Partida Rol por web

Audaces fortuna jubat

Tercer Acto: Tras la Batalla

Cargando editor
21/06/2010, 16:04
Director

Los soldados del conde rematan a los campesinos heridos y apiñan los muertos del bando campesino en un gran montón a las afueras del castillo mientras que otro grupo entierra a los soldados del Conde en el terreno circundante , en un improvisado cementerio.

El conde y sus fieles aparecen en el gran salón junto con los caballeros catalenes, Malaquías y el sucio Tobías. Todos desgreñados, sudorosos y algunos con las ropas hechas jirones. Con evidentes signos de lucha.

Cargando editor
21/06/2010, 16:05
Gonzalo de Castrojeriz

Se dirige a Ramona:

- Os debemos mucho mujer. Os prometo que seréis recompensada por el trato a nuestros hombres. El conde pasa por alto el hecho de que no haya heridos del bando campesino por haber sido masacrado.

Mirando a Roberto y Hernán - Veo que a vosotros también os han dado duro, no os preocupéis. Varios de mis criados están preparando toda la planta superior para instalar allí a los heridos y al resto para que descanséis los días que necesitéis.

Mientras habla varios de sus hombres están muriéndose en el suelo como si fuesen perros.

Cargando editor
21/06/2010, 16:08
Julián de Malpartida

Entre los catalanes no hay si quiera un herido aunque sus armaduras muestran abolladuras propias del combate. Parece que estos hombres son expertos luchadores, nada que ver tienen con el cobarde del Conde que a buen seguro no habrá combatido, el catalán os saluda con la cabeza mientras os dice:

- Buen trabajo muchachos.

Diciendo ésto susurra algo al conde que asiente con la cabeza y se retira con el resto de sus compañeros a la planta de arriba, seguramente a descansar para partir al día siguiente.

Cargando editor
21/06/2010, 16:45
Inés de Toledo

Apenas me da tiempo a moverme hacia Alejandro cuando irrumpen en la Gran Sala el Conde, los catalanes y Malaquías con su burro pegado al culo. Excepto el Conde todos parecen tener signos de haber luchado o, de no haber sido así, al menos echado una carrerita.

El Conde se dirije a Ramona, aún afanada en nuestros compañeros, para agradecerle su ayuda con los heridos, lo cual es de agradecer. Sé de muchos nobles que no dan las gracias por nada, aunque les hayas salvado la vida a ellos mismos.
Me mantengo callada pues aún nadie me ha contado con claridad qué ha sucedido, qué querían unos campesinos irrumpiendo así en la fortaleza o cómo es que mis compañeros heridos han terminado así. Ha debido ser una pelea muy sangrienta pero es que para mí apenas habían pasado minutos...

Cargando editor
21/06/2010, 22:11
Alejandro Zanjón

El conde me intimida. Ahora mismo su mente perversa puede estar fraguando venganza y no qusiera interponerme en sus pensamientos así que comienzo una discreta retirada. Cuando habla con el noble catalán aprovecho para dirigirme de nuevo hacia el patio.

Al pasar a su lado le susurro a Inés: El ambiente del salón me resulta agobiante, voy a ver si recupero mis flechas y a despejarme un poco.

Necesito tiempo para asimilar lo ocurrido. ¿Por qué se lanzaron al asalto estos hombres? ¿Estaban poseídos por algún demonio? Buscaré mis flechas y veré si puedo enterarme de alguna conversación de los guardias. Si puedo atrapar alguna bota para suavizar su gaznate y el mío seguro que se muestran más dispuestos a hablar.

¿Puedes traerme un trago ahí afuera Inés? Una jarra o un odre, habría que dar de beber a los sedientos soldados.

Cargando editor
21/06/2010, 22:57
Inés de Toledo

No comprendo las palabras de Alejandro antes de marcharse sin más dilación hacia fuera de la Gran Sala, al patio según le entiendo.
Después me pide que le saque agua para los heridos y es lo que hago: busco con rapidez algún barreño de los que seguro hay desperdigados por el lugar, como el que el criado cogió de "nuestra" habitación y salgo a encontrar a Alejandro de nuevo, esperando no perderme por el camino ni encontrarme con ningún indeseable o atacante escondido... Me tiemblan las piernas solo de pensarlo.

