Partida Rol por web

Astérope

Entreacto

Cargando editor
28/02/2021, 21:11
Bediviere Lafayette

BEDIVIERE

Dos días después de que se despidieran en el polideportivo, Bediviere escribía a Branwen, por privado. La americana a penas había hablado en el chat de grupo, mas que para decir que sí que estaba viva en caso de que alguien hubiese preguntado. Era de noche. No demasiado tarde, pero sí lo suficiente como para haber cenado. 

¿Cómo te va, chica lista? ¿Sigues entera? Pasaba por aquí a decirte que si necesitas unas palabras de alguien tan demente como sabio a la vez, puedes darme un toque. 

BRANWEN

Que alegria de leerte Bediviere! ¿Como estas tú? Conmocionada sería la palabra para mi. Aun. Pero lo estoy trabajando. No sola :). Cualquier palabra de ti es bienvenida. Gracias por estar ahi. Por haber estado ahi. :<3.

P.D: Lo mismo te digo. Si necesitas palabras ya sabes que yo tengo muchas :). Pero supongo que hay alguien que al oido te las puede decir mejor ;)

 BEDIVIERE

Procesándolo. Esa sería la palabra. Me he venido unos días a Toulouse, a casa de mi madre. Lejos, se puede pensar un poco mejor. Así que no tengo a nadie que me susurre palabras al oído... Pero ya veo que tú sí. Me alegro de que no estés sola.

¿Puedo preguntar cómo es que no has vuelto a casa? 

BRANWEN

¿Además de por lo evidente? Buff! En serio ¿Verdad? Claro que puedes. La justificacion simple es que aquí puedo ayudar mas que allí. La mas compleja... Supongo que tiene que ver con que sentir como hogar. Antes traeria a Deian aquí. No se se si me llego a explicar.

No me entiendas mal. Amo Gales. No sabes lo literalmente que puede que lo lleve en la sangre (un dia te explico). Pero no amo todo lo demás, aun con los buenos recuerdos.

 BEDIVIERE

Sí, me he venido por lo evidente, y supongo que por alguna que otra cosa más. 

Vale. Creo que te entiendo.

Yo también amo Nueva Orleans, más que nada en el mundo, pero no he querido irme muy lejos. Necesitaba salir y respirar. Pero también volver pronto.

De hecho vuelvo mañana. Dominique (mi madre) ya se ha quedado tranquila, y yo también necesito ayudar.

Me he hablado con los médicos asteropenses que conocí en el polideportivo. Hemos hecho un apaño legal para que pueda ayudarlos en las tareas de reconocimiento forense, autopsia y tanatopraxia. 

BRANWEN

No sabes como te admiro. De verdad. Pero no te quemes. Porfa. Busca caras amigas. Buscale a él. Bebe...bebe literalmente de ti para aliviarte. Alguien asi no dejes que se escape... 

BEDIVIERE

.....

Eres muy joven, pero muy lista. Así que seré honesta y pasaré de hablarte como si fueras una cría. 

Esa es otra de las cosas que tengo que procesar.
Él me va a ir a buscar al aeropuerto mañana. Y no sé qué va a pasar.

Esa imagen que mencionas, no deja de parpadear en mi cabeza, cada vez que cierro los ojos. 

Todo eso... Todo lo que tiene que ver con él, me maravilla y me aterroriza a partes iguales. Ha ocurrido todo demasiado rápido para mí, tanto que a veces ni siquiera estoy segura de que pueda ser real.

Por eso también he tenido que irme unos días. 

 BRANWEN

Perdóname porque casi seguro me equivoco dando consejos. Pero no te mortifiques. Sé honesta contigo y honesta con él y que los sentimientos se descompliquen. Con calma. La misma receta me la estoy aplicando con Adam. Creo. Esta es mi primera vez. Y ahí hay tanto de más a lo que sería normal...

Espera a verle y decides. Se sincera. Dedos de frente tiene el chico para manejarlo, creo. Excepto por lo de apuntarse a la F.E.E. Ahí la idea seria que estamos todos muy locos.

Pero que sé yo. A mí me falta un hervor en todos estos asuntos.

Adam me parece mas guapo que Legolas...

....

¿Por que tu como te sientes?

BEDIVIERE

No te preocupes. No es un mal consejo. Es lo que diría alguien sensato. Y es lo que trato de hacer. Sólo compartía un poco la procesión interna. Y sí, unos tornillos nos faltan a todos por ser de la F.E.E. o quizá nos sobran demasiados,  ¿quién sabe?

Estoy de acuerdo contigo. Adam es más guapo que Legolas. Aunque yo siempre fui más de Aragorn o de un Gandalf joven. 

Así que tu primera vez... Vaya. 

Sé que ahora salís del instituto comiéndoos el mundo y que cualquier información está al alcance de la mano. Pero si necesitas o quieres preguntarme algo, ya sea técnico o más personal...

En cuanto a cómo me siento... Bueno, no sé si te puedo responder bien a esa pregunta. Aún ni siquiera yo lo sé del todo, porque ha pasado mucho y muy intenso. Sólo te puedo decir con seguridad que me gusta. Me gusta muchísimo. Me gusta demasiado y al límite de la cordura. 

 BRANWEN

Creo que tienes bien amarrada la respuesta entonces ¿Verdad? Solo dale un paso atrás, para mirarla con cariño, pero no pierdas impulso. Disfrutalo ¿Por que no? Mientras sientas que despues no vaya a venir una resaca...todo bien.

Bueno, respecto a mí... Gracias por ofrecerte. No sabes...no sabes lo que te lo agradezco... Pero... Nada déjalo...

Tal vez... No...

Mensaje borrado.

Mensaje borrado.

Mensaje borrado.

Mensaje de voz.

Yo...no sé sí...querrás... .... maldición...mandame callar sí... pero... ¿De verdad existe el punto G y puedes encontrarlo? ¿Y el punto P? ¿A los chicos les mola eso?

Sonó como una camada de gatitos adorables y freneticos en el mismo maullido.

BEDIVIERE

Cuántos tecnicismos. ¿Has estado googleando? *icono de ceja alzada interesante*

No te agobies con esos detalles, Branwen. En mi experiencia, existe lo que le guste a cada uno. 

Es importante conocerse a uno mismo y explorarse, para entender lo que te gusta y poder así transmitírselo a la persona con la que quieras pasar un buen rato, para que todo fluya mejor. Ser comunicativa sobre lo que te está produciendo placer y lo que no, desde un punto de vista amable. 

Buscar información está muy bien, para pillar ideas, o sugerencias, pero no hay dos cuerpos iguales. Ni dos maneras de sentir exactas. Todas esas teorías son interesantes pero al final, en la práctica, lo que importa es el sentir y uno se olvida un poco bastante de ellas. 

Y no me molesta que me preguntes cualquier cosa. No me supone un problema hablar de estos temas. 

BRANWEN

Eres la mejor. Estoy hecha un manojo de nervios y creo que él también. Quiero que todo salga más que bien y justo cada vez siento que va a ser lo contrario...

Gracias. ¡Gracias mil!.

 BEDIVIERE

No te voy a decir que no te pongas nerviosa, porque te entiendo. He estado en tu lugar. 

Pero, si no es perfecto no pasa nada. Lo importante es que estéis a gusto y os sintáis seguros. Ya habrá tiempo para mejorar y perfeccionar. 

Eso sí, SIEMPRE con condón. ¿Entendido? ¿Sabes cómo se ponen? Adam es un buen chico, pero es un tio. Me quedo más tranquila si tú también sabes cómo se hace. 

BRANWEN

Tranquila, tengo matrícula en el 'empaquetar la banana' de clase de naturales. Vengo de una zona del mundo notablemente aburrida, ya sabes: donde parece que solo se puede bailar, beber y forniciar para pasar un buen rato, y se han tomado muy seriamente, la inculcación del control de natalidad y todo eso. No veas como es quedarse preñada a destiempo en un pueblo. Lo único es que ahora puedo tener más facilidad para conseguir funditas. Quédate serena. Sin gomita no va a haber colita. 

Además, él lo está llevando muy bien. Está siendo hasta romántico. Y eso que se le nota que quiere soltar amarras a lo loco. ¡Joda! Yo también lo quiero si no lo pienso.

Pero nos lo estamos tomando como dos adultos. Creo.

 

Llámame cuando estés de vuelta. Compartiremos un tentempié y lo que encontremos para fumar. Y me cuentas de donde te viene tu interés por los 'Mitos' y no sé, de música.

Y de hadas, supongo. No quiero enfricarme en el tema por Adam, ya me entiendes. Me da igual eso de él, si es algo. Si me da igual que sea Canadiense... Pero después de un merecido descanso habrá cosas que hablar. Creo.

