Partida Rol por web

El hombre que persigue a Jacob no se da cuenta de que vosotros dos, disimulando entre los pasajeros, lo estais siguiendo a su vez. Por fin llegais al último vagon, donde el señor Cornelisz se sienta, dejando a un lado el maletín con el dinero. Junto a él se sienta el hombre sospechoso y ninguno de los dos se mueve ni siquiera hablan.

Cometió un error, cuando menos podía permitirse el cometer un error lo hizo. El tren había dado una inesperada sacudida y ella, asustada por la inminente caída, había dado un grito de alarma consiguiendo con ello atraer la atención. Trató de ocultar el rostro, que el hombre que estaba junto a Cornelisz no se percatara que era la misma mujer con la que se había cruzado en el otro vagón.

¿Qué hacer? ¿Fingir un accidente? ¿Simular que estaba en ese vagón porque estaba más desocupado que los anteriores y ofrecía mayores posibilidades de un encuentro furtivo con un amante? Estaba bloqueada y confiaba, esperaba... ¡rogaba! porque a Peter se le ocurriera algo para salir del apuro y no estropearlo todo como ella acababa de hacer.

Peter, se dio cuenta en el lío que se había metido su socia e intentó deshacerlo de la única forma que se le ocurrió...

Teresa... Deja de huir, no fincas que no sientes nada por mi. Desde que te fuiste de casa, no has dejado de correr y este es ya el último vagón del tren.

Tras esto se acerca a Sam, e intenta abrazarla susurrandole algo al oido, mientras aprovecha la situación para abrazarla... Si se deja.

Espero que no sea muy quisquilloso... y no se fijase en ti.

Tras esto gira la posición de ambos para mirar la reacción del tipo que seguían.

Espero que nuestro "compañeros" estén atentos, porque puede que se queden solos aquí.

Hudson enciende el coche y se prepara para seguir al taxi en el que se suban.

-Pero ¿qué?...Hudson ese no es el plan... no debemos salirnos del plan o si vamos a hacerlo deberíamos avisarles-comento algo enojado pues Hudson parece pasar de los demás.

Hudson se detuvo ante las palabras de Sauch.

Joder, solo han pasado 5 minutos de la hora. 

Estaba indeciso, si se iba tras el taxi y luego resultaba que se había equivocado ... la descripción que tenía era un poco vaga como para reconocerlo, pero ... creía que era él.

Miro detenidamente a Hudson parece fijar su vista en el taxi en el que se ha armado barullo.

-Hudson, ¿qué ocurre?-le pregunto seriamente mientras le observo sin apartar mis ojos de él.

Hudson se extrañó de la pregunta de Sauch.

¿Cómo que qué ocurre? Mire a aquellos tipos. Dijo mientras señalaba hacia los tres hombres. Los que están cerca del borracho. Uno de ellos ... podría encajar con la descripción de la criada y además llevan bastante tiempo tomándose un café, como si vigilaran el lugar. Si ese tipo es el tal Thomas ... no quiero perderlo de vista.

La intervención a tiempo de Peter pareció funcionar, y pese a tener que estar un rato abrazados en el vagon aquel tipo no pareció alarmarse. Aunque en verdad se lo veía nervioso, mirando a todos lados y a su vez sin apartar los ojos del maletin. Cuando ya habían pasado un par de paradas sin sobresaltos, el tipo con cuidado saco una saca de su chaqueta y metió el maletin en ella, sin dejar de observar a todo el mundo.

El señor Cornelisz lo miraba de reojo mientras hacia ver que miraba por la ventanilla

Trase decir aquello el grupo entero se metió en el taxi. El cual pasados unos segundos se puso en marcha. El detective tendría que ser rapido si quería seguir a los sospechosos y sobretodo cuidadoso si no quería llamar demasiado la atención. Aquella situacion era algo tensa pues a su vez no había señal alguna de sus compañeros ni del señor Cornelisz. ¿habría ido todo bien?

"Mi ojo de periodista me falla" pienso mientras intento recordar la descripción de la criada en mi mente.

-Cierto Hudson, ¿qué propones? ¿seguirlos? ¿y qué hacemos con nuestros compañeros?-le pregunto mirando de reojo a los otros dos que aun esperan la aparición de Cornelisz.

Siempre me ha gustado trabajar solo, igual que a Hudson, pero en aquel momento el trabajo en equipo parece importante y dejarlos allí tirados no me parece lo más sensato, aunque es cuestión de segundos que se marchen y los perdamos de vista. Pocas veces en mi vida se me han presentado situaciones así, así que no tengo costumbre de tener que elegir, pero siendo egoísta...

