Partida Rol por web

-La Magia y la tecnología no son demasiado diferentes- al principio la voz de la pelirroja era apenas un susurro, escondida tras su hermano, pero poco a poco fue cogiendo confianza y se plantó en medio del grupo para que pudiera ser oída sin problemas y sin necesidad de gritar- Ambas funcionan por el consumo de Energía Mágica, una fuerza invisible en su mayor parte que habita en todo lo que existe. El descubrimiento de esta tecnología solo nos da un acceso más útil pero el principio es más o menos el mismo. - se aparta un mechón rebelde de los ojos- Ya sea usando metales pesados o el cuerpo humano como conducto, la Magia sigue siendo energía que debe ser canalizada y controlada con un mismo fin. Puede que aquí hagan un uso extraño de la Energía Mágica, pero estamos empezando a descubrir todo su potencial. Quiero decir que, sea con tecnología o con magia…- vuelve a acobardarse y esconderse tras Luthor- Podría ser de ayuda… así no seré una molestia y Dama Verith no tendrá que volver a discutir.

-Al menos cuando discuten aquí, no hay derramamiento de sangre- le susurró a su hermano con una ligera nota de miedo en la voz. Fue en ese momento cuando Luthor se dio cuenta de que su hermana se había escondido con los caballos cuando empezaron a discutir, aunque ninguno elevó la voz en ningún momento.

Y podría ser joven, pero quizás era la más adecuada para la misión que la habían encomendado.

La primera impresión de Luthor sobre el equipo que debía ir a investigar el Gran Arca era terrible, de alguna manera esperaba que sólo fuera un malentendido y que Iria no fuera tan inexperta ni Saber tan soberbio o esto iba a ir por muy mal camino. La reacción de Dama Verith se había empezado a hacer palpable y estaba seguro de que el resto lo habían notado, parecía que iba a tener mucho de lo que preocuparse durante el viaje si las cosas no se calmaban. Con actitud siempre tranquila y sobria, Luthor seguía delante de Verith y su hermana cuando esta empezó, siempre prefería que estuviera en segundo plano, pero entendía que tampoco podía pedirle eso, a fin de cuentas ya tenía 15 años y un espíritu curioso que tarde o temprano acababa dando problemas, pero así era su hermana y la quería. Aunque la actitud de Luthor cuando Lyra avanzó para hablar con los demás, cambio de manera sutil, moviendo ligeramente la pierna izquierda hacia un lateral y echando el brazo izquierdo hacia atrás, dejando el mango del arma más liberado y preparado para coger la pistola. Por ahora no eran más que desconocidos y las primeras impresiones dejaban bastante que desear. 

Cuando Lyra volvió a cubrirse tras él, Luthor se relajo un tanto, volviendo a la posición recta e impasible habitual, dejando que únicamente sus ojos fríos y desapasionados hablaran por él. El absurdo baile sin música sólo consiguió provocar en Luthor que este levantara una ceja en un extraño gesto. ¡¿Que cojones?!. Estaba claro que no entendía a estos "compañeros". 

La impresión que tenía era que más bien iban a tener que investigar solos, por lo que habían dicho parecía que si acaso Iria podría guardar algún as en la manga que les ayudara con la investigación, pero más bien parecía una niña mimada en la corte que había viajado pero que le faltaba mucho por viajar. Saber parecía más un político pagado de si mismo que un erudito, en cuanto a los problemas que pudiera haber durante el viaje, esperaba que no hubiera muchos, pues ahora mismo parecía que en caso de que hubiera combate sólo Iria podría luchar. Esperaba con todas sus fuerzas estar equivocado, aunque temía profundamente que no iba a ser así... 

El comentario de Iria sobre la capacidad de orientarse estaba bien traído, aunque en realidad esperaba que ella fuera capaz, pues era la viajera, las capacidades para orientarse de Wayland se limitaban a la ciudad, en el campo no tenía claro como orientarse. Se volvió hacia Lyra y le habló, no con la voz de antes, grave y sombría, desde luego que su voz seguía siendo grave, pero tenía un tono dulce que sólo usaba con ella - No te preocupes, vuelve con los caballos - Le dijo al tiempo que le ponía una mano en el hombro y volvía su atención al extraño grupo allí reunido. 