BEDIVIERE

Bien. No condom, no party.

¿Romántico? Le debes gustar muchísimo para que esté intentando ser romántico cuando se ve que además tiene las hormonas revolucionadas. Minipunto para Adam. 

Vale. Puedo llamarte cuando vuelva. Y nos fumamos lo que haya porque lo necesito. Ya desisto de ser un ejemplo con las drogas o el tabaco. Me viste drogada hasta las cejas en la fiesta. Yo sí que estoy hecha una adulta responsable.

Podemos hablar de hadas también. Aunque casi mejor que hablamos de Mitos. El tema hadas lo tengo atragantado, ahora mismo, y seguro que nos van a bombardear cuando volvamos a clase. Supongo que me entiendes.

Aunque no sé qué día te llamaré. Mañana voy a pasar el día con Nikita. No sé a dónde va a llevarme pero suena como que me quiere abducir. 

 BRANWEN

Cuando puedas. Pasadlo Bien. Os lo merecéis. :<3

BEDIVIERE

Aburrirnos no nos vamos a aburrir. Te lo aseguro.  

BRANWEN

¡Gracias Mil Bediviere otra vez! Todo ha sido mejor que bien. Incluso lo que se me olvido preguntar. Es bueno que ni siquiera recuerdo si me dolió. Te debo un bar entero de rondas. Que digo un bar, una cadena entera de bares, Preciosa. <3

¿Vosotros bién? ¿Superbién? ¿El Hiperbién que ha superado al Superbién? Perdona el exceso de Felicidad. Modúlalo a tu gusto. <3

 BEVIDIERE

El mensaje de respuesta de Bediviere llegaba un rato más tarde. 

Así que la chica lista se ha estrenado. *varios iconos de ceja alzada interesante*

Si no recuerdas si te dolió, es que Adam hizo un buen trabajo. Bien por él. Y por ti, claro. 

¿Cómo es eso de estar con alguien más guapo que Legolas entre las sábanas? ¿Te lo has pasado bien?

Nosotros hemos tenido un día intenso. En muchos sentidos. También en el que debes estar imaginándote, viendo cómo está el percal al otro lado del teléfono. 

BRANWEN

Uff! Ha sido mejor en el segundo asalto. :) Pero las chicas somos demasiado caballerosas para hablar de detalles...

Por teléfono ;)

Te quiero, Chwaer Hyn.* Cuidaos los dos y no penseis por un dia. Eso estamos haciendo nosotros. <3

*Hermana Mayor

BEDIVIERE

Segundo asalto... Ya me lo dijiste todo. 

Me has hecho buscar esos palabros en google. 

¿Eso es una petición de adopción? Porque me pillas con la guardia baja. Ahora podrías venderme hasta una jodida enciclopedia. 

 BRANWEN

Es una declaración de Amistad. Pero ya lo sabes. Y si estas blandita lo que necesitas es mi hombro no mi labia. Sácatelo del pecho si lo necesitas. Para eso están las hermanas. Aunque sean adoptadas.

BEDIVIERE

Bueno, se me acumula el trabajo. Cuando nos veamos vamos a tener que fumarnos todo lo que haya, hablar de Legolas, de los Mitos, de música... Y de formalizar el contrato de adopción. 

 
No te preocupes. Tú disfruta de tu Legolas. Pero con cuidado. 

 BRANWEN

Hola Bediviere. ¿Ya estas de vuelta? Si lo estas tienes aquí reservada una ronda de espumosas o espirituosas. Lo que más prefieras.

Alguna de las tardes me puedo distraer un par de horas. Dime si te viene bien y quedamos.

Por cierto ¿Mejor? Ya me cuentas.

Besos.

BEDIVIERE

Pero si es la chica lista.

Sí, ya ando de vuelta.

Me puedes enseñar tus rizos mañana por la tarde, si quieres. Puedes venirte a mi piso. 

 BRANWEN

Hecho. Por la tarde me ves el pelo. Besos

Cargando editor
28/02/2021, 21:28
Branwen Glyndwr

Branwen sacudió su cabeza abarrotada de vivencias pequeñas pero intensas. Meterse en las entrañas de ayudar a la ciudad había sido diferente a lo esperado. Al mismo tiempo conmovedor y restaurador.

Por fin se pudo poner a lucir de nuevo el vestido nuevo, con su largo tiro oscuro y su vibrante estampado rojo, que había sido tristemente relegado por la inesperada interrupción de sus planes con Adam, y porque después, lo había cambiado por el más cómodo y funcional peto y pantalón largo, para las labores de desescombrado.

Hoy lo había vuelto a presumir mientras caminaba hacia casa de Bediviere y se preguntaba que tal le habría sentado el breve confort casero a su amiga.

Aunque había prometido bebida a escoger si fin, por arraigada costumbre campechana traía obsequio de vino, queso, membrillo y pan. Porque nunca se era demasiado agradecido.

Relajada y primorosa llamó a la puerta a la hora acordada.

Cargando editor
28/02/2021, 21:34
Bediviere Lafayette

Bediviere no tardaba en abrir la puerta. Tenía el pelo recién secado, y olía como si acabase de salir de la ducha. A menta, a cítricos, y a flores blancas, aún sin traza alguna del tabaco que solía enredarse a su esencia. 

Iba vestida con un crop top negro, y unos pantalones cortos grises, ligeramente ajustados pero cómodos,  que dejaban a la vista la piel cremosa de sus piernas, que no debían haber visto el sol desde hacía mucho tiempo, y un tatuaje de una polilla de alas negras y amarillas y una calavera a la espalda en su muslo derecho, que por lo ligeramente rojizo de alrededor, parecía reciente. Iba descalza.

Sonrió, al ver a Branwen en la entrada. Una lamparita se encendía automáticamente en el recibidor diminuto de su casa, en el que un cráneo de lo que parecía ser un alienígena saludaba en tamaño natural desde una mesita. 

Abrazó a la galesa, y la apretó contra si, durante un instante. No era dada al contacto físico, ni solía abrazar a casi nadie. Pero la última vez que se habían visto ambas lo habían contado por muy poco. Necesitaba, de alguna manera, volver tangible su imagen, y con ello recordar el calor de su cuerpo menudo refugiado entre sus brazos, aquella noche, en el coche. 

Inspiró hondo y se aclaró la garganta, separándose, despacio. Se pasó las manos por los pantalones- ¿Te has puesto guapa para venir a verme, chica lista?- preguntó, no exenta de cierta picardía jocosa- Anda, pasa.-dijo, dejando que entrase al salón amplio en el que había toda clase de libros y trastos variados, y una mesa de arquitecto enorme que Bediviere indicaba que era de su casero, Sento. Todo parecía algo caótico, pero tolerable. Había buenas vistas al mar, y tres sillones. También una televisión vieja de tubo- No tenías por qué haberte molestado en traer nada, pero gracias, ¿quieres vino?- dijo, señalando el sillón para invitarla a sentarse, y buscando un par de copas como quien busca una aguja en un pajar. Después de todo tampoco llevaba tanto viviendo en aquella casa.

Cargando editor
28/02/2021, 21:35
Branwen Glyndwr

Se dejó atrapar por el mimo perfumado de los brazos y la solidez de Bediviere. Al contrario que con Nikita o Adam la física estaba más compensada. Aun así siempre acababa por sentirse la gotita que encontraba el vaso, pero poco a poco se le estaba trasformando en la idea del saludo de dos ríos, curiosos y cariñosos el uno con el otro.

Dejo caer un poco de su anhelo de descarga de tensión, como había dicho Nikita y ya había puesto en práctica con él o con Adam. Esa apertura de franqueza de su verdadera realidad vulnerable y no la esforzada.

Estaba por besarla en la mejilla, pero su compañera se adelantó a tomar perspectiva y echarle un vistazo. La mujer estaba como más natural, pensó, más cómoda. Guapa en la simplicidad.

- Me he puesto guapa porque me apetecía sentirme estupenda, que es lo que me inspiráis - le sonrió antes  de seguirla a sus dominios.

Contemplo las huellas de la intimidad del hogar de Bediviere, con el sentido de la maravilla a flor de piel, fascinándose visiblemente con los detalles aquí y allá. En conjunto estaba sorprendida para bien, en la forma de la quien no ha imaginado nada para que su impresión sea genuina.

Las miriadas de libros la hicieron abrir patentemente los ojos. El tatuaje la llamaba insistentemente pero más tímida.

Se dio cuenta de que en ese espacio se compartía con alguien más pues recogía esa mixtura que Adam y ella estaban concibiendo sin darse cuenta. Un lugar en equilibrio.