-Vayamos tras ellos Hudson, tiene razón...-le digo convencido.

El comentario de Sauch coge totalmente desprevenido a Hudson, el cual pone cara de asombro al escuchar las palabras.
Tan solo hace un gesto de asentimiento con la cabeza y empieza a manejar con cuidado el vehículo para poder seguir al taxi.
Mientras se mueve mira en dirección de la señorita Clarkson y Blood. No sabía si le estaban mirando o no, pero su mirada, por primera vez en todo el caso, mostraba un sincero - Lo siento.
Os quedáis solos con Cornelisz. Los pensamiento pasaron por la mente del detective a medida que avanzaba con el coche.
Realmente esperaba no equivocarse con aquello.

Tras varias paradas el tren se detiene en la última estación. Veis como el tipo malencarado coje el saco con firmeza y sin mirar atras y sin decir nada al Señor Cornelisz sale del vagon con el resto de pasajeros. El señor Cornelisz os mira con ojos suplicantes sin saber muy bien que hacer.

El taxi conduce tranquilamente por las calles abarrotadas de transito mientras los seguis de cerca, podeis ver como los tres sospechosos siguen discutiendo en el asiento de atras por lo que no parece que se hayan dado cuenta de que los vigilais. Sin duda el taxi se dirige a la zona de embarcaderos.

Mis ojos ni siquiera miran a nuestroa compañeros cunado los abandonamos pues de repente se despierta el periodista que hay en mi y se fijan en el coche de delante idicando con andias a Hudson por dónde van girando. Estoy emocionado, se nota y no lo oculto.

-¿Los embarcadero? ¿Estamos llendo a los embarcadero?-pregunto sin esperar realmente una respuesta.

Luego sigo fijándome en por dónde se dirige el coche.

Sam, vamos a seguirlo y ha quedado claro que estamos juntos, así que no nos podemos separar sin parecer aún más sospechosos. Sigasmosle de momento juntos y ya veremos como salimos de esta luego, ya que sin duda se ha quedado con nuestra cara.

Tras esto, Peter, coge a Sam de la mano y sin perder un solo instante dejando todo el tiempo posible, para no perder el rastro comienza a seguir al sospechoso, si Sam se deja.

Espero que no se me haya notado demasiado lo que he apreciado estar tan cerca de Sam...

Mientras espera ese instante de tiempo, le hace una señal al Sr. Cornelisz, para que se marche, esperando que este vuelva al hotel de inmediato.

Los embarcaderos, vamos a tener problemas en esta zona. Vamos a destacar como la sangre sobre la nieve. Hudson se maldecía por aquello. No estaba seguro de si su sospecha era buena o no y además estaban entrando en una zona en la que les sería difícil camuflarse.
A medida que la cantidad de coches era menor, Hudson mantenía una mayor distancia con el taxi.
Espero no perderlo por ser precavido.
El comentario del periodista pareció llegarle por fin al cerebro. Tanquilo Sauch, no hace falta que se excite, no necesitamos atraer la atención sobre nosotros más de lo necesario.

Los dos seguís al sujeto que lleva el maletín con cuidado. Las calles cercanas a los embarcaderos son en su mayoria callejuelas llenas de basura y cajas rotas. La persecución duran varios minutos hasta que llegais a los embarcaderos, una zona bastante amplia donde podeis ser vistos con facilidad. Os quedais un poco atras, agachados tras unos tablones de madera mientras veis como el tipo se mete en una casa al otro lado de ese mismo embarcadero.

La persecución por las calles es complicada, mientras tratais de seguir al taxi sin que sus ocupantes se den cuenta. por suerte para vosotros parecen entretenidos con sus discusiones y no prestan mucha atención. Hudson mira nervioso por el retrovisor pero no parece que haya nadie siguiendoles. Es otro dia cualquiera en la Gran Manzana. 

Al poco tiempo llegais a la calle 63, donde el taxi para y los tres sujetos se bajan. Efectivamente ahi estan los embarcaderos, donde parece que se dirigen.

-Vamos Hudson, debemos seguirlos-le digo mientras abro sigilosamente la puerta del coche.

"Si mi sobrino Jack me viera le encantaría" pienso rememorando la cara de mi sobrino de 9 años.

Miro a Hudson y luego vuelvo a mirar a los hombres a los que estamos siguiendo.

"Debemos atraparlos..." pienso antes de bajarme y cerrar la puerta del coche sin hacer el menos ruido.

Me dispongo a seguirlos, pero espero a Hudson.