de los extremos de la barca salían un puñado de hilos blancos que funcionaban a modo de amarre, los cuales ahora sujetaba Virgilio con aire sombrío. A su lado, el pequeño Denzel, vestido con una pesada capa con capucha de un profundo negro, esperaba con una antorcha encendida la llegada de sus vecinos y amigos.

Uno a uno, todos aquellos que habían querido asistir al funeral encendían un palo con la antorcha que sujetaba el niño, pronunciaban una bellas palabras por la difunta, y quemaban uno de los hilos, haciendo que la barca cayera un poco más cada vez hacia el mar. Oficiando toda la ceremonia estaba el sanador ciego, que incluso a pesar de la venda se podía ver su profundo pesar marcado en el rostro.

-Era una gran mujer, una madre valiente y todo un ejemplo de superación.
-Recuerdo como me ayudó los primeros días aquí. No podía dejar de llorar hasta que me quedaba dormida, pero ella siempre estaba a mi lado.
-Tengo que agradecerla su receta de tarta de zanahoria. La verdad es que era la mejor haciendo postres.

Con cada buen recuerdo, con cada hilo blanco cortado, la barca se iba acercando poco a poco hasta su destino. Cuando solo quedaban dos hilos, era el turno de Denzel. Suya era la luz que debía cortar todo vínculo con el plano terrenal y ayudarla a pasar al siguiente plano. Un hilo para él, y uno en nombre de ella; puesto que incluso en el más allá, estarían unidos por lazos que no podrían romperse.

En ningún momento de la ceremonia se permitió llorar. Su rostro infante se mantuvo firme durante toda la preciosa ceremonia, con los ojos fijos al frente y saludando en silencio a cada uno de los vecinos que le había dedicado sus mejores recuerdos. Solo cuando hubo quemado los dos últimos hilos se permitió finalmente llorar con todas sus fuerzas.
Incluso a pesar de haber pasado toda la tarde y toda la noche anterior llorando por la pérdida de su madre, aún le quedaban lágrimas por soltar, que se fundían con el aire cada vez más cargado .

Poco a poco, la embarcación se fue alejando de ellos, mientras el sanador, así como todos los vecinos, entonaban a coro una hermosa canción fúnebre, antigua como la propia historia de Arcadia, que ha prevalecido incluso a través del tiempo.

-Por la madre que se va- anunció finalmente el sanador con voz solemne- Por la vecina, por la amiga. Que los Dioses la acompañen en el Otro Lado y que se pueda reunir con sus seres queridos algún día.

 El pelirrojo había trabajado en ser inalterable ante cualquier situación, y por eso mismo era que le inquietaba tanto la extraña sensación que le daba estar en aquel lugar. Prácticamente no sucedía nada extraño, pero la sensación de que algo pasaba, de que había algo detrás de todo aquello, era suficiente para volverlo paranoico y causarle una incomodidad que penetraba en su falsa piel.

 -... -la presencia de aquella mujer rompió todas las defensas del hombre, quién incapaz de decir o hacer nada simplemente la vio actuar con esa confianza y calidez, una que no le habría permitido a cualquier extraño, pero por eso mismo le preocupaba ser incapaz de detenerla. Sus palabras, sus gestos, la sensación de su piel en su mano, era todo tan nostálgico y a la vez tan... diferente, ¿pero alguna vez habría experimentado ya eso...?

 Estaba mentalizado para tratar con guardias y políticos corruptos, con bandidos de grandes organizaciones, incluso con criaturas horripilantes sacadas de grietas mayores del vacío, pero para algo como eso nunca estuvo preparado, nunca pensó que necesitase estarlo, nunca pensó qué...

-... -sus pensamientos fueron interrumpidos por la observación de la mujer, a la cual seguiría con la mirada unos segundos antes de ver su cubo desbordado por el agua de la fuente. De manera casi inconsciente, se llevaría una mano al pecho para sentir su corazón, siendo que a pesar de que realmente no había nada allí podía asegurar que, en donde estaba realmente, esté se encontraba acelerado por toda la situación, algo que escapaba incluso de sus poderes.

¿Acaso esté lugar...?

 No es ninguno que debamos recordar...

 Con la mente dominando sobre el corazón, Virgilio llenaría un poco la cubeta de la mujer para poder llevarse la suya propia sin ir derramando agua por el camino, buscando reunirse con el resto en casa de Denzel.