Cuando llego junto a Alejandro allá fuera me acerco sigilosamente a él aunque no pretendo asustarlo y le hablo al oído notando un respingo por su parte al no haberse percatado de mi presencia:
- ¿Qué es lo que ha sucedido, Alejandro? No me he enterado de nada... ¿Por qué esos campesinos han entrado a atacar el castillo del Conde?

Notas de juego

Para Alejandro si acaso por lo de estar fuera ahora los dos solo.

Cargando editor
21/06/2010, 23:35
Ramona Trescantos

Gracias mi señor -dice Ramona con los ojos aún llenos de lágrimas, que intenta disimular delante del conde-.

No añade nada más, sólo espera que se vaya para recomponerse. Mira a sus compañeros y esboza una sonrisa, viendo que están vivos y que todo se ha terminado.

Cargando editor
22/06/2010, 01:02
Alejandro Zanjón

Me encuentro a la puerta del castillo que da al patio, viendo trabajar a los soldados y pensando en mis cosas cuando una voz en mi oído me sobresalta. Pequeña brujilla, eres discreta y silenciosa como una gata. Una cualidad apreciada en las cortesanas y en las . . . raterillas.

No sé lo que ha sucedido Inesica, pero me propongo averiguarlo si está en mi mano. Y gracias a tu agua puede estarlo, el combate da sed, mucha sed. Voy a ofrecer agua a los soldados, espero que eso les suelte la lengua. No salgas ahora, la excitación del combate se concentra en el miembro y los hombres de armas que pensamos poco por norma lo hacemos con la bragueta, especialmente en estos momentos. Si te ven cerca puede pasar cualquier cosa.

Vuelve dentro, intenta localizar una jarra de vino o una bota y si hallas algo de eso échame una voz desde aquí, pero por lo que más quieras zagala no salgas. Aléjate de los soldados sanos tanto como puedas y no te quedes a solas con ellos.

Antes de moverme de la puerta confirmo que Inés vuelve sin riesgo adentro. Luego me dirigiré a donde están los soldados y les ofreceré agua y cháchara. Espero poder sonsacarles algo sobre los desdichados que han atacado, quiénes son, de dónde vienen y por qué atacaron.

Notas de juego

Para Inés.

Cargando editor
22/06/2010, 16:22
Director

Afortunadamente, la relación con los soldados del conde son buenas. Y en los dos días siguientes os dedicáis a descansar en una sala común donde ubican a los "sanos" mientras que los heridos ( entre ellos Roberto y Hernán) son ubicados en otra gran sala. Los dos días además de descansar y de gozar de todas las hospitalidades del conde os da tiempo a reflexionar sobre las miserias del campesinado y la ignominia de la nobleza.

Según habéis oído, más de ochenta campesinos y dieciséis hombres del conde han muerto. Además de una gran cantidad de heridos: amputaciones, pérdida de ojos, orejas, etc... En total otros diez hombres del conde no volverán a llevar una vida normal nunca más. Eso sin mencionar al Alquimista del Conde, que fue asesinado durante el asalto y varios objetos desaparecieron( no os han dicho cuales).

Mientras descansáis observáis como los hombres del conde poco a poco reconstruyen el castillo ( que estaba casi intacto ) y ponen un poco de orden. Os da la sensación que no será el último asalto del castillo. Pero gracias a Dios misericordioso, no estaréis allí para verlo.

Dicen que cuando estás a gusto el tiempo pasa aprisa y podéis jurar que en este caso es totalmente cierto. Al amanecer del tercer día Malaquías os despierta y os ordena continuar el viaje hacia Toledo. Lleváis mucho retraso y Toledo aún queda lejos. Malaquías parece nervioso desde el día anterior cuando se fueron los caballeros catalanes. Parece que oculta algo, o quizás simplemente es que no os agrada lo más mínimo.

