Partida Rol por web

Todo un espectáculo psicodélico se extiende ante vosotros. La jungla parece envolver una ladera rocosa que se eleva tocando el cielo. Los árboles cercanos a las rocas son de color rojo anaranjado y una gran cascada surge de la jungla para alcanzar la cima. El agua, en lugar de caer desde lo alto de las rocas hacia abajo, sucede al contrario, asciende hacia arriba. Ante vuestras estupefactas miradas las rocas parecen cambiar de forma, como si estuviera en constante movimiento tomando todas las formas más increíbles jamás vistas. La vegetación es de lo más extraña, no habéis contemplado nada igual, sus formas parecen desafiar toda lógica y la selva está plagada de cañas de bambú, pero de color rojizo.

Me quedo perplejo ante lo que veo. Parezco más sereno que por la noche, pero se nota que he dormido mal y estoy algo desorientado.

Quede paralizado al ver todo aquello, sin poder decir una sola palabra. Horrorizado ante tan dantesca visión. A la mierda todas las leyes de la física que tan poco atendí en el internado. Esto estaba fuera de toda lógica y por ende de toda cordura.

Gracias a mi mala suerte estaba en una isla que ni el mismo Miro hubiera imaginado. Me deje caer de culo al suelo sin poder apartar la mirada a pesar de querer hacerlo. Estaba conmocionado cuanto menos... por no decir una mala palabra.

Pero había algo que me ayudaría a comprender la locura y ese era mi fiel latón, sin pensarlo saque de mi bolsillo a laton, ese viejo amigo, descorche su cabeza y bebí su contenido, sin importar las arcadas que me pudiera dar ese brebaje.

Tal vez estemos todos muertos y esto no es otra cosa que el infierno. Digo mientras avanzo unos pasos boquiabierto sin dejar de mirar hacia delante.

- Pero ... que ... no entiendo ...

Creía haberlo visto todo en las noches locas de Hollywood. Creía que no había más magia que la del cinematógrafo. Pero esto, esto...

—Es... hermoso...— susurro con voz ronca, hablando conmigo misma.

Doy unos pasos vacilantes hacia el horizonte, con los ojos empañados y fijos en un punto indefinido. Casi sin darme cuenta, llevo mis manos al pecho y empiezo a tararear la melodía de Lost puppy, el que esperaba sería mi primer gran éxito radiofónico.

Así permanezco, perdida en la extraña belleza del paisaje, indiferente al frío de la brisa húmeda que se cuela por los girones de la poca ropa que me queda; a las posibles miradas de los hombres; al hambre; al sueño; al miedo...

—... I'm a lost, lost puppy... I need you to find me... hug me... tell me everything's gonna be all right...

Decido acercarme al agua, aquello era increible como podía ser, tal vez un motor subía el agua. No eso era imposible, se vería a simple vista. Y todos esos arboles rojos, tal vez el tema esté en que lo que veo no es agua. Me acerco un poco más intentando ver alguna otra diferencia o algo que diga que puede ser aquello.

Seguía absorto dentro de mi mente, sentado mirando aquello que claramente rozaba lo irracional y se pasaba de largo.

Lo único que aun me ataba a la realidad era la petaca y su sabor metálico que corría dentro de mi garganta, cada vez que bebía de su contenido, pero pronto se acabaría y perdería toda unión con la realidad.
-¿Esto es real?, ¿es real?-Ni en mis mejores años en la calle GreenPech con aquel tarado y su bote de pegamento, me hubiera imaginado algo así.

Algo brillante parece llamar vuestra atención. Parece un destello. Es como si los rayos del sol se reflejaran en un cristal. Parece venir a una distancia de 20 a 50 metros alejándose de la cascada y por tanto, se aleja de la zona rocosa que se eleva sobre la jungla como un iceberg en un océano.

Creo que algo esta atrayendo el agua hacía arriba. Digo mirando a la cima de la cascada, tenía ciertos conocimientos de biología pero aquello era algo que jamás había visto una curiosidad comienzo a invadir todo mi cuerpo, necesitaba saber que era lo que atraia el agua, como y por qué o me volvería loco sin remedio. Tenemos que seguir el trayecto del agua, rápido. Digo. Estoy nervioso parezco impaciente trás la conmoción inicial. Me muevo de un lado a otro esperando a ponernos en marcha. Vamos. Vuelvo a decir.

Sigo a Wolovitz manoseando nervioso el arma.

Finalmente al acercarme la petaca a los labios y buscar su liquido hipnotizador, no obtuve nada, señal de que era el final. Y momento para volver a la realidad, a pesar que la actual era tan extraña como cualquier cuento de hadas.

