Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Pabellón C (Arokham)

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18/08/2017, 11:47
Ishrad Corlav

Observo como tras una buena caminata, llegamos a un lugar donde coinciden los tres "respetables", que es como son llamados esos tipos con influencias.

Virming no me había llamado la atención en el despeñapresos, así que menos lo haría aquí, dejando claro que no era más que otro preso con número, por mucha influencia que tuviera en la zona.

Roriarkas... tras oir las palabras del envenenador, me queda claro que realmente es un fracasado. ¿Fugarse? Es mejor intentar acumular poder y morir que ser una rata cobarde que huye, así que solo me quedaba la tercera opción.

Observo como Nickar dice que quiere unirse a Roriarkas y le lanzo una mirada fulminante.

Iremos con el envenenador, no tenemos tiempo que perder con alguien que solo quiere fugarse de aquí, no hay futuro ni gloria.

Palpé la empuñadura de mi arma, ella vendría conmigo, consciente o no.

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18/08/2017, 12:43
Nickar

Mirando a Ishad sonrió con dulzura, sin duda la opción de ir con Hernst le atraía, pero si no entendía que ella quería hacerse con el título de Roriarkas, algo no había comprendido.

- ¿y no crees que pueda estar con ambos? Con los tres de hecho, si buscas lo seguro y fácil, acabarás pudriéndote aquí por aburrimiento, yo no busco escapar, ni quedarme, busco ganar lo que es mío, así que no seas aguafiestas, lo primero es recibir el alimento prometido, si desperdicias la ocasión de conocer todo con detenimiento, te perderás lo mejor de la vida.

Decía de ir con el envenenador, no tenía nada en contra de ello, pero pretender privarle de sus caprichos no era divertido, si hubiera seguido el camino fácil no hubiera conocido a algunos personajes interesantes, que sin duda eran contactos importantes para ella - si no juegas, no ganas, violeta, verde o blanco no son opciones para mí, necesito ser una ficha incolora.

Viendo que amenazaba con su arma, sujetó su estoque y su pequeña maza, quedarse quieta le hacía bostezar, y la pereza estaba bien, pero solo en cuanto su cabeza quisiera eso.

- me gusta pensar, y escoger, y solo puedo hacerlo si conozco bien el tablero.

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18/08/2017, 13:25
Serge Leblanc

Cuando llegaron a aquella plaza, el resto de los “respetables” se presentó. Un hombre al que llamaban El Envenenador, con cuya hija habían viajado en el Despeñapresos y su viejo conocido Virming. Y con la revelación de las identidades de los tres respetables, ahora ya sólo quedaba esperar que cada preso eligiera un bando.

De las tres alternativas, la que menos seducía a Serge Leblanc era la ofrecida por Hernst Daragón. No sólo no le conocía como para saber si podía confiar en él, sino que además no le ofrecía nada que no pudieran ofrecerle mejor Roriarkas o Virming. Hablando de los cuales… Ambos ofrecían cosas que el ladrón quería. Roriarkas hablaba de fugarse de aquel agujero, cosa que Serge había estado deseando desde que le capturaron, pero… Virming tenía lo otro que el ladrón más quería: información. Después de todo, él fue el que dijo en el Despeñapresos los motivos que habían traído hasta allí a un grupo tan variopinto. Y estaba claro que sabía mucho más que aquello. El Archimago de la ciudad no había sido capaz de contestar a sus preguntas. Virming Davenrost era el único que podía saciar su curiosidad. La pregunta era… ¿merecía la pena sacrificar una alternativa de fuga relativamente segura por una fuente fiable de conocimiento?

Hazir y Nickar por el momento se mantuvieron al lado de Roriarkas, aunque Hazir deseaba charlar con Virming más tarde. En cuanto a él… Se acercó a Roriarkas y se inclinó educadamente ante el respetable.

 -Me vais a perdonar, monsieur, mais creo que los intereses del llamado “Comadreja” se asemejan más a les miens.