Vio el sillón que su anfitriona le señalaba y se aprestó a ocuparlo aun distraída con los estímulos circundantes - Sí. Vino, por favor. Y no molestarse en traer nada lo hace cualquiera. Ya sabes. Ser amigo es atosigarse un poco por él otro - dijo mientras se instaló con sus botazas colgando libres  sobre el suelo.

- Me encanta tu casa - dijo y el sentido de hechizada era fácil de detectar - querría construir algo así. Y que me prestaras algún libro. Todos los míos están perjudicados - comento con tristeza.

La miro por primera vez sin compartir la atención con el mobiliario. Era una mirada cálida,

directa y amigable. Sus pies jugaban a abrazarse por los tobillos.

- ¿Qué tal en Toulouse? ¿Cómo es? - y era claro que no se refería a la ciudad - ¿Te dio algo de lo que buscabas?

Cargando editor
28/02/2021, 21:36
Adam Dyer

Adam sonrió. Las respuestas de aquellas dos personas, nuevas en su vida pero ya viejas en su corazón, le hicieron sonreír. Como cuando uno llega a casa y se quita los zapatos. Sonreír de cotidianeidad. De saberse a salvo... en el lugar seguro. Sus palabras eran acertadas y no esperaba menos de ellos... tanto las palabras habladas como las emitidas por el poder del cuerpo traicionero que, aún queriendo contenerse, grita lo que la mente solo se atreve a pensar. 

No me habéis entendido... normal, por otro lado. —confesó casi avergonzado. —Voy a buscar a ese chico. Tengo que hacerlo. Ya lo dijo la profesora Arraute. Él y yo estamos conectados de algún modo que no llegamos a entender y, no sé por qué, pero creo que él también necesitará de ese encuentro. Él, al final, no es un hada aunque haya vivido su vida entre ellas... igual que yo, que no soy humano aunque haya crecido con los Dyer. Pero el haberlo hecho me ha hecho un poco humano. Y estoy seguro que él ahora será un poco hada. Y esto puede que sea así incluso en el plano físico y no solo en el psicológico. Yo no tengo ombligo... pero mis orejas son redondas. Igual él las tiene puntiagudas pero su tripa presenta la cicatriz que le delata como extranjero entre los suyos.

Adam hablaba casi con excitación. La sola idea de hallar a la otra cara de su moneda le llenaba de emoción... le hacía sentir menos solo. Sin embargo, tras esa emoción alegre que le hacía narrar las cosas con la voz dominada por la energía de la creatividad, esta se ensombreció.

Pero no puedo hacerlo por ellos... debo hacerlo por mí. No puedo consentir que piensen que esta dinámica que ha funcionado tantos años va a perpetuarse. Me he sentido siempre como una rata en un laberinto. Mis cuidadores no me querían... me estudiaban. Me ponían nuevas paredes dónde antes había corredores. Cambiaban de sitio los trozos de queso y los sustituían por trampas que yo debía aprender a sortear. Me han manipulado haciéndome creer que me querían, que me cuidaban y que les importaba. Eso no puede seguir ya más. Ahora los tiempos los marco yo. Buscaré a ese chico... y le hablaré de los Dyer. De sus padres. Y lo haré con el corazón... si él quiere conocerlos le acompañaré hasta la puerta. Él sí lo merece... ellos no.

Adam dio un nuevo sorbo a la tisana... realmente le funcionaba aquel brebaje.

Esto no es un problema de "qué"... ni siquiera de "quién". Es un problema de "Cómo" y ahora Adam Dyer... este Adam Dyer tiene la posibilidad de hacer las cosas cómo le parezca. Y esto es, libremente. No voy a consentir que me espoleen. No trabajo para ellos. Ya no. El interruptor de los electrodos ha dejado de funcionar. ¿Soy mezquino por ello?

Cargando editor
28/02/2021, 21:39
Bediviere Lafayette

Bediviere encontró al fin lo que buscaba, y trajo dos copas y un sacacorchos en la mano. Los dejó sobre la mesa, abrió la botella sin excesiva dificultad, y sirvió las dos copas, alcanzando a Branwen la suya y sentándose junto a ella, cruzando las piernas. Miró alrededor. Es decir... Miró realmente. Porque no se había parado a mirar nunca su salón demasiado tiempo. 

Casi todos los libros y demás son de Sento.-apuntó- Además de ser mi casero, vive aquí. Comparto piso con él, y con Isa, una estudiante de psicología.-explicó- Ahora está ingresado en el hospital.  Tiene fracturas en las piernas, por el tsunami. -indicó- Pero es un tipo genial. Si le pregunto para dejarte algún libro que te llame la atención, siempre y cuando no sea alguno importante para su trabajo, no creo que me diga que no. -añadió, casi sintiendo lástima. Imaginar a Branwen sin libros le producía cierta congoja.

Ya verás mi habitación. Tengo un vestidor enorme, y es tan grande que a veces parece que me han soltado en una pecera gigante cuando llego a casa. Es allí donde debemos fumar, por cierto. Las zonas comunes intento respetarlas.-tomó un sorbo de su copa, mientras hablaba- El baño es un poco viejo, y tiene bañera... -dijo, sin que aquella idea pareciese hacerla feliz- Pero no me quejo. -concluyó, suspirando.

Escuchó de nuevo a la galesa y se quedó mirándola, con una media sonrisa leve. Era joven. Era muy joven. Pero había decidido que no tenía sentido tratarla como si fuera una chiquilla. Estaba claro que no estaba al mismo nivel que las chicas de su edad. Y que era una de esas personas que debía haber madurado a destiempo. Antes.

Toulouse es precioso pero el viaje ha sido... Bueno. Ha sido... Extraño. Como siempre que veo a Dominique.-confesó- Dominique es mi madre. Antes del tsunami llevábamos un año y medio sin hablarnos.-explicó- Y antes de eso otro tiempo igual de largo, quizá. -dijo, con un suspiro- Pero me llamó la madrugada en el polideportivo y me pidió que fuera a verla. -tomó otro sorbo, y dejó la copa sobre la mesita- Me tuvo muy joven. Y no estaba preparada para ser madre. En realidad, no es una persona que haya nacido para eso. Pero a veces sí que se acuerda de que es mi madre y le entra el remordimiento. Luego se le pasa. - concluyó, encogiéndose de hombros.

Pero el viaje ha estado bien. He tenido tiempo para pensar y asentar todo esto que nos ha pasado. Me he hecho un tatuaje. Y... Bueno, he podido echar de menos a quien debía echar de menos.-explicó, inspirando, despacio, por la nariz- Así que supongo que sí, me dio lo que buscaba. Perspectiva.-indicó- ¿Qué tal te ha ido a ti por aquí?

Cargando editor
28/02/2021, 21:40
Branwen Glyndwr

Asintió a la explicación de la propiedad de la peculiar biblioteca y realmente se impresionó cuando Bediviere le comentó que estaba hospitalizado. Le dijo que contara con ella cuando fuera a visitarlo. Que también quería visitar a Idris y a los demás de la clase que allí habían acabado.

Le aseguró como una fanática que se encontrara con el objeto de su devoción que claro que le encantaría ver su vestidor. El comentario de la bañera le hizo reírse del recuerdo de Adam mencionando un baño de rosas o algo por el estilo. De lo divertido de lo que al final había sucedido.

- Me alegro de que con tu madre más o menos haya sido bueno. La familia es de lo único que realmente tenemos o nos tiene, porque no la elegimos, excepto cuando se trata de amistad. Yo podía haberme ido a Bremo, pero Deian me conoce y sabe que allí no habría estado bien. Los primeros días casi no hablamos, pero ahora nos vemos por telemática tres veces al día. Y es fresco que tu madre te llamara. Aunque solo sea a ratos, pero al menos si los importantes. Con Deian quiero que sea al revés. Que salga de allí.

Acunó el vino con apacibilidad para beberlo a pequeños sorbos espaciados. Era el final del día y había sido largo y balsamicamente agotador y con la ducha después del trabajo y el alcohol no deseaba sucumbir al cansancio antes de hora. No le importaría dormir allí en el hogar fuera del hogar de Bediviere, pero prefería acabar junto a Adam. Aunque solo fuera para roncar, si roncaba. Él no le había comentado nada.

Sonrió cuando le preguntó por sus andanzas. No fue la sonrisa disparada que habría puesto hacia dos/tres días. Era más asentada.

- Bien, Bedi. Muy bien. Más que bien. Tan bien que hasta a veces me da miedo de estar ciega a algo. Y que un segundo después lo mando al cuerno. Adam es un regalo. Porque tiene tanto que descubrir que me hace feliz ayudándolo y así yo también me descubro y soy feliz y somos más y mejor juntos. Y no es solo el sexo. El sexo es genial. El farmacéutico nos va a hacer clientes platino...

