Partida Rol por web

El pasillo es corto y al fondo, la puerta está abierta. Accedéis a una sala cuadrada, al fondo hay una balconada desde la que se puede apreciar una buena vista de la ciudad. Arriba, La Universidad sobrevolando el Lago de La Encantada. A la derecha, la frontera sur con la fabulosa Mansión Gliargae (de Dharkanis Gliargae). Pero lo que verdaderamente llama vuestra atención es la estructura en forma de arco que hay en el centro, bajando dos escalones que describen un círculo en torno a ella. -Un portal-.

Rostros de barbas grises y túnicas rojas os miran. Sus cabezas están rapadas y presentan algunos símbolos en ellas. Algunos los identificáis genéricamente como magos. Otros, más duchos en las artes arcanas podéis apreciar que se tratan de magos rojos de una región remota de otra dimensión llamada Zhay. Están manejando el portal que se abre con un chisporreteo de magia arcana. No dicen nada.

Un soldado rojo en la puerta os hace un gesto para que lo atraveséis. Es vuestra puerta a la misión que debéis emprender.

Tus compañeros salieron y el guardia rojo te brindó una espada plateada adornada con un sol blanco. Una frase rúnica describiendo una hazaña heroica recorre su hoja. -Desconozco si alguien como tú podrá sacar todo su potencial, pero valdrá la pena intentarlo. Tenla en esta misión y devuélvela a tu regreso.- Te dijo al tiempo que dejó que te ataras la vaina.

-Además toma estos dos viales- te entrega dos odres con un líquido resplandeciente. -Lánzalos contra un demonio y lo devolverás al lugar del que procede. Pero ten cuidado, sólo funcionan con demonios menores. Un demonio mayor aguantará el golpe pero quedará aturdido unos segundos- 

El equipo estaba listo, todos habían recibido su parte y nos dirigíamos ahora al portal, sin embargo, aún no teníamos nada planeado -Nuestra misión es infiltración, debemos evitar el combate lo más posible, al menos, el combate directo, tenemos el mapa de la zona y están marcados los puestos de vigilancia, nos adelantaremos como grupo de exploración para escoltar a los grupos de Greta y Theo por las alcantarillas, una vez allí, trazaremos las rutas de las patrullas y en base a eso haremos nuestros movimientos, yo puedo borrar nuestro rastro así que solo debemos preocuparnos por que no nos detecten, una vez nos separemos de ellos iremos por el depósito de agua, seguramente estarán preparados para defender el lugar de un ataque frontal, pero si podemos cargarnos a los vigías y evitar que den la alarma para que consigan refuerzos, el resto debería ser relativamente sencillo, ahora, alguien tiene alguna otra idea?- estaba claro que arriesgarnos a un ataque frontal no era una opción viable, además, debíamos preocuparnos por llegar al depósito sin ser descubiertos y liberar el suministro de agua para que los Mercenarios no pudieran chantagear a la ciudad nuevamente, si además podíamos tomar las fortificaciones enemigas, podíamos defender el lugar hasta que llegasen refuerzos.

Escucho al elfo que parece que tiene mucha más información que nosotros y le voy asientiendo aun que no se realmente cual es nuestro objetivo, ni contra quien , ni nada.

Un momento. Nadie me ha explicado nada de la misión en sí, y parece que tu tienes toda la información. Creo que sería mejor compartir lo que sepas para que podamos hacer estrategias conjuntas.

-Bueno, a estas alturas pensé que estarían informados de la misión, descuida, nosotros también nos acabamos de enterar, te diré lo que nos han contado- le dije a Ishrad mientras le observaba.

-La ciudad fue tomada por un grupo de mercenarios que rinde culto a una perversa deidad: Scahrossar. Diosa de la tortura y el dolor. Su estrategia consistió en infiltrarse y contaminar el suministro de agua, destruyeron dos de los tres depósitos y tomaron aquel que mejor podían (y pueden) defender. Con el agua bajo su dominio y controlando puntos estratégicos de la ciudad pusieron en jaque a la reina Azur por medio de incendios. La reina se vio forzada a hacer un trato. Los Scahrossar estaban dispuestos a quemar la ciudad entera si los líderes y la misma reina no colaboraban.

Así tomaron la ciudad.

Los últimos informes de nuestros espías sitúan a la reina encerrada en su palacio y los líderes en las mazmorras de un bastión cercano.

