Partida Rol por web

Avalon [partida NO finalizada]

Rob

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24/04/2009, 18:14
Director
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27/04/2009, 23:23
Director

Te despiertas.

Un pálido y matinal sol avalones acaricia tu cara, las toscas sábanas de la posada de Marcel te protegen del frío de las primeras horas. Tu hijo aún duerme, placidamente, emitiendo un pequeño ronquido característico de su tabique desviado. Sonríe en sueños, mientras se da la vuelta en la cama.

El olor a comida recié hecha te llega desde el piso de abajo. Todo parece tan tranquilo y normal como siempre.

Notas de juego

Vale, empezamos con calma. ^^

Mañana le dedico tiempo a responder tus dudas y aclarar cosiñas.

Boas noites.

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28/04/2009, 02:15
Rob Red

Rob despertó notando la agradable caricia del sol que trajo consigo un rudo bostezo. Buscó a su lado en la cama, y el rostro de su hijo, su compañero, le llevó a sentirse feliz y sosegado. Se incorporó sobre el lecho hallándose vestido únicamente con su camisa, de paño grueso. Desde su privilegiada altura, aún sentado, oteo la habitación cerciorándose de que todo estuviera en el lugar que le correspondía. Una vez satisfecha su precavida curiosidad alzóse en toda su estatura para dirigirse hacia la palangana de madera que le aguardaba en el sillar de la ventana. Llenó esta con el agua de la jarra que Marcel les disponía cada día y aseóse en buena medida.

Tenían por aquel entonces las gentes de las Marcas Altas cierta fama de dejados y algo sucios, al menos así lo pensaban las otras gentes. Pero no se debe caer en el error, esto no se debe a la falta de higiene ni mucho menos, es más bien fruto del “comedimiento”, pues si por algo destacaba un montañés es por ser tan tacaño como borracho, lo cual no es poco decir. Antes llevaría la camisa rota con tal de no hacer gasto en comprar una nueva.

Una vez refrescado se dispuso a calzarse las altas botas de cuero, amarrando los correajes que las ceñían a sus poderosas piernas. Después procedió a tomar su kilt, una túnica larga, y sin confeccionar, de unos cinco metros de largo que recogió con minucioso cuidado en torno a su cuerpo para después ceñirla con el ancho cinturón alrededor de su cintura. La tela sobrante la colocó cruzada por encima de su hombro izquierdo fijándola con un metálico broche en forma circular. No valoró necesario cargarse con la chaqueta de cuero pues el día no pintaba duro y sus intenciones a priori no pasaban de la planta baja de la posada.

Antes de salir de la habitación echó la vista atrás, hacia su hijo que reposaba. Lo miró como si fuera la primera vez que lo veía en mucho tiempo. En sus ojos había un brillo insistente, un cierto destello mágico, no era otra cosa que el cariño que un padre siente llamado a mostrar hacia su legado vivo. Volvió a tornarse apoyando su gran mano en el quicio de la puerta, así previniendo la inclinación que debía hacer su cabeza para sortearla, pues siempre fue molestia su estatura en estancias hechas para personas menudas. Los ronquidos y suspiros sonaban acompasados, rítmicos, a sus espaldas. Rob salió sin hacer ruido dispuesto a regresar con el desayuno de ambos.

Notas de juego

Aviso honesto: No te malacostumbres a post extensos por mi parte. Soy un jugadorr que se mueve por antojos, escribo tanto como me pide el cuerpo, y esto no siempre es demasiado.

Buenas noches, Master.

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28/04/2009, 14:16
Marcel

Bajas las escaleras de madera que llevan a la parte baja de la posada, donde está la taberna. Escuchas la voz de Marcel, cantando a vivo pulmón una vieja conción que narra las aventuras del Loco O`Banoon. Marineros recién llegados con la marea se arremolinan en los bancos de maderas comiendo caldos calientes para recuperar el tono.

Marcel se acerca corriendo a tí en cuanto llegas, con una sonrisa enorme en la cara.