Luego de escuchar todo lo que se decía y observar todo,suspire,definitivamente estábamos comenzando con el pie izquierdo dado que nadie confiaría en nadie. Pero tal vez así sería lo mejor porque nos mantendríamos alerta solo me mantuve callado por un buen rato y mire mis maletas para decir: -Aunque no lo parezca ambas maletas son necesarias Dama Verith y Miss Iria,no puedo decirles los contenidos de las mismas como no os pido que me digan que llevan ustedes en las de cada una,pero son muy necesarias ambas maletas, además no es como si yo os pidiera que cargaran ninguna de ellas por mi ¿o si?,mientras que pueda cargarlas por mi mismo o con ayuda es mas que suficiente. Daba un argumento lógico sobre porque eran necesarias mis dos maletas sin revelar el contenido de las mismas, para luego de eso responder: -En cuanto a que mi gente se vayan Dama Verith, supongo que ¿podemos contar con su palabra de que usted nos protegerá a Miss Iria y a esta persona que es el Portavoz del Consejo no es verdad?, porque le recuerdo que una vez que salgamos de la ciudad,ya no tendremos protección ni de Perfectos como usted o de humanos como nosotros,estaremos solos y le recuerdo que usted al mismo tiempo debe de proteger a Lyra y a Luthor,así que le pregunto nuevamente ¿podrá usted protegernos a todos a los 4 simples humanos que irán con usted en cada momento una vez que salgamos de la ciudad?. Aún sin la respuesta de Lady Verith había dado ordenes a Laura y Camile al igual que Sebas-Tian y Gazeft que nos siguieran sin que pudieran ser detectados,y dado que Lady Verith es una orgullosa Perfecta como ambas gemelas sabían que sus sentidos estaban mucho mas afinados que los sentidos humanos por lo que sería fácil para las dos darles instrucciones a Sebas y a Gazeft para ser evitados por los sentidos de Lady Verith al mismo tiempo que protegerían a Saber y al resto del grupo sin que fueran notados por nadie.

Fue en el momento en el que el soldado se retiraba cuando un sentir extraño invadió a todos los presentes. Luthor y Lyra sabían lo que era, y de dónde emanaba aquella fuente de poder intensa que provocaba una sensación inoportuna, asfixiante y tan enérgica como si la atmósfera cubriera con manto denso la superficie de la tierra. No era difícil de intuir que la Perfecta estaba enfadada, y que acorde a su forma de hablar todo parecía torcerse más, como si la presión pudiera desgarrar la realidad, haciendo crujir estructuras metálicas e incluso los gruesos muros de roca. ¿Qué no haría con la débil carne si perdiera los estribos?

Autocontrol y un suspiro, aquello remarcó el fin de la sensación y que la realidad se amoldase a su forma habitual, centrando la Dama Verith la atención sobre Iria, mostrando que había llegado la calma tras la tempestad, y no importándole demasiado las cosas raras que esos humanos hacían, tal como bailar sin sentido en medio de la calle. Normal era que muchos los considerasen prescindibles viendo lo visto, pero la joven del pelo azul parecía ser mucho más de lo que mostraba, así que Verith no dudó en mantener una charla bastante amable con ella para ser quien era.

- De acuerdo Iria, comencemos nuestra relación de nuevo y busquemos la manera de colaborar, está claro que el gobierno de tu ciudad tiene interés en saber del Arca, al igual que nosotros estamos interesados en lo mismo, lo que nos une en objetivos... - miró a Alice -...No es necesario que nuestro malentendido salga de este círculo ni que informe al respecto, ha sucedido y hemos comenzado de nuevo, está olvidado... - era un gesto bondadoso por parte de la Perfecta, ella podía dar parte y generar consecuencias negativas para cualquier humano insurrecto, algo que por lo visto, no pretendía hacer, mostrándose considerablemente práctica en la misión que ante ellos se descubría.