Un grupo de presos dirigido por Theod van directamente a salvar a la reina. Otro grupo dirigido por la oficial de la Orden de Caballeros de la ciudad Greta Davenrost dirige otra avanzadilla de presos que van a por los líderes, no conozco más detalles de ese grupo.

Nosotros nos reuniremos con los grupos dirigidos por Theod y Greta, que cruzarán las alcantarillas y parte de la ciudad juntos, nuestra misión: Apoyar a Theod y Greta en su labor. Escoltar a ambos grupos eludiendo los puestos de los Scahrossar en la ciudad hasta llegar al punto de intersección donde nos separaremos. Dejaremos a estos dos grupos e iremos a por el depósito ocupado que está marcado en el mapa.-

Detengo el paso y escucho atentamente las palabras el elfo. -Nosotros nos reuniremos con los grupos dirigidos por Theod y Greta, que cruzarán las alcantarillas y parte de la ciudad juntos, nuestra misión: Apoyar a Theod y Greta en su labor. Escoltar a ambos grupos eludiendo los puestos de los Scahrossar en la ciudad hasta llegar al punto de intersección donde nos separaremos. Dejaremos a estos dos grupos e iremos a por el depósito ocupado que está marcado en el mapa.- Acepto la explicación tan detallada e intercambio una mirada con el resto de integrantes del equipo -¿Alguno conoce la ciudad?- pregunto intentando comprender mejor algunos detalles -¿Tenemos información sobre las tácticas enemigas? Eso ayudaría mucho a nuestra labor de infiltración sin ser vistos.- Añado. Saber si nos enfrentamos a mágicos, soldados o criaturas estaría bien.

-Tenemos un mapa de los edificios de la ciudad, también incluyen los puestos de vigilancia de los enemigos, pero en cuanto a sus tácticas, patrullas y modos de operación, estamos en ceros, debemos tener cuidado y bueno, tendremos que hacer labor de inteligencia también nosotros mismos- le respondo a Esderian mientras disfruto de la vista alrededor.

Mejor pronunciación que la mayoría, no se preocupe, ya se acostumbrara a mi piel 
 
los demás empezaron a pasar por el portal, así que tras recibir el nuevo equipo y agradecer decidí atravesar el portal para no rezagarme más. 

Ya del otro lado escucho a Ahradiel explicando cada detalle de la misión, no era por desconfiar, pues suponía que un buen negocio debían tener para cumplir la misión, pero seguían siendo presos y prefería que supieran solo lo necesario, pero al final el era el jefe, debía saber lo que hacía, eso esperaba. 

No conozco la ciudad, pero estas alcantarillas serian el lugar perfecto para tender una emboscada o múltiples trampas o alarmas, así que deberemos estar con los ojos abiertos en cada momento, y de preferencia hablar bajo, el eco puede ser un terrible enemigo en el sigilo. 

Uno de los acólitos allí presentes carraspea interrumpiendo vuestra conversación. El portal, que hasta entonces había mostrado un haz de luces cambiantes, presenta una imagen nítida en su interior. Una estancia en semipenumbra. Podéis ver que se trata de algún punto de las alcantarillas, una habitación que sirve para un grupo de guardia que, al parecer, se mueve de forma agitada.

Unos segundos os bastan para ver que se trata de gnolls. Podéis contar 12. Todos ellos miran fijos a un acceso al frente desde el que os llegan sonidos de chisporroteo eléctricos.

-Aun no- os avisa uno de los acólitos. Los mercenarios con cabeza de perro se mueven, cuatro avanzan aullando y ladrando desapareciendo por el acceso. -Quedan 8 en la habitación- y están distraídos. -Aún no- vuelve a repetir en voz alta. Parece que vais a entrar luchando al fin y al cabo.

-Recordad que si dan la voz de alarma corremos el riesgo de que maten a la reina- anuncia un guarda. La forma en la que habla delata que podéis escuchar y ver lo que ocurre en la estancia pero los gnoll no pueden veros ni escucharos a vosotros, hasta que atraveséis el portal.

En el exterior, se escuchan varios golpes, el sonido inconfundible del acero atravesando la piel y, después, silencio. Ya no hay ladridos ni alaridos propios de esta raza. Los gnoll en la estancia se miran algo desconcertados, uno de ellos sale para asomarse...