-Rob, hombre.- dice dándote unas amistosas palmadas en la espalda.- Mi sobrina se casa, por fin. Hoy invita la casa, ¿qué os pongo? ¿Aún duerme el chaval?.-

Notas de juego

Ya somos dos, lo que pasa es que la extensión de mis post es inversamente proporcional a mi nivel de estres. ^^

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28/04/2009, 15:50
Rob Red

Miró hacia Marcel que se le acercó emocionado, las ilusiones parecían bailar dentro de él al son de la canción que hace nada canturreaba. Rob extendió su mano y puso la palma sobre el hombro de aquel hombre; pudo notar como su cuerpo subía y bajaba debido a la agitada respiración fruto de la alegría. -¡Enhorabuena, Marcel! No sabes cuanto me alegro.-

Recorrió con la mirada la posada y sus feligreses. Detuvo sus ojos en uno que creyó reconocer, pero no resultó ser quien creía. Aquellos marineros eran los habituales transeúntes del lugar, pero esto carecía de importante pues en quien debía centrar era en el bueno de Marcel.

-El chico sigue aún acostado, pensaba subir con el desayuno. ¡Pero vaya! Habida cuenta de las buenas nuevas habrá que hacerle bajar para que él también participe de tu alegría.- el McDonald no ocultaba su sentir feliz, todo rumor de fiesta o celebración era hecho que vigorizaba el alma. Súmesele a esto que entre la noticia y el aroma a sabrosos caldos su apetito comenzó a rugir -¿Qué tomaremos? ¡Lo que tú tengas a bien! ¡Eso sí! Recuerda que somos hombres del norte, espero que sea algo consistentes para un par de montañeses.- tras asir con fuerza el hombro del posadero, en gesto cómplice, se hizo a un lado dispuesto a ir en busca del joven Rob.

-¡Vive Dios! Es agradable recibir este tipo de noticias ya de mañana.- dijo mientras giraba su cuerpo para encaminarse escaleras arriba. Tras los dos primeros pasos ladeó la cabeza y mirando al viejo marinero le replicó: -Vuelvo en seguida con mi hijo.-

Notas de juego

Bueno es saberlo.

A todo esto, ¿es por la mañana no? Esos marineros vendrán de faenar y... ¿yo conozco a su sobrina? De oidas, personalmente, ni eso.

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29/04/2009, 14:02
Director

Marcel te da un último golpe en la espalda, este bastante más fuerte.

-Pues ve a buscar al chaval, que está en época de crecer. Ya os voy preparando algo que os llene bien.- dice Marcel, haciendo gala una vez más, de sus grandes dotes como cocinero.

Subes las escaleras pensado en el gesto de felicidad de Marcel. Lleva semanas esperando por esa chica, a la que aún no has visto. Desde que murió su hermano, ha estado muy preocupado por el futuro de su sobrina, que ahora parece resuelto.

El niño sigue tranquilamente durmiendo, enrollado entre las mantas.

 

Notas de juego

Si, es por la mañana, los marineros que trabajan por la noche acaban de llegar.

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29/04/2009, 14:20
Rob Red

Rob entró a la habitación tomando las prendas de lana que componían la ropa del chico. Después se dirigió hacia la cama e hizo uso de algunas palabras, todas de tono alegre:

-Rob, nos están esperando. Marcel ha preparado un desayuno especial que lleva tu nombre.-

Invocaba al chaval utilizando su apetito, mas nada consiguió con ello. Por fin, lo miró con enorme ternura, pero él seguía perdido entre sábanas. Parecía que en esta batalla el padre llevaba las de perder. Fue entonces cuando hubo que recurrir a fuerzas mayores. Primero retiró las sábanas, después la almohada y finalmente descargó un contundente ataque de cosquillas:

-¿Es que vas a hacerte el dormido toda la mañana? ¡Venga en pie! ¡No debes hacer esperar a un buen hombre!-

Notas de juego

Yo es que no pertenezco a tierra de pescadores, aquí los únicos que entra muy de mañana a los bares son o cazadores o juerguistas sin criterio que van de empalmada.

:P

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29/04/2009, 21:58
Rob

El niño se hace el romolón unos minutos debajo de las sábanas, ignorando tus palabras. Hasta que empiezas a hacerle cosquillas. Se levanta de un agil salta, riendo. Empieza a intentar golpearte para que pares, siguiendo los pequeños preceptos de lucha que le has dado.

-Jajaja, para papá, ya me pongo la ropa.- dice cogiendo las prendar que tienes en tu mano. Se las va poniendo un poco a poco. Cuando acaba, te muestra orgulloso su aspecto.

