Partida Rol por web

Cuando Stumred toma la espada, algo verdaderamente extraño comienza a suceder.

La Harmonizadora comienza a emitir un zumbido conforme un haz de luz comienza a escanear la escena, iluminándoos a todos.

A los pocos instantes, el halo de luz comienza a apuntar a una amplia sección entre las nubes. Un estridente rugido suena como si un millar de cristales se hicieran añicos a pocos pies de vosotros.

De repente, un extraño dragón que parece estar hecho completamente por cristales o gemas, emerge como de la nada. Rugiendo con rabia en dirección a vosotros.

Mallon se queda sorprendido al observar la reacción de la espada al ser tomada por Stumred.

¡Hemos de enfrentarnos al dragón! - exclama -. ¡Vatun nos ha puesto a prueba!

El semielfo se fija en el dragón y comienza a temblar pero trata de reponerse para intentar lanzar un conjuro.

Su mano temblorosa se posa en Baern que nota el gélido toque del mago algo sorprendido. Tras la conjuración de Mallon, el bravo guerrero será capaz de volar.

Oh, oh digo mirando la espada corta antes de mirar al dragón de cristal Con las vuestros no habia pasado nada. 

Si no tenían demasiado problemas, ahora había un dragón de cristal cabreado Quizás solo quiera conocer al nuevo dueño de la espada comento sin demasiada convicción.

- Un dragón? - Al mirar hacia arriba y ver a la bestia que se les venía encima Baern estuvo a punto de huir despavorido, pero años de combates contra todo tipo de enemigos lo obligaron a apretar los dientes y hacer frente a la criatura de cristal.

Al sentir el efecto mágico del conjuro que Mallon acaba de lanzarle, fue consciente, repentinamente, de que podía volar, por lo que intentó alcanzar, sino la misma altura del dragón, por lo menos parte de ella. Mientras su cuerpo se elevaba decidió intentar atacar a distancia. Después de todo le había dado resultado con los ogros magos. Sin siquiera pensar en lo que hacía, dejando que el entrenamiento lo guiara, descolgó el arco de largo de su espalda y busco una flecha con la que apunto a la criatura que estaba en la distancia - No se que daño puedo hacer con un arco, pero que lo voy a intentar, lo voy a intentar - se lo escuchó murmurar mientras disparaba.

Sin embargo, lo que estaba claro es que hacer puntería mientras volaba resultaba mucho más complicado que hacerlo a pie firme, por lo que su saeta rebotó en las escamas cristalinas y cayó nuevamente a tierra, dejando claro que herir al dragón no sería tan sencillo.

Baern se eleva para intentar alcanzar al dragón con un disparo que sale bastante desviado. 

Helden guarda su espadón y recoge su filo del suelo.

Fenestir observa al dragón y no puede evitar que su presencia la intimide .¿Eso es mortal ? ¿Podemos matarlo?Pregunta la joven mientras saca el arco y dispara sobre el ser. La flecha sale certera pero la joven no sabe si tendrá fuerza para penetrar eso que parece cristal .

Las escamas cristalinas del dragón parecían impenetrables. Como dijo Fenestir, parecía que fuese imposible dañarlo.

Entre tanto, el ejército que se aproximaba desde el este, prácticamente llegan a vuestra posición. Observándolo, diríais que se trata de los bárbaros de Kadda que gritan lo que parece ser un saludo amistoso. Se detienen a una veintena de pies de vuestra posición, desmontan y blanden sus armas procurando no parecer amenazantes.

Hemos cambiado de opinión. Depende de todos nosotros, los bárbaros, ayudaros a recuperar los Filos de Corusk. Sin ellos y la fe en nuestro gran dios, no podremos sobrevivir a la guerra venidera. Estamos a vuestro servicio.

Sin embargo, cuando los bárbaros observan al dragón y vuestra disputa, permanecen al margen. Parece que lo consideran una prueba divina que sólo vosotros debéis superar.