Luego se acercó a Lisa.

 -Ma petite cherie, no quiero t'obliger a seguirme. Elige tú el bando en el que tu préfèrerais estar.

Y tras acariciarle la cabeza, Serge comenzó a caminar hacia Virming, siguiéndole de vuelta a “El Grosero” e ignorando la discusión entre Ishrad y la bella Nickar. Además, regresar hacia esa sucia taberna tenía una ventaja añadida. Yzlin no les había seguido, se había quedado atrás, cerca de “El Grosero”. Tal vez se la cruzara al volver hacia allí y pudiera ofrecerle unirse al “Comadreja” junto con él. Porque hasta que no se borrara esa marca en su frente… No le parecía buena idea que se quedara sola.

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20/08/2017, 12:23
Socar Fonn'Aster

    El estúpido de Hologor siguió el consejo que lo dí y se quedó atrás junto con el hombre de aspecto extraño y la gorgona. No logré comprender todo lo que sucedió en el instante en que Lythrai y Pain estuvieron a punto de pelearse pero si sirvió para que este último se alejase por el momento, tanto mejor.

    Tras aquello me puse a la par de Roriarkas, preferí pasar por alto el comentario del novato hasta que llego otro de los respetables. Virming no era más que otra sabandija con demasiado en común con el animal que le daba aquel sobrenombre, su lengua viperina y comentarios relativamente suspicaces apenas surgieron efecto, aunque sobre lo ocurrido con Hazir hizo que me volviese hacia aquel joven con cierta curiosidad. En cualquier caso tal interés se borró de inmediato cuando el último actor entró en escena... Hernst, tarde o temprano ajustaría cuentas con el y sus matones de pacotilla, aún tenía mis sospechas de que el podía estar perfectamente implicado en algún grado en lo que me había ocurrido, tarde o temprano lo averiguaría y entonces no habría lugar en este infecto agujero en el que pudiera esconderse de mi ira. Sin embargo la única muestra externa que quise mostrar se redujo a cerrar mi puño con fuerza, ahora debía de ser frío como el acero que me cubría, cada problema se resolvería en su momento y ahora había algo mucho más importante por delante.

   Si la salida del Grosero había sido la primera criba ahora los novatos se enfrentarían a la segunda, parecía claro que algunos ya habían decidido y otros se habían subido a una nube creyendo que aún disponían de libertad para dar forma a sus ensoñaciones ridículas en el mundo real. Me giré hacia la mercenaria, pero de nuevo no limite mis palabras solo a sus oídos, simplemente se había dado el caso de que ella era quien más parecía poder encajar en nuestro grupo.

    -Sentíos completamente libres de tomar las decisiones que consideréis mejores para vuestro futuro pero tampoco seáis ingenuos, si solo hay tres Respetables es porque son los únicos tres nombres que se han ganado el respeto de los Anfitriones y es a ellos a quienes se dirigirán en primer lugar para asignar los trabajos fuera de la prisión. Pero esas asignaciones se tienen que ganar, por eso hay una lucha constante por el poder entre ellos, nadie os obliga a uniros a nosotros, así que si vais a iros con otros este será vuestro momento, aunque no os dejéis engañar tampoco, si nos llaman débiles es por mera conveniencia ya que somos adversarios en esta historia, especialmente de Hernst, y obviamente si ganamos más hombres para nuestra causa  la balanza puede inclinarse más hacía uno u otro bando.- Mi tono es firme y claro, no me ando con rodeos, serán novatos pero no por ello deben de dejar de tener que ver las cosas como son y mejor si lo descubren cuanto antes para evitar problemas más adelante. -Y sí, nuestro objetivo es salir de aquí, pero eso no significa que vayamos a dejar atrás a cualquiera de los que estén con nosotros cuando la situación sea complicada, jamás permitiría que tal cosa sucediera, pero para ello necesitamos saber que habrá lealtad y hermandad. Con esto dicho ya podéis tomar el camino que deseéis pero os recomendaría que antes de precipitaros esperaseis al menos a que se abra el portón.-

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20/08/2017, 13:38
Nickar

La Tiflin sonrió, no se sintió muy mencionada, pero todo tenía que ver con ella, por lo que las palabras del tipo con armadura no era excepción - no hacía falta que me lo dijeras, ya dije que primero conocería bien el tablero.

