Partida Rol por web

El druida sigue corriendo hacia el bosque. De momento está a distancia, lo cuál es una suerte. Vuestro mayor temor ahora mismo es que os imponga alguna ghesa*. Lo teneis a tiro.

Bien, turno 1, nadie realiza acción.

Turno 2: Alsan corre. Ambos teneis acción. Podeis hacer algo, o retrasar el turno.

- No creo en un destino prefijado o en un rumbo que no se pueda cambiar, siempre hay otro camino que seguir, asi que no me hables como si me conocieras viejo, o como si no tubiera mas opciones que las que tu me marques - Mi respuesta era clara, contundente, con rabia, casi escupiendo mis palabras...

Me aparte de de el saliendo de aque lugar, apretando los dientes y las manos, jadeando ante la impotencia y llevando una mano a mi vientre, cerrando los ojos para evitar que las lagrimas cayeran.

Suspiro.

-No lo sé...pero...mejor creer en algo bueno que en nada. Si tenéis un momento...- le cuento al detalle mi sueño -Y eso es todo. Ahora...tengo una duda, majestad. ¿Por qué os referis a mi con el título de sir? No me he presentado como tal.-

Acomodo el peso de mis cosas, que no he soltado, sin dejar de mirarla a los ojos.

-Es..muy guapa la verdad...-

Salgo corriendo de la sala y veo a los tres un poco más allá dirigiendose al bosque a la carrera, por lo que yo salgo corriendo tras ellos también.

Alsan me saca una ventaja tal, que llegará al bosque antes de que yo pueda darle alcance, y dejo esa misión en manos de Rob.

Mientras cojo mi arco, le grito - Rob! aparte de mi línea!!!- Me paro preparo mi flecha y me dispongo a disparar.

Gwy tensa el arco, dispara... y falla. La flecha pasa por delante del druida y se clava unos pasos más alante. Correis detrás de él, ganando cada vez más terreno. Aún así, cada vez está más y más cerca del bosque.

Te apoyas en una de las casas, acariciando tu vientre, que aún no muestra los primeros signo de embarazo. Te preocupa el bebé, que ese monstruo se apodere de él y lo una a su corte de condenados.

Te han ofrecido una buena oferta, y la has rechazado. Ahora sólo sois tú, Alejandro y el bebé contra un ejército de ahogados.

La Reina obvia tu piropo, siguiendo con las explicaciones.

-Querido John, me temo que no sois el único que soñais. Además, mi fiel Lady Isabella me ha hablado mucho de vos. Me gustaría mucho que nos acompañaseis de vuelta a la capital, es seguro que sereis bien recibido.- te pide.

Ser acerca un poco más a ti, susurrándote al oído. Eres consciente del olor de su pelo, del claro tono de la piel. Es un mujer... perturbadora.

-No es aqui donde debeis estar Sir John, un hombre debe estar al lado de lo que ama.-

Desenfundo la pistola mientras mantengo la carrera a pesar del resuello que empiezo a notar en el pecho y de las mejillas arreboladas por la sangre. Espero un momento propicio en el que el druida tenga que trazar una línea recta, me detengo, me ayudo con la otra mano para que no me traicione el pulso y disparo.

-No, ella no me quiere ver, y yo no la puedo ver. Os acompañaré si me lo pedís, pero en la sombra.-

Intento que no, pero se me puede notar tenso.

-¿Conoce a Isabella?¿Le hablaba de mi?...¿Cómo estarán los pequeños?-

Me mantengo en silencio.

Me centre en lo que estaba pasando tras conseguir dejar mis emociones a un lado, tenia que volver, tenia que conseguir que Alejandro o mi tio supiera que estoy bien, que no me quede en ese barco.

Me diriji en busca de la mujer rubia que me habia atendido de forma tan amable al encontrarme, puede que ella pudiera guiarme para llegar a la ciudad, al menos seguro tenia ams idea que yo.

Eleanor está dentro, hablando con un grupo de jóvenes. En cuanto te ve, acude a tu lado.

-¿Estás bien Kate? Te veo un poco pálida.- dice mientras te ayuda a sentarte en uno de los bancos.

La mujer que se ha presentado como la Reina está hablando con un joven y atractivo noble.

Derwyddon parece estar en trance, hasta que escuchais como un arma de fuego se dispara en el exterior. Entonces, el druida sale corriendo por la puerta.

La Reina eleva la vista con gesto preocupado.

La Reina Elaine se muerde el labio con gesto preocupado. Un gesto tan preocupado como sensual.

-Ya habeis sido espía una vez, no creo que os sea problema estar en la sombra una vez más. He de enviar un destacamento a las Marcas Altas. Inismore ya ha rendido pleitesía.- dice con convencimiento.

Escuchas con atención y con sorpresa.* Desconocías que Inismore volviese a tener un rey. Al parece el Loco O´Banoon ha vuelto y se a rendido ante vuestra preciosa Elaine. O eso dice ella.

La Reina eleva la vista con gesto preocupado cuando escuchais el ruido de un arma de fuego disparándose en el exterior. En cuanto lo oís, Derwyddon sale corriendo por al puerta, hacia el sonido.

-Mientras no me obliguéis a acercarme a I..a la regente, contaréis con mi apoyo, por nimio que ese sea.-

No sigo a Derwyddon, pero si observo la puerta por la que se marcha.

-Así que el Loco a vuelto ¿Hará eso más poderosas las canciones en su nombre?-

Rob dispara un certero tiro que da al druida en la espalda.Cae a escasos metros del bosque. Por la forma de retorcerse, os dais cuenta de que la bala le ha seccionado la columna vertebral.

Derwyddon aparece corriendo escasos instantes después. Corre hacia el casi inerte cuerpo hasta que unas figuras salen del bosque. Son shide, sin duda. Pero diferentes a los que estais acostumbrados a ver. Parecen estar, de alguna manera... pervertidos. Son Oscuros.

Derwyddon se gira hacia vosotros y os grita. -Corred, insensatos- *

Los Oscuros rodean el cuerpo del druida, mientras Derwyddon empieza a correr buscando refugio en el pueblo.

Echo una mirada de soslayo a los Oscuros mientras sin detenerme a enfundar la todavía humeante arma me doy la vuelta y me dispongo a correr. Echo una mano hacia el pequeño Robb y lo agarro con fuerza. Miro un instante a Gwy y a Derwyddon y comienzo a correr por el terreno mal alisado, evitando los baches y las piedras traicioneras y guiando apresuradamente al zagal.

Oscuros, joder, ¿y ahora qué? Aun va a tener razón el tabernero... quizá un muchacho no esté hecho para ciertos trotes...

Cita:

El grito no cesaba de resonar en mi cabeza, mientras me alejaba a todo correr del bosque, aune siemre sin dejar de prestar atención atrás, por el pequeño Rob...

Aquellos Shide.... dioses..... no puedo evitar estremecerme mientras pienso en ellos, sin duda tenían algo maligno, mucho mas de lo que yo podía imaginar.

Esperemos que pueda tener alguna explicación mas cuando volvamos a la sala.... si es que lo conseguimos....