Partida Rol por web

-Nademos.- te propone - en el lago. Será una competición justa.Como buen avalones, sabrá nadar. Y  yo he aprendido al mudarme a las islas. No es mi especialidad, pero me defiendo. ¿Le parece un buen trato?.-

-Tampoco es mi especialidad, hace mucho tiempo que no lo hago. ¿Dentro de tres horas en el lago?-

Continúo comiendo mientras hablamos.

-Allí estaré.- dice levantándose -no debería comer mucho más, dicen que es malo antes de hacer ejercicio.-

Se marcha a paso ágil, dejándote solo en el salon.* Tres horas mas tarde, se ha reunido un buen público alrededor de lago, para mirar como competís. Amenaza lluvia, como casi siempre. Sir Françoise lleva una especie de calzones cortos. Todos esperan por tí.

Doy un paseo por los jardines, para bajar la comida, y con la esperanza de encontrarme a Lady Anna, o quizá Lady Merced.

No encuentras a nadie conocido en los jardines, tal vez porque la hora de la comida se acerca. Estarán en el comedor.

-En fin, otra vez será.-

Regreso a mi habitación para ponerme una ropa más aecuada, que no me estorbe al nadar. Tras ello me dirijo al lago, con una capa por encima.

Aún así no pierdo la esperanza de encontrar a una de las dos por el camino, para dar el siguiente paso.

Tienes suerte, y las encuentras a las dos... esperando el expectáculo. Lady Taylor tambien está, al lado de Lady Isabella, que espera ansiosa tu fracaso. Sir Françoise espera ansioso a que te pongas a su altura, para poder comenzar. El juez se pone en el borde del lago. -Caballeros, ganará el que llegue antes al otro lado. Os señalará la salida levantando la mano cuando este al otro lado.- dice empezando a caminar.

Las damas recorren los cuerpos de los dos, ambos fibrados y bien formados. Tu rival es un poco más bajo, pero tambien mas ágil. El juez levanta la mano nada más llegar al otro lado. Es hora de nada.

Al llegar me hacerco a Lady Anna, besando su mano.

-Mi señora ¿Me daría su bendición? ¿Una muestra de su favor?-

*

También miro a Lady Merced, con, por un instante, una expresión "dolida", que solo comparto con ella, que se imagine el por qué.

Voy a la orilla del lago, donde me quedo en unos calzones parecidos a los de Françoise.

-Espero ganar, pero no hará trampas...aún. Si pierdo, la próxima vez, Jeremiah me ayudará.-

Lady Anna os da una pequeña cinta que lleva en el pelo, haciendo que algunos mechones desciendan enmarcándole el rostro. Lady Merced aparta la vista cuando vuestras miradas se cruzan. Su escote está desnudo, sin el crucifijo.

Sir Françoise espera ansioso a que te pongas a su altura, para poder comenzar. El juez se pone en el borde del lago. -Caballeros, ganará el que llegue antes al otro lado. Os señalará la salida levantando la mano cuando este al otro lado.- dice empezando a caminar.

Las damas recorren los cuerpos de los dos, ambos fibrados y bien formados. Tu rival es un poco más bajo, pero tambien mas ágil. El juez levanta la mano nada más llegar al otro lado. Es hora de nada.

Por poco, por muy poco, consigues ganar. Es una distancia mínima, pero la diferencia permite que el juez te declare vencedor de la prueba.

Cuando te levantas, triunfal, Françoise golpea con ira el agua, gritando un taco en su idioma natal. Su séquito se acerca para traerle algo de ropa.

-Felicidades, has vencido.- murmuda mostrándote la mano como gesto de deportividad

A lo dejos, ves como Isabella se marcha, decepcionada por el resultado.

Estrecho su mano, sin poder evitar una sonrisa por la alegría de la victoria.

-No os lo tengáis en cuenta, pues yo soy de Avalon, por mínima que fuese, tenía ventaja. Cuando queráis otra competición, buscadme Françoise.-

Tras ello miro al público y levanto el puño en el que sostengo la cinta de Lady anna.

Ya que nadie me trae ropa, pues no tengo séquito, regreso con un nado tranquilo al otro lado del lago, cansado pero feliz, a recoger mis cosas.

Lady Anna te espera al otro lado del lago.

-Felicidades Sir John, habeis competido bien.- dice con una sonrisa. Te tiende tu ropa, mientras notas las miradas indiscretas de las damas de la corte -espero que mi lazo os ayudase.-

-Sin él, no habría vencido mi señora, me dió fuerzas al final.- beso su mano de nuevo, dejando mis labios en su mano un instante más del necesario.

Seco mi cuerpo con la sábana traida para tal efecto, antes de ponerme mi capa de nuevo.

-Mi señora, debo ir a vestirme, ¿Me concederéis el honor de comer con vos? En el tiempo que tarde en ir a cambiarme y llegar al comedor.-

-Está preciosa con el pelo enmarcando su rostro así.-

Lady Anna te atraviesa con sus ojos.

-Ya he comido, pero os acompañaré Sir John. Os esperaré en el comedor. -

Se marcha haciendo una pequeña reverencia. Cuando entras por el comedor, te está esperando. Disfruta de un te con pasteles mientras una comida más contundente te espera a ti.

-Gracias por ordenar la comida mi señora. Mas, decidme, que planes tenéis para estos días ¿Algo especial?-

Como educadamente por respeto a ella, pese a que un hambre voraz me devora.

Te mira mientras saborea una pasta de forma tan sugerente que te hace preguntarte que hará con todo lo que toca sus labios.

-Me temo que no tengo planes, a parte de esperar a que mi padre se decida de una vez. Los criados me han avisado de que tiene algo casi cerrado. Talvez sea algo que me favorezca.- dice con una ligera sonrisa -y usted, sir john, ¿qué más planes tiene para divertir a la corte?. Es un tema de conversación muy recurrente en estos días.

Río. -¿Entonces soy el hazmerreir de la corte? No era mi intención, pero si es así, bienvenido sea, la risa es algo bueno. Pensaba proponeros un paseo por el campo, a caballo, para pasar el día entero. Comer un picnic y divertirnos con el arco, si gustáis.-

Al terminar de comer limpio mis manos y me recuesto en la silla, mirándola.

-No sois el hazmerreir, pero si dais que hablar. Vuestras apuestas con Sir Françoise han sido muy comentadas. Y seguidas.- da un ligero sorbo al te, pasándose despues la lengua por los labios -Me agrada la idea del picnic, pero alguien de mi séquito deberá venir. Son discretos, nos dejarán tranquilos, pero son normas de mi padre. Y adoro cabalgar, pero me temo que no tengo ni idea de tiro con arco.-