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20/08/2017, 13:49
Lythrai Fonn'Aster

Más humana que muchos humanos que he conocido. Esderian había dado en el clavo. Incluso Lythrai, quien en su vida de mercenaria se había acostumbrado a trabajar con todo tipo de criaturas y razas, jamás había tratado con una gorgona hasta aquel día en el Despeñapresos. Allí, la gorgona les demostró a Lisa, Gohozor y ella que se podía confiar en ella, que podía ser una amiga. Y sin embargo, cuando se giró para mirar a Yz y moverse y hablar con ella, la medusa le echó una mirada tan dura que prácticamente, de haber querido ésta, habría dejado petrificada a Lythrai. -Iré con vosotros, llegado el momento.- fue lo único que le dijo.

Lythrai se sintió dolida. ¿Cuánto habrían cambiado las cosas para que ahora de repente hubiera dejado de confiar en ella? ¿Fue tras hablar con su patrocinador? ¿Fue cuando se separaron en las profundidades bajo Arkhania? ¿Era por la marca, porque ella tenía una y Lythrai no? Quizás solo necesitase tiempo a solas. Gohozor a veces también se comportaba así. Quizás formaba parte de la naturaleza de ambos. O eso quería creer, porque la idea de perder a una amiga y una aliada,

Lythrai frunció levemente el ceño, pero no insistió y dio media vuelta en silencio, reemprendiendo la marcha.

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21/08/2017, 05:14
Lythrai Fonn'Aster

"Algo se nos escapa también con Yz." le murmuró a Esderian cuando emprendió de nuevo la marcha. "Espero que sólo sea un mal día. Ni Pain ni ella se han tomado bien esto de morir una vez. No puedo culparles. Debe de haber sido una experiencia horrible. Quizás Pain tenga razón. Quizá debimos acompañarles."

Nickar, Roriarkas y Socar acabaron llevándoles a una plaza, rematada por un pedestal sin estatua. Lythrai se imaginó divertida en la que alguien probablemente había derribado cual fuera la estatua que hubiera antes. En aquella ciudad sin guardias ni ley... ¿quién protegía el patrimonio público? ¿Siquiera, quien limpiaba? Porque era de agradecer que las calles no estuvieran tan asquerosas como la Grosería...

Entonces una voz familiar les dio la bienvenida. "¡Davenrost, vieja comadreja!" le saludó alegrada de verle de vuelta. Como siempre, el contrabandista nunca mantenía la boca cerrada. Aquello era genial porque era el único tipo franco en medio del secretismo que parecía embadurnar a hasta ahora todos los demás habitantes de Arkhania con los que se habían ido encontrando. A Virming le importaba una mierda revelar los secretos de la gente en voz alta, como pudieron apreciar una vez más cuando reveló lo que Hazir había estado haciendo la primera noche en que estuvieron todos libres en el Despeñapresos. Enrollarse con Miraria Daragón.