Cargando editor
22/06/2010, 22:50
Malaquías de Tolosa

-Vamos, recoged vuestros bártulos y reuníos con nosotros en el patio de armas para partir. No sería de buen ver abusar de la hospitalidad del Conde, estando el castillo plagado de necesitados como lo está, y aún es largo el camino hasta Toledo.

Sin mayor explicación, el comerciante desaparece tras el umbral de la puerta tan repentinamente como apareció. Sudorosa la frente e inquieta la mirada, como si no hubiese pasado un segundo desde su aparición tras el asalto a castillo.

Sus pisadas se pierden por las escaleras de piedra que conducen a la planta baja.

Cargando editor
22/06/2010, 22:50
Tobías

Una fugaz mirada por una tronera de la sala común os permite ver la siempre desagradable figura de Tobías, que se afana con cierto aire bufonesco por ordenar la mercancía y preparar el carruaje para reemprender la marcha.

No ha hecho hueco alguno atrás, por lo que los peores presagios se confirman y todo apunta a que los heridos tendrán que valerse de sus propias piernas o de los hombros de sus compañeros si quieren finalizar la empresa y llegar a ver algún doblón.

Por si su mera presencia no fuese suficiente para aguar un despertar, el siervo, creyéndose ajeno a miradas indiscretas, se hurga en la nariz como si no hubiese un mañana.

Un mal día para partir.

Cargando editor
22/06/2010, 23:24
Inés de Toledo

Cruzo miradas con Alejandro y Ramona ante la prisa y gestos de Malaquías... y seguidamente también con los pobres heridos (Roberto y Hernán) que tendrán que ir a pie como ya me sucediera a mi cuando recibí el mordisco.
Miro con asco a Tobías y sé que no podré evitar que él lo vea si me mira en alguna ocasión, pero ciertamente me importa bien poco lo que piense ese estúpido y maleducado acompañante. De buena gana ponía mi cuchillo en su cuello y cerraba su boca de por vida... Y que el dios judío que seguro adora lo acoja en su maldita gloria ya que Jesucristo no lo hará.

Estoy segura de que no soy la única que está con la mosca tras la oreja después de la actitud de Malaquías con los catalanes, judíos, campesinos y el asalto al castillo... Y pienso para mí que más me vale tener bien a mano a partir de ahora mi cuchillo incluso sacado antes de tiempo y todos los sentidos alerta.

Notas de juego

¿Cabría la posibilidad de intentar llevarme algo de valor en mi "bolsa de viaje" cogido "prestado" del castillo?

Cargando editor
22/06/2010, 23:40
Director

Notas de juego

Haz una tirada de robar y si la pasas y en función del resultado yo te digo que te llevas.

Cargando editor
22/06/2010, 23:41
Inés de Toledo
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Robar
Dificultad: 75-
Resultado: 97 (Fracaso)

Notas de juego

Juas, lo veía venir... Hazte una ladrona para esto... ¬¬

Cargando editor
22/06/2010, 23:43
Ramona Trescantos

Después de lo que ha sucedido Ramona no puede evitar sentir odio y desprecio por esas dos alimañas. Al principio el mercader parecía una persona afable pero era sólo apariencia... Todo había cambiado desde el primer día que partieron.

Después de ver como no había espacio para los heridos, la mujer no puede evitar expresar su descontento, eso sí, con corteses palabras para no empeorar la situación.

Mi señor Malaquías, Hernán y Roberto han sido heridos de gravedad defendiendo con su vida a los que nos encontrábamos dentro. Sus heridas están sanando pero aún tienen un pronóstico delicado. Espero que no sea pedir demasiado mi señor, pero... ¿cabría la posibilidad de hacerles un hueco en el carromato? Inés, Alejandro y yo misma podemos caminar sin problemas pero... temo que en ellos dos sus heridas puedan reabrirse... Serían sólo unos pocos días. Se lo suplico....

Notas de juego

Me vienen unas ganas de dejar a esos dos tirados y quedarme en el castillo xD xD

Además, el conde nos prometió una recompensa :(

Cargando editor
23/06/2010, 01:15
Alejandro Zanjón

Malditos sean todos los alquimistas, hechiceros, brujas y herejes del mundo. Por su culpa hemos de vernos sangrando los buenos cristianos. De seguro que algo malo se traía entre manos. Bien muerto está mas, me preocupa que ahora algunas de sus zarandajas anden por ahí en manos de quién sabe. Podrían causar aún mayores males.

