Partida Rol por web

Omashu esa una gran ciudad, gobernada por un rey algo loco, pero divertido, está llena de mercados y miles de canales impulsados por la tierra control.

Arc GenT lleva un vida relativamente tranquila en Omashu, vive entrenando día y noche para convertirte en un gran arquero. Su padre se ha unido al ejército del Reino Tierra y hace poco más de un año que partió a la guerra.
El día que su padre partió Arc quizo ir con él, pero su padre su puso furioso, "¿Cómo puedes pensar en dejar a tu madre sola?" dijo, "Además no estás listo para la guerra, cualquiera puede vencerte." Luego de decir esto acordaron que si el hijo podía vencer al padre, podría ir a la guerra con él, así entraron en combate el padre y el hijo, y el primero, usando tierra control, venció facilmente al otro.
"Lo ves, debes quedarte aquí. No controlas la tierra, la guerra no es tu lugar."

Mucho tiempo pasó de este hecho. Es de mañana y Arc GenT se despierta temprano como siempre para su entrenamiento, pero al salir de su casa en el este de Omashu las cosas no están normales, mucha gente está en la calle charlando, muchas mujeres lloran.
En eso un mensajero llega vestido con el traje del ejército de la tierra, es un mensajero oficial.
"Traigo un mensaje para Arc GenT", dice y le entrega un papiro, el cual dice "Es mi triste deber, como Comandante del Reino Tierra, informarle que toda la tropa a la que pertenecía su padre fue emboscada en las montañas del oeste, hubo varias bajas, su padre no se encontraba entre los cuerpos que hallamos. Su padre, está desaparecido."

Cuando Arc lee esto y corre hacia su madre, al oír la noticia la pobre mujer no tiene consuelo, llora desaforadamente y grita, unos pocos minutos después se calma de repente y seca su lágrimas: "Aquí dice que tu padre está desaparecido, no encontraron su cuerpo, ¡él todavía puede estar vivo! Es un hombre muy fuerte, puede estar herido vagando entre las colinas" dice la mujer con los ojos brillosos por las lágrimas que vuelven a asomarse mientras ve a los ojos a su hijo. "¡Debes ir a buscarlo Arc!" grita mientras golpea el pecho de su hijo.

Repudiado por los golpes en el pecho le sujeto de los hombros.

- Pierdes a papá, que es maestro de la tierra, ¿¿Y lo primero que se te ocurre es enviar a tu hijo que nisiquiera controla tales poderes del elemento Tierra en su busca?? - ese echo me estaba dejando bien claro lo que le importaba yo a aquella mujer... - Iré. Deja de llorar. Pero iré porque quiero saber que fué de mi padre. No quiero quedarme de brazos cruzados llorando por su desaparición como hacen otros. - digo con voz firme soltándola. Estoy casi convencido que mi padre sigue vivo en algún lugar de este mundo... Tengo el presentimiento....

Sin cruzar más vocablos con mi madre, preparo lo que me voy a llevar hacia donde quiera que alla ido él... Que por cierto, no tengo ni idea de donde se disputó esa guerra a la que acudió y donde se le vió por ultima vez... La carta tenía que haber nombrado algo al respecto... La releeo detenidamente y la única mención que encuentro es que desapareció en las montañas del oeste... - Hacia el oeste deberé dirigirme pues... - me digo en voz alta tras cruzar mi arco entre mi pecho y espalda, ponerme la funda con las 100 flechas tras de mi, cojer la máscara de mi abuelo de cuando éste era gran guerrero como no hubo otro... por lo menos para mí.... Y la cantimplora para tener de beber en las noches a la intemperie.... Cantimplora que relleno de agua limpia y fresca antes de partir....

Tras este ritual de preparación hacia mi búsqueda, poco más me queda por hacer más que despedirme de mi hogar...

Arc GenT sale de su casa y su madre se asoma a la puerta:
"Hijo, debes entender una cosa, no te mando por desesperación, te mando porque desde que tu padre se fue estuviste entrenando y te has vuelto muy fuerte, estoy segura que tu podrás volver con él y no hace falta controlar la tierra para ser poderoso, tu hoy podrías vencer a tu padre después de tanto entrenamiento.
Tu padre me dijo antes de partir que cuide de que entrenes puesto que tu tenías mucho poder en tu interior. Me dijo, "El poder de un guerrero no se mide por el control de su elemento sino por la firmeza de su corazón y nuestro hijo tiene mucha." Él estaba convencido de que tu tendrías un papel importante en la guerra por el balance de los elementos pero sabía que debía forzarte a ser más fuerte, ahora ya estás listo."