- Iria, no os pienso juzgar por el cargo sino por capacidades, de lo contrario Saber estaría por encima de ti en mi valoración personal pues él pertenece al consejo, ahora eso sí, veo más útil tu espada que su oratoria para esta misión... - sonrisa, no se callaba una -... Ahora, sobre habilidades yo sé curar y a la par reventar el cuerpo, no creo que necesitemos mucha más pericia en combate... Y te doy la razón en algo, esta misión es rara, que sepa ninguno es experto en supervivencia y orientación, pero tenemos un mapa y el equipo está formado, debemos cumplir, los que somos, con lo instaurado por nuestros superiores y adaptarnos a las circunstancias... Si en algún momento dudamos de cómo proceder, quien vea claro ejecutar una habilidad que posea, solo debe decirlo abiertamente y así salvamos situaciones... Es bueno ser prácticos.

Lyra tomaba la palabra, haciendo una comparativa entre magia y tecnología. Verith no la interrumpió en ningún momento, al menos hasta que dijo que no iba a ser una molestia - Querida, tú nunca lo eres - y por el tono de su afirmación había que ser muy necio para contrariar a la Dama, la cual dejaba muy claro que aquella joven pelirroja le importaba y mucho.

Luthor se mantenía atento a los movimientos y palabras de los congregados, marcando claramente que su preferencia en aquel instante era defender a Lyra, mostrando preocupación extrema por ella, poniéndose delante con actitud protectora, relajándose cuando ella se escondió tras su espalda. Verith les observaba y sacaba sus conclusiones, sonriendo levemente ante la obviedad, pues antes de que alguien tocara a la niña no haría falta la actuación de Luthor, ella misma destruiría las atalayas de la Puerta del Dragón y así reventase toda la ciudad con ello, pero aquel pensamiento, tan solo suyo era.

Saber Bright retomaba la palabra y Verith giró su rostro hacia él, escuchando lo que deseaba añadir - ¿Por qué tus maletas son importantes? - una pregunta clara y única, aunque él no deseaba explicar sus cuestiones personales - Ya habéis escuchado al Perfecto soldado, no podéis ir con comitiva y creedme que nadie va a cargar con tu equipaje, si buscáis una forma ingeniosa que no me haga perder el tiempo no tendré problemas al respecto. Pero poned a funcionar vuestra masa encefálica, porque comenzamos la marcha ya... - y nada más dijo eso comenzó a caminar hacia el exterior de la ciudad sin tener la necesidad de repetir sus palabras dos veces - Y por cierto, ¿desde cuando una Perfecta debe dar su palabra a un humano de que le salvará de según qué situaciones? De verdad, ¿cómo ha llegado a ser parte del consejo? Lo raro es que no le hayan arrancado la lengua... - no estaba enfadada, sí sorprendida de que el tipo hubiera vivido tanto con aquel tono casi de exigencia, o al menos así se le antojaba a ella.

- Siendo realistas quiero que sepáis que para los ojos del mundo esta misión es importante, necesitamos confirmar de que el Arca funciona correctamente... Y no voy a engañaros con algo, vosotros humanos, habéis sido seleccionados para esto bajo el nombre de "activos prescindibles"... - más o menos así los denominó Arcturus - Os jugáis la vida para ganar gloria y mejoras personales. No entiendo que me pidáis protección, lo que no quiere decir que no os la vaya a dar si de mi depende salvaros en algún momento, pero... ¿bajo qué premisas os dijeron de participar?... Entiendo que para apoyar a la Perfecta que soy yo... De lo contrario, a todos nos han embarcado engañados... - miró a Luthor y Lyra. No todos estaban allí bajo falsas capas de realidad, al menos ellos sabían lo mismo que Verith, pues por su parte, había sido clara en la propuesta de viaje, podían elegir.

Con los ánimos un poco más calmados, os organizáis como podéis para llevar el equipo más fundamental, más ahora que tenéis que cargar vosotros con ello.

Cuando avanzáis un poco, una extraña carroza se para a pocos metros de la primera atalaya. Es un vehículo increíblemente peculiar, completamente construido en oro y bronce y usando un motor de energía mágica que se puede ver desde el exterior en la parte trasera, escupiendo pequeñas volutas brillantes al aire al tiempo que da sus últimos y rítmicos estertores antes de parar completamente.