Mi mirada se detiene en cada uno de los contrincantes -Gnolls- repito y me fijo en que verdaderamente todos pertenezcan a esa raza. Mis sentidos se despiertan por la inminente batalla y me giro hacia mis compañeros -Propongo que Ahradiel ataque primero al atravesar el portal- sentencio -Inmediatamente después saltamos a por los que no hayan caído- vuelvo la vista al acceso para contar: 8 -Aun así... no podemos confiarnos. Pongámonos en lo peor- inspiro hondo -que más enemigos puedan estar invisibles, ocultos o a la hora de salir por el portal, a nuestra espalda.- Miro a Ishrad, luego a Lyssdar y a Ahradiel -¿Alguna idea mejor?-

Sigo escuchando el plan. Yo estaba lejos de ser un hombre que se movía por el sigilo. Tanto mis pasos como mi armadura hacían prácticamente imposible que yo fuese un buen usuario de ese tipo de tretas. Pero era lo que había y daría lo mejor de mí.

Una vez el portal abierto, veo varios Gnolls y nos queda claro que iniciaremos matando.

Bloquearé una de las puertas con mi cuerpo para evitar que puedan salir de la estáncia. Pero deberíamos entrar a matar.

Desenvaino mi espada y hago que esta empieze a soltar chispas, me gustaba la electricidad y quedaría perfecta con mi propia magia.

El portal se abrió y la visión que quedó frente a mi me llenó el rostro con una sonrisa, un grupo de presas indefensas... ignorantes de lo que les acechaba... simplemente... perfecto...  -Arachne...- sujeté la figurilla de madera mientras recitaba la palabra de mando y esperaba a que mi compañera se materializase a la vez que acariciaba a mis lobos que ya estaban también preparados para combatir -Mi araña puede inmovilizar a algunos, los lobos pueden distraer a otros, yo derribaré a los de la retaguardia...-

Listo para atravesar el portal e iniciar el ataque tome mi espada y me aliste para entrar y diztraerles, si bloquearian el paso y con Ahradiel les evitamos el movimiento solo quedaba encargarse de eliminar lo más rápido a aquellos que quedaran libres o separados, de eso me encargaría yo. 

Acerquémonos desde atrás y encarguémonos de los primeros, si nos detectan hagamos eso Esderian, pues si iniciamos muy de golpe el ataque solo por ser mas es probable que den alarma, atraigamos unos, separémoslos y nos los cargamos 

Llegó el momento de cruzar pero al acercaros al portal advertís que se encuentra justo en medio de la estancia y que, además de los 12 gnolls, hay un grupo que no veis...

El resplandor cesó, tus lobos se agitaron y, tranquilos, salieron de aquella estancia incómoda pero reconocible como su hogar, deseando volver con la manada que ahora perciben cerca. Cuando tus ojos se acostumbraron a la luz descubres que estás en la sala del portal. Un soldado te hace el saludo correspondiente frente a ti. -Arhadiel. Crom Daral te espera en su despacho.- Luego el soldado mira al gnoll que te acompaña -Os aguarda-

El soldado os escolta hasta el lugar y llama con energía. -Ahradiel y... su compañía- añade al no encontrar una palabra adecuada para describir al gnoll sin ofenderlo. -¡Que pasen!- escuchas la voz de Crom desde el otro lado. El soldado os abre la puerta y os invita a pasar.

La sala es algo austera, con armas colgadas en las paredes (los rumores del bastión comentan que son armas de enemigos vencidos) en el centro hay una mesa sin sillas sin nada salvo dos candelabros de tres brazos, uno en cada extremo. Te llama la atención que no tenga ventanas. La habitación está iluminada por los candelabros y antorchas en las paredes. El fuego zigzagueante le da una atmósfera tenebrosa y oscura.

Al igual que tú vas con La Hiena, Crom no te espera en soledad. En el extremo izquierdo, el lugar en el que las llamas son más largas, pero no alumbran tanto como deberían, moviéndose lánguida y perezosamente. Allí sentada aguarda Daleia Ir'van, bellísima y atrayente.

