Partida Rol por web

El campesino que se agacha (campesino 1) a recoger el palo de su compañero caído recibe un flechazo en su pierna derecha. El hombre lanza un grito de dolor aunque continúa a lo suyo.

¡Pardiez! Esto cada vez se pone peor... Hernan recibe el ataque del campesino que tumbó a Roberto, y acto seguido ve como una flecha llega a impactar en el campesino justo en el momento en que las cosas se ponian desfavorables para Hernan. ¡Ghazia...! Es lo que consigue articular para dar las gracias al arquero al cual aun no habia visto.

 Hernan ataca al campesino al que le cerceno el brazo...

Hernán clava su espada en el torso del campesino con un gracil movimiento saca su espada del cuerpo del campesino que cae al suelo medio muerto.

Ahora El campesino que casi mata a Roberto y Hernán frente a frente.

El campesino ataca a Hernán por dos veces en el pecho. El campesino tiene una fuerza brutal y Hernán está casi seguro que tiene alguna costilla rota.

El campesino recibe otro flechazo esta vez en el hombro, emite un gritillo casi sordo pero eso no le detiene ni muchísimo menos.

¡Mhadzito! Dice Hernan a la misma vez que el campesino recibe un nuevo flechazo. Me temo que esto va a ser todo o nada. O lo tumbo ahora y me puedo despedir de todo, no estoy en condiciones para salir a correr, y tampoco puedo dejar tirado a Roberto como a un perro... Hernan comienza a rezar mientras ataca de nuevo esperando salir victorioso tras el ataque.

Con sus dos últimos tajos, Hernán también sesga la vida del campesino que cae al suelo inerte sin siquiera tener tiempo de agarrarse las heridas.

Mirando a tu alrededor, descubres a Roberto en una esquina tirado entre varios otros cuerpos. A tu alrededor varios grupos de hombres del conde y campesinos luchan entre sí. De los catalanes no hay ni rastros, mientras luchabas has podido observar como parte de la batalla se trasladaba al interior del castillo.

No tienes ningún enemigo cercano.

Hernan, dolorido va hacia donde yace el cuerpo inconsciente de Roberto para cogerle y llevarle a un lugar más seguro. Mientras lo levantaba miró a los alrededores para buscar una via de escape donde estubiesen a salvo. Malditos campesinos... como pegan los condenados, parecen poseidos los muy... Dejando los pensamientos a un lado observo en la drección de la que vinieron las flechas para ver quien era el misterioso arquero...

Hernán intenta alzar a Roberto, pero el muy condenado pesa demasiado y Hernán no consigue casi ni alzarle un poquito.

En ese momento aparece Alejandro corriendo a toda prisa, a pesar de haber una amalgama de hombres luchando, nadie se cruza en su camino.

Alejandro encuentra a Roberto inconsciente en el suelo y Hernán muy mal herido intentando levantarle.

Ya estoy aquí Hernán, llevémosle dentro antes que algún bestia repare en nosotros y vuelva a haber trifulca. Coge de un brazo, yo cogeré del otro y le arrastraremos entrambos.

No dejo de vigilar en todas direcciones, con tanto bullicio en cualquier momento se nos puede venir encima alguien. Si veo la espada de Roberto por el suelo la pongo en mi cinto. Luego cojo a Roberto de una axila y tiro de él ayudando a Hernán, en dirección al salón donde Ramona auxilia a los heridos.

Uno de los campesinos corre en vuestra dirección con un cuchillo en la mano.

Veo venir al campesino armado con su cuchillo. Hay que estar muy desesperado para enfrentarse a un hombre armado con una espada llevando tan solo un cuchillo. ¿Qué les impulsa a este acto de locura antinatura?

Ayúdame a acabar con esta amenaza, yo le enfrentaré y tu podrás flanquearlo. Cuanto antes nos libremos de él antes podremos poneros a salvo a Roberto y a ti.

Empiezo a sentir la adrenalina del combate. No es lo mismo que cuando cazo o disparo el arco desde la distancia. Ahora es un enfrentamiento y cualquier error puede provocar la muerte, propia o ajena. Sopeso la espada y la volteo calentando la muñeca. Afirmo bien los dedos sobre la empuñadura y sitúo el arma en posición de "en guardia". El avance del campesino no parece refrenarse pese al ritual que debería prevenir a cualquier espadachín. Puede que eso me ofrezca la oportunidad de asestar el primer golpe.

Dejando a Roberto en el suelo Hernan desenvaina de nuevo su espada esperando no tener que luchar mucho tiempo más, ya que esta demasiado herido para que el combate se demore mucho.

Espero que no venga ninguno más, no se cuanto tiempo mas podré aguantar en pie y si caigo Alejandro... Mejor no pienso en eso. Hernan de León centrate en el combate y aguante como puedas...

 Hernan toma posición y observa al campesino esperando el momento oportuno de entrar en acción...

Veo venir al campesino tan encenegado que me confío. Espero demasiado y cuando golpeo el enemigo está tan cerca que sólo consigo darle con el plano de la espada de forma inofensiva.

El campesino lanza un par de cuchilladas consecutivas pero rozan el aire y ni por asomo dan a Alejandro que se encuentre en posición de combate.