La puerta lateral se abre hacia arriba y da paso a un interior lleno de estantes cerrados con pequeños compartimentos para su contenido. Se pueden ver frascos de cristal con el símbolo del sol tallado en el cristal y un contenido de color rojo brillante, otros con una cruz de un color verduzco, unas extrañas esferas metálicas con un eje de cristal en medio y un emblema elemental, algunas plumas que pasan del negro más oscuro a un blanco prístino con un extraño brillo azulado a su alrededor, y algunas baratijas colgadas de maniquís.

El dueño del vehículo se halla en el interior, colocando meticulosamente cada artículo en su lugar geométricamente exacto con un mimo y cuidado que roza lo patológico. Cuando se da la vuelta veis a un hombre enmascarado, vestido con elegantes ropas negras adornadas por toda una colección de relojes de bolsillo de todos los tamaños y decoraciones, todos en perfecto funcionamiento otorgando su cacofónico ritmo con el paso de cada segundo. Cuando el hombre se gira y es consciente de vuestra presencia da un divertido respingo.

-Oh, vaya, clientes…- la voz del hombre tiene un acento extraño que ninguno llegáis a identificar y está dotada de un ligero carraspeo metálico- Oh, vaya, oh vaya… y yo con todo TAN desordenado… oh vaya…- tarda unos segundos en recuperar la compostura y finalmente se retira el sombrero y saluda cordialmente- Poso los ojos en vosotros por primera vez, viajeros. Heme aquí que he venido a ofreceros mis más deliciosas reliquias a aquellos que puedan pagar un buen precio por ellas. Témame que no dispongo de mi más amplio abanico, puesto que durante mi camino he vendido gran parte de mi mercancía y contaba con que las delicias de esta ciudad repusieran mi almacén…

-Pero porque os distraigo, mis gentiles clientes, con las historias de este viejo relojero. -adquiere una posición mucho más teatral, remarcando cada una de sus mercancías- Admirad mis tónicos, indispensables para los viajes en tierras salvajes; mis antídotos, para eliminar las toxinas de damas y caballeros… Si lo que buscan son artículos ofensivos, mis granadas son las mejores del mercado, creadas por mis hábiles manos para vuestro deleite y destrucción… Dispongo de collares traídos del Lejano Mar de Arena, cristales de las Tierras del Este, y noticias… por supuesto que traigo noticias. Los más jugosos cotilleos de las altas esferas, puesto que en tiempos compulsos las víboras salen de sus nidos para mover sus bífidas lenguas…- Si alguno de vosotros pregunta por la plumas, el hombre se volverá un poco siniestro y su voz mucho más grave y misteriosa- Traída de la mismísima Alexandria, Damas y Señores; poniendo en riesgo incluso mi propia integridad, os traigo el más preciado de los bienes… las plumas bendecidas un ángel… con el poder de traer a la vida a los muertos recientes: nada de nigromancia o encajar un alma en un cuerpo sin vida…. Verdadera vida… Y su precio, SU PRECIO…- junta las yemas de los dedos en un gesto casi villano al tiempo que su voz parece si cabe más teatralmente siniestra- Su precio es perfectamente negociable.

Observo al misterioso sujeto en frente de nosotros que se hace llamar el relojero para luego de pensarlo detenidamente,si había cosas que íbamos a necesitar gracias a la cabeza dura de Lady Verith serían posiciones,antídotos,algunas plumas de esas estarían bien y algunas bombas no estarían demás.Por lo que después de observar toda la mercancía dije:

-Buenos días Mister Relojero,si no es mucha molestia me gustaría comprar unas pocas cosas de su mercadería.

Una vez que el sujeto se volviera hacía mí agregaría:

-Me gustaría comprar 4 Medicina Simple,3 Antidotos,2 de esas plumas de esas especiales que menciono e información,esto ultimo yo decidiré el precio de compra de esto porque si no es nada que yo ya sepa ni me asombre entonces la comprare barato dado que no me aportaría nada nuevo,¿cree que su información pueda superar lo que yo ya estoy informado?.

