Partida Rol por web

No me fío de esas cosas que crecen del suelo pensó Erackand con su tozudez enana Como para subirme a una de ellas.

Confuso termina por acercarse a Vargad y preguntar

Dime, veo muchos pero no termino de saber porqué brotan de la tierra... ¿qué son estos árboles?

Probablemente a Erackand ya le habían explicado en el pasado que eran plantas y que tenían varios usos. Conocía la madera que llegaba a Orzammar del exterior y que se usaba en tallas y como combustible, pero el enano nunca había imaginado que los árboles pudiesen ser tan grandes y verse rodeado de ellos no le hacía ninguna gracia.

Aún así se acercó todo lo que pudo sin alejarse del grupo y miró con cuidado.

La oscuridad de aquel bosque  mantenía a los legionarios ocultos por completo al tiempo que decidían que hacer a continuación e intentaban averiguar mas sobre aquel campamento. Una cierta precaución los mantenía alejados y solo Erackand se acerco lo suficiente al tiempo Sondra trepaba a los árboles.
Les era ya claro que frente a ellos estaba el campamento de los bandidos por lo que la misión que les impusiera el Bann estaba parcialmente cumplida. El riesgo de asesinar o no al líder de los bandidos, o por el contrario marchar de regreso con el Bann para traer refuerzos, era una decisión que tendrían que tomar cuanto antes.

Sigo el camino con el grupo y detecto las marcas al igual que el resto, por lo que el camino siguiendo la pista tan tontamente dejada por los bandidos se hace sumamente fácil de seguir. Una vez llegamos al punto donde somos capaces de ver una columna de humo ascender de lo profundo del bosque, avanzamos hasta un tipo de colina que supuestamente está al lado del campamento de los bandidos.

Nos detenemos allí y Gareth nos habla. Comienzan a moverse, unos hacía los árboles, otros por los alrededores. Yo también comienzo a mirar pero pronto me aburro y, como siempre, me mantengo al lado del líder y le hablo al oído:

 - "Líder, quizás estamos subestimando a los bandidos y el rastro que dejaron fue a propósito, guiándonos a una emboscada. No digo que así sea, pero es una posibilidad que deberíamos tener en cuenta. Yo sugiero divisar bien a los vigías, el campamento mismo y luego rodearlo para asaltarlo desde la dirección más lejana a las huellas que dejaron. Solo por precaución."

Es cierto que quizás no es más que un poco de paranoia de mi parte, pero lo cierto es que no me fío un pelo de un trabajo tan fácil. No digo que asaltar el campamento y matar al líder será fácil, pero hasta el momento ningún mercenario había encontrado el campamento y vivido para contarlo, lo que me hace pensar que el sigilo es apreciado por esos desgraciados y probablemente tengan una manera inteligente de cuidarlo.

Erackand vuelve junto al resto del grupo y se aleja lo suficiente para hablar sin ningún temor.

Escuchad dice hablando a Gareth, aunque se asegura de que le escuche todo el grupo. Hay un pardillo en el camino, parece dormido. El campamento parece poder tener entre treinta y cincuenta personas por lo que he apreciado según el tamaño.

Hace una pausa para que queden claras las cosas.

Si yo fuese el jefe del campamento me aseguraría de no dejar sólo un centinela, debe haber más. Y aunque no la haya visto, sin duda debe haber también otra entrada al lugar que a su vez pueda servir como salida de emergencia.

Erackand hizo una nueva pausa, quedaba claro que estaba ordenando sus ideas.

Si entramos a lo loco moriremos, son demasiados incluso aunque les cojamos desprevenidos. Además me parece que la misión no era exactamente acabar con los bandidos sino con los problemas de la zona. Creo que debemos conseguir de algún modo pillar a alguno de ellos para interrogarle. Se me ocurre volver al sitio de la matanza, preparar una emboscada y provocar que nos persigan. Podríamos hostigarles con arqueros matando a algunos o algún plan similar.

Nueva pausa.

Por más que no sea mi estilo un ataque directo es un suicidio, quizá contaminar su fuente de agua, hacer algún ataque puntual, ese tipo de cosas...

Y miró a Amon.

Es mi opinión. ¿Qué hacemos jefe?

Y ahora miraba a Gareth.

Encaramada a las ramas de aquel enorme árbol, pude ver con claridad el campamento. -Maldición, parecen demasiados. Dije con un hilo de voz para mí misma. No pude evitar recordar las valiosas espadas que habíamos dejado marchar hace algunas horas en el lugar de la masacre. Bueno, de nada sirve lamentar, ya esta hecho. Pensé con resignación.

