Partida Rol por web

-¿Usando el glamour esta mañana? Pero si acaba de regresar ¿Cómo es posible?-

-Bueno...es igual...como te deje empezar te tendré hablando horas sin parar. Aún así te echaré de menos...Si me necesitas para algo avísame.-

Sin alargar la despedida, marcho a mi habitación a lavarme y ponerme unas ropas más adecuadas para la corte.

-Por eso el niño es interesante. Estaré en el mismo castillo que tu, pero pasaré mucho tiempo enseñándolo. Nos veremos de todas formas. E intenta ser prudente, hijo mío.- dice levantándose despacio -Deberíamos ir a comer algo, ¿no creer?. Me encanta el pato confitado que preparan es estas cocinas.-

Ya lavado y vestido de mejor manera, acompaño a Oss a comer.

Aprovecho para ojear a las más recientes adquisiciones de la corte. Especialmente aquellas a las que les siente bien el vestido.

-¿Hay alguna novedad importante en la política de la corte Oss?-

Causas sensación en cuanto entras en la corte, y lo sabes. Las mujeres, y algunos hombres, te siguen con la mirada. La ropa que llevas está a la última moda y, en los últimos años, tu cuerpo se ha convertido en el de un hombre. Ossian sonríe en cuanto te ve llegar.

-Me parece que esta noche estarás servido...- te susurra en cuanto te sientas a su lado. En la mesa tienes bandejas con cerdo, pato y venado. No son platos tan refinados como los de la corte, pero siguen siendo deliciosos. - Se está formando una nueva corte, escindida en dos partes. Los partidarios del Rey Piram, con los montaigneses por un lado. Por otro está una rama pro-avalonesa, liderada por Isabella Mantell.-

Es la primera vez que escuchas como se refieren a ella por el apellido de su difunto marido.

Me sirvo un poco de todo, para tras comerlo, de forma educada pero si pausa, repetir.

Las palabras se Ossian me hacen pensar. No es bueno.

-Eso puede desembocar en una guerra civil...Otra más. ¿Qué piensa el rey?-

No me acabo de sentir cómodo atrayendo las miradas de los hombres...no por envidia...sino por otras cosas...sin embargo más de una vez he usado eso en mi favor.

-¿El Rey Piram?. Quiere el trono, pero no le corresponde legítimamente. No lo va a tener fácil. Además es partidario de colaborar con el contienente, el resto de las Islas no lo aprobarán. Si el Piram consigue el trono, será una auténtica masacre.- dice el druida en tono preocupado -Este futuro me está velado, no puedo ver más allá.-

-¿Y...Mantell? ¿Qué dice ella?-

Guiño ojos y saludo a todas las señoritas con las que cruce la mirada, per osin perder detalle de lo que me diga Oss.

-Ella espera como yo, a que llegue el verdadero rey de Avalon y se siente en su trono, trayendo la paz a un territorio en el que se empieza a escuchar el ruído de sables. Y lo que ha pasado hoy es la prueba de que no nos equivocábamos. Si el glamour ha vuelto, las bendiciones de los shide están con nosotros. Y un rey legítimo se acerca a nuestro pais.- por una vez, te lo explica todo con claridad.

No es prudente exponer en una corte tu posición con tanta claridad, pero esto no parece importarle a Ossian.

-Un día de estos te van a asesinar por tu lengua larga....-

-Aunque no puedo por menos que estar de acuerdo con él y con....Isabella.-

-¿Cómo se llama el niño?-

- Lo tendría muy difícil.- contesta con una sonrisa a la que empiezan a faltarle dientes - El niño se llama Eric. ¿Tienes mucho interés en mi nuevo alumno?. No te preocupes, siempre serás mi favorito.- dice bromeando.

Un grupo de hombres, de aspecto prepotente, entra en el comedor. Llevan ropas parecidas a las tuyas, alejadas del estilo avalones. Se sientan con aspecto petulante en la otra punta de la enorme mesa que rodea el comedor.

Los observo unos instantes, pero no son nada del otro mundo.

-Tienen pinta de buscar problemas a la mínima...-

Ellos buscan problemas, y la mitad del salón estarían encantados de dárselos. Nunca, en todos tus años como diplomático, habías visto esa reacción en una corte.