-Os hemos mandado llamar porque nos interesa lo que este gnoll tiene que contarnos sobre sus antiguos amos, sus planes, sus intenciones y esa arma.- Se adelanta, apoya los dedos en la mesa descargando el peso -Hablarás y ten en cuenta que tus palabras determinarán tu estancia en esta ciudad. Pero en primer lugar, Ahradiel, tienes la palabras. Cuéntale a tu superior Daleia lo acontecido en la misión.-

Tan sobrio, tan austero, tan... militar... el lugar me traía recuerdos de cuando serví con los caballeros de Arkhania, la solemnidad, el orden y la... corrupción... todo eso lo podía reconocer y lo observaba aquí mismo, aunque ciertamente una parte de mi alma anhelaba los tiempos en los que servía como rastreador y criador de la milicia de la ciudad, una vez había probado la libertad del bosque de las vestias en la Arkhania primigenia, nada era lo mismo...

Avancé con paso lento y firme, atravesé la estancia guiado por los soldados mientras observaba al Gnoll de reojo, pronto se decidiría si viviría o moriría, y de que forma, al menos sabía que era lo suficientemente listo para no cometer una estupidez en este lugar, aún así, más valía estarse con ojo, al final, un mercenario era un mercenario y en cualquier momento podrían comprar nuevamente su lealtad.

Cuando por fin llegamos a la sala donde el comandante nos esperaba inmediatamente le puso a la hiena las cosas en claro, aunque conmigo fue bastante más sutil, esperaba una historia concisa, coherente y que nos diese una coartada, así que, comencé asumiendo la posición de atención militar y ofreciendo el saludo a mi superior antes de comenzar a hablar - El mando de la orden roja me confió el mando de un grupo de presidiarios que cumplían condena en el despeñapresos y de otro recluta de la orden, el grupo consistía en Ishard Corlav, Esderian Fonn'Aster y Lyssdar Lakkan, nuestra misión era ofrecer apoyo para otros dos grupos de presos, dirigidos por Greta Davenrost y Theod cuyos grupos tenían las misiones de rescate de los nobles y la reina, nuestro grupo, a parte, tenía la misión de encontrar y destruir un arma que los cultistas enemigos estaban desarrollando para atacar nuestra ciudad, desgraciadamente nada salió deacuerdo al plan, tras pasar el portal aparecimos en medio de un combate contra de los gnolls, mercenarios comandados por mi acompañante, el podrá ofrecer más detalles de antes de mi llegada, tras derrotar a la mayoría de adversarios nos dimos cuenta de que había escondido al menos un oponente más, un ilícido al cual cuando le descubrimos huyó transportandose y se llevó con el parte de nuestras fuerzas, Greta también debió regresar en mitad del combate por problemas con un elemental de fuego, el cual, al parecer también se unió a nosotros- hasta ahí todo bien, ahora debía estudiar sus reacciones y medir mis siguientes palabras con cuidado.

Estoy atenta a las palabras pero cuando empieza a dar detalles me reclino en el asiento apoyando un brazo en el respaldar. Espero paciente sin mostrar mucho interés. -Así que este gnoll lideraba al grupo al que os enfrentásteis. ¿Es tu trofeo? Si pretendes desollarlo y colgarlo en tu salón entiendo por qué lo has traído. De lo contrario...- pero este no es el tema -Los Scahrrossar. ¿Por qué atacaron Azur?¿Qué ha sido de ellos?- me inclino de nuevo -¿Cómo se han portado los presos?¿Algo destacable?-

Una esfera purpúrea que se había mantenido trasparente sobre un estante a tu llegada, emite ahora una luz azulada. -Los presos han regresado, triunfales- comenta Crom con el ceño fruncido. Eso quiere decir que han salvado a la reina y han erradicado a los invasores. La ciudad Azur regresa poco a poco a su paz.

Miro a Crom -Me aseguraste que los presos a los que tú reclutaste eliminarían la amenaza que la reina representa para nuestros intereses- Crom señala la esfera que se torna dorada, agacha la cabeza pensativo y cóntrito -Los augures nos son propicios- responde sin comprender cómo puede la esfera indicar que ese grupo ha cumplido con todos sus objetivos cuando éstos incluían a la vez matar a la reina y salvara. -¿Cómo lo han hecho?-

-Parece que ese grupo que escogiste sí que ha cumplido con su cometido, después de todo. ¿Cómo es posible que hayan salvado a la reina y, a la vez, eliminarla de nuestro tablero de juego?-

Tanto yo como Crom miramos a Ahradiel buscando respuestas.