Partida Rol por web

La criatura recibió un fuerte impacto en el yelmo, por un instante interrumpió su ataque, y Durin respiró aliviado. Se quedó inmóvil y sacudió la cabeza como si tratara de alejar una neblina turbia de su mirada. Estos segundos fueron cruciales para loas aventureros, que no estaban dispuestas a perder ni un instante para tratar de golpear a su enemigo.

Durin pensaba que tras el golpe recibido quizá era el momento de atacar, y se dejó de protegerse totalmente para enarbolar su hacha y lanzarla contra las piernas de la criatura, en dirección a los puentos clave, rodillas y tobillos, pero el temor a ser alcanzado no le hizo lanzar un buen golpe que no encontró la carne de la criatura.

 Viendo que a pesar de los duros golpes no son suficientes como para acabar con la criatura, peró sí para dañarla y aturdirla, el joven helmita coloca de nuevo otro proyectil en la honda para darle fuerza con un par de vueltas antes de dispararla de nuevo contra la cabeza de aquel ser.

 La bala de plomó impactó de nuevo en la criatura. Tal vez sirviera para dar a Durin unos momentos de distracción para terminar con ella.

 - Caerás, caerás por tus heregías y atrocidades. Por el Guardián que no verás otro amanecer.

La criatura se tambaleó gritando entre dolor y sorpresa. la bala impactó con maestría en la garganta, justo entre el broche de cierre del caso del metal, y la coraza, en la zona desprotegida. Soltó la espada y su mano libre agarró el agujero redonda del que manaba sangre oscura en cantidad. Escupió unas cuantas palabras acompañada de más sangre viscosa. Miró a los aventureros con ojos desencajados. Aún así lanzó un mazazo al enano como advertencia, que éste paró con su escudo. Por la fuerza del impacto, Durin supuso que la vida escapaba del cuerpo del enorme trasgo.

En cuanto notó el débil golpe del monstruo y vió que manaba sangre de su garganta profusamente, Durin apartó el escudo y lanzó un potente golpe contra el abdomen de la bestia que lo abrió dejando caer las vísceras de la misma al suelo mientras soltaba un:

-¡ÁRBOLES MÁS GRANDES HAN CAÍDO Y MONTAÑAS MÁS ENORMES HAN SIDO VACIADAS POR LOS ENANOS! ¡MUERE BESTIA INFERNAL!

El mago observa como la criatura cae muerta . La estrategia funciono a la perfección.

-Este sitio está plagado de estos monstruos ¿ aun quedaran más ?

 Lorenzo se acerca para examinar al brutal contendiente, un tipo como ese seguro que era algún líder. No sería raro que tuviera alguna llave de acceso restringido... o al botín del clan. Incluso pudiera ser que tuviera algunas instrucciones o un mapa... algo que explicara su presencia aquí.

Los aventureros se encontraban en la sala de la guardia. Había una mesa con sillas, que había sido destrozado por el enorme trasgo. Al final del recinto rectangular había un mugriento jergón y una puerta en la pared sur, justo entre ambos decadentes mobiliarios.

Me giro haca mis compañeros y les digo con el ceño fruncido tras buscar algún rastro del "portal" del que hablaban los trasgos:

- Mmm, los trasgos hablaban sobre un portal, así que creo que hay algo más, no se si detrás de esa puerta o tras alguna entrada secreta, pero que sepáis que pueden aparecer cosas extrañas y que hasta que no acabemos con ese portal, no habremos acabado nuestro trabajo.- Me dirijo hacia la puerta a ver si veo algo extraño o que me llame la atención.

 Si bien Lorenzo no abía el funcionamiento de estos mecanismos arcanos, como la mayoría de habitantes de Faerún, había oído cuentos y leyendas. Unos pasos secretos, unas puertas que conectaban lugares muy lejanos, ¡incluso algunos daban a los nueve infierno!

 - Si en verdad hay un portal... tenemos que intentar desactivarlo... como leales cormytas no podemos permitir que los trasgos tengan un acceso directo al interior de nuestras tierras. Ya es suficiente con mantenerlos fuera de las fronteras.

 Tras lo cual se aacercó al jergón al que dió un vistazo por si había algo interesante y finalmente escuchó a través de la puerta del sur.

El helmita registra el cuerpo del trasgo. Sólo alcanza a encontrar una bolsa de cuero con algunas monedas. Los aventureros rebuscan el lugar sin éxito. Lorenzo alza el jergón espantando unas cuantas criaturas diminutas parásitas de aspecto repugnante, parecidos a chinches. No parece nada relevante en el lugar. Por fin se aproximan a la puerta. Todo está en completo silencio tras ella.

El mago ante la indisposición de su magia fija su mirada en las armas del osgo para comprobar si estas son de mejor calidad que la espada corta que este poseía.

-Hay que encontrar el portal y sellarlo antes de que mas trasgos acudan . La calma aparente parecía querer advertir de que algún suceso estaba a punto de ocurrir.

Yenian se acerco a la puerta.

-Deberíamos de entrar.

Viendo que todos esperan que vaya delante abriendo el camino por ser el más cubierto de armadura, avanzo no sin precaución por la puerta tras la que sólo se escucha silencia, sin fiarme del silencio miro para todos los lados, ya se sabe enanos y magia nuna se llevaron demasiado bien.

 Lorenzo asintió a la determinación de Yenian y Durin, y tras pasar el mago, el helmita va cerrando la marcha tras ellos. Guardando las espaldas como antes hiciera.

 - Tal vez el cuerpo caído del osgo nos de algún tiempo antes no nos ataquen más trasgos por la espalda... ya sea por temor o por alguna trifulca por el liderato.

Unas escaleras de piedra húmeda descienden hacia la oscuridad, las antorchas sujetas en sus soportes en la pared están apagadas. El enano agudiza sus sentidos y desciende con decisión y coraje. Los aventureros piensan llegar hasta el final de todo.
Las escaleras llegan a su fin y a través de una verja podéis ver una amplia estancia que parece una cripta, a juzgar por los sarcófagos que se distribuyen por la misma.

Tras sentir un escalofrío al ver los sarcófagos, intento encontrar una manera de abrir la verja, primero pruebo si se abre como una puerta empujándola y trayéndola hacia mi, si eso no resulta me giro hacia mis compañeros poniendo cara de no saber que hacer y mostrando mi hacha y señalando la verja para golpearla. Y miro si hay alguna palanca, botón o ladrillo saliente que pueda activar su apertura.

 Desde el último peldaño el helmita da un vistazo a la verja y lo que guarda tras esta, bañado todo por titilantes sombras provocadas por la llameante antorcha, busca algún referente religioso. En el piso superior encontró estatuas de Helmo, busca esperanzado algún símbulo de su deidad patrona protegiendo estas catacumbas.

Señalo el suelo para que mis compañeros puedan ver lo que yo he visto y espero un momento a ver si se escucha algo desde el otro lado.

Tras descender por las escaleras el grupo se adentra en la completa oscuridad hasta llegar a lo que parece una cripta.

El enano consiguió abrir sin esfuerzo la verja que permitía dar paso al interior.
``si no hubiera agotado la magia podría usar la bola luminosa para iluminar la sala´´

a pesar de la oscuridad el mago mira alrededor en busca de símbolos o marcas que le puedan ser conocidas.