-Ya está.- te mira interrogante con sus enormes ojos dorados.-¿no vamos a cenar en el cuarto, como siempre?.

Notas de juego

Jajaja, en Vigo hay un montón de bares para los marineros, pero si, tambien hay un monton de borrachos comiendo. Un plato de spaguetti bolognesa a las seis de la mañana, no tiene precio. ^^

Por otra parte, he cogido una imagen para el niño, pero no se si será la apropiada. Cualquier cosa, dímelo.

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05/05/2009, 01:15
Rob Red

-¿Aún pensando en cenar? Creo que sería más propio el desayuno.- el padre no puede evitar dibujar una sonrisa socarrona frente al despiste mañanero del muchacho. Parece ser que una parte de él aún anda pensando en la noche estrellada y las cosas que con ella vienen. -Además, te dije que Marcel tenía algo especial para nosotros. Es un gran día para él y gusta de regalarnos algo de su felicidad. Recuerda, nunca ofendas a un hombre, así que vayamos a compartir su alegría sin demorarnos. ¿Te parece hijo?-

Mientras recibe respuesta del joven Rob, el mayor aprovecha para tomar su cinto que descansaba junto a la cama, del mismo pende la enorme Claymore, y sin llegar a ceñírselo lo coloca bajo su brazo izquierdo para después encamina hacia la puerta. Ya en el rellena tiene a bien dar un leve indicación a su hijo antes de descender las escaleras: -Ahora Marcel va a decirte algo muy importante para él, solo tienes que escuchar con atención y después tenderle la mano para felicitarlo. Le agradará el gesto.-

Notas de juego

La imagen del chico me parece bien. Tú eres la Master, tuya es la imaginación y tuyo el criterio. Yo me dejo llevar.

Por cierto... ¿El desayuno? ¿Despiste del hijo o despiste de la Master? :P

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05/05/2009, 21:52
Marcel

-Me confundí, estaba soñando con un banquete dentro de una cueva.- dice encogiéndose de hombros, con una sonrisa pícara. Se queda callado con gesto serio, escuchando tus palabras. En cuanto acabas, se baja de un salto de la cama.

-Si,padre.- dice sonriendo, te sigue con la vista, y su mirada se posa en la claymore. No es la primera vez que te pregunta si aún falta mucho para que pueda manejarla.

En cuanto ve que estas listo y, antes de que te des cuenta, ya ha bajado corriendo las escaleras. Te lo encuentras sentado en la mesa de constumbre, jugueteando con un vaso de madera. Reina un extraño silencio en el bar, opuesto al tono de voz de los marienos, acostumbrados a tener que hacerse oir en todo un barco. Algunos de ellos se han ido ya a dormir, mientras que los del turno de día se acaban de levantar. Los marineros murmuran entre sí, con expresiones que van desde la incredulidad, a la desconfianza, pasando por la alegría.

Marcel se acerca a vosotros sonriendo, completamente ageno al ambiente del bar. Os pone en la mesa carne en salazón, queso fresco, unas manzanas asadas, una jarra de lecha para el niño y una de cerveza para tí. Se sienta al lado del niño, revolviéndole los cabellos.

-Bueno hijo, mi sobrina se casa, es una buena noticia. Y, por supuesto, estais invitados.- dice ojos emocionados.

Tu hijo se levanta muy formal, se pone encima del banco y le tiende la mano a Marcel.

-Muchas felicidades, Marcel.- dice mientras te mira de reojo, esperando tu aprovación. Marcel le estrecha la mano bastante fuerte.

-Muchas gracias pequeño, será un gran día.- se aleja de vosotros para atender a la siguiente tanda de marineros.

El niño se mira la mano enrojecida, estirando los dedos para recuperar la circulación.

Notas de juego

Cita :

Por cierto... ¿El desayuno? ¿Despiste del hijo o despiste de la Master? :P

jajaja, la master es muy despistada, ya os ireis dando cuenta. Pero esta vez no ha sido el caso.

 

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06/05/2009, 18:27
Rob Red

Tras haber dado buena cuenta de su ración, y apoyado sobre sus brazos que reposaban en la mesa, se asomó sobre sus manos observando como su hijo proseguía el desayuno, entonces pensó con agrado en su futuro inmediato, y decidió que todo estaba bien y que era previsible que todo siguiese así. No había en el horizonte nada que pudiese alterar el buen orden de las cosas. Todo lo tangible estaba medido, todo lo volátil, estaba a su aire. Y entonces, mientras distraído miraba los dorados ojos del joven Rob, vio como este detenía su quehacer para devolverle la mirada, parado frente a su comida y cargado de curiosidad, parecía que esa mágica mirada igual a la de su madre oteaba en lo profundo de su alma.