Es todo alrededor nuestro. Porque somos nosotros. No él y yo. Nosotros. Vendrán altibajos ¿No? Pero me quedo con lo que tenemos hasta ahora.

Lastima la sombra de sus padres, Bediviere. Sus padres son lo peor. Me van a hacer odiarlos.

Por un segundo bajo la vista y bebió.

- Relacionado con los consejos técnicos... En unos días me vendrá el Dolor. ¿Me podrías recomendar algo, algún medicamento? Antes no podía costearlo y apretaba los dientes o pedía prestado o me contentaba con el brebaje de la señorita Maeve. Pero ahora puedo hacerlo bien ¿Si?

- El tatuaje es impresionante - enfocó en su dirección como para rebajar la tensión demasiado inocentemente - Hermoso. ¿Te gustan? ¿Verdad? ¿Tienes muchos? ¿Duele?

Cargando editor
28/02/2021, 21:44
Bediviere Lafayette

Bediviere escuchó a la chica mientras apoyaba un codo en el reposabrazos del sillón, acomodándose, estirándose un tanto. Agarraba su copa mientras daba la impresión de estar reclinada, indolente, sobre un diván. Parecía cómoda, muy cómoda, en su propia piel.

Cómo te envidio. Qué carita tienes... La cara del primer amor.-dijo, de nuevo con una media sonrisa, no exenta de cierto tinte travieso, bebiendo otra vez- Me alegro de que haya ido tan bien. Y de que estés disfrutando. De lo que no es sexo y del sexo, claro.-añadió, alzando ligeramente ambas cejas- Mi primera vez fue un despropósito. Así que me alegro mucho por ti. -confesó, con un suspiro.

Y claro, como en todo, vendrán altibajos. Pero bueno, si confiáis el uno en el otro y os sostenéis... No debería iros mal.-apuntó- Así que ahora sois un "Nosotros".-remarcó- ¿Eso significa que sois novios o algo así?-preguntó- A mí me resulta más práctico, en lo personal, considerar ese nosotros de otra manera. No como que ya no exista un Tú y un Yo para ser un Nosotros. Sino como un Yo soy Yo, y Tú eres Tú. Y hemos decidido acompañarnos y darnos la mano, para constituir una tercera persona, mezcla de nuestras particularidades personales. Un espacio común en el que coexistir en este mundo. Sin que ninguno se pierda como individuo, por el camino. ¿Me explico?- preguntó, libando del vino- Bah, no me hagas caso, no quiero chafarte. Se te ve muy ilusionada. Sólo quiero decirte que es importante que no renuncies a lo que te hace ser tú por un él. Que es mejor compartir las peculiaridades que suprimirlas. Es un error muy común en las primeras relaciones. -remarcó.

Luego la escuchó hablar de "El Dolor", y primero frunció un poco el ceño. Pero comprendió en seguida y eso la hizo asentir- Nada de brevajes. Te puedo dejar ibuprofeno si lo necesitas. ¿Lo llamáis "El Dolor" en tu pueblo? Es la primera vez que lo oigo. Yo le digo "La de rojo" o "La comunista" o "Los días en los que me gusta ser mujer".-confesó, resoplando- Un coñazo, ¿eh? Nunca mejor dicho.-dijo, riéndose por lo bajo- Pero bueno, ahora que tienes fiesta con Adam y que me hablas del dolor, ¿te has planteado visitar al ginecólogo? Sería buena idea que te hicieras una primera revisión, ahora que andas haciendo al farmacéutico de oro. -indicó- Yo te puedo acompañar, si quieres.-se ofreció.

Aquel intento de desviar la presión de aquellos temas que llenaban su cara de rubor le pareció tierno, y entendible. Se notaba en aquellas cosas que Branwen sí que era joven- Gracias. Este hace tiempo que quería hacérmelo.-dijo, acariciando, muy por encima, la polilla, sobre su muslo- Es una Acherontia Atropos. Una esfinge de la calavera. Como la del cartel de la peli " El silencio de los corderos"-explicó, recordando el momento en el que le había hablado de su tatuaje a Nikita, notando cómo, sin pretenderlo, se le encogía un tanto el vientre- Aunque no me la tatué por la peli, claro.-apuntó- Duele un poco hacérselos sí. Pero nada que no se pueda soportar.-admitió- El que más me dolió fue este.-dijo, levantando el brazo para enseñarle la piel de su costado derecho, donde una molécula de un compuesto químico se dibujaba contra la curva de sus costillas- Y este ya lo conocías- se señaló entonces el uroboros que llevaba en el hombro izquierdo. 

Cargando editor
28/02/2021, 21:47
Branwen Glyndwr

Como si estuviera mentalmente tomando notas, la escuchó con esa maravilla del aprendiz por el sabio. Cuando Bediviere mencionó Amor la mirada a Branwen se le volvió hacia dentro abstraída por un momento. ¿Entonces es así? ¿Estoy enamorada y esto es lo que se siente? Su cara era de asimilación pero también de sustento en la idea.

- Sí que le he llamado Novio y él no se ha asustado y él me ha llamado Novia y a mí me ha parecido perfecto - explicó con confianza - Y en mi fuero interno es más como dices tú. Un equipo de dos que parece ocupar mucho más campo. Capaz de hacer la melee y correr el balón al mismo tiempo. No perdernos a nosotros mismos, pedir algo al otro, pero con opción a ser autónomos y acotar lo que le das a cambio. Creo que fue una regla que nos pusimos al principio sin darnos cuenta, como un juego entre extraño, pero que ahora se ha envuelto en capas más avanzadas al conocernos - asintió - No desprecies tu consejo. Es como quería y quiero que sea. Es mejor oírlo de otra persona que está con otra perspectiva. Tienes bula para opinar si crees que me estoy equivocando.

Se le aclaró la cara oyéndola darle consejo en sus otras cuitas. Allá en casa Deian había sido muy bueno y paciente con esas necesidades, pero realmente se había sentido más cómoda hablándolo con sus amigas. No con sus madres. Había habido como una barrera generacional invisible que parecía nadar en vergüenza. Agradeció con la mirada a Bediviere su disposición y franqueza.

- Debería hacerlo, Bediviere. Si - estuvo de acuerdo - Lo cierto es que todo ha ido más rápido de lo que pensaba. Y más entusiasta. El ginecólogo es una de esas cosas que seguramente hubiera pensado en un mes o dos. No que iba a sorprenderme a mi misma acelerando el pensamiento - se rio mordaz hasta volver a sonreír únicamente - Si no te molesta si me gustaría que me acompañaras. Al arrope de una Amiga no será tan engorroso. El doctor Rollins es muy atento y también Sarrah, pero me saldría un pico cada consulta solo por el vuelo.

- El ibuprofeno no me es suficiente. Hace que de ladrar, la molestia pase a estar gruñendo. Gracias a los sabios no es algo que me pase siempre. Es una función seriada con fallos - bromeó - ojalá supiera como mejorar eso fallos.

- Lo de 'El Dolor' es mío. En el pueblo las variantes tienen más que ver con las ovejas. Muchas cosas nuestras tienen que ver con ovejas - se rio - o con pescado. O con formas de meterse y maldecir a los ingleses.

- El brebaje debe ser algo destilado de sauce. Maeve es botánica. Te llevarías bien con ella. Tiene ese aire sensato como el tuyo.

- Ella también gusta de los tatuajes aunque los tuyos son preciosos. El que te los hace tiene muy buena mano. Me encanta el color del que te has hecho. Si me hago uno... cuando me haga uno quiero ir a ese tatuador - le aseguró - Y seguro que tienen historia. ¿Qué químico es ese? - le dijo con interés - Se me dan bien estas cosas, pero ahora no caigo.

- ¿No te importa que te lo pregunte? Um - le preguntó con sincera intención de no molestar si era molestia - contigo es agradable hablar y me gusta hacerlo. De mi parte no es ninguna molestia que preguntes lo que quieras. Así todo queda más justo.

- ¿Sabes? No me había imaginado que eras medio francesa. Casi todos en el grupo somos medio algo. ¿Eres medio francesa? - preguntó intentando asegurarse de que su asunción era cierta y no había metido la pata.

Cargando editor
28/02/2021, 21:51
Bediviere Lafayette

No no no, no se trata de equivocarse o no. Son sólo puntos de vista, Branwen. -aclaró, al oírla decir que tenía bula para opinar- Yo sólo voy a opinar en serio si creo que algo puede perjudicarte. Pero mientras, lo que tú hagas con tu... Novio.-dijo, estirando ligeramente aquella palabra, totalmente a propósito- No será algo de lo que deba opinar nadie más que vosotros dos. Salvo que necesites consejo y me lo pidas. -indicó, con un breve suspiro.