Ya no había nada más que ver allí, así que comencé el descenso. Antes de que me dirá cuenta ya podía ver a mis compañeros tras las ultimas ramas. Continué descendiendo y cuando estuve ya en la rama más baja, me deje caer ágilmente para salvar la corta distancia que quedaba hasta el suelo.

Mientras me sacudía la suciedad de las ropas y recobraba el aliento, hacia recapitulación en mi mente de las cosas que había visto para comunicárselas al grupo, pero cuando estaba apunto de hablar, apareció Erackand. Al parecer se había adelantado para ver que podía descubrir y por lo que decía había averiguado lo mismo que yo.

-Poco puedo añadir a lo que a dicho Erackand. Dije mientras montaba de nuevo en mi caballo. -El vigía de más adelante es al único que  he conseguido ver. Hice una pausa y continué. -No podemos lanzarnos sin pensar, recordar que cuando  nos emboscaron, uno de ellos escapo y debemos suponer que ya saben de nuestra presencia. Tenemos que trazar un plan. Dije para finalizar mirando a Gareth.

Sonrío ante las palabras y miradas que el enano me hace a medida que habla. Le hago una pequeña reverencia al momento que le contesto:

 - "Es un honor para mí que me considere un experto en algo, aun cuando sea en todo lo que considera deshonroso."

Mantengo mi sonrisa cuando me giro nuevamente a Gareth y le hablo:

 - "Lo que Erackand dice es sumamente apropiado. Veo muy pocas posibilidades de imponernos en este combate si lo efectuamos de frente. Quizás usar un plan... moralmente gris... nos permita imponernos y obtener la ventaja que necesitamos. Quizás algo de veneno en su agua y alimentos, quizás algo de fuego en sus tiendas mientras duermen, quizás un artefacto que explote dentro de la tienda del líder. Esa clase de cosas que los guerreros honorables repugnan pero que son, quieran o no aceptarlo, mucho más efectivas que golpear al enemigo de frente y sobre aviso."

Me detengo mientras comienzo a pensar qué de lo que el bosque nos ofrece podría servir para poner en marcha un plan de esa índole y que nos diese la ventaja que necesitamos para imponernos a la enorme ventaja que el número les significa.

Me masajeo la sien como es habitual en mi cuando reflexiono, tratando de alcanzar una forma de alcanzar el éxito en esta misión. Escucho la sugerencia de mi hermano de batalla y la respuesta que le da Amon, el despiadado traidor de los principios de la orden.

Por esta vez estoy de acuerdo con Amon. El fin justifica los medios y debemos salvar a los humanos del pueblo de estos bandidos. La pregunta es como hacerlo. En esta situación se me ocurren tres posibilidades, aunque ninguna me convence -expongo al resto mientras observo el bosque y la base del enemigo.

Tal vez deberíamos ir a avisar al Bann, pues él quería que localizáramos a los bandidos, cosa que hemos hecho. Sin embargo no me fío de él por lo que creo que es una opción a descartar. También podríamos, con mucho pesar por mi parte y oponiéndome en pleno a ello, quemar esta zona del bosque con ellos dentro. Sería como meterlos en una hoguera gigante. O, simplemente, quemar la zona de entrada y coserlos a flechazos mientras mantenemos el fuego vivo como muro de protección -explico con cierta reticencia.

Tal vez lo mejor sea asegurar posiciones aquí, creándonos lugares donde escondernos y cobijos. Si lo que me dijo el bandido que aprisionamos es cierto el líder de los bandidos se reúne en ciertos momentos con el Bann. Podríamos seguirlo si parte y matarlo o, si se va un grupo elevado de bandidos, atacarles cuando su número sea menor.

Tras las palabras del enano, desmontó con cautela, arropándose en el follaje. Escuchó atenta las sugerencias de sus compañeros, parecían efectivas, pero harto complicadas. Para eso necesitaríamos las habilidades de un espía, demasiado tarde para planteárnoslo, ya están sobreaviso... y ninguno posee tales habilidades. Emboscarlos poco a poco suena mejor, pero será complicado acampar hasta que eso ocurra... debemos actuar. Su mirada se clavó en el campamento con suma concentración, como de costumbre la ira inundaba sus pensamientos. Se merecen arder en el infierno, quizás nos sirva llevarles a él. Estoy con Vargad, quememos su campamento, si esta es la única ruta de escape será fácil acabar con todos ellos, tardarán demasiado en reaccionar... No era el plan más elaborado, pero si el que más sufrimiento preparaba.