-Cuando termines, iremos a ver a los vendelios. Son buenos pagadores, nos darán un trabajo y con él obtendremos el regalo que merece la sobrina de Marcel. ¿Qué opinas?-

Notas de juego

Más tarde le preguntaré por el sueño, si se tercia.

Ahora supongo que lo que se precisan ambos es encontrar un trabajo puntual que no sea pagado en monedas sino en algo digno de una novia. ¿Hay alguna costumbre en este Mundo sobre lo que se debe regalar?

Iré a visitar el banco vendelio.

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06/05/2009, 19:18
Rob

-Bien.- te responde con una sonrisa llena de comida. Acaba rápido, casi atragantándose. Cuando está listo se levanta de la mesa para ir corriendo a despedirse de Marcel, que lo coge en brazos cariñosamente para bajarlo rápido y poder seguir trabajando. Para un hombre como él, que no ha llegado a tener hijos, ver un niño en la posada es un alegría.

Rob te coge de la mano para salir de la taberna, su mano es muy pequeña en comparación con la tuya. Os dirigís al barrio en el que se aposenta el gremio de los mercaderes, donde está el banco Vendeliano. 

-Oya papá, ¿qué se le regala a la gente cuando se casa?. ¿Qué te regalaron a tí?- va hablando tu hijo, hasta que se queda parado en lapuerta.

En cuanto sales a la calle, ves que algo ha cambiado. No es la gente, ni los edificios ni el mar.. pero a la vez es todo eso, y mucho más. De momento no llueve y, el cielo, parece más azul que de costumbre, el mar más vivo.. no es algo que se ve, el algo que se nota. Avalon ha cambiando.

-Las cosas, están distintas.- dice mirando a su alrededor.

Notas de juego

Se suelen regalar cosas como amuletos protectores, accesorios para el ajuar, dineros... maso menos lo mismo que  hoy en día. ^^

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07/05/2009, 00:37
Rob Red

El pequeño niño parecía maravillado. Era la primera vez que le ocurría, o al menos la primera que él parecía recordar. Era como cosa de magia, pero magia de la que participábamos todos y que todos parecíamos provocar. ¡Todo parecía tan natural! Fuese lo que fuese, la ciudad, las gentes, los mismísimos mares, todo lo que se veía, después, al cerrar los ojos, aquello que no se ve a simple vista. Era cosa de magia, sin duda, pero tan natural y maravilloso que ninguno de los dos, padre e hijo, podía dejar de sentir y de buscar con la mirada.

-Eso parece.- dice el gran montañés.

Colgó entonces sobre su hombro el cinto de la espada. Lo hizo cruzándolo de derecha a izquierda. De su cadera pendía ahora la inmensa claymore, tres cuartos hoja y uno de empuñadura. Eran un arma esta que precisaba de las dos manos para ser blandida y que se encontraba afilada en sus dos vertientes. Era habitual entres las gentes de las Marcas Altas portar este arma al hombro o en la espalda, sin embargo Rob “el Rojo” jamás la llevó así. Su poderosa envergadura le permitía llevarla al cinto sin caer en el estorbo o la ridiculez. De hecho, esta peculiaridad llegó a ser su firma, pues todos distinguían al McDonald con la claymore al cinto.

-Ven aquí. Te llevaré sobre mis hombros.- dijo Rob tras haberse armado. Seguidamente le tendió la mano al pequeño y sin apenas esfuerzo lo ayudó a trepar por su costado hasta que quedó sentado con una pierna a cada lado de su cuello. Era una estampa verdaderamente imponente, el hijo sobre el padre. Imagen esta en principio cotidiana, pero claro, en principio no todos miden lo que este hombre.