Sería mentir si Lythrai dijera que no le molestó en absoluto lo que acabó de oir. Se sintió... ¿sorprendida? Bueno, sorpresa implicaría que Hazir hubiera actuado de una forma no esperable en él... Pero es que si se paraba a pensarlo, aquello era... uuh... esperable de alguien como él. Hazir tenía en sus ojos el brillo de la vida, del disfrute de ésta en su totalidad. De las historias, de las posibilidades, de los paisajes, de las comidas, de los combates, de las personas, y de todas las sensaciones posibles... Y aunque quizá no la practicase de la misma manera, Lythrai compartía su filosofía. ¿No era aquello precisamente algo que tenían en común? Renegar de aquello quizás sería renegar de lo que en un principio había unido sus destinos. Así que... si no había sorpresa... ¿Por qué la sensación de molestia? ¿Celos, tal vez? Sólo había una Layldara, y esa era ella. ¿Por qué iba a tener celos? A la hora de la verdad, quien viajaría a Quisan con él sería ella, y no Miraria, ¿o tal vez también le había prometido eso a ella? ¿Tal vez lo único que le interesaba de ella era el ejército que podría brindarle? ¿Era la lealtad que les había prometido a ella y a Esderian un burdo velo que cubría sus auténticas intenciones, las de utilizarla y luego tirarla?

...Sí. Quizás solo estaba molesta. Le estaba dando demasiadas vueltas a un enrolle nocturno. -Quizás solo estoy de mala uva.- pensó. -Después de lo de Pain, después de lo de Yzlin, ahora esto...-

Como fuera, los negocios llamaban a la puerta. Ernst, el Envenenador, Virming, la Comadreja y Roriarkas, a secas. Pronto comprendió que ellos tres eran personajes importantes de la ciudad, tal vez los famosos respetables. Y ahora la pregunta era... ¿A quién seguir?

No tenía ningún interés por el Envenenador. Sabía muy poco de él, y lo poco que sabía, no le agradaba. Era el padre de Miraria Daragón, lo cual ya le desagradaba, y por su título utilizaba venenos, lo cual no le inspiraba precisamente mucha confianza. Virming era un truhán, pero le parecía mucho más de fiar que ese hombre. Al menos Virming, si quería matarte, te clavaba una espada y santas pascuas. O eso imaginaba ella. Bueno, mentira, ahora que lo recordaba, te despeñaba de su barco. ¡Pero oye, al menos no lo hacía a traición! ...Más o menos. En cualquier caso, la Comadreja se había parado a brindarles a Yzlin, Lisa, Gohozor, Esderian y ella respuestas. Respuestas que también había acabado dando al resto de presos. Había demostrado ser un tipo decente, y aquello era muy importante para Lythrai.

¿Qué sabía de Roriarkas? Apenas nada, porque había llegado tarde a la conversación. De él sabía que quería fugarse, lo cual, por cierto, no era en absoluto un detalle banal. Antes, cuando se enteró, Lythrai miró a Lisa en cuanto oyó el objetivo de Roriarkas. "¿Has oído eso, Lisa?" sus ojos se le iluminaron. "¡Fugarse! Ah, lo que daría por que el viejo Gohozor hubiera oído aquello. Él era el primero que quería fugarse."

Socar entonces la miró directamente para hablar con ella, aunque lo que fue a decir también estaba dirigido a los demás. Fue a explicarle qué tenía de especial Roariarkas como preso Respetable frente a los otros dos.

"Lealtad, hermandad... Socar, la manera solemne en que pronuncias estas palabras me hace sonreir con nostalgia." dijo con sinceridad. "Una vez, obstenté con orgullo el apellido que ahora nos une a mi y a mi hermano, el apellido de una compañía mercenaria muy especial para mí, cuyos principios son precisamente la lealtad y hermandad. Será un placer ganarme de vuelta el derecho a llevar mi nombre completo trabajando codo con codo con vosotros. Estaré encantada de ayudaros, a mí y a varios de mis compañeros nos interesa mucho la idea de salir de Arokhan... permanentemente. También me alegra que la adversariedad que mencionas sea más pronunciada respecto al Envenenador que respecto a la Comadreja, pues como no deseo en absoluto enemistarme con Davenrost."