Yo también lo paso bastante mal esos días. Con más motivo para que pidas cita, para revisarte bien.-insistió- Y no te preocupes, puedo ir contigo.-repitió, asegurándole que podía contar con ella para eso. Verse teniendo que dar aquella clase de consejo sí que la hacía sentir como una hermana mayor. Y eso que jamás había tenido hermanos- Debe ser corteza de sauce eso que te da Maeve.-apuntó, pensativa- Pero quién sabe. -dijo, echándose un poco más de vino en la copa, antes de levantarse para ir a por un cuchillo con el que poder cortar el membrillo y el pan.

Volvía al sillón cuando Branwen preguntaba por el tatuaje de su costado- No, no me molesta que me preguntes. Es una molécula de serotonina.-indicó, acariciándose la mancha de tinta, sobre la piel- La serotonina es un neurotransmisor, un pilar en la regulación del estado de ánimo.-explicó- Verla en mi piel me hace recordar que debo cuidar mi salud mental. Y que debo tomarme las pastillas.-indicó- Tomo antidepresivos, como un diabético tendría que pincharse insulina. Después de lo que me ocurrió hace años, me los prescribieron, y dudo que vaya a poder dejar de tomarlos alguna vez. Pero eso es algo que tengo asumido. Y no tienes que sentirte mal por mí, ¿de acuerdo? Son cosas que pasan, y ya está.-explicó, con aquella pequeña advertencia final- Me hice ese y el del uroboros en Nueva Orleans. Y el último en Toulouse, así que tienes donde elegir.-dijo, con una suave sonrisa.

Y sí, soy medio francesa. Mi madre es de Toulouse. Fue de viaje de estudios a Nueva Orleans, y se quedó embarazada de mi padre, Donatien.- dijo, alzando ambas cejas- Mi padre es todo un personaje. Un tipo con mucha labia y don de gentes, y muy guapo. Es patrón de barcos y hace tours por los pantanos y el Mississipi, echándole de comer a los caimanes y a los cocodrilos para que la gente suelte exclamaciones y esas cosas.-explicó- Tampoco tengo mucha relación con él. Realmente con ninguno de los dos. A mí me crió mi abuela, Claudine, que era criolla, descendiente de esclavos africanos y franceses acadianos que huyeron de Canadá cuando perdieron parte de la región francófona.-dijo, mientras cortaba un trozo de pan y le añadía una loncha de membrillo. Mordía, y emitía un sonido complacido. Esperaba a tragar para seguir hablando-  Me enseñó a hablar criollo de Luisiana, Kouri-vini. Es uno de los idiomas en los que le hablé a Glorinda. El que sonaba como a francés roto.-indicó.

Oye, ¿cómo es eso de que llevas Gales literalmente en la sangre?-preguntó, recordando la conversación que habían mantenido por teléfono. 

Cargando editor
28/02/2021, 21:53
Branwen Glyndwr

- Tampoco quiero que nada me haga mal - asintió comprensiva a la explicación razonada de su amiga - gracias por compartir conmigo tu perspectiva. Lo de los consejos es de dos direcciones. Aunque posiblemente te pueda aconsejar mejor de ordenadores y bienes de inversión. - sonrió guasona - Porque no sé si eres muy fan de la combinatoria fractal, pero nunca se sabe.

- Pediré cita para antes de las clases. Preguntaré en el hospital cuando vaya de visita o averiguaré si nos toca un médico de cabecera. - luego se le debió cruzar un pensamiento con algún matiz de nubarrón, pero si lo tenía muy leve - O si por alguna razón tengo seguro privado y aún no me había dado cuenta - hizo una mueca - Mi Padre. Es muy meticuloso en ciertas cosas. Seguro que lo había pensado de antemano antes que yo.

- Ah! - dijo mirándola con consideración al contarle la historia del porqué de la molécula - pues parece una fórmula muy sencilla. Parece curioso que algo tan elegante ayude tanto - después se encogió de hombros quitándole carga de importancia a las dudas de su compañera - Bedi, si te ayuda bienvenido sea. Como los tatuajes - señaló - uno busca la solaz y lo que tiene significado es una parte del camino ¿Verdad?. 

Estaba claro que se había prendado del de la polilla - definitivamente Toulouse. Me lo haré en Toulouse. Pero en verdad, lo que me pondría, estaría más en la línea del Uroboros. Como concepto ya sabes. Quizás un wyverno. Aunque sería demasiado obvio lo que liga con tu pregunta - se acurrucó.

- ¿Lo de la sangre, eh? - sonrió entretenida, pero un poquito orgullosa - Una vieja leyenda familiar o una fantasía ¿quién lo va a averiguar? Owain Glyndwr fue el último galés nativo con el título de Príncipe de Gales.

- Pero eso fue hace seiscientos años.  Los suficientes para enfriarse y no ilusionarse con tirar de la poltrona al 'Orejas'. Además uno de nuestros ancestros, Antheus Glyndwr ya hizo una entusiasta investigación cuando la era de los nacionalismos estaba más en boga, allá por el pleistoceno pre-victoriano y si somos de alguna de las ramas va a ser la de los bastardos.

- Así que, el despagado Anthi se retiró a Herefordshire, y nuestro linaje siguió como hasta ahora. Incólume en su innobleza. Al menos de papel porque siempre nos hemos sentido muy responsables del legado, aunque solo sea verdad en nuestros corazones. Habremos seguido pobres, pero nada habrá menguado nuestra lealtad a la gente y a la tierra. Gales por siempre. Cymru am byth!  - exclamó con emoción levantando el puño armado de la copa de vino.

- Pero no te impresiones por igual estar compartiendo con la posible heredera de Gales - relajó su ánimo -  Ese seria Deian. Es cinco años mayor y varón. - alzó las cejas digna y expresiva - Ya ves. Algunas cosas no han cambiado.

- Además - sonrió irónica - como bien has retratado con tu árbol familiar al final somos de muchas partes. Yo misma sé de bien poco que soy medio húngara o así. ¿Quién sabe que puede salir de ahí? ¿Algo creepy?

- Me ha encantado tu historia. Suena romántica a la vez que autentica. ¿Entonces tu padre es como un tahúr moderno? Con otro estilo de juego. Parece interesante. Pero la parte que más me gusta y me intriga es la de tu abuela. Suena a escapadas furtivas y misterios. Y cosas tristes y otras memorables - se sinceró - pero seguramente será más prosaico ¿O no? - hizo un gesto de que no se preocupara de contestarle - Es bonito lo de la lengua. En Casa tenemos un dicho. Cenedl heb iaith, cenedl heb galon - Una nación sin lengua es un país sin corazón - aclaró.

- Te pediría que me la enseñaras, pero ya le pedí a Nikita que me enseñe signos y lo mío no son los idiomas.

Iba a preguntar algo sobre el chico, pero no hizo más que abrir y cerrar la boca decidiéndose a no hacerlo. Si quería sacar Bediviere el tema era su prebenda.

- ¿Te apuntas? Creo que será más práctico que aprender latín o griego para leer grimorios que no existen. Me parece que todo en la uni va a ser muy moderno y poco glamuroso. Sí que me tienes que enseñar los trucos de defensa personal de médico. Lo que le hiciste a Ingvild fue impresionantemente doloroso. Y solo estaba mirando.

- Y ya puestos cosas importantes para salvar vidas de verdad.

Cargando editor
28/02/2021, 21:58
Bediviere Lafayette

Uff, me temo que soy una profana de la tecnología. Uso el teléfono y da gracias. Y la mayoría de las veces se me queda metido en el bolso durante horas. Así que igual si me viene bien tu consejo alguna vez. -explicó, dedicándole un guiño breve. La escuchó mencionar a su padre y frunció el ceño. Percibía aquella figura como una sombra cerniéndose sobre Branwen. Como un fantasma demasiado real como para ser ignorado. Y tenía fuertes opiniones al respecto, sin duda, pero no consideró que fuera ese el momento de expresarlas. Ambas estaban a gusto. No era ese un tema agradable, suponía, para ninguna.- Considera hecho lo de la cita. Me dices cuando. Eso sí, intenta pedir por la tarde si quieres que vaya contigo. Estoy trabajando por la mañana en el forense, como ya te conté. 

La vio ponerse cómoda, acurrucarse, y sonrió- Sí. Lo que sirva para dar solaz sin duda sirve. Sea un tatuaje, una plegaria, o una serie numérica. -concedió, llevándose a la boca el último pedazo del pan con membrillo que acababa de cortar- Ya te diré a dónde tienes que ir, cuando te lo quieras hacer. 