-Pues verás, hay muchas cosas que se pudieran regalar en una boda. La mayoría de personas regalan dinero; luego hay otras que regalan parte del ajuar, esto viene a ser: sábanas, mantas, almohadas y cacharros para la cocina; las más tradicionales se decantan por amuletos, pero tú ya sabes lo que tengo dicho sobre tocar amuletos. A tu madre y a mí, bueno, nos regalaron muchas cosas, pero sobre todo mantas. Muchas mantas de piel, es lo que tienen las regiones ganaderas, no te sorprenda si a esta chica le regalan un barquito o un montón de peces, eso va con la zona en que se vive…- Y con esta conversación se van adentrando los dos montañeses por las calles de Carleon rumbo al banco vendeliano.

Notas de juego

La última boda a la que fui era de un primo mío gallego y estuvimos dudando entre regalarle el típico cinturón de invulnerabilidad, el yelmo invisible o la capa mágica +10 a la defensa… al final optamos por la tostadora. :P

Cambiando de tema: ¿Es “vendelio” o “vendeliano”? Tú lo dices de una forma y los autores de otra, conste que yo siempre creo a la Master.

En lo que refiere al regalo, me gustaría salirme de lo típico. ¿Qué tal un caballo? No veo apropiado regalarle una joya sin conocerla, pero un animal noble siempre es una buena opción. ¿Sería acertado? ¿Me sugieres otra opción?

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07/05/2009, 22:00
Ürk

El niño se ríe divertido en tus hombros.-Papá, ¿como le van a regalar peces?. Nosotros tenemos que hacerle un regalo mucho mejor.-

La gente se va apartando a vuestro paso, algo que a Rob le encanta. Entre la multitud que faena en el puerto, desapercibidos, no pasais. Los hombres más fornidos levantan la vista a vuestro paso, y las mujeres os miran con una sonrisa en la cara.  Os internais entre las calles de la ciudad, camino del gremio de los mercaderes, y la estampa cambia completamente. Las grandes casas de piedra, los carros de caballos y personas vestidas el estilo montaignés son mucho más comunes en esta zona. Os miran con una mezcla de curiosidad y rechazo.

-Papá, ¿de mayor voy a ser tan grande como tú?.- pregunta intrigado el pequeño.

Llegais al fin a la puerta del banco vendeliano. Está custodiada por un hombre casi tan grande como tú, con una barba oscura que le cubre toda la cara y expresión de pocos amigos.

Notas de juego

Una tostadora¡¡ Qué sosos, yo lo veía mejor con el yelmo, sobre todo para darle el beso a la novia. :P

Yo, es que a veces me salen palabros, que le vamos a ahacer. A pesar de lo que dice el manual, a la mástera le valen los dos, y los dos usará.

Para terminar, el caballo me parece bien, aunque sabes por Marcel que es una chica que suele pasar mucho tiempo en el mar, en tierra le puede ser útil. Y seguro que su tío no tiene ningún problema en cuidárselo.

Y creo que nada más.

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08/05/2009, 00:28
Rob Red

-Tanto o más. Ya lo verás.- le responde risueño el padre.

Al llegar frente a la puerta del banco Rob hizo bajar al pequeño. El gesto fue muy similar al de subida, pues ambos ya estaban acostumbrados a hacerlo así. Una vez se vio desprovisto de su juvenil carga, levantó la cabeza para seguidamente mirar a los ojos del barbudo rostro. En ellos vio una expresión áspera y distante. No era de extrañar, en eso consistía el trabajo de aquel hombre. -Vengo a hablar con sus señorías.- le indicó con tranquilidad, seguramente el hombre le había reconocido y no era de esperar que le pusiera traba alguna.

Notas de juego

¡Oye! Un respeto… no sabes lo que me costó grabar en la tostadora el mensaje secreto para mi primo. (Decía algo así como: “Sabemos que estás aquí contra tu voluntad. Una vez en la iglesia no firmes nada. Echa a correr sin dudar. Te esperamos en la puerta de atrás. Tranquilo. Hemos rescatado también el mueble bar”)

A todo esto… ¿cuánto cuesta un caballo de monta?

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09/05/2009, 15:42
Serk

El hombretón se hace a un lado para dejaron pasar mientras el dedica una pequeña sonrisa a Rob que le saluda desde tu hombro. Pasais a banco vendeliano. Dentro está oscuro, casi lúgrube, las paredes de piedra forradas de madera recorren toda la planta baja, en la que sólo hay un pequeño mostrador, parecido a la barra de un bar. Detrás de la barra hay un hombre joven, con aspecto vendelio. Una larga melena rubia le cae hasta la cintura. Sus ropas son avalonesas, un pantalon sencillo, unas botas, una camisa de lino y un cinturón. Vestimentas discretas pero de buena calidad. Levanta la vista de los papeles en cuanto entrais, mirándoos con unos fríos ojos azules.