Nickar se posó sobre el pedestal de la estatua inexistente con tanta naturalidad que parecía que hubiera sido dispuesto ahí para ella. Se definió a si misma como una ficha incolora, despertando la admiración de Lythrai. Una vez más, la demonio miraba con vistas a futuro, al futuro en el que se veía como una de las Gobernadoras de Arkhania. Ishrad, por el contrario, pensaba que el camino más rápido al poder era servir al Envenenador, y quizás tuviera razón, pero Nickar ya había demostrado que, como ella, no necesariamente prefería siempre el camino más rápido. Serge, misterioso como siempre, sencillamente dijo que sus intereses eran más afines a los de Davenrost, aunque Lythrai no estaba demasiado segura de cuales eran siquiera los intereses de Davenrost. Pero sí que tenía claro que tenía unas preguntas que hacerle, y que tampoco quería perder... la relación amistosa que en principio tenían por ser clientes de su barco. "¡Yo también tengo unas preguntas que hacerte más tarde, capitán!" le despidió con un saludo de mano. "Si a bien lo tienes, Hazir, avísame cuando vayas a verlo y te acompañaré." le propuso al quisashi con una sonrisa amistosa. "Me alegra saber que también trabajarás con Roriarkas." Se inclinó un poco hacia la derecha para mirar a la tiflin detrás de Hazir. "¡Y eso también va por ti, Nickar!" le gritó alegremente a la tiflin que posaba solemnemente sobre el pedestal, antes de volver a fijar los ojos en el quisashi.

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21/08/2017, 17:41
Pain

Esbocé una sonrisa turbia, deshonesta, sucia y oscura, pero no peligrosa. En cuanto los otros se habían ido, y el lagarto se había quedado sin sus presas, parecía que algo había cambiado: ya ninguno parecía tan estúpido. ¿Eran matones? Sin duda alguna. ¿Monstruos? Se veía a la legua, incluso yo podía con mi mala vista. Seguramente también unos bellacos y unos cabrones capaces de traicionar a cualquiera y apuñalar por la espalda a la mínima... ¿Pero idiotas? No, eso no lo eran, lo tenía claro.

En cuanto comencé a caminar detrás, junto, al tal Hologor, con pasos rápidos para mantener la altura de sus largas y fuertes zancadas, supe que había hecho bien, que me había quedado donde debía. No tenía nada que ver con que los demás se dirigieran a una trampa a la que no temía –pero que me habría encantado ver–, sino más bien con la sensación de que, tras bastante tiempo, puede que desde el principio de mi unión con los Scahrossar, me sentía de nuevo parte de algo, entre gente, seres más bien, como yo; tal vez eramos todos escoria, deshechos que los poderosos con clase y un falso sentido del honor y el orgullo no querían, pero éramos el tipo de basura que no se dejaba pisotear. El buen humor solo desapareció, un instante, cuando la medusa, tras un leve titubeo, se unió también.

El único motivo de esto – dije señalando mi marca en la frente, que no me había preocupado en ocultar con mi enmarañado pelo – es que no maté cuando debía a quién debía – sentencié clavando la mirada, esta vez con una frialdad que helaba, la misma que destilaban mis palabras, en Yzlin –. Por él también tienes tu esa marca. Vi como le salvabas, y debes saber que no ha servido de nada. Él – Cisco – y quien se interponga – Nickar, por ejemplo –, morirán llegado el momento. Espero que no te entrometas.

Pronto, muy pronto, me iba a vengar del estúpido kobold que me había fastidiado el espectáculo y había causado que el gigante de hueso se fijara en mi. La lagartija moriría, no importaba como mientras fuera a mis manos, y así infundiría el temor en el corazón de los demás, el miedo y, sobre todo, el horror. Su desasosiego sería la recompensa ante tan insignificante muerte, y su odio alimentaria mi vanidad. Después, alguno, cometería un error, el error fatal de querer venganza, y uno tras otro, con cada cuerpo que dejara allí sin vida, acrecentaría mi posición y reduciría sus esperanzas. Saboreé mis propios pensamientos, pasé la bífida y bifurcada lengua por mis secos y agrietados labios, y volví a la realidad cuando me di cuenta de que la gorgona había seguido hablando. Resoplé.