Ciara escucha atentamente lo que dicen sus compañeros, prestando atención a la reacción de Gareth frente a los planes. - Creo que envenenarles el agua y prender fuego sus provisiones y el lugar dónde duerman será un golpe muy duro a su campamento. Lo primordial sería la comida y el agua, eso los obligaría a dispersarse para recuperar sus suministros dándonos una mejor posibilidad para enfrentar al líder estando éste más solo. El problema sería mantenernos ocultos mientras llevamos a cabo todas estas acciones, y para eso no se me ocurre qué podríamos hacer.

Me quede callado mientras evaluaba la situación y escuchaba las propuestas de mis compañeros, pues al igual que ellos, sabía que eran demasiados para simplemente atacarlos de frente.

Si pudiésemos acercarnos sin ser descubiertos, podríamos hacer algo- pensé -El problema es que sería difícil conseguirlo, y en cuanto nos descubran, podemos darnos por muertos- me dije, mientras negaba levemente con la cabeza, consciente también de que no podíamos retrasarnos mucho, o nos descubrirían, así que teníamos que actuar ya.

Lo de prender fuego no me parece buena idea, pues si intentamos quemar toda esta zona, es muy probable que se nos valla de las manos y no podamos controlarlo, y quemar solo la zona de la entrada no serviría si como dice Erackand, hay otra salida- les dije, descartando esa opción -Si pudiésemos hacer que nos siguiesen en grupos pequeños a los que emboscar sería lo mejor... como los que enviarían si perdiesen a uno de los suyos- les dije, señalando da zona en la que Sondra había visto al bandido durmiendo -Si pudieseis capturarlo sin que pueda alertar a los otros, nos lo podríamos llevar para interrogarlo en otro lugar, donde poder defendernos si nos intentan seguir- les dije a Sondra, Cassandra y Magányos, pues eran los 3 que más posibilidades tenían -Pero nada de arriesgarse, si no estáis seguros de conseguirlo, lo dejáis- añadí, consciente de las consecuencias si daban la alarma.

Aun que lo consigan, y luego nos de mucha información, nos siguen superando por 4 a 1 como mínimo, puede que más- pensé -Tenemos que hacer algo para intentar equilibrar la balanza cuanto podamos- me dije, pensando en las sugerencias de Amon.

Puede que no sean métodos honorables, pero  no tengo problema en usarlo contra bandidos que atacan a simples aldeanos- le dije a Amon -Por desgracia, dudo que podamos acercarnos lo suficiente a las provisiones, pero, en cambio, lo de añadir algo al agua es buena idea, lo podemos echar en el riachuelo de forma que al menos el agua que cojan hoy les afecte- les dije, con la esperanza de que alguno tuviese algo que sirviese para ese propósito... porque yo por lo menos no lo tenía -Y si pudiésemos montar alguna trampa por aquí, aun mejor- añadí, para luego me quede un segundo en silencio, pues sabía que incluso aunque todo saliese perfecto, es posible que necesitásemos ayuda.

En cuanto a lo de avisar al bann, puede que no haga falta- les dije, mientras miraba a Vargad -Pero si no hay más remedio tendremos que hacerlo... pero como yo tampoco me fio mucho, lo mejor será que de hacerlo, avisemos a su vez al manor, al menos así tendremos un seguro- añadí. No se me ocurría que más podíamos hacer, así que espere a ver la reacción de mis compañeros.

Negó con la cabeza levemente a la pregunta de su líder, pero la escasa moral que había dejado el campamento anterior es su corazón le dejó una macabra idea. Nada que sirva, pero si capturamos al bandido, podemos verter después su sangre en el río, no sé si será suficiente... es lo único que se me ocurre con el agua. Su impaciencia se hacia presente al apretar con fuerza su espada.

La discusión en el bosque oscuro a los pies del campamento de los bandidos era acalorada. Los caminos a seguir podrían tornarse infinitos si se detenían a pensar en las múltiples variantes que tendría cada posible plan, más aun si se combinaban entre ellas.
Lo cierto es que el final de sus misión estaba ante sus ojos, solo tenían que descubrir la mejor forma de cogerla sin salir lastimados en el proceso.

- Envenenar el río sería imposible, a menos que volvamos sobre nuestros pasos, arrastremos algunos cadáveres y los tiremos en su fuente de agua, aunque no sé que tan efectivo sea eso. Yo propongo que hagamos eso, aprovechar cuando envíen bandidos a investigar qué le pasa a su fuente de agua, aprovechando esa pequeña baja numérica que alguien se infiltre y queme sólo sus provisiones, y en el descontrol atacar al líder. - Ciara se muestra algo insegura y con dudas ella confía en el juicio de Gareth para la decisión final.

