Partida Rol por web

- Mirad, me importan un carajo esos filibusteros y sus problemas con la justicia. Sólo sé que ese cabrón de Ramirez está buscando también a dos Aesires y se ha empeñado en que yo soy uno de ellos - Sin dejar su posición cerca de la puerta de salida, habla alternando la mirada entre cada uno de los que le escuchan - así que no tardará en volver a por nosotros. No creo que sea sencillo entrar en una prisión para callar la boca de ese tal Fernando, así que olvidaros de ello. Será más fácil acabar con el problema de raíz - Con un ruido seco, golpea la palma de una mano con el puño de la otra - Si nos dices donde vive ese Ramirez, iremos a por él. Yo mismo le romperé el cuello si es necesario.

-Eso! Dinos donde se esconde esa serpiente. Halgar y yo iremos a su madriguera y le enseñaremos como somos de dificiles de cazar los Aesires! Cerca de la puerta ya y sujetando su enorme espada con fuerza.-Lo vamos a partir en pedazos!

Cuando ha acabado de hablar con Tauren, se gira hacia los enérgicos Aesires, que están sedientos de sangre...

-Ramirez duerme en los barracones, con el resto de soldados, intenté ir yo mismo a por él pero me descubrieron. De día, hace algunas patrullas por la ciudad, va siempre con 6 de sus hombres ha hacerlas, y se mueve en carruaje.

El es el que tortura a Fernando en la prisión, el maldito cabrón es un psicópata, sádico y mas diabólico de lo que pensaba.

-Tiene una Zorra en el burdel a la que monta casi cada noche, pero de eso sé menos, solo lo que he oído en "El Perro Mugriento".

-Si vas ha intentar matarlo tu solo te aconsejo que tengas cuidado y tengas un buen plan, por que yo he logrado escapar lor los pelos, y Ramirez, odio reconocer que ese bastardo es bueno con la espada, ha aprendido mucho desde la ultima vez...

Domingo se acerca al cajón que dice Diego y tras rebuscar entre hojas, saca una del cajón.

-Aquí está. Extiende un pergamino encima de la mesa y... -Vaya. Creo que esto no es.

Rápidamente recoge el pergamino y se lo guarda en la mochila.

"Como demonios a llegado la carta náutica de Mekathset en ese cajón? Cada vez soy más despistado..."

Rebusca un poco mas, y la encuentra en un cajón.

Extiende el viejo pergamino sobre la barra y dice,

-Aquí, este sí.

(Como iba diciendo antes de que el master me borrara el post sin querer...)

Dejo el mapa sobre la barra para que Tauren lo examine y me dirijo hacia los aesires:
-Según mi punto de vista deberíamos rescatar a Fernando, pues ,aunque la posibilidad sea remota, puede que haya descubierto algún punto débil de Ramirez. Si algo tienen los que se creen superiores al pueblo es que son unos bocazas. Les gusta alardear de todo. Puede que se le haya escapado que podamos usar en su contra, pero para ello necesitamos a Fernando fuera de la prisión.

Tras sospesar un instante, prosigo mis sugerencias.

-El tema de la zorra esa suena bastante interesante, por lo que podríamos aprovechar ese punto para prepararle una encerrona o algo parecido, aunque deberíamos informarnos mejor en "El perro mugriento".

Para terminar, me vuelvo hacia Diego.
-Me alegra saber que Vizarro aún vive. Hace mucho que no veo a ese bribón. Deberíamos ir todos con él, si se a mantenido escondido seguro que sabrá como ayudarnos, tanto para vencer a Ramirez como para que estéis seguros. Digo refiriéndome a mi madre y a Diego.

- La idea de la puta me gusta más - Comenta enérgicamente - Me agrada que valores nuestra fuerza, pero no creo que podamos asaltar una prisión sin que acaben machacándonos. Si fuésemos cuatro aesires no te digo que no, pero con vosotros lo dudo mucho - ríe estrepitosamente y con una fuerza desproporcionada, a la vez que golpea con fuerza la espalda de Wulferic buscando su complicidad - Vayamos a esa taberna de mala muerte y averiguemos a quien se tira ese bastardo

Esa broma que otros ni hubiesen entendido, o que hubiesen obviado, a Wulferic, como a su compañero le proboca una carcajada grande y sonora, con alún pisoton a suelo y unas palmadas. Humor de Norheims..., suponen los de tierras mas cálidas.

-JAJAJAA, Estoy de acuerdo, Si vamos ha hacer eso necesitaríamos la ayuda de Ymir mismo. Lo de la chica parece mas facil, y mas efectivo.

-Creerme, ese Vizarro es bueno, y si alguien puede colaros ahí, es él, no ese Ymir al que has llamado tantas veces.  Y no es Ramirez quien os busca, es Villagro, Ramirez es un lacayo. He visto que han detenido a mas norteños como vosotros, pero parece que no se han cansado aún...