¿Qué plan dices que tienes? – pregunté con desprecio, aunque levemente intrigado –. ¿Y qué importa a quien sirva? Primero tendremos que saber si sus amigos merecen la pena para algo más que para decorar las calles como estatuas, ¿no? 

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24/08/2017, 10:44
-Residuos del Dolor-

Roriarkas mira enarcando una ceja cómo el reo 634, conocido por sus compañeros como Ishrad, se marcha tras Herst, con el grandullón de la marca en la frente detrás. El Reo 642 lo sigue. El grandullón luce también la marca en la frente y ambos se marchan tras el envenenador.

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24/08/2017, 10:54
-Residuos del Dolor-

A Ishrad
Caminas tras Herst dejando atrás la plaza. El envenenador avanza a paso lento, hacia el este según puedes intuir.

Si es consciente de tu presencia no da muestras de ello, como si no le importase. Tras unos pasos gira un recodo y se detiene bajo una arcada baja de piedra. De las sombras, apenas imperceptible hasta que se ha movido, emerge otra figura. Un drow.

-Has tardado- le dice a Herst en un tono coloquial. -¿Quién te sigue?- comenta hablando con voz educada y gran maestría en la lengua. No posee el acento característico de los elfos oscuros y eso sólo puede significar que es un drow de alta alcurnia. -¿Qué hace aquí?- piensas.

Amok intercambia una mirada contigo y da un paso hacia él.

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24/08/2017, 11:02
Reo 642

-Yo soy Amok- digo cerrando el puño contra el pecho -Los drows me han traído aquí para ser su esclavista- las palabras van acompañadas por el cuerpo enderezado y la barbilla bien alta en signo de intentando dignificar su postura (y ocultando la marca de paso). Tanto el drow como Herst les llegan a la altura del pecho.

Amok está acostumbrado de que se sientan intimidados por su mera envergadura. Pero allí, donde las apariencias engañan, la peculiar pareja se le queda mirando con un rostro que, acompañado al silencio que le precede, lo desnuda de toda dignidad resultando una postura cómica y completamente fuera de lugar.

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24/08/2017, 11:09
Reo 587

-Evidencias que eres nuevo por aquí con una contundencia peligrosa- contesto después del silencio prolongado -Lo que afirmas es motivo suficiente para considerarte mi enemigo pues, como hasta un ser como tú puede entender, a causa de ellos me encuentro aquí.- Otra pausa para que digiera estas palabras -Pero...- miro a Hernst y vuelvo la mirada hacia Amok -...si no gozaras de simpatía por tus captores, como pareces mostrar, podrías convertirte en una grata fuente de información para mí. Claro está, si me importara lo más mínimo. No es el caso, así que puedes ir a esa mugrienta taberna, El Grosero y buscar a alguien a quien pueda interesar lo poco que puedes ofrecer.-

Tras ello, mi mirada se dirige al humano que va con él. -¿Alguna otra elocuente afirmación antes de que podamos continuar con nuestros asuntos?-

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24/08/2017, 11:19
-Residuos del Dolor-

A Pain, Yzlin y Serge

Antes de que Yzlin pudiera contestar a Pain, a las puertas de la Taberna El Grosero, Hologor se gira para miraros pero su vista va más allá. Al otro lado de la plaza aparecen dos figuras reconocibles. El primero es Virming "Comadreja" Davenrost que camina un paso por delante del reo 584, Serge.

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24/08/2017, 17:07
Virming "Comadreja" Davenrost

-Vamos, Serge. Ahí tenemos El Grosero- comento junto al ladrón al tiempo que le palmeo la espalda. Veo que en el umbral están Yzlin y Pain. -De excelente compañía gozaremos hoy- digo agrandando las zancadas. -¡Pain!- Le sonrío -Señorita Yzlin- hago una reverencia. -Espero que tengáis hambre- digo dirigiéndome hacia los tres.