Con esto dejaba en claro al Relojero que no trataba con cualquier persona,sino con alguien que el mundo del cotilleo político estaba al día.

Aunque lo intenté, parecía que la Perfecta seguía con aquella actitud tan... Altiva. Me costará encajar con ella, pero seguro que lo consigo. Me alegré ver a Lyra participar y dar su opinión.

-¡Genial Lyra! Si sabes tanto de tecnología y magia, me encantaría hablar contigo. En el trayecto tendremos tiempo. ¡Quiero saber todo lo que tú sepas! 

Lo que me tenía muy intrigada eran las maletas del consejero. ¿Qué podría llevar? ¿Qué tendría? ¿Qué sería? 

-¿Llevas una gema preciosa? ¿Dos? ¿Un huevo de dragón? ¿Un abrigo de diamantes? ¿Una tesis super secreta e importante? -empecé a decir-. ¡Espera! ¡Espera! ¡No me lo digas! ¡Quiero adivinarlo!

Y cuando las cosas no podían ser más interesantes, apareció aquel extraño en la calle.

-¡Increíble! ¡Que culo es este carro! ¿Dónde lo has conseguido? ¿Lo has hecho tú? -Parecía un mercader, aunque algo particular-. ¡Uh! ¡Cotilleos! ¡Me encantan! ¿Qué sabe? ¿Qué sabe? -Mientras esperaba, miré sus productos-. Dado que mi compañero coge varias cosas curativas, yo iré por lo ofensivo. Quiero una bomba hielo y una bomba rayo. ¿Vale? 

Brigth había cogido cosas curativas y teníamos a la Perfecta, que era médico. Yo creo que con eso tendríamos suficientes en la parte de apoyo. Así que me decanté por lo ofensivo.

El Relojero se toma su tiempo y una paciencia aparentemente infinita con Iria, responde a todas sus preguntas, y cuando repara en el emblema que lleva se toman su buena hora entre venta y venta para intercambiar rumores superficiales y la última moda en capa de viajes conocidas en Golden Ash Tree por su sencillez y belleza. Cuando la curiosidad de ambos quedaron saciadas, se despidieron con un agradable saludo.

Habían dejado sus asuntos atados tras las murallas de la ciudad, formaban un grupo variopinto y extraño, pero eran un grupo a fin de cuentas…

Una Perfecta y sus dos humanos, un cortesano, una emisaria de una región extranjera.

Cualquiera que los viera diría que no tenían nada en común salvo sus respectivas órdenes.

Pero los Dioses unen a los viajeros en caminos misteriosos, y cuando grupo se alejó de la ciudad no eran conscientes del viaje que estaban a punto de empezar.

Atrás quedaban las primeras impresiones equivocadas, las hostilidades; las casas de piedra y madera eran sustituidas por el dulce olor del aire fresco que mecía la hierba alta, seguirían un camino seguro que empezaba a llenarse de comerciantes y granjeros…

Si hubieran mirado atrás, solo durante un instante, habrían intuido una sombra siniestra se cernía sobre la ciudad, una ilusión de seguridad en sus muros que no era más que un engaño creado para que la gente durmiera tranquila por las noches… pero algo terrible estaba a punto de empezar.

Y ellos eran la chispa que encendería el incendio.

Si tan solo hubieran mirado un momento atrás.

Verith era bastante práctica con las cosas que portaba, para ser Perfetcta, estimaba llevar al viaje lo más imprescindible, ropa de abrigo, alimento y cuerda, materiales que había aconsejado Luthor previamente en el mercado. Se disponían a caminar cuando un vehículo se aproximó a ellos, era un transporte singular, llamativo, hermoso a su manera, brillando con tonalidades oro y bronce, emitiendo volutas brillantes a la atmósfera.

Una puerta lateral se abre y muestra a los potenciales clientes su contenido, variopintos objetos que lucen atractivos sobre soportes aún no menos extraños, llamando la atención de la dama ante su despliegue.