Pero creo que cualquiera de las dos opciones es mejor que quedarse aquí, esperando a que vengan.

Busquemos primero a Vizarro. aconseja Tauren. Si Ramirez desaparece, es posible que refuercen la seguridad de los lugares más destacados de la ciudad. En cambio, cuando Fernando desaparezca de la prisión, supongo que Ramirez tendrá ganas de desfogarse y acudirá a su puta habitual...

La ya típica sombra de Domingo se dibuja en sus ojos. "Bárbaros del norte, no saben con quien tratan."

-Yo logré colarme en una prisión de alta seguridad estigia y estoy aquí para contarlo. Será verdad eso de que los aesires hablan mucho pero hacen poco de sus hazañas... Digo bajando mi voz como si fuera un pensamiento en voz alta.

Miro a Diego. -Dónde está Vizarro, está cerca de aquí? Lo que dice Tauren parece de lo más logico

-Vizarro se esconde muy bien, no se exactamente donde, pero está en las catacumbas de la ciudad, casi con toda seguridad. Seguro que podréis encontrar alguna pista. Es mas fácil de lo que creéis. Que lo encontréis vosotros que no 1000 soldados de Villagro. Sabes, a la gente no le apetece colaborar con el ejercito cuando hacen las atrocidades que están haciendo.

-Si lo veis, decidle que la última vez se fue sin pagar...y que me debe un favor de los gordos...

-Id al mercado viejo, no os costará mucho encontr alguna alcantarilla o alguna puerta de un sotano de alguna casa vieja que os lleve bajo la ciudad.

-Yo conozco una, la usaba para esconder...  unas cosillas de contrabando, pero hay mas entradas, muchas... 

-En un callejón hay una puerta trabada con tablones, y escondida con algunos trastos y basura, desde allí entraba yo, pero hace tiempo que deje de ir por allí.

Bien, entonces creo que no hay nada más que hablar. dijo Tauren echándose al hombro su petate y su funda de arco. Cada momento que pasa, es un momento que se da a Ramirez o Villagro para que saquen más nombres a esa sabandija que tienen prisionero o quizá otra oportunidad para que traten de atraparos y finalmente lo consigan...

Cuando ya hacía amago de salir hacia la puerta, se volvió hacia Diego. ¿No tendreis en la posada un par de antorchas? Serán útiles ya que no creo que esos pasadizos subterraneos estén muy bien iluminados

-Pues no, lo siento, pero seguro que alguno de vosotros tiene una, y si no, en el mercado osn faciles de encontrar, y valen "nada"

Frunce el ceño y asevera el gesto un instante al escuchar las palabras de Diego y Domingo, como si hubiesen llegado a ofenderle. Tras pensar unos segundos, vuelve a reir a carcajadas de manera estrepitosa.

- No te preocupes, canijo, si se da el caso verás de lo que somos capaces

Regresa a la puerta y la abre dispuesto a abandonar la taberna

- Sería mejor que alguno de vosotros fuese delante, yo no conozco esta ciudad.

-JAJAJA, Entonces nos vamos ya a buscar a ese Vizarro?

-Vamos. Domingo coge la delantera. Llega hasta la puerta y coge su capa con capucha. Se la pone y se oculta la cabeza.

Justo antes de desaparecer por la puerta le dice a Diego. -No os demoréis mucho en marcharos vosotros. Seguramente no tardarán en volver.

Sale de la posada y echa un rápido vistazo a la calle mientras espera a que salgan todos. Una vez todos han abandonado la posada, se dirige decidido entre la gente de la calle en dirección al mercado.

Echándose la capucha sobre la cabeza, Tauren sale de la taberna de la misma forma que entró, dos bolsas al hombro y silencioso, el rostro casi inexistente entre las sombras de la tela.

Solo que esta vez para seguir a Domingo y al resto.

os meto a todos en la escena de las catacumbas.

Recorréis las calles de la ciudad a toda prisa, la gente está desolada y nadie os presta atención.

Incluso unos guardias de la ciudad os llaman la atención para que les ayudéis con unos cubos de agua. Parar o no es decisión vuestra, pero no parece que quieran deteneros.

Sin pensarlos dos veces corres a tu posada, donde dejaste a Diego y a tu madre, con la esperanza de que se encuentren bien.

Al llegar, ves como el tejado de la posada está algo chamuscado y humeante. El fuego de las casas vecinas se a extendido dañando tu local, pero el fuego ya está apagado.

No jodas!!

Las Nueve espadas es tuya?!?!

Hay que ver con el cachorro de mar, como se las apaña...

Sus bromas no te hacen mucha gracia, pero ayudan a quitar algo de tensión. Todo a tu alrededor es tristeza y desconsuelo, pero no hay lugar para la desesperación. Kordava es una ciudad muy antigua y a soportado cosas peores.