-Hologor, mi fiel compañero. ¿Cómo ha ido todo por aquí?- El lagarto sonríe y asiente -Bien, bien, perfecto.-

Encabezo la marcha adentrándome en el antro y percibiendo cómo, al notar mi presencia, todos guardan un respetuoso silencio. Giro a la izquierda y la escoria se aparta revelando un acceso limpio sobre las maderas astilladas del suelo. Sin vómito, sangre o sustancias extrañas. Uno de los grandullones apartó la mesa en la que se encontraban. Los otros las sillas. Tiraron de un pequeño cordel (casi imperceptible) del suelo y abrieron la trampilla.

 

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24/08/2017, 18:28
-Residuos del Dolor-

El descenso por la estrecha escalinata da paso de la madera a la piedra, del hedor a escoria al olor de la humedad y comida. Un guiso. Están haciendo un guiso a base de carne y verduras. Zanahoria, patatas, guisantes, cebolla y suculenta ternera. El aroma es exquisito con un toque de laurel.

Virming cruza la estancia oscura, sin necesidad de luz como el que cruza su hogar y enciende varios candelabros. Vuestros ojos se adaptan con rapidez al cambio de de luz. En el centro hay una mesa larga y ancha que ocupa casi toda la estancia, con un reducido espacio para las sillas. Las paredes están adornadas con tapices que las cubren por completo. Los candelabros yacen sobre la mesa. La única pared sin tapices es por la que accedéis, cruzando un arco de medio punto aparecéis en una esquina de aquella estancia. En la esquina contraria hay un espacio del que proviene el olor que abre vuestro apetito.

-¿Tenéis hambre?- vuelve a preguntar al ver que vuestras miradas se dirigen a la izquierda. Se quita los guantes, el sombrero, la capa y la armadura de cuero dejándolos en un hueco tras uno de los tapices. Presidiendo la mesa, se sienta en el extremo izquierdo, dejando el hueco de la cocina a su derecha.

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24/08/2017, 18:41
Virming "Comadreja" Davenrost

-Pasad- hago un gesto -Serge, siéntate aquí a mi izquierda. Pain, por favor, toma el asiento de la derecha. Bella Yzlin, vos podéis sentaros ahí, junto a Serge.- Aguardo a que tomen asiento -Estoy seguro de que tenéis mucho que preguntar. Es un contratiempo desafortunado que tengáis esas marcas pero no tengo duda de que pronto desaparecerán de vuestra frente.- Me reclino -No voy a ser tan maleducado como para preguntaros por el viaje así que, si os complace, mientras llega el resto, comentadme qué os ha traído a esta mesa a la que yo os invito con gusto.- Hago un gesto a lo largo del mueble. Tras ello echo una ojeada a la cocina en penumbra para calcular más o menos el tiempo que queda al guiso -Sólo unos minutos, bien, bien, me muero de hambre.-

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24/08/2017, 18:46
-Residuos del Dolor-

-Bueno, continuemos- comenta Roriarkas a su compañero Socar que le acompaña a su diestra. Salís de la plaza adentrándoos en una maraña de callejones estrechos de suelo irregular adoquinado y paredes de piedra y madera altas, que parecen curvarse hacia vosotros.

La comitiva camina en silencio. Uno de los callejones se ensancha dandoos un respiro. Al otro lado del espacio rectangular, tras un muro de piedra, se alza una torre baja pero ancha. Todo apunta a que se trata de la guarida del grupo de Roriarkas.

El humano se coloca en una estrecha puerta de madera empotrada en el muro. Sócar delante suya os impide ver sus movimientos pero no escuchar la pequeña salmodia susurrada en una lengua extraña. Tras ello, la puerta está abierta y accedéis al otro lado.