Escucho las palabras de Ciara mientras pienso en ello. Es cierto que los cadáveres causan contaminación de las aguas. Dudo mucho que eso sea capaz de matar a los hombres, pero les causarán las molestias necesarias para generar una distracción que aleje a un grupo reducido lo suficiente del campamento.

Ahora le pregunta es qué haremos cuando unos pocos se vayan. Pienso un momento y luego le comunico al resto mis pensamientos:

 - "Yo creo que será un grupo demasiado pequeño el que irá a investigar para ser significativo. Yo no mandaría a más de cinco hombres a investigar. Lo mejor sería emboscarlos para así acabar con unos pocos, dejamos los cadáveres arroyo arriba para que sigan contaminando y esperamos un segundo grupo. Si no vuelven los primeros investigadores, sabrán que pasa algo y mandarán más, una fuerza ya significativa. Ahí aprovechamos de asaltar el campamento por el otro lado, nos infiltramos, matamos al líder y lo incendiamos antes de huir. ¿Que les parece?"

Este plan tiene muchas cosas que pueden salir mal y cosas que necesitamos, como es una forma de saber cuando manden el segundo grupo y qué tan numeroso es. Si no es significativo, nuestro asalto sería un suicidio. Es importante coordinar todo para no fallar por ningún motivo.

Nuevamente jugueteo con mi barbilla y mi sien, pensando. Ninguna de las opciones me terminan de parecer acertadas, todas implican demasiado peligro o tienen poca efectividad.

Compañeros, no dudo de vuestras habilidades pero somos ocho contra, al menos, treinta bandidos. Si cada uno de nosotros puede matar a cuatro podemos contra ellos pero, para ser sincero, lo dudo -explico a mis aliados -sinceramente no veo lo de la sangre. No creo que tenga mayor efecto para los bandidos y, si lo tiene, estaremos perjudicando al resto de la vida de este bosque. Para eso directamente reducimos a cenizas este lugar.

Miro a Cassandra y Amon, los artífices de la idea de la sangre -Sinceramente creo que deberíamos aprovecharnos de los hombres del Manon. Él se creé, por la conversación que mantenimos, que es un fracasado incapaz de ayudar a su gente. Puede que esta información privilegiada le decida a venir con nosotros junto a sus hombres para dar el golpe final a estos criminales. Pero para ello no hace falta que vayamos todos, con un grupo de tres será suficiente, o al menos eso creo -no puedo evitar mirar a Gareth, Sondra y Ciara, los tres hombres a los que confiaría esta misión.

Mientras tanto el resto podemos realizar varias tareas de sabotaje. Tal vez deberíamos matar a ese centinela pero, como decís el resto, seguramente sea una emboscada. Uno de ellos ha sobrevivido y los habrá alertado además de que, sino me equivoco, el Bann está con ellos y sabrán de sobra nuestras intenciones -continúo explicando mis sospechas -yo lo que haría sería dispersarlos de varias maneras, provocando que pequeños grupos salgan e ir matándolos poco a poco mientras el Manor y los demás vuelven. Colgaría a sus hombres en una zona o en las cercanías de este lugar, atacándoles a distancia mientras contemplan el macabro espectáculo. Encendería fuegos para que pensasen que hemos montado un campamento en algún lugar de la zona. Colocaría trampas con nuestras cuerdas para interrumpir la marcha de los grupos y atacarles mientras están desprotegidos. Mataría a los exploradores, cazadores e informadores cuando salieran a patrullar, escondiéndonos y tendiéndoles emboscadas.

Miro al resto de mis compañeros, a Amon, Cassandra, Erackand y Maganyos. Amon y yo podríamos herirlos de gravedad con nuestra magia, Cassandra y Magányos podrían acribillar a los supervivientes y Erackand rematar a los heridos. Un grupo de cinco no duraría demasiado contra nosotros si los emboscamos. Si repetimos esta acción cinco veces habremos matado a casi todos.

Golpeó el suelo con furia, consciente de que la sangre y el fuego condenarían un bosque inocente, por lo que sugirió entonces el plan más sencillo, pero también más efectivo para realizar emboscadas, utilizar un señuelo. Tenéis razón, el bosque no es culpable de esta escoria. Utilicemos entonces al centinela como señuelo, interrogadlo y después colgadlo, quemadlo vivo, lo que sea para llamar la atención del campamento, yo me presto voluntaria a realizar esa tarea si es necesario, mientras el grupo se aposta en el lugar más vulnerable para emboscar. Serán muchos los que vendrán a socorrerle en vano... dejándonos el camino libre para llegar hasta el líder. Su mirada bajo dudosa, tenía demasiadas ganas de asestarle el golpe de gracia a ese bastardo.

