Partida Rol por web

Paseo los ojos sin cesar por las diferentes situaciones de esa concurrida calle y todo parece pasar normalmente.

-Señor Hudson, parece que no hay noticias nuevas. ¿Cuánto tiempo habrá pasado? ¿Cinco? ¿Diez minutos?-trato de entablar conversación con él mientras mis ojos husmean por la fría calle en busca de algún movimiento sospechoso.

Hudson seguía observando la calle cuando escuchó el comentario de Sauch. Apagó el cigarrillo que tenía encendido en ese momento.

¿Además de la espera tengo que darle conversación? Hudson seguía irritado por tener que trabajar con "aficionados".

Es probable que se retrasen un poco, eso pondrá nervioso al señor Cornelisz y será más fácil que haga lo que quieren.

-No puede estar más nervioso de lo que ya esta, pero años de experiencia te preceden así que, seguramente lleves razón-le comento aun sin apartar mis ojos de la concurrida calle.

Sigo sin ver nada sospechoso y, como buen periodista, comienzo a frustrarme pues siento la presencia de algo muy gordo, pero que no termina de llegar.

-Esperemos que todo salga bien-casi digo más para mí mismo que para mi compañero que no parece tenr muchas ganas d ehablar conmigo.

Sam observó de un lado a otro. ¿Sería conveniente que los dos abordaran el tren? Si se realizaba el intercambio los Cornelisz recuperarían al niño sano y salvo, de eso se trataba todo ese asunto, de recuperar al niño, para eso los habían contratado ¿no?

No pudo evitar que su vena reportera saliera a flote. Su instinto le decía que había algo más detrás de todo aquello. Recordaba los símbolos dibujados en aquellas piedras que encontraran en el jardín de los Cornelisz, el caso Lindbergh y su asombrosa similitud con el actual. No, definitivamente no era suficiente con recuperar al niño porque la historia bien podía repetirse con otro. Si, como sospechaba, ambos casos estaban relacionados, el único modo de evitar que aquello volviera a suceder era capturar a los secuestradores.

Apresuró el paso y abordó el tren un par de vagones por delante de lo que hicieran Peter y el señor Cornelisz. Su idea era caminar en sentido contrario a éstos para poder ver así lo que sucedía a sus espaldas y que éstos pudieran ver lo que sucedía tras las suyas. Tenía una idea más que clara en mente, idea que en cuanto tuviera oportunidad compartiría con Peter. Observó el reloj del andén, marcaba casi las cinco y el tren de seguro partiría pronto, no le daba tiempo a comprar boletos para ambos por lo que, llegado el momento, tocaría fingirse víctima de un robo para poder justificar así la ausencia de boletos cuando el conductor los solicitara.

Tras el titubeo inicial, Peter sale de su ensimismamiento y doblando el periodico, sale corriendo como uno más para entrar en el bagon del tren.

Los dos correis hacia el tren antes de que se cierren las puertas. Allí parais un segundo Blood puede localizar a Jacob rápidamente que le mira de reojo antes de seguir andando. Os deteneis unos segundos temerosos de llamar la atencion, pero os dais cuenta de que es algo bastante normal. 
El señor Cornelisz sigue avanzando, y cambia de vagón. Hay bastante movimiento en ese momento se cruza con otra persona y al rato alguien mas se cambia también de vagón.

En ese momento Samantha puede ver como el señor Cornelisz entra en e vagón donde ella estaba y sigue andando para delante.

Te das cuenta de que la persona que ha cambiado de vagón despues del señor Cornelisz no le quitaba la vista de encima. te das cuenta de que posiblemente sea uno de los secuestradores.

Habían pasado ya diez minutos y todo seguía igual. La gente iba de un lado para otro en las grises calles de New York y los únicos que parecíais impasibles sois vosotros. Vosotros y los dos tipos grandotes que tomaban café sin moverse. Algo os llamó la atención, un hombre acababa de salir de la estación, como muchos otros, y se dirigió hacia la pareja. Por sus movimientos iba algo bebido y uno de ellos empezó a gritarle, claramente enfadado.

Peter, intentando parecer lo más tranquilo posible, dejando espacio para que se adelante el Sr. Cornelisz avanza hacia el mismo, fijandose en la persona que cambia también de vagón.

Sam, ha conseguido entrar... Vamos a ver donde nos lleva esto. Desde luego nuestros compañeros del coche no van a poder seguirlos por este medio.

¿Habrán podido entrar en el tren con nosotros?

Hudson observó al trio con inquietud. No necesitamos ahora un alboroto.

Cuando te fijas(Hudson) te das cuenta de que dos de ellos tienen aspecto de boxeador. Algo grandes, con las narices achatadas. Aun mas, el que esta regañando al borracho es moreno. Quizas, quizas podria ser ese tal Thomas.

En cualquier caso, parece que la discusión a finalizado y uno de ellos levanta la mano hacia los coches, pidiendo un taxi.

El tipo que sigue al señor Cornelisz no se detiene, pasa junto a Samantha sin prestarla atención. Parece que ambos se dirigen hacia el último vagón.

Parece que la discursión entre esos dos tipos frena y todo termina bien. No diga nada, pues Hudson parece más hablar consigo mismo que conmigo, asi que me limito a mirar por la ventanilla esperando algun cambio en la escena mirándo de vez en cuando mi reloj.

Por lo visto van a seguir avanzando hacia el último vagón y Sam se da cuenta de ello. Su mirada y la de Peter se cruzan por un instante fugaz pero suficiente como para que él entienda su significado: Les va a seguir.

Sam, como siempre tan decidida. Vamos Peter no los pierdas ahora.

Y menos mal que lo gasto!!!!