Aliviada por la inesperada asistencia de los bárbaros de Kadda, Ingrid Hashandir decidió centrar toda su atención en la amenaza que se cernía peligrosamente sobre el grupo. Un dragón siempre era una criatura temible, pero un dragón de cristal... ¿De dónde diantres había salido aquello?

Tratando de ganar tiempo, la druida albina elevó una poderosa oración a Elhonna para crear una especie de campo de energía semiesférico que protegió a todos los que se encontraban junto a la harmonizadora de las fauces y garras de aquella sierpe alada.

-No os alejéis de mí y no podrá alcanzaros. Ahora toca pensar en cómo salir de ésta. ¿Alguien sabe a qué clase de monstruo nos enfrentamos?

Sabrala comienza su habitual canto de guerra que tan bien conocéis ya, al tiempo que, como quien no quiere la cosa, piensa en qué sabe de los dragones de cristal.

Jamás habíais visto un ejemplar de dragón como éste. Quizá sí que habíais oído hablar de los dragones de este tipo alguna vez o leído alguna reseña en algún viejo tomo. Pero jamás pensasteis que os encontraríais con uno y menos de su avanzada edad.

Tras vuestros fallidos ataques, el dragón hace un picado hasta alcanzar a Baern mientras su abdomen comienza a brillar con una luz cegadora. Una vez alcanza al bravo guerrero, el dragón expulsa un cono radiante por sus fauces que no provoca ningún otro sonido más que el molesto rechinar de sus cristalinos dientes al moverse.

Esta luz cegadora y terriblemente abrasadora os alcanza a todos. Mallon, incapaz de soportar dicha luz cae al suelo y su cuerpo se va descomponiendo como si hubiera estado expuesto al magma de un volcán.

al ver a la criatura aproximarse, un miedo crece en mi interior atenazando mis músculos, haciendo que mi cuerpo no sea capaz ni de moverse cuando al radiante explosión de luz impacta en mi cuerpo.

Al notar como el enorme dragón se aproximaba y lanzaba lo que parecía un cono de Luz, Bern hizo todo lo posible por apartar la mirada. Le resultó imposible. Repentinamente se dio cuenta que no podía ver, aparentemente además de las quemaduras, esa luz lo había dejado ciego.

Visto lo visto hizo lo único que se le ocurrió, volvió a colgarse el arco a la espalda (sin ver no tenía posibilidades de usarlo) y mientras desenfundaba su espada bastarda, disminuyó su concentración en el vuelo para, lentamente, dejarse caer hasta que sus pies se apoyaron en el piso.

Los gruñidos de dolor del Lince le hicieron entender que su mascota también había sido alcanzado - Pagarás por esto - atinó a decir, mientras sus nudillos se volvían blancos al aferrar el pomo de su espada - Por más dragón que seas no tenías que matar a "Gatito" -

Sin saber si la ceguera sería permanente (esperaba que no), tomó una postura de defensa con la espada apuntando en la dirección en la que creía que estaba el dragón - Pero yo soy más duro que "gatito". Pronto verás de que están hechos los bárbaros de hielo! - lo amenazó, más para envalentonarse a si mismo y así sentirse con posibilidades de encarar el combate que porque creyera que tuviera alguna posibilidad de sobrevivir.

Impertérrita ante la terrorífica presencia del dragón, Ingrid quedó cegada por la brutal oleada de luz que exhaló la bestia hacia los héroes. La bárbara de la escarcha apenas pudo escuchar el lamento de Suka cuando ésta quedó maltrecha por el bestial aliento. Por fortuna, ambas seguían con vida. Pero debían actuar con celeridad y al unísono, pues la sierpe alada no les concedería otra oportunidad.

-Asid vuestros hojas y extended las manos, debemos emplear la magia de los filos de Corusk para salir de aquí.

Helden ve como el dragón se les viene encima y ataca con su aliento hiriendolos de gravedad sin poder hacer nada.