Creo que como dice Vargad nuestra mejor opción es dividirnos, de forma que mientras un grupo va a buscar refuerzos, el otro se puede quedar en el bosque, intentando atraer a grupos pequeños de los que puedan encargarse- dije tras escuchar a mis compañeros -Aunque pienso que atraerlos con cadáveres de sus compañeros es demasiado arriesgado, pues si ven eso seguramente manden a alguien a avisar a los demás. Lo mejor sería que montaseis un campamento por la zona, lo bastante cerca como para que lo puedan encontrar fácilmente, pero no tanto como para que piensen que sabéis donde está su campamento- empecé a decirles, mientras pensaba en como podrían atraerles sin demasiado riesgo -Y si cuando se acerquen, solo ven a un enano acompañando a dos o tres personas desarmadas, seguramente bajarían la guardia, pensando que el único riesgo es Erackand, y que los otros dos son mercaderes o viajeros de los que encargarse fácilmente, por lo que atacarían sin cuidado... de forma que el resto podáis verlos venir mientras os ocultáis en lo alto de un árbol para que no os vean y podáis atacar fácilmente desde allí- les expliqué, pensando que era el método menos arriesgado -Aun así, hay que tener cuidado, el objetivo es solo debilitarlos para cuando lleguen los refuerzos, por lo que en cuanto se acabe con un grupo, lo mejor es cambiar de lugar, y si el grupo que se acerca es demasiado grande, es mejor retirarse a tiempo- añadí.

En cuanto a buscar la ayuda del manor, lo mejor es que vaya alguien que conozca- pensé, lo cual nos dejaba como opciones a Ciara, a Vargad y a mí, aunque por como discutieron, mejor que Vargad no fuese.

Por otra parte, pienso que es mejor si los que hablemos con el manor somos los que ya lo conocemos, por lo que supongo que lo mejor es que seamos Ciara y yo los encargados de ir a por refuerzos, aunque también podría acompañarnos Sondra- les dije -Se te da mejor hablar que a nosotros, por lo que nos vendría bien tu ayuda, pero tambien les serias de bastante ayuda a los que se quedan en el bosque- le dije, dejando a su elección que hacer... siempre y cuando el resto estuviesen de acuerdo.

Erackand había estado callado. Quizá más de lo habitual. Se sentía dividido. Por un lado era necesario completar la misión y lo cierto es que para eso estaban allí. Por otro lado, aunque reconocía que era necesario algún tipo de estratagema para no sucumbir ante la superioridad numérica, no le gustaba nada las alternativas que poco a poco se iban ofreciendo.

Manipular cadáveres no lo veía bien. Los muertos precisaban un respeto. Esperó intentando negar el humor impulsivo de los enanos y al final escuchó con agrado la opinión de Gareth. Servir de señuelo era algo que podía hacer y al fin y al cabo si le atacaban sabían lo que había.

Buena idea Gareth. talvez podríamos comenzar capturando al centinela, seguramente creerán que ha desertado o simplemente mandarán alguien a investigar.

Reflexionó un momento.

Por otro lado, podemos coger al centinela y sustituirlo por uno de nosotros que use sus ropas. Cuando venga el relevo se encontrará una desagradable sorpresa y habremos capturado a dos enemigos. Sinceramente creo que no puede haber sólo uno, así que tenemos que cerciorarnos de todo. Cuando llegue el relevo en el campamento esperarán la llegada del centinela anterior lo que permitiría a uno de nosotros ir al campamento o por lo menos acercarse sin despertar sospechas. Capturar al centinela o centinelas nos puede dar información sobre cuántos son, cuál es la tienda del jefe y más cosas.

Nueva parada para reflexionar

Con suerte podríamos organizar un asalto a la tienda del jefe, llevárnoslo y entregarlo al Bann y sonsacarle si está compinchado con el nuevo Bann para derrocar al antiguo o algo así.

Pausa de efecto.

No tenemos porqué matar a todos, sin jefe se desbandarán o tardarán en encontrar uno nuevo. Quemar alguna tienda, espantar los caballos si los tienen... esas cosas, nos podría dar tiempo para huir con el jefe.

Suspiró

Bueno, no sé mucho de estas cosas, pero yo lo haría así.