 La reunión fue incluso más agradable de lo que Virgilio podría haber esperado, con altos cuidados por parte de Denzel que hacía en cuanto estuviese a su alcance por distraer al grupo de sus responsabilidades y hacer que disfrutasen de la cena: podría ser un niño, pero con seguridad el pelirrojo podía compararle ya con un hombre consciente de la realidad, o al menos estaba claro que, dada su situación familiar, tuvo que tomar ese papel a temprana edad para poder seguir adelante.

 Para desgracia de muchos, el destino era un ente amargo que no tenía gentileza ni siquiera con las almas inocentes, haciendo que el grupo pudiese ser testigo de los últimos momentos de aquella mujer con su adorado hijo, dejándole unas palabras que bien podrían acompañarle por el resto de su vida...

 El ambiente no seria el mismo desde entonces. Si bien Denzel haría un excelente esfuerzo por disimular su pesar durante el funeral, podía ver en los ojos del niño aquel dolor que se clavaba en su interior, uno que no se asomaría nuevamente hasta que el último de los hilos ardió. En cualquier otra parte de la ciudad una muerte como esa no habría sido velada por más que algunos conocidos, pero prácticamente todo el distrito se había reunido para dar sus condolencias al hijo de aquella conocida mujer, algo que Virgilio podía asegurar no era algo único con ella, sino que todo el lugar tenía una relación tan fuerte como para lamentar la muerte de sus vecinos, sea cual sea.

 -... -por su parte, Virgilio mantuvo el silencio en todo momento. Estar allí para ver eso le había dado mucho para pensar, mucho para reflexionar... Y es que incluso sin llevar más de un día conociendo a aquella gente, se sentía como si les conociese de toda la vida, como si su pasado le colocase en los pies de ellos y le permitiese entender ese pesar...

 Ahora su curiosidad radicaba en qué seria de Denzel: todos los presentes parecían conocerle, y no tenía dudas de que todos estarían dispuestos a ayudarle como pudiesen, ¿pero que camino tomaría ahora que había perdido a su ser más cercano...? Ciertamente, dudaba que fuese a quedarse estancado y derrumbado por lo sucedido, pero la manera en la que se levantase podría cambiar completamente su vida...

-Que los Dioses la acompañen -murmura Luthor.

Observa desde lejos a Denzel. Recuerda cuando a perdió sus padres y siente deseos de abrazar al chiquillo.

-Sé fuerte, Denzel -piensa, con un nudo en la garganta-. La vida que tienes por delante es dura, pero sé que lo conseguirás. Acabas de perder a la persona que probablemente más amas en este mundo, pero tienes todo lo necesario para ser feliz, y la voluntad de lograrlo. Ojalá no la pierdas nunca.

Lyra se acerca al chico y le toma la mano durante un instante.

-¿Qué será de nosotros el día que falte uno de los dos?

Su mente no puede evitar pensar en lo horrible que sería para él seguir adelante sin su hermana. Pero, dependiendo de las circunstancias, casi sería peor si él muriese primero. O tal vez no. Quizá, si él no existiera, Máscara de Sombras perdería todo interés por ella y podría vivir en paz. Aquí, por ejemplo.

-¿Soy, tal vez, un estorbo para ella?

Genzel agradece el gesto con una mirada tierna, empañada por las lágrimas, y Luthor incluso se atreve a imaginar que un leve amago de sonrisa se asoma tímidamente a la comisura de sus labios.

-Ambos merecéis ser felices. Y muchas personas de este lugar, también -piensa con amargura-. No es justo.

Tras una cena divertida, todo llegó a su fin. 

El cuerpo de aquella pobre mujer no pudo aguantar y pronto tuvimos que despedirla... 

-Que el viento guíe tu alma hacia el gran árbol. 

La ceremonia fue bonita y diferente. Me encantaba conocer de otras regiones... Su cultura, su religión, sus ritos... Algo que jamás habría podido conocer si no hubiera salido de casa. Solo podría haber leído sobre ello, pero ya estaba cansada de leer. Había comprobado que el mundo era mucho más que unas simples páginas.

Me preocupaba el pequeño Denzel... ¿Qué pasaría con él? Podría invitarle a venir con nosotros, como un ayudante. Tal vez alguien que nos espere en las posadas. O incluso mandarle con mi tío y mi abuelo. Allí tendrá todo tipo de comodidades y seguro que se labra un futuro sin problemas.

Por el momento es demasiado pronto y todo está muy reciente. Esperaré un poco antes de decidir nada.