-Buenos días, ¿qué se les ofrece?.- saluda educadamente.

Notas de juego

Jus, ¿os arriesgasteis a quedaros sin marisco?. :P

Manual dice que el caballo de monta cuesta 60 gremiales.

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10/05/2009, 16:12
Rob Red

Rob acaricia el pelo de su hijo y hace gesto sutil para que permanezca a un lado. Una vez que recibe el asentimiento del muchacho, da unos cuantos pasos al frente y se coloca ante el representante de los vendelios.

-Mi nombre es Robert McGregor, de las Marcas Altas. indica con tono firme y seguro, siempre portando una expresión sobria auqnue distendida -Soy trabajador habitual de su señoría. Unas doscientas almas han estado ya bajo mi cuidado y todas viven. Mi labor para usted ha sido proteger y procurar sustento cuando ha sido preciso. Hago lo que puedo, lo cual no es mucho comparado con el mundo en que usted se mueve. Sé el lugar que ocupo en el orden de las cosas, lo cual siempre se me ha sabido valorar.- tras la completa presentación, el montañés opta por una medida pausa que permita asimilar todo al banquero.

-Hoy vengo a solicitar un préstamo, uno que pretendo pagar con mis futuros servicios. Ofrezco mi palabra como garantía y estoy seguro que lo que yo entiendo por honor es probablemente lo mismo que entienden vuestra señoría. Cuando yo doi mi palabra la cumplo.-

Notas de juego

Y así es como pide dinero la gente de las Marcas Altas, con maneras un tanto altanera y brusca, de hecho diera la impresión de que es el mismo Rob quien va a prestarle los cuartos al tal Serk.

Por cierto... me resulta curioso que no me dieras ni un mísero gremial al crear el personaje.

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14/05/2009, 13:22
Serk

El hombre, aparta la silla ruídosamente para levantarse con gesto serio, mirándote casi de frente con unos fríos ojos acerados.

-Señor McGregor,su servicio ha sido siempre impecable.-dice sin ánimo de adular, sólo exponiendo los hechos.-Si acepta la siguiente misión que le ofrecemos, no tendrá ningún problema en solicitar lo que necesite.

Sigue en pié con ambas manos a sus espaldas, el niño está a tu lado, muy quieto y serio.

-Deberá escoltar a una pareja importate hasta Luthon, la capital. Saldría mañana después de la comida. Los escoltará hasta las puertas de la ciudad sanos y salvos. Si requieriesen sus servicios más allá deberá cumplirlos.

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01/06/2009, 21:36
Rob Red

-Así se hará, señoría.- contestó con rotundidad el montañés. Por un instante tuvo la idea de concretar el préstamo ya, pues él no estaba buscando dinero sino algo más concreto, lo que Rob necesitaba era un caballo o en su defecto a alguien que estuviera bien relacionado para conseguir uno en condiciones. Pero se calló, pues le bastaba saber que lo que necesitase podría ser solicitado a su vuelta. -Estaré a la hora fijada en el lugar habitual. Gracias por su tiempo y goce usted de buen día.-

En su poderosa estatura dio media vuelta cargado de orgullo y tras poner con liviano tacto la palma de su mano en el hombro de su hijo marchó hacia la puerta por la que había entrado. Parecía que sus planes a corto plazo ya eran claros y que tendría que abandonar la ciudad unos días. Este era buen momento para dedicar lo que restaba de jornada llevando a su hijo a donde a este se le antojara.

-Parece que ya hemos terminado aquí. ¿A dónde te apetecería ir ahora?-

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02/06/2009, 18:40
Rob

-Buenas noches Rob, confiamos en que realice en encargo de forma tan eficiente como de costumbre.- dice el vendelio despidiéndoos. Siempre ha sido un hombre parco en palabras, pero ha sido justo todas las veces que has tratado con el.

Tu hijo baja de la puerta dando un pequeño salto. Sonríe feliz ante tu pregunta. -¿Podemos ir al mercado, padre?. Siempre hay un montón de cosas que ver.- te contesta entusianmado.