Sin trabajo pero resignado me levante y guarde mi vacía amiga en su bolsillo. Por suerte mi chaquetón estaba cerca de mi.
-Vale darme un momento para vestirme y coger una herramienta... y voy con vosotros, pero os juro que como vea algo mas, voy a necesitar algo mas fuerte que agua rusa.-Dicho lo cual busque en la maleta mi viejo martillo, me abrocho la gabardina, por lo que pudiera pasar y me puso a la espalda de ese par de locos nobles.

Aún ensimismada, me uno a la comitiva de hombres al sentirles pasar a mi lado. Algo en mi cabeza me dice que no es buena idea, que están locos, que habría que buscar la forma de salir de este extraño lugar, volver a casa, volver a las noches de gala. Pero el extraño paisaje me tiene como hipnotizada, y es tan sencillo dejarse arrastrar por el grupo...

Los ojos de Walter no pueden dejar de admirar el panorama. Mas allá de lo dificil de aceptar, aquello era muy hermoso. Tal vez habían entrado a alguno de los infinitos mundos mitológicos de los que tanto había leído. O tal vez habían consumido alguna sustancia psicodélica del lugar. Pero prefería creer lo primero. Sus inumerables horas detrás de los libros, tal vez estaban tomando vida.

Se dispuso a seguir al grupo, sin dejar de admirar el paisaje.

Subamos junto a la cascada- digo- Estamos ante un acontecimiento único, ¿No me digan que no se pregunta a donde va toda esa agua?

Este lugar aunque tenebroso albergaba grandes misterios, como ese curioso cerdo que no era un cerdo, todos esos ruidos en la noche y el silencio del día, la vegetación roja y por último esa enorme cascada que parecía haberse equivocado de dirección. Tal vez nos estábamos volviendo locos, algún tipo de estrés postraumático provocado por el naufragio o nos habíamos intoxicado comiendo esa carne tan rara, pero aun así tenía que asegurarme.

Poco a poco, voy volviendo en mí misma. La belleza mística de la escena da paso a la horrible certeza de que algo muy extraño ocurre en este lugar, al miedo a nunca poder regresar. ¿Acaso encontrar la respuesta a los misterios que encierra la isla nos ayudará a escapar de ella? ¿Qué otra cosa podíamos hacer? El parlanchín profesor lo ha dejado claro: tal vez nunca nos encontrarán. Pero hay que luchar, hay que intentarlo; y centrarse en comprender lo que está pasando en la isla es, en cierto modo, rendirse; admitir que este será el nuevo hogar en el que debamos aprender a vivir. Y no. Mi carrera no va a acabar en este extraño trozo de piedra perdido de la mano de dios...

—No es que no me lo pregunte, querido; pero lo que realmente quisiera saber es cómo salir de este maldito lugar. ¿No cree que puede ser peligroso ir hasta allá arriba? Sea lo que sea, no parece natural —me acerco a John balanceando mi cadera y juntando los brazos de modo que mi top ceda dejando entrever mis pechos—. Realmente, admiro su espíritu científico; sin embargo, creo que deberíamos centrarnos en preparar nuestro rescate. No pienso quedarme en este lugar de mala muerte más tiempo del estrictamente necesario. ¿No está de acuerdo en que deberíamos estar preparando nuestro rescate, haciendo señales o construyendo una balsa? —añado, haciendo morritos y aniñando la voz con complicidad.

Siento como Ana se aproxima a mí. Realmente la sentía. Cada parte de su cuerpo, provocando la necesidad de protegerla, me confundía. Tardé un poco en responder.

No soy cientifico, soy médico. Aunque realmente subir podría ayudarnos a ser rescatados, nos dará una idea más clara de la forma de la isla, tal vez veamos un continente. También podemos hacer una hoguera con ramas verdes en la cima, de esta forma podrá ser vista desde cualquier dirección.

-Lo que sea, pero va monos ya. Se que dije que quería explorar esta isla, ayer cuando naufragamos, y sigo pensándolo, pero creo que ahora vamos a tener que lavarnos la cara cada vez que crucemos una esquina, así que antes de perder el juicio y ver unicornios vomitar arcoiris, sugiero que nos pongamos en marcha, me da igual hacia donde, pero lo de la hoguera me parece una buena idea.-No estaba siendo muy racional, ni siquiera pensé lo que decía, solo quería salir de ese campamento improvisado, aunque el destino fuera peor.

—La última vez que escuché a un borracho me metí en problemas; y la última vez que escuché a un médico me salvó la vida. Pero ¡oh!, nunca antes se habían puesto de acuerdo el uno con el otro. Contad conmigo, chicos. ¡A veces hay que enfangarse en lo más sórdido para brillar en lo más alto! 

-Me encantaría ser un borracho señorita, pero no tengo tanto dinero.-Esa mujer era hermosa y merecía un poco de distracción y de paso me ayudaba a pasar el mal rato con un poco de humor. Por supuesto humor para ellos, porque lo que yo contaba era la pura verdad.