Arc Gent escucha esto y una lágrima se le resbala, se despide de su madre y empieza a caminar por la ciudad, en eso encuentra a un soldado del Reino Tierra que lo observa...

"Hey tu!" Arc GenT se señala a si mismo sorprendido, "Si, tú, yo te conozco, eres hijo de un soldado de nuestro reino, pero no eres soldado, ¿Qué haces tan preparado para el combate? Recuérdame quien es tu padre."
El hombre es muy robusto y fuerte, se nota que tiene un alto rango en el ejército y que viene de una batalla puesto que su ropa está rasgada y en parte quemada, y nada le cubre el torso.

Dudando todavía del orígen de mi lágrima... Seguramente mi madre preparaba sopa de cebolla para comer hoy. Me cruzo con un guerrero alto y fuerte que dice conocer a mi padre.

- No tengo nada que recordarte. No obstante. ¿Que sabes tu de mi padre?

"¿Cómo podría decirte lo que sé si no me recuerdas su nombre? Sé que es un buen soldado de esta nación pero no recuerdo cual de todos los que he conocido."
Dice Durlock enojado. Él es un comandante noble y fuerte con numerosas batallas encima y no le gusta nada que un civil le falte el respeto, sobretodo cuando viene de tener una batalla.
Durlock se seca el sudor de la frente, se cruza de brazos y se queda esperando una respuesta.

- SanDy - respondo tras haber confundido la pregunta del hombre. - Disculpa, te había malinterpretado.

"¡Con que tu eres su hijo, ahora entiendo tu caracter! Mírate ya estás enorme, seguramente no me recuerdas. Mi nombre es Durlock, soy comandante de Omashu, como verás vengo de tener un combate con maestros fuego, te explicaré lo que pasó porque tiene que ver con tu padre. Hace unos meses el batallón de tu padre estaba volviendo de una incursión de ataque en la península Este de la nación del Fuego, pero fracasaron y tuvieron que volver, los que pudieron, obviamente atravesaron las montañas del oeste para volver a Omashu, pero una brigada especial estaba esperando a las tropas heridas para acabarlos, fue una masacre, pocos sobrevivieron. Yo estaba al Norte de dichas montañas cuando un mensajero llegó avisándonos de lo sucedido, estaba ensangrentado y quemado. Mi tropa y yo fuimos a la montaña para liberar ese territorio ya que es una ruta de regreso para nuestros heridos y si no la liberábamos la pérdida de Omashu sería inevitable. Y así lo hicimos, buscamos a cada uno de los soldados del fuego que estaban escondiéndose en las montañas y los matamos uno por uno, pero había algunos grupos más especializados y tuvimos que enfrentarnos a ellos, eran muchos, pero ganamos, solo quedaron algunos pocos que huyeron, luego de eso, identificamos a cada uno de los nuestros y los enterramos, tu padre no estaba por ningún lado, enviamos un mensajero a dar el mensaje de su desaparición ya pasaron 4 días desde eso, supongo que hoy o ayer habrás recibido el mensaje, yo vine en cuanto pude iba a tu casa a contarles todo en persona, no soy su Comandante pero como el suyo murió sentí que era mi deber ir a informarlos personalmente."
Después de contar toda la historia, Durlock parecía aflijido, sus ojos reflejaban el recuerdo de tanta muerte a su alrededor.
"¿Ahora dime, que haces tu vestido así? No estarás pensando en ir a buscar a tu padre ¿no?"Durlock se pone muy serio y se ve preocupado.

- Si... Pese a verlo una locura, es mi padre... Y además mi madre está desesperada... Quiero ir a buscarle... Hasta que no sepa lo que pasó veridicamente, no volveré... Quiero encontrar a mi padre.... Le necesito..... Quiero ser tan fuerte como él... Mi madre dice que ya le superé... Pero no tiene ni idea... Él... El era el mejor..... - le digo a Durlock. - ¿Me llevarás hasta las montañas?