Estos días he podido disfrutar de veras la hospitalidad del castillo pero estoy amoscado. ¿Cómo puede ser que los guardias no sepan decirme qué motivó el ataque de los harapientos siervos? Ni los guardias ni nadie, pues no he dejado de intentarlo con cocineras, palafreneros, lavanderas, guardias, escuderos y cuanto bicho viviente de dos patas se ha interpuesto en mi camino. Algo oscuro flota en el ambiente. Me falta entendimiento pero puedo percibirlo.

Una idea empieza a fraguar en mi cabeza pero es mal horno para tales menesteres esta testa mía. Tiempo me ha de llevar.

Notas de juego

¿Nadie me dice nada sobre el ataque? ¿Por qué se produjo? ¿Ni un rumor, ni una especulación?

Cargando editor
23/06/2010, 02:42
Director

Notas de juego

Absolutamente nada, hay un mutismo total en torno al asunto , ni siquiera un soldado con unos vasos de vino demás y la lengua suelta os dice nada.

Cargando editor
23/06/2010, 13:53
Malaquías de Tolosa

Las palabras de Ramona frenan a Malaquías cuando se disponía a subir a la yegua, su rostro se torna en sorpresa y luego en una especie de enfado, como si la propuesta de la mujer le hubiese ofendido.

-¡Imposible!, imposible, mis telas son muy delicadas y podrían quedar inservibles... además no hay espacio suficiente, si no pueden cumplir el contrato que no sigan, pero la paga se da en Toledo o no se da.

Con bruscos modales monta en la bestia y la encamina fuera de las caballerizas para reunirse en el patio con el carromato tirado por Tobías.

-Y ahora haga bajar al resto de la escolta y vayámonos.

Cargando editor
23/06/2010, 18:29
Hernán de León

Hernan salía en ese momento y pudo escuchar la conversación entre Ramona y Malaquias. Se acercó a ella aun aquejado de sus heridas y le dijo en un susurro Phog mi no the phreocupez, irge como phuedha... Se podia ver que hernan no estaba totalmente recuperado y mucho menos lo estaria Roberto el cual estaba mucho peor que Hernan.

Solo espero que durante el camino no tengamos ningun inconveniente, almenos hasta que esteos recuperados de nuestras heridas...

Notas de juego

Siento haber tardado tanto en postear pero me fue imposible, la conexion me traia loco, espero que no vuelva a ocurrirme lo mismo otra vez

Cargando editor
23/06/2010, 22:04
Alejandro Zanjón

Hernán, animal. No seas cabestro. Si no nos preocupamos nosotros ¿quién lo va a hacer? El Malaquías se trae algo entre manos está claro. Si no ¿a qué iba a venir tanta prisa? ¡Quiá! Ese tiene motivos para apretar ahora y no son solo ahorrarse la paga de dos bocas.

Bajando el volumen y asegurándome que nadie más que Ramona, Inés, Hernán o Roberto puedan oírme digo:

Hablando de bocas, yo no tengo don de lenguas ni facilidad de palabra pero creo que deberíamos presionarle de algún modo. Ramona, tú hablas mejor, tienes voz más dulce y melosa, puedes intentar engatusarle o amenazarle con más suavidad.

Creo que ese pájaro de Malaquías no es inofensivo estornino, más bien paréceme buitre carroñero. Y me ronda la testuz que alguna carroña encierra en ese carro que no quiere ceder ni asiento. Pero no podemos acusarle ni nos conviene intentarlo siquiera sin certezas. Propongo que vayamos aun con riesgo y cuándo estemos lejos del castillo hagamos mayor uso del carro, no ha de atreverse a enfrentarse a nosotros, digo yo.

Tanta parla me seca la boca y me marea incluso. Miro a todos sorprendido y extrañado yo mismo ante mi palabrería, que parezco frailuco en sermón con semejante discurso. Voy por una jarra para humedecer el gaznate.