Luego la vio engrandecerse, al hablar de sus antepasados y su sangre, y aquello le gustó. Verla expresarse de aquella manera hacía que quisiera revolverle los rizos, pero prefirió quedarse donde estaba. Se contuvo, y simplemente la escuchó con atención y asintiendo- Qué cojones. ¡Gales por siempre! Que no me impresione, dices. Vaya, estoy profundamente impresionada. Lista y de noble ascendencia. ¿Estás segura de que no eres tú la princesa de Gales?-bromeó, estirando las piernas, sobre el sillón. La escuchó hablar sobre Donatien, y sobre su abuela, y miró momentáneamente hacia el techo, pensativa.

Bueno, sonrisa de tahúr sí que tiene. Eso te lo compro. -apuntó- Pero no me gusta reparar en que no tuvo la decencia de cuidarse. Que aún siendo un nómada que no dejaba de trotar de orilla a orilla del Mississippi, dejó embarazada a una chica muy joven y le robó el futuro y los sueños. Aunque de ese encuentro naciese yo. -confesó- No le guardo rencor en absoluto a Dominique a estas alturas de mi vida. No sé si yo lo habría hecho mejor en su lugar. Y bueno, al menos tuve a mi abuela. La historia con ella es más prosaica de lo que te imaginas, sí. Era mi madre y mi padre y mi todo. - suspiró- La recuerdo sobre todo cantándome en criollo por las noches, para que me durmiera. O los domingos, cuando se ponía su mejor ropa y se maquillaba para ir a cantar al coro de góspel de la parroquia de Lakeview. Aún siendo anciana era guapísima, con esa piel de café con leche y ese pelo blanco inmaculado y tupido. Y tenía una presencia envidiable. -evocó, sonriendo- La quería muchísimo.-admitió, sin vergüenza ninguna- Como supongo que tú quieres a Deian. -añadió, estirando ligeramente su sonrisa.

Notó cómo trataba de abordar el tema que aún no habían abordado. Aquel asunto. Nikita. Tenía una forma verborreica y elegante de intentar indagar sobre el asunto, mientras abría y cerraba la boca. Y aquello hizo que Bediviere riese por lo bajo- Te puedo enseñar primeros auxilios, por supuesto.-dijo- Y algo de lengua de signos ha ido enseñándome Nikita. -confesó- Venga, a ver, pregúntame. Porque me quieres preguntar, ¿verdad? 

Cargando editor
28/02/2021, 21:59
Nikita Pontecorvo

Tienes razón, es un problema de cómo —la mano de Nikita dio un apretón al brazo de Adam antes de soltarlo—. Lo primero es entender bien lo que te ha dicho Trevorrow sobre el espíritu del no nato y de ti. Qué significa, cómo lo sabe o si solo es una teoría, quién puede haberle ayudado a saberlo, preguntarle a Joana por si ella o algún otro que conozca puede decirte más sobre eso o sobre el vínculo que te une a ese chico… Y que tiene que ver con tus sueños. Porque si tiene que ver con ellos tal vez puedas encontrarlo a través de los sueños.

Y dicho esto se quedó por un momento pensativo.

»Y está la forma de pesadilla que vestiste aquella noche… Y la brea… —más que ideas lo que corría ahora por su mente era una serie de imágenes inconexas. Pero aquellas imágenes lo llevaban al momento en que sintió que Adam podía perderse en un abismo—. Pero por favor, no te lances a hacerlo antes de entender un poco más, no al menos hasta tener la respuesta que nos pueda conseguir Joana, ¿vale?

Y mirándolo muy fijo a los ojos aguardó su asentimiento.

Cargando editor
28/02/2021, 22:03
Branwen Glyndwr

- Te quiero preguntar, sí. Pero no sé que preguntarte - admitió tras haber escuchado y asentido a los comentarios de la americana sobre el resto de temas. Buscaba, pareció, alguna inspiración en rojo de entre su copa, que entre sus dedos daba vueltas. ¿Había una respuesta ahí? Verla callada era contemplar su seriedad desnudada. Aun con las líneas base de su esperanza innata le daba un color más apagado. La verdadera expresión que quería usar era que no sabía como preguntar.

Aun así la miró y la obsequio con una sonrisa dulce.

- Nikita es bueno y sabe escuchar. Tú eres maravillosa y también escuchas. Os veo y solo deseo vuestra felicidad - asomó a añadir algo, pero negó con la cabeza - Solo deseo comentarte eso. Las otras cosas, lo que sentí que hicisteis juntos, lo que hizo él, me parece lo más hermoso que alguien puede hacer. Igual me dices que también, lo más insensato - le repartió más Alegría a su rostro - Pero sea como sea, es íntimo de vosotros. No me parece justo inmiscuirme.

- Como que te gusta, ya lo sé y que a él le gustas también, y dejando de lado lo más interior, mis preguntas se ha ido a cero. Bueno las jugosas quiero decir. Las técnicas no tendrían fin - rio cantarina - ¿Le has visto ya? ¿Habéis hablado? Adam y yo pensamos en hacer una cena juntos, los cuatro. No sé en qué estado esta eso. Igual él ya se lo ha planteado a Nikita.

- Me encantaría disfrutar con vosotros de una velada. Y también volver a reunir al grupo. Apenas he oído de Bry o Ingvild.

Cargando editor
28/02/2021, 22:04
Bediviere Lafayette

La observó, callada. Era cierto que cuando no hablaba tanto traslucía cierta seriedad que se le antojó hasta propia de una sabia. Se acercó un poco a ella, en el sillón, y esperó paciente a que se expresase. 

Sonrió, de nuevo, al escucharla decir que tanto ella como Nikita sabían escuchar, y que ambos eran maravillosos. Luego mencionó lo que hicieron, lo que hizo él, y creyó entender que se refería  a la noche del tsunami. Al momento en el que había bebido de ella, de aquella forma tan profunda y literal- Sí, fue hermoso e insensato.-dijo, con un suspiro. Por algún motivo, al recordar aquello, sus mejillas se encendían con un rubor sordo, que trataba de apagar con un sorbo de vino- Y muy íntimo.-añadió, revelando con ello parte de lo que se le pasaba por la cabeza.

Nos hemos visto. Y hemos hablado.-afirmó- Supongo que puedo decir que... Estamos juntos. -dijo, encogiéndose de hombros- Pero es complicado, Branwen. Para mí lo es. Todo ha sido muy rápido. Porque... Todo esto no viene de la noche de la fiesta. Todo esto empezó a ocurrir el día que vinisteis al piso de Nikita.-confesó- Nos conocimos en realidad el día antes de que empezasen las clases. En el bar de Kosmo.-indicó- ¿Lo conoces? Espero que siga entero después del tsunami...-dijo, sin saber si aquel sitio había sido barrido por las olas- No sé cómo explicártelo. Su compañera de piso se acopló a nuestra mesa. Se presentó. Lo presentó a él. Nos vimos, y cada uno dijo que venía a estudiar a la F.E.E... Y fue como si nos mirásemos de nuevo y nos diésemos la mano de verdad.-explicó, encogiendo las rodillas, para abrazárselas.

Luego nos vimos al día siguiente, en clase. Se me sentó al lado... Yo no tenía una buena mañana. Estuvo a punto de sacarme de allí, para que pudiera fumar y tomarme un café.-recordó, con una media sonrisa- Él es así, parece. Lo da todo. Hasta su primer día en la facultad, con la experiencia nueva que eso conlleva, pensaba dármelo.-dijo, bufando y negando con la cabeza- No se lo permití. Pero bueno, luego Joana nos llevó al campo de amapolas. Y tú estabas... Viste lo que ocurrió. Él me escuchó. Me escuchó como no había oído a nadie desde hacía años. Precísamente a mí. Y yo no supe ni cómo sentirme al respecto. Nuestras historias también resultaron ser... Parecidas. Ambos habíamos enfrentado a la muerte. Incluso hemos escuchado al mismo cantante, en una última canción, antes de estar a punto de dejar de escuchar para siempre. -confesó, sobrecogida- Y al día siguiente me lo encuentro emergiendo de el suelo... En esa casa maldita del paseo marítimo. Había incluso retrocedido en el tiempo, para encontrarse conmigo. Y yo había entrado a la casa, porque lo había sentido a él.-explicó- Era demasiado. Demasiadas coincidencias, Branwen. Y si algo entiendo a estas alturas, es que las coincidencias muchas veces son sólo una manera de nominar lo inevitable. Así que nos fuimos a su piso, y tu Legolas se metió en la ducha y... -suspiró- No sé. Nos vimos. Nos sentimos. Entrechocamos. Nos enredamos. Luego me quedé a dormir con él, y huí antes de que pudiera despertarse. Y luego vino la fiesta, y la ola. -dijo, mirándola, entendiendo que no hacía falta demasiada explicación para eso último- Es, una puñetera broma del destino. Y yo ya estoy cansada de pelear contra mí misma. Así que me he dejado llevar. 