"Estás loco, ningún soldado de Omashu abrirá las puertas del Oeste para un civil y menos si éste va armado." dice serio Durlock. "Es deber de todo soldado impedir que alguien haga una locura como ésta."
Durlock mira el suelo, "Debo arrestarte para impedir que hagas tal locura."
Durlock levanta la cabeza y mira fijo a Arc.
Arc se pone tenso y aprieta sus puños listo para pelear.
"Pero el rey Bumi está algo loco y seguramente me condenaría por esto, jajajaja." Durlock sonríe frenéticamente es la primera vez que el gesto de seriedad desaparece totalmente de su rostro, "Yo tengo órdenes que cumplir y un batallón del cual cuidar no puedo llevarte a las montañas pero haré que habran las puertas para ti." se acerca a Arc y le dice muy serio nuevamente, "Confía en mi muchacho, no te arrepentirás" Seguido de esto, Durlock pisa fuerte moviendo el suelo haciendo caer a Arc, que estaba totalmente desprevenido, Durlock saca unas cadenas hechas de roca sólida y atrapa los pies de Arc y empieza a arrastrarlo por la ciudad, hacia el oeste, al llegar a la enorme puerta, le tapa la cara a Arc con una bolsa y grita, "¡Habran la puerta! ¡Este ladronzuelo quiere aprovecharse de la gente de Omashu, vamos a mostrarle lo que es el exterior para que aprenda!" los soldados abren la puerta y el comandante arrastra a Arc hasta el exterior, le susurra al oído, "Era la única forma muchacho, ve derecho, en un día de camino llegarás a una parte densa de vegetación, unas horas más y empiezan las montañas, sube y sube hasta que veas manchas de sangre o tierra quemada, ahí habrás encontrado el lugar correcto para empezar tu búsqueda, ah cuando llegues a la parte de vegetación para y come algo porque puede ser tu última comida en días, rara vez se ve algo que comer en las montañas." Luego de esto lo suelta, Arc siente los pies libres y se saca la bolsa. "No mires atrás para que nadie te reconozca, así podrás volver a Omashu sin problemas de reputación."
Acto seguido el comandante se desliza hacia el interior de Omashu usando tierra control como si patinara sobre hielo. Las puertas se cierran al instante.

Una vez en el exterior y sorprendido por la serie de acontecimientos y directrices que Durlock había lanzado sobre mi cuerpo y mente, estoy apunto de iniciar mi camino.

Como bien me advierte, no giro la cabeza para nada mientras me alejo de la muralla de Omashu. Todavía me cuesta asimilar el pedazo de monólogo que Durlock se a marcado sin dejarme tan siquiera abrir la boca y hacer ningún tipo de pregunta. Estoy abandonado a mi suerte...

Cuando me aseguro que estoy lo suficientemente lejos como para que nadie me reconozca desde la gran puerta, me giro esta vez sí, y observo los alrrededores de Omashu. Creo que esta será la última vez que la veré durante mucho tiempo... Sin más dilaciones pongo rumbo al oeste como bien me advirtió el conocido de mi padre...

Tras medio dia de caminata estás sediento y tomas un poco de tu cantimplora, ves emerger desde la tierra las enormes e imponentes montañas del oeste, sientes el aire frío proveniente de lo alto de las montañas como ráfagas de gran poder que parecen alertarte que te mantengas alejado. El aire transporta un olor a hierba mojada, ves como al acercarte a la base de las montañas hay un pequeño bosquecito que se te interpone...

Tras ojear levemente los alrrededores del inicio montañoso, y tras descartar un segundo camino alternativo. Decido intentar cruzar el bosque... Me aseguro de no haber perdido nada en mi camino... Palpo mis arapos... Paso la palma de la mano por mi frente... Crujo mi cuello hacia derecha y hacia izquierda en este orden, y tras acordonarme correctamente el calzado. Me adentro en el interior de la arboleda porfin.

Entras al bosque por fin y al poco tiempo te rodean miles de árboles, aún así ves como la luz del sol entra entre las copas de los árboles sigues tu camino hacia las montañas y empiezas a sentir un poco de ruido seguido de un aroma a fresco muy agradable.

Ves pasar algo a mucha velocidad frente a ti que parecía una especie de felino pero se movía con la agilidad de una gacela... Escúchas múltiples pasos ágiles, todo proviene de la parte del bosque que está frente a ti.

Descuelgo el arco de mi pecho tensando la cuerda preparando una primera flecha que disparar. Intento palparlo en el frondoso bosque con la vista ayudado unicamente de mi oído antes de lanzar flecha alguna. A todo esto me reposo en el primer arbol que se cruza ante mis ojos. Estando en el centro del bosque inmovil solo soy carne de cañón.

Pronto todos los pasos siguen el mismo rumbo, si bien todos estaban frente a ti, los pasos parecen ir de sur a norte, y ves pasar 2 o 3 figuras más, muy parecidas a las anteriores, oyes como los pasos comienzan a alejarse...
Estás apoyado junto a un árbol pero sabes que debes tomar una decisión...