Es una torre de base hexagonal. Austera, sencilla, con las comodidades necesarias pero sin lujos. Tiene un patio trasero que cuenta con un manantial. Se usa para múltiples funciones (entrenamiento, descanso, lavadero...). La distribución de las estancias es vertical a lo largo de la torre. La planta baja es un espacio de recepción, con una alfombra en el suelo y las paredes cubiertas por tapices. Encima está el salón/comedor de uso exclusivo para los miembros del grupo o alguna visita ocasional de interés. La tercera planta es la cocina que cuenta con montacargas para bajar los platos al comedor una vez cocinados y el resto son siete habitaciones y una pequeña buhardilla.

Os detenéis en el comedor. Hay una mesa rectangular en la que Roriarkas se sienta a un extremo. Desde arriba se filtra un olor a estofado. Podéis distinguir la carne, la cebolla, las patatas e incluso el dulce aroma del tomate.

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24/08/2017, 19:20
Roriarkas

Me quito los guantes y la gabardina, dejándolas en una pequeña mesa tras de mí antes de sentarme. -Por favor, tomad asiento.- Aguardo a que lo hagan, inspiro hondo concentrándome y, mirándolos fijamente, les digo -MI NOMBRE ES RORIARKAS- haciendo fuerza en cada sílaba, en cada letra, para que penetre en su cabeza siendo consciente que desde ese momento, me recordarán por mi nombre y no por un número.

Tras ello, señalo a mi compañero -EL ES SOCAR- digo haciendo la misma fuerza de voluntad. Tras ello inspiro y espiro -Con el tiempo uno aprende a eludir las restricciones de esta prisión. Yo, Roriarkas, soy un rompeumbrales- revelo con total claridad -Seguro que a estas alturas sabéis que Arkhania usa los portales para enviar a los presos fuera de la ciudad. Bueno, no hace falta que os diga cuál es mi especialidad...- tras ello adopto una postura más seria -Es posible que quiera salir de la prisión, pero vuestro amigo Ishrad tiene razón. Sólo fugarse no serviría de nada.- Sonrío a Socar pero no digo nada más. Por supuesto, se intuye que mi plan es mucho más elaborado y sólo al final del mismo conseguiremos la auténtica libertad. -Como os dije, os invitaré a comer. También puedo quitaros el número y devolveros el nombre pero eso lo haremos después de comer- concluyo cuando escucho el montacargas bajar.

Me levanto y tras abrirlo hay todo un hoyón de estofado. El aroma inunda la estancia. Cojo varios platos del mueble de abajo y comienzo a llenarlos pasándolos a cada uno de mis invitados salvo, claro, a Socar. -Por favor, comed- digo antes de introducir los cubiertos y dar buena cuenta de todo. Tras la comida hablaremos.

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24/08/2017, 19:33
-Residuos del Dolor-

En tu mente queda la despedida de Lisa. La astuta gnoma va con Roriarkas para luego comentar todo lo que descubra de éste y así intercambiar información con todo lo que descubras de Virming. Todo por el bien del grupo. Al mismo tiempo mostró su preocupación por Yzlin.

Ahora, con Yzlin a tu lado, puedes ver que a la medusa le pasa algo. Constantemente se toca el vientre (el lugar donde tuvo su herida fatal) y su semblante es de extrañeza absoluta. Ha intentado disimularlo, triunfando a los ojos de Virming. Pain no se fija en esas cosas pero no ha eludido tu atención.

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24/08/2017, 19:37
-Residuos del Dolor-

De entre todos los olores que vagabundean por las calles, detectaste pequeñas trazas de uno que atrajo poderosamente tu atención: Azufre, el olor de la maldad. -Demonios- pensaste nada más olerlo. Pero era diferente. Estaba mezclado con un olor más intenso, más fuerte.

Tuviste la impresión de que, cuanto más os acercabais a la torre, más muestras de este olor detectabas. Eso te resulta cuanto menos, inquietante.