- Pero, ¿Qué es esto?... - pronto salió de dudas pues el dueño del negocio tras colocar milimétricamente cada chuchería, tomándose muy en serio su trabajo se dirigió hacia el curioso grupo que formaban, indicando que todo estaba desordenado y presentándose ante ellos - ¿Relojero? - sonrió, era evidente por todos los dispositivos que mostraba entre sus atuendos, admirando aquel particular gusto en su vestuario

Verith aprovechó que enumeraba cada uno de sus productos para fijarse en los recipientes de cristal que pudieran contenerlos, tónicos y antídotos, así como algunos collares, cristales y quizás lo más importante, plumas de la vida. A la dama se le desvió la mirada hacia donde estaba Lyra y Luthor, suspiró levemente por unos instantes.

Saber Bright se lanzó hacia el relojero como una mantis religiosa hembra absorbe los jugos del macho durante la cópula. Quería obtener mucho al precio de no dar nada, al menos en lo que a información se refería, puesto que por lo visto, él podría saber más al respecto. Verith dudó de si aquel tipo era tan rico como para permitirse tanto o simplemente iba a estar perdiendo el tiempo de aquel comerciante y el suyo propio. Eso solo se vería en tan solo unos instantes.

Iria comenzaba a dar muestra de su verdadero carácter, paliqueando de manera constante todo el tiempo, aunque para Verith llegaba a ser divertido su intento de obtener la información del relojero, ¿la tomaría en serio con sus infantiles gestos? Se acercaba mucho a Lyra, y sabía que eso a Luthor no le gustaba, así que permaneció atenta por si debía lanzar un poco de su poder sobre Iria para que SU humano no le metiera un tiro en la frente.

- Deme un antídoto, una bomba piro y un plumón de ángel - dijo la Perfecta anteponiéndose a los humanos, cual era su posición y costumbre, observando al relojero con curiosidad - Es un precio elevado lo que se pide por el plumón, pero soy de la opinión que si el ser amado te corresponde, te hará vivir de nuevo experiencias únicas para que el sentimiento siga arraigado. Si no, bueno, la pérdida se cura con el tiempo... ¿No es así relojero?.... - irónico que él portase la representación de cuánto duraba cada minuto que pasaba, entre venta y venta.

Sientes como todo el mundo a tu alrededor se vuelve repentinamente oscuro; ese lugar, familiar y extraño al tiempo, es similar al Plano Psíquico donde tantas veces has estado.

En medio de esa "oscuridad" está el Relojero, que te mira con curiosidad desde su estrafalaria máscara.  Sus relojes, antes una cacofonía estridentes, marchan ahora al unísono y con un simple vistazo te das cuenta de que están yendo hacia atrás, descorriendo el tiempo que ya había pasado.

-Me tomaré la libertad de tomar algo importante en tu vida, aunque ya no importe- el Relojero extiende su mano enguantada y te posa dos dedos sobre tu frente; sientes un ligero cosquilleo antes de que una extraña burbuja con una imagen que te podría sonar aparezca en su superficie. Por un momento reconoces el momento en tu vida, que estaba profundamente enterrado entre tus recuerdos. Es tu primera imagen en esta vida, la Hermana Silenciosa que te vio nacer, pero ahora no es más que un rostro desconocido de un momento de tu pasado

-Si cumples con tu Destino, Dama Verith- dice el Relojero al tiempo que vuelves a la Realidad- Podremos negociar sobre devolverte lo que he tomado.

¿De que está hablando? No recuerdas haber negociado nada con él...

La "carroza" era cuanto menos extraña y llamativa, demasiado para el gusto de Luthor y demasiado oportuna, si existía algo que pudiera considerarse azar, suerte o algo así, nunca le había mostrado nada bueno, así que no podía menos que sospechar. Wayland decidió quedar apartado mientras el resto hacían sus compras, el había comprado cuanto iba a necesitar y encima ahora no podría llevarlo todo posiblemente... 

Se dedicó a escoger de entre el equipaje del caballo lo que más falta haría, al final unas cuantas provisiones y tres mochilas, una claramente la más pesada para él, otra muy ligera de peso para Lyra y otra ligeramente pesada pero fácil de llevar para Dama Verith. 

Al menos no pasarían frío y tendrían provisiones.

Pongo mucho cuidado en llevar el equipo de inscripción de runas. Alimentos, lo necesario para dormir y antorchas.