- Aún así, no he sido capaz de ponerle nombre, a lo nuestro. En parte porque siento que no estoy preparada. Que en cierta manera... Sigo notando un gusto a traición en la boca, si pienso en él como si fuera una pareja normal y corriente y luego abro mi cartera y veo la foto de Bryan. Y en parte, porque siento que nada de lo que pueda llamarlo define todo lo que nos ha ocurrido. Lo que nos ha ocurrido es demasiado intenso. Brutal. Un término que lo acote siempre va a quedarse corto.  -comentó, resoplando por la nariz.

- A todo esto... Vi a Bryan, en la fiesta. -añadió, de repente, tomando un sorbo del vino- Vino a buscarme. Vino a llevarme con él, me dijo, a acabar con mi sufrimiento.-explicó, agarrando su cartera para abrirla y enseñarle a Branwen una foto pequeña, junto a su DNI. Era un chico apuesto, que tenía unos ojos azules de brillo vivaz y casi infantil, barba y un pelo rubio desgreñado. Tenía una nariz de porte gabacho y sonreía- Es él. Creo que lo visteis en mi cabeza, cuando nos conectamos. Acababa de escribirle a Nikita para preguntarle si estaba en la fiesta, y de repente estaba ahí, entre la gente. Era... Tangible. Y estaba frío. Pero tenía esos mismos ojos. -dijo, notando cómo le ardían las pupilas al recordar aquel momento- Le pedí perdón. Porque lo último que habíamos hecho antes de que... Se marchase por última vez de casa, había sido discutir.-confesó, tomando otro sorbo de su copa- Y le dije que no podía irme con él. Que yo estaba viva. -le explicó, con la voz algo más temblorosa de lo que le habría gustado- Y me dijo que entonces viviera. Que viviera de verdad. Y con la misma... Se fue. Una fuerza tiró de él hasta hacerlo desaparecer. Y justo cuando el mundo se me caía encima y empezaba a arrepentirme de no haber aceptado irme con él, Nikita me escribió y vino a buscarme.-explicó.

Menuda noche tuvimos, Bran. Él también tuvo lo suyo. Fue una noche demente. Te lo juro... Pero ya esa misma noche, entendimos que de alguna manera estábamos unidos. Más allá de lo que podíamos entender. Y luego va, y hace eso... Y bebe de mí, de esa manera tan... En fin. -concluyó, con un suspiro- Debe sonar a auténtica locura. Para mí a veces lo es. Pero es así.-dijo, suspirando, y apretándose los lacrimales con las yemas de los dedos- Y bueno. No te voy a mentir. El sexo también es genial.-añadió, finalmente, con una risa ligeramente rota por el momento- Es un hombre muy generoso. En todos los sentidos. 

Cargando editor
28/02/2021, 22:09
Branwen Glyndwr

- Joder... - se oyó exclamar, con calma, dejando salir toda la ablandura que la abierta confesión de Bediviere le había engendrado - lo nuestro es química viendo de ser Alquimia. Lo vuestro es un tratado de todas ciencias incluida la cuántica y alguna escondida por explotar. Es la piedra filosofal. 

Dejó la copa en el suelo a medio despejar y con ternura pura se sentó con cuidado el reposabrazos y la abrazo con cariño. Estaba a mitad camino de llorar y reír por espasmo y lo ocultó muy bien besándole en la sien y dándole calor. Acarició la foto de su esposo galante desde el pasado.

- Es guapo. Muy guapo - afirmó con naturalidad señalando la imagen - lo amas de verdad. Así entiendo saber por qué lo sientes, supongo. No imagino más que el dolor como razón para que digas que lo estás traicionando. ¡Si eres el Caballero más leal del reino!. Te duele solo pensarlo - la abrazó más. Había algo de 'no es la primera vez que hacia esto' y un talante de generosidad lo libaba. Pero con una ingenuidad única perteneciente a este momento

- Estas viva. En una locura. Bien lo sabemos. Encontrar a alguien ahí... Claro que es razón para sentirnos abrumados. Los días que han pasado pesan como años con toda la carga de acontecimientos. Y yo solo sé la mitad de por donde os habéis conducido. Sentirse cansada es lo que debería tocar. Y alterada. Y con ganas de no pensar.

La abrazó más íntima, como si su personita pudiera trascender su calor hasta los huesos de ella. Y a lo que no tenía huesos, pero que el calor también ayudaba.

- No luches contra ti misma - le pidió - Sopesa. Mira donde estás preparada. Acepta y disfruta lo que es disfrutable - levantó un poco el rostro para mirarla amigable a los ojos - no hay pecado en ello ni penitencia que pagar - sonó como algo que no le era nuevo de decir, pero que seguia creyendo y la iluminaba - Puedes amar a Bryan y puedes amar a Nikita. Solo que el amor por uno ira cambiando a la vez que el otro va creciendo.

- No lo dudes por un segundo. Siempre el amor es más grande. Es la función infinita y nada tiene poder para acotarla.

- Tomaos vuestro tiempo. Es mejor así porque así creo que os ajusta mejor. Creo que empiezo a conoceros - meditó un poquito insegura - pero no dejéis de dar pasitos. Siempre habrá tiempo de parar. De dejarlo. De volver a empezar o cambiar de tercio.

- Y lo que hizo. ¡Ja!. - soltó impresionada - No hay mejor forma para afrontar los demonios que de la mano de otro. Lo mismo me esfuerzo yo por Adam. O tú cuando salvaste al Hada - hizo un gesto de 'es verdad' - Nikita llegó antes a ti porque sois parecidos. Como Adam y yo lo somos. Afinidad...¿Crees que Bry e Ingvild lo son? Había algo entre ellas... Pero ya me equivoqué con la Profe y el Perro. Aunque sí que parece que le gustan malotes...

Dejo de divagar. O tal vez se sintió mejor haciéndolo hacia en dirección a otro feudo.

- ¿Con qué lo hacéis genial? - bromeó coqueta - Y es muy generoso, ¿Aja? Pues me alegro por los dos. ¿Pero...? - rio - ¿No va a ser que yo tenga que ser la única, con cita con el doctor? ¿Ein?

Se arrellanó en el contacto de Bediviere y le cogió la mano mientras lo hacía.

- Habla conmigo cuando quieras y desabrumate. Si es algo que no quieres cargarle a él - le ofreció - Nikita dice que soy fuerte, pero es más bien resistencia y una actitud positiva de nivel supino. El fuerte es él. Y tú. Por eso hacéis buena pareja. O duo. O equipo contra el crimen. Lo que quieras llamarlo. O incluso dejarlo en anónimo.

- Adam dice que soy flexible. Y se acerca más a la realidad.

- Sea como sea me tienes como compañera y aunque suene cursi Hermana. A esta familia estoy orgullosa de elegirla yo y honrada de que me acepte.

Cargando editor
28/02/2021, 22:16
Bediviere Lafayette

Claro que lo amo. Era, es... Una parte de mí. Era toda mi familia. Nunca voy a poder olvidarme de él.-dijo, notando cómo se le escapaban las lágrimas, al recibir aquel beso en la sien, y el calor con el que el cuerpecillo de Branwen la arropaba. Estaba tan cálida como en el coche y se sentía tan menuda como entonces- Endiablada chica lista, me vas a hacer llorar.-dijo, escuchándola y llevándose el dorso de la mano a los ojos, secándose las mejillas, para a continuación pasarle un brazo por los hombros- Tienes alma de sabia. No conozco a nadie de tu edad que hable así.-admitió, acariciándole, revolviéndole los rizos con delicadeza como había querido hacer al verla- Supongo que sí. Que puedo caminar hacia adelante sin olvidar. No lo sé. Ya lo iré viendo.-concluyó con un suspiro.

Bry es un alma libre. Puede sentirse afín con Ingvild, pero no creo que pueda limitarse a ella. -dijo, cuando preguntó por las dos chicas- Se enrollaron en la fiesta, por lo que sé. Pero no creo que eso, en el caso de ambas, signifique nada más que pasárselo bien. Al menos espero que hayan hecho las paces.-indicó- Las drogas son horribles para afrontar sentimientos negativos.-añadió, con un suspiro, riendo por lo bajo al verla adquirir aquella actitud coqueta.

Yo llevo esos temas al día. No desvíes la atención ahí.-advirtió, entornando ligeramente los ojos y bebiendo de su copa- Supongo que un dúo es un término lo suficientemente neutro. -dijo, riendo por lo bajo- En cualquier caso, sí, suena algo cursi, pero bueno, supongo que tener una hermana pequeña postiza tan mona como tú no estará tan mal. Una seta galesa que me ha salido en el jardín, vaya. -bromeó- Nunca tuve hermanos, ni primos siquiera. Así que a lo mejor me vas a tener que explicar cómo se hace. Y tienes que ir prevenida. No soy una buena influencia. No si quieres ser una chica de bien. 