En cuanto entran, se extiende una nube de agresividad que ellos parecen divertirse provocando. Una de las doncellas se acerca para servirles vino. Uno de los hombres más jóvenes, un chico de tu edad, le acaricia el brazo sin dejar de mirarla al escote. La doncella se pone nerviosa, enrojeciendo. Sin poder evitarlo, derrama parte del vino de la jarra encima de las lujosas ropas del pedante rapaz.

-Estúpida zorra avalonesa, ¿tienes la menor idea de lo que cuestan estos ropajes?.- grita indignado. Se levanta de un salto, dándole a la joven una bofetada que la deja en el suelo.

-No voy a dejar que esto se desmadre. Para algo soy diplomático.-

Me levanto antes de que nadie reacciones y me acerco a los montaigneses.

Ayudo a levantarse a la joven y le indico con los ojos que se marche.

-Caballeros. Es de esperar de gente de su categoría que no resuelvan estas cosas en público. Si la doncella debe ser castigada, que lo sea, pero no aquí. Es una pena lo de la ropa...Sin duda cualquiera de las doncellas estará encantada de limpiarlas....para ello deberá quitároslas...ya me entendéis.-

Trato de desviar la atención de la chica mientras se va.

-Acabo de regresar y no os conozco ¿Quienes sois buenas gentes?-

-Me encantaría partirle la cara...pero no es prudente..aún.-

Todo el grupo se ríe por tu broma de las cortesanas. Uno de los hombres se levanta de la mesa para hablar contigo, parece el cabecilla.

-Disculpe la falta de modales de mi compañero, me ocuparé personalmente de tomar las medidas apropiadas. Me llamo Françoise, ¿querrá terminar de comer con nosotros?. Sir John si no me equivoco. Han llegado informes muy favorables sobre usted desde mi pais.-

-Me alegro de que sean favorables- río- Pero me temo, Françoise, que debo declinar su oferta, estaba comiendo con un amigo, poniéndome al día después de regresar. Gracias por la oferta, otra vez será.-

Saludo con la cabeza y marcho junto a Ossian.

-Vámonos antes de que me arrepienta de no partirle la cara a ese desgraciado.-

Mientras salimos trato de ver a la sirvienta que ha sido golpeada.

-Espero que, otro día, acepte nuestra invitación.- dice con una ligera reverencia.

En los pasos que  te llevan desde el montaignes hasta Ossian, vuelves a sentirte observado otra vez. Podría ser cualquiera de las personas del salón, pero es una sensación diferente, como si alguien estuviese pendiente de todos y cada uno de tus movimientos. Ossian se levanta para seguirte, conla frente arrugada. Algo pasa por la mente de tu mentor.

La doncella siguiendo tus indicaciones, ha desaparecido de la vista.

-¿También te preocupa algo Oss? Es como si alguien me vigilara...-

-Lastima, quería asegurarme de que estaba bien, otra vez será.-

Ossian espera a que os alejeis un poco antes de hablar.

-Ya estabas en el punto de mira por venir de Montaigne, esto sólo te pone más a tiro. Deberías hablar ya con tu superior, cuanto antes contactes, antes te protegerán.- dice en tono preocupado.

Se queda parado delante de una de las puertas que llevan a los aposentos privados.

-Tengo trabajo, ten cuidado.-

-Me lo imaginaba, por evitar un enfrentamiento, soy un capullo...gente corta de miras...-

Le hago caso y voy a ver a mi superior. No por protección, sino por información.

Sabes que tu superior estará donde siempre, en el mejor lugar para hablar de espionaje y asuntos de estado: un bar lleno de jennys. Entras en la taberna, en la que el ambiente está tan cargado como siempre.

- Te estábamos esperando.- susurra una cálida voz femenina a tus espalda. Una mujer exótica, muy morena, te coge de la mano. Te guia escaleras arriba, abriendo una de las puertas.

El tono del cuarto, uno en el que has estado ya muchas veces, no tiene nada que ver con el resto del edificio. Es un respetable despacho y centro de operaciones.

Jonh te mira desde su asiento. -A buenas horas muchacho, ¿desde cuando llega una a casa y no se presenta donde debe?.- te saluda cordialmente.