Cargando editor
28/02/2021, 22:22
Branwen Glyndwr

- Cuervo. Si me dices Bran es cuervo. No seta - aclaró cariñosa - U Oscura si te gusta más. No se ponen de acuerdo. Preferiría Wen que significa Bonita o Pura. Pero tú me puedes llamar Bran todo lo que quieras. Siempre - luego se rio desenfadada - O Seta. ¿Por qué no?

Se aclaró la garganta antes de continuar - ¿Te molesta que te llame Bedi? No sé si significa algo y los nombres son muy personales. Por ejemplo a Nikita no le llamaría Niki o Nik - aclaró como si fuera importante precisarlo - Pero te puedo llamar Templada, como el caballero de la tabla redonda que le devolvió la espada a la Dama del Lago. La primera vez que oí tu nombre me pregunte por qué te habían bautizado en gales cuando eras tan exóticamente de otra procedencia. Y además de chico. Sir Bedivere - pronunció solemne para después encogerse de hombros - Pero he aprendido que no le tengo que dar tanta importancia. Mira a Adam, primer representante de la humanidad y totalmente Hada.

No pudo negar que se le iluminaba el rostro al mencionar al muchacho. Contenta se deslizó por el borde del sillón hasta acabar a los pies de la Cajun. Se puso de rodillas a contemplarle la mano.

- Tengo alma de Epicúrea e intento llevarlo a rajatabla. Desde hace mucho tiempo ha sido la forma de mantenerme arriba y navegar mierdas. Como Bry con su espíritu libre. Creo.

- ¿Ingvild y Bry se liaron? Bien por ellas. Espero que sigan encontrándose si lo necesitan.

- Sabes que Ingvild me atraía también. Venía muy tabla rasa en todo lo referente al sexo. Pero luego me encontré con Adam en la fiesta y fue como tú decías - hizo el gesto de conectar - La clavija correcta sin ni siquiera pensarlo. Click. Y ya las dudas se despejaron.

Acabó risueña jugando con sus uñas, henchida de satisfacción y disfrute.
- Te diría que quien ha dicho que quiero ser una mujer de bien, pero fui yo que se lo dije a la profe y es verdad completa - la miró amorosa - No me influyas en todo si quieres pero pásame lo bueno. A lo mejor un día pruebo las mechas como las tuyas y seguro como el número pi que me hago un tatuaje y visito Toulouse. O me enseñas de moda sexy, peculiar y formal, así como Bry o Ingvild nos vuelan la mente.

Me tienes que asesorar de música, que ya he visto que tenéis buen gusto tú y Nikita. Y compartir los tomos de los Mitos. Club de lectura Tentacular.

- Un plan a largo plazo es tener un perro, pero tendría que preguntar a Adam y ver como cuadra la cosa. Ya sabes, horarios, reglas de colegio mayor, raza. Es una responsabilidad y me las tomo en serio.

- Alguna cosa de chica díscola me tienes que pasar. ¿Si no como voy a parecer universitaria?

Sonrió despierta y cómplice mientras rebaja su intensidad.

- ¿De verdad quieres a esta hermana pequeña? Esta llena de vida y lo quiere experimentar todo y a todo le quiere dar un tiento. Con inteligencia está claro. Siempre el Placer tiene que ser inteligente. Y con gente Inteligente.

Cargando editor
28/02/2021, 22:23
Bediviere Lafayette

Vale, entonces te diré Wen, o Seta.-convino, con una sonrisa maliciosa- No te puedo llamar cuervo. Ahora estoy liada con un Pontecorvo, ¿sabes? Así que sólo puede haber un cuervo- señaló, encogiéndose de hombros- Y no, no me molesta que me llames Bedi, aunque es... Extraño. Es como me llamaba Bryan. En realidad, el diminutivo por el que solían llamarme mis amigos, en su época, es Fay. De Lafayette. Mi abuela me llamaba Bedivette, y ahora, Nikita a veces me dice Bediochka. -explicó, con un ligero y repentino sonrojo en las mejillas- Nikita es Nikita. No sé si te has dado cuenta, pero cada vez que alguien le dice Nik o Niky o algo así, arruga la cara. No le gusta.-comentó, divertida, sonriendo abiertamente cuando la galesa hacía mención a su nombre, y a su relación con la leyenda artúrica

Es verdad. Mi nombre viene de ahí. Dominique es una forofa absoluta de la leyenda artúrica. Y yo llevo el nombre del caballero que devolvió la espada al lago gracias a ella. Tengo nombre de chico. Aunque con un grafismo de la versión francófona de la historia, que suena algo más femenino. Pero lo de llamarme Ser Bedevere me temo que se lo dejo a Nikita. Tú llámame Fay, Bedi o Bediviere. -pidió, apoyando de nuevo la mano, sobre sus rizos.

Yo le eché un buen vistazo a Bry cuando entró por el salón de actos, con esa explosión de color. La verdad es que no le habría hecho ascos a liarme con ella sin pretensiones, pero las cosas han sucedido de otro modo. -explicó, encogiéndose de hombros también- Y tú, tómatelo con calma. Disfruta de Adam. De los libros. De la música... Pero de cada cosa en su momento y sin meterle prisa al asunto. -dijo, riéndose por lo bajo, al verse de pronto asaetada por todas aquellas propuestas- Ya te enseñaré cosas de chica díscola. Por lo pronto te he dado tabaco. Y me podrían denunciar porque eres menor de edad.-le recordó

En cualquier caso,  sí, venga, vale, considérate adoptada, mi pequeña Seta. Ahora, vamos, que te enseño el vestidor. Me muero por fumar aquí con tanto vino. -indicó, levantándose y tendiéndole la mano, para ayudarla a levantarse. Le pasó de nuevo el brazo por los hombros mientras la conducía a su cuarto y no supo muy bien por qué, pero notó que aquello encajaba. La veía pequeña y sabia a la vez. La veía situada y perdida al mismo tiempo. Y quiso sostenerla. 

Cargando editor
28/02/2021, 22:44
Branwen Glyndwr

Branwen se estiró de su asiento buscando la corta distancia y acariciándolo con exquisitez lo beso hasta que se le empañaron las gafas. En el fondo oía a Nikita ser sensato y pensar.

En la pausa para respirar, con la mínima distancia para poder liberar la voz, frotando su nariz con su nariz le dijo.

- No es mezquino. Maduro. Adulto diría yo - se rio por lo bajo - pero no tengo edad para emitir juicios. Me faltan un par de meses. Así que confía en tu corazón, Amor.

Le besó de nuevo, pero esta vez, consciente que estaba Nikita, fue más un reconstituyente que un Banquetazo.

Con calma volvió a su asiento con naturalidad. Giró ligeramente la vista hacia Nikita.

- Discúlpame. Pero tenía que hacerlo. Ha sido la alegría de estar equivocada - se asentó como una hoja que hubiera sido soplada y ahora caía ligera - Lo que decías es importante, Nikita. Los detalles de parte de Trevorrow y en lo que Joana prometió que iba a ayudarte, Amor.

- Adam, hay una cosa que esperaba decirte, pero que al prometernos tener un espacio para pensar solo en descansar el espíritu, quise esperar a contarte.

- En parte te lo apunté y antes se lo he comentado a Nikita de refilón. Pero yo también he tenido flashes de otros sentimientos que no son los míos. Esporádicos y tan extraños que muchas veces he pensado que me los he imaginado. Siempre los he considerado como la posibilidad de hermanos. Algunos muy kinkis si, pero... - sacudió la cabeza remarcando la intención de no juzgar - pero parecido a lo que tú contabas.

- Por eso te comenté que, que podamos hacer cosas peculiares, igual tenía que ver con el tema. Además que no estoy segura del todo, pero un pálpito tuve cuando estábamos de subidón, de que Bryony tenía de Hada.

-Pero nada como el sueño y la Brea. Y ya sé lo que me dijiste y lo respeto. Yo tampoco querría ponerte en peligro si estuviera la tostada del otro lado.

- Nikita ha puesto sobre la mesa lo que es sensato. Ir averiguando poco a poco. Hace cinco días ni siquiera sabia que existían Strigas o Hadas o una Inquisición, puestos al caso. Vamos a tener que ser prudentes pero constantes. Y atentos.

- Por cierto que la otra cosa que te quería decir es que me ofrecí a ser pupila de mi Padre. Y si tú tienes la sensación del Laberinto y que le está poniendo fin, yo estoy empezando a sentir las paredes. Y no sé si me podré librar de ellas.

Le cogió la mano con tacto amorosa.

- Pero contigo - se la cogió también a Nikita - con todos vosotros, me siento capaz de